|
Por Marisa Avogadro
Número 36
Dentro del espectro de países de americanos, México
está considerado uno de los de mayor desarrollo en torno
al tema del periodismo científico, tanto en lo que respecta
a la divulgación de la ciencia, como así también
sobre la producción teórica, difusión del conocimiento,
universidades y medios.
Algunos autores señalan al siglo XVIII como los comienzos
de esta disciplina en México y destacan a Antonio Alzate,
quien se interesaba por el conocimiento y su divulgación.
Mas haciendo un gran salto en el tiempo y remontados a los días
actuales, se halla por ejemplo a Luis Estrada y numerosas organizaciones
como la Asociación Mexicana de Periodismo Científico
(AMPECI), la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la
Ciencia y la Técnica (SOMEDICYT), que de manera sostenida
realiza congresos nacionales de divulgación, donde abordan
estos temas y su relación con los medios informativos, el
quehacer universitario y la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) que es una de las pocas en el mundo que
posee una Dirección General de Divulgación de la Ciencia.
Encontramos además el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONACYT) que propicia actividades públicas de divulgación,
por ejemplo "Los vagones de la ciencia", que se ubican
en diferentes lugares del país y se hacen cursos, talleres
y prácticas. Además, edita numerosos libros y la revista
"Ciencia y Desarrollo". Asimismo, en todo el país,
en los centros de ciencias, se efectúan actividades divulgadoras.
De manera permanente se organizan en este país congresos,
reuniones, encuentros, en universidades, asociaciones, para estudiar
estos temas.
El
escritor científico Luis Estrada y la profesora Patricia
Magaña, de la UNAM, refieren que los riesgos que amenazan
la labor de la divulgación en los países de América
son los siguientes:
1. El primero es que la improvisación tiende a convertirse
en la forma definitiva de trabajar. Muchos creen que cualquiera
puede divulgar la ciencia y que esta labor es esencialmente filantrópica.
2. Carencia de escuelas y de otros medios de formación
de divulgadores de la ciencia.
3. Creer que el manejo de un medio de comunicación es suficiente
para hacer la divulgación científica.
4. Abuso del aspecto lúdico de la comunicación de
la ciencia. Hay actividades, en especial algunas dedicadas a los
niños, en las que, con el pretexto de dar el conocimiento
científico como un asunto fácil y divertido, todo
queda reducido a información trivial.
5. Algo que suele olvidarse es que una de las características
esenciales de la ciencia es el procedimiento empleado para construirla,
un proceso permanente que está siempre sujeto a prueba,
tanto en sí mismo cuanto en sus resultados.
6. Otro problema es la estrechez del concepto de cultura en estos
países, que, aún habiéndose ampliado últimamente,
no comprende todavía a la ciencia. Uno de los propósitos
de la divulgación debe ser corregir esta situación.
7. La divulgación de la ciencia que necesitan no puede
ser una copia de la que realizan los países más
desarrollados sino una parte del proyecto educativo de cada nación.
8. En general, los científicos mexicanos juegan el papel
de comunicadores de la ciencia y se involucran en proyectos de
libros, artículos en revista, asesoran salas de museos
o conceden entrevistas. Este trabajo lo consideran más
una labor social a la que destinan generalmente sólo su
escaso tiempo libre, y muchos de ellos piensan que son los únicos
capaces de hablar de ciencia. La tarea de divulgar es vista como
algo secundario o menos valioso, en relación con la investigación".
(CALVO HERNANDO; M. 1999: 126/7).
Declaración de Sinaloa,
Culiacán, México
Conforme al Anuario 2001
de la Asociación Española de Periodismo Científico,
en el marco del Encuentro Nacional de Divulgación Científica,
el 25 aniversario de la revista "Ciencia y Desarrollo"
y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones
de Educación Superior, resumen la Declaración de Sinaloa,
Culiacán, México de la siguiente manera:
"1- La Declaración
de Sinaloa afirma que la divulgación científica
y tecnológica debe ser considerada un asunto de interés
nacional e incluirse en el mismo nivel de importancia que la divulgación,
para efectos de financiamiento, búsqueda de recursos y
espacios. La investigación y la divulgación científica
y tecnológica son factores de diferenciación y de
ventajas competitivas en los mercados internacionales y es necesario
dar un lugar preponderante a la divulgación de las ciencias
en todos los niveles educativos.
"2. Conviene crear una red nacional de divulgación
científica o redes u organismos que permitan mejorar el
desarrollo de programas de divulgación a nivel nacional.
También es necesario desarrollar un programa estratégico
derivado del Plan Nacional de Divulgación de la Ciencia
y de la Técnica que contenga una descripción del
problema actual, objetivo de la divulgación, planeación
a corto, medio y largo plazo.
"3. Se requiere desarrollar un inventario y una base de datos
nacional sobre medios, espacio, acciones, programas y estrategias
de divulgación que sean accesibles a los actores de la
divulgación para su consulta, enlaces e intercambios de
experiencias, actividades y formación de recursos y abrir
líneas de investigación para canalizar los recursos
financieros destinados a la formación y programas de divulgación.
Se requiere establecer un marco y parámetros de medición
para los trabajos de divulgación bajo el consenso de sus
actores e instituciones promotoras, considerando entre los criterios
de evaluación aquellos de la comunicación que propician
una visión más integral que incluya a la educación
y a la divulgación.
"4. Se pide también la utilización con mayor
fuerza de los medios de comunicación que posean para que
desarrollen sistemas de vídeo, comunicación a distancia,
videodiscos, software, laboratorios, teatro y otras manifestaciones
artísticas, vinculándolos estrechamente con las
áreas de divulgación de la ciencia, buscando conseguir
mayor impacto en un público más amplio.
"5. Se reconoce que la divulgación ha ganado espacio
en los diferentes medios, pero, asimismo, que en la mayor parte
de ellos apenas se dan balbuceos. Es necesario que los divulgadores
conquisten los escenarios de los medios masivos de comunicación,
donde se requiere escribir y hablar sobre temas de interés.
Esto significa para la sociedad resolver sus deudas y aplicar
los nuevos conocimientos a la solución de sus problemas,
y, para el divulgador, la oportunidad deseada, siempre y cuando
se explique satisfactoriamente el hecho o fenómeno con
respecto a la verdad y al público.
"6. Es necesario que todos los participantes y actores de
los procesos de divulgación, académicos, empresarios
y funcionarios del gobierno, trabajen conjuntamente para aportar
soluciones integrales.
"7. Es conveniente también establecer mecanismos para
considerar apoyos a las revistas mexicanas que aún no logran
la calificación necesarias para ser incluidas en el padrón
de excelencia del CONACYT.
"8. Se considera necesario profesionalizar la actividad de
divulgación, por lo que se sugiere a las instituciones
de enseñanza superior que institucionalicen e incrementen
programas de formación de divulgadores a través
de nuevos perfiles en la licenciatura y el posgrado.
"9. Deben considerar como espacios idóneos para divulgar
la ciencia los programas multimedia y exhibiciones interactivas
y también las casas o espacios para la difusión
de cultura.
"10. Se recomienda, asimismo, crear museos temporales, planetarios
y exposiciones itinerantes que muestren principios científicos
y que sean producto de procesos de enseñanza y aprendizaje,
y conseguir un mayor número de programas de divulgación
ecológica." (CIENCIA Y TECNOLOGIA EN 2000, págs.
259-260).
Mgter.
Marisa Avogadro
Catedrática universitaria. Magister
en Comunicación y Educación |