La instrucción elemental de un país, tal como se la define a la alfabetización, es un arduo camino a recorrer, si se tiene en cuenta que la UNESCO afirma que alrededor de 700 millones de adultos no saben leer ni escribir, situación grave en países de Africa, Asia y América Latina, donde la proporción de analfabetos es aproximadamente de 80 y 90% del total.

Otras cifras alarmantes, para nuestros países americanos lo constituyen los resultados de un estudio de la UNESCO en conjunto con la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE) que se conoció a fines de junio de este año. El mismo se efectuó sobre el rendimiento escolar en jóvenes de 15 años de unos cuarenta países. Los resultados fueron que mientras los alumnos finlandeses ocupan el primer puesto como muy buenos lectores y Corea del Sur, China y Japón ocupan el segundo, tercero y cuarto puesto respectivamente como muy buenos en matemáticas y ciencias; la Argentina tiene el lugar 33 y México el 35 ya que el 40% de los chicos obtuvo las más bajas calificaciones. Asimismo, se evidenciaba la disparidad entre alumnos de familias adineradas y de bajos recursos en los dos últimos países referidos, entre otros de la lista.

Frente a esta situación, la capacidad cognitiva de los estudiantes, las limitaciones en cuanto a comprehensión, por citar algunos ítems y el traslado de esta problemática al campo de las nuevas tecnologías, dejan al descubierto una realidad: la estrecha relación que hay entre la tecnología y la educación en los procesos de alfabetización y la brecha que se genera en el campo educativo, entre otros, a consecuencia de los desequilibrios tecnológicos en las sociedades.

Por esto, comenzaremos a circunscribir vocablos. La palabra "tecnología" es en términos del diccionario: f. Ciencia de las artes y oficios en general.// Conjunto de los términos técnicos de un arte o ciencia: cada ciencia tiene su tecnología.// Medios y procedimientos para la fabricación de productos industriales ( Diccionario Larousse Ilustrado 1993: 982). Por su etimología, esta palabra provine del griego tekhné: arte + logos: discurso, ciencia o palabra. Por tanto , plantearse en estos términos que significa la tecnología es pensar en el discurso acerca del arte de hacer las cosas. El modo ordenado sobre cómo realizarlas. Si pensamos en que el método en la ciencia es el camino para llegar al lugar que nos hemos propuestos, será la tecnología la que brinde las soluciones para resolver determinadas situaciones. Es una acción, una actividad. Entran en juego tantas necesidades, objetos, propósitos, personas que producen; el modo de realizarlos, el lugar y las relaciones que de ello se desprenden.

De acuerdo con el Diccionario Enciclopédico Durvan 2001( versión cd), la tecnología es: "la aplicación de los nuevos conocimientos de la ciencia al mejoramiento de la industria". Entonces podemos pensar en un ejemplo: la aplicación de los descubrimientos en el área de la biología sumados al desarrollo de maquinarias de alta tecnología, han permitido llegar a concretar el Proyecto Genoma Humano.

A su vez, lo diferenciaremos del vocablo "técnica", del griego tekhné: arte. En términos del diccionario (ob. cit: 982) es: f. Conjunto de procedimientos de un arte o ciencia...// Habilidad para usar de esos procedimientos. Conforme al diccionario en versión digital ya mencionado, técnica es: 1) el conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una ciencia o un arte. 2) Pericia para usar de los procedimientos y recursos. Para seguir con el ejemplo anterior, una técnica de laboratorio permite realizar un análisis de ADN para determinar la paternidad de una persona, basándose en los descubrimientos de la biotecnología referida.

Ahora resta analizar el panorama de la tecnología aplicada a la educación; teniendo en cuenta que el avance de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ( NTIC ) han modificado el panorama mundial en tiempo, espacio, modo de relación, economía y política y que el conocimiento es el nuevo valor agregado de los tiempos que corren y a mayor conocimiento, mayor poder.

Habría que distinguir en esta instancia que no es lo mismo ser un usuario de las tecnologías que un conocedor de las mismas. Por lo tanto, desde el lugar del desconocimiento tecnológico, podríamos referirnos a un cierto grado de analfabetismo, ya que se puede saber manejar determinadas tecnologías pero no cómo están constituidas, cómo funcionan y cuáles son todas sus aplicaciones. Citemos el ejemplo de Internet, donde mayormente se la emplea para enviar correo electrónico o bien navegar en las páginas, cuando hay un sinnúmero de actividades a realizar con ella tanto como herramienta telemática y como medio de comunicación, que generalmente no se realizan.

Además de pensar en quiénes producen estas tecnologías, adónde nos conduce la aceleración infinita de los avances en esta área y por consiguiente, la relación de todas ellas con las personas y su entorno, más allá de un sentido conectivo ( el estar "conectados" a las máquinas) y donde entra en escena la hipertextualidad y la interactividad.

Tenemos así un universo tecnológico, vinculado con lo cultural y social, con la ética y con el desarrollo de la vida misma de los seres humanos inmersos en un contexto mediatizado por los medios de comunicación desde los más simples a los más complejos. Un mundo globalizado que abre el panorama a un planeta sin fronteras, pero a su vez donde no se han explorado los límites y las desventajas.

Por ello, las tecnologías y su desarrollo deberían coadyuvar a los procesos educativos de tal manera que favorezcan los procesos de alfabetización de las personas; su mejor relación con el entorno y que contribuyan a una disminución de la brecha referida. Incorporar a las tecnologías y la educación en esta área en el campo escolar, implica también repensar metodologías y poder visualizar ejes transversales desde opciones educativas alternativas como pueden ser los materiales diseñados a partir del periodismo científico, temática que nos ocupa desde esta columna.

Fuentes:

DICCIONARIO LAROUSSE ILUSTRADO. Ediciones Larousse, España , 1993.
DICCIONARIO ENCICLOPEDICO DURVAN en CDROM. Ediciones Durvan, España, 2001.