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Por Marisa Avogadro
Número
38
Si bien las sociedades están
desarrollando un proceso de cambio histórico que se traduce
en nuevas formas de conducta de las personas, nuevos modelos y nuevas
roles; debemos pensar también que las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación (NTIC) sustituyen
a otras formas de intercambio tecnológico y otras maneras
de relación social.
La
seguridad, esa sensación interior que nos hace sentir bien,
confiados en nuestro entorno diario, de la cual abundan las definiciones
según se trate de seguridad política, social, económica,
laboral, ciudadana, hemisférica, entre otras, está
cada vez emparentada con la temática de las NTIC, los procesos
de globalización y de cambio.
En
los diccionarios encontramos una definición de seguridad
aplicable a la rama de la Administración Pública,
que se encarga de velar por la seguridad de los ciudadanos y que
se refiere a la seguridad como un conjunto de instituciones jurídicas
y sociales destinadas a la prevención de riesgos sociales
tales como: accidentes, enfermedad, paros, vejez, etc.
Evidentemente,
la sociedad en la cual nos movemos no es la misma. Los procesos
de aceleración histórica provocan constantes cambios
y ellos llegan también a la esfera de la seguridad. Recordemos
tan sólo el atentado del 11 de setiembre de 2001 en los Estados
Unidos o bien el del 11 de marzo de 2004 en España. Y aquí
el tema de las nuevas tecnologías adquiere otra dimensión.
Pensar
en nuevas tecnologías no es sólo pensar en Internet,
el correo electrónico y el chat. También lo son las
posibilidades que de ellos se derivan. Los procesos de globalización
y su influencia en las personas, hacen que convivan los rasgos locales
con los nacionales y los internacionales. Convivimos en un mundo
de blancos y negros, con todas las gamas de grises y esa no es tarea
fácil.
Nuevas tecnologías
Desde nuestra tierra, no estamos ni alejados ni separados tampoco
de este fenómeno global, por lo tanto, se abre una nueva
perspectiva tanto para el área de seguridad como para otras,
debido a que aparecen nuevos delitos, nuevas modos de realizarlos
y por ende, se hace necesario una nueva mirada a los acontecimientos.
Si cada medio que comunica utiliza
los códigos respectivos, es también necesario conocer
el lenguaje de las nuevas tecnologías, para poder entender,
asociar, comparar, descifrar un más allá de los hechos
aparentemente ingenuos de los que nos provee. Internet es a mi a
entender un nuevo medio de comunicación y por tal, con virtudes
y defectos como cualquier otro.
Frente a ello, seguimos sumando
nuevas perspectivas al área de seguridad, que ya nos tiene
tan en vilo. Tanto desde el punto de vista del derecho como de las
sanciones, en los materiales que nos brindan las NTIC comienzan
a observarse “espacios en blanco”, a la hora de legislar
o de aplicar dichas sanciones. Se advierte además, la necesidad
de incorporar las NTIC al entorno inmediato, por una parte, como
proceso acelerador del trabajo cotidiano y por otra, como objeto
de investigación de los ilícitos. A ello le sumamos
por ejemplo, la seguridad de la información, la seguridad
de las redes, la seguridad de la base de datos. Esto se traslada
al campo de la confiabilidad, la confidencialidad y una larga lista
a enumerar.
Finalmente
Los sinónimos de seguridad, nos dice el diccionario, son
confianza, certeza, certidumbre. Sin lugar a dudas, términos
emparentados con los procesos de los cuales veníamos hablando.
Venimos de tiempos donde nos proyectamos a través de lo cierto,
pero ahora lo incierto también amplía su esfera de
acción, por lo tanto, las incertidumbres nos llenan de dudas
y van constituyendo un camino que por nuevo seguramente será
necesario rescribir.
La sociedad no es la misma, los
cambios son sostenidos en todas las áreas, las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación participan de
este proceso de aceleración histórica constante. En
el mercado actual de las computadoras, por ejemplo, en tres meses
una impresora queda obsoleta o cuando menos fue superada por otras
más pequeña, más rápida, más...
La seguridad, esa sensación
de sentirnos bien y tranquilos con nuestro entorno, cada vez se
torna más compleja. Los modos de abordarla también
son cada vez de mayor complejidad.
Las nuevas tecnologías de
la información y la comunicación median cada vez más
nuestros actos cotidianos y depende del uso que de ellas se realice,
los resultados que se obtienen.
Lejos de realizar planteos medievales, ni ángeles ni demonios,
tan sólo una realidad que nos toca vivir, donde evidentemente
es necesario el estudio de las mismas, su uso en las diferentes
tareas a realizar y el planteo de una actitud ética, entendida
la ética como una forma de vida que permite, en libertad,
ejercer el juicio crítico de elección. Y para poder
ejercer el juicio crítico de elección es necesario
conocer temas, objetos, sujetos, situaciones en profundidad.
Por lo tanto, las NTIC en este siglo
XXI y aún , en una economía como la nuestra, con todas
los elementos que nos diferencian de los países desarrollados,
son un hecho del aquí y el ahora. Una realidad para abordar
también los temas de seguridad, no sólo regional,
sino además nacional e internacional.
Mgter.
Marisa Avogadro
Catedrática universitaria. Magister
en Comunicación y Educación |