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Por Marisa Avogadro
Número
39
El
conocimiento del mundo se ha transformado en una necesidad para
vivir, además de lo que pueden ser ganas intelectuales de
conocer. El tema es como llegar a la información en una sociedad
tecnologizada y más aún, con qué parámetros
evaluarla, seleccionarla, compararla y en definitiva articularla
para analizar. Y además vincularla con términos cotidianos
como: crecimiento, competitividad, optimización de recursos,
saturación informacional e hiperinformación.
Frente
a todo ello dicha información, al decir de Edgar Morin, debería
ser vista conforme a: el contexto (ubicación de informaciones
y elementos para que cobren sentido) , lo global (como se relaciona
las partes con el todo), lo multidimensional (que se abarca desde
diferentes perspectivas) y también lo complejo (que emana
como lógica consecuencia). En este universo de los medios
de comunicación es donde observaremos que sucede con los
materiales informativos.
Una mirada más allá...
El empleo de las nuevas tecnologías y el acceso a la información
no resulta equitativo desde las posibilidades de conocimiento que
tiene el usuario de ellas hasta el modo de planteo de los materiales.
Nos interesa en esta instancia decir
que si bien comenzamos a hablar de las autopistas de la información
entrados los años 90, recordemos que el acceso masivo a la
red se dio a partir de 1991 y a la Argentina llegó en 1995.
Mas no en todos los países como tampoco en todas las personas,
han influido de la misma manera. Hoy en la web se leen periódicos
de cualquier parte del globo, se accede a las bibliotecas y sitios
de casi todas las universidades, se compra y se vende de todo. Hay
miles de bases de datos, información gratuita, información
paga, información de fuentes confiables e información
de procedencia dudosa, ineficiente y en algunos casos delictual.
Y la necesidad de apurarse por intentar salvaguardar los baches
en materia legislativa, ante la escasa reglamentación.
Cuando se busca una palabra en Internet
puede encontrarse millones de entradas. Qué persona podría
leer tantas entradas?. No todas ellas conectan efectivamente con
algunas páginas; otras no se encuentran, o están cerradas,
o son repeticiones. Encontramos vacíos, dispersión,
repetición, páginas confiables, páginas de
fuentes inciertas.
Como a Internet la estamos viendo
desde esta nueva mirada, como un medio de comunicación, al
igual que en todos ellos su línea editorial se evidencia
a través por ejemplo de la posición en el resultado
de búsqueda de una palabra; en las páginas pagas o
gratuitas. Pensemos de cuántos factores depende que una página
aparezca primera en un listado y no última. O bien, ingresada
una dirección http, cuánto tiempo tardan en publicarse
si se la ubica de forma gratuita o bien con la posibilidad de pago,
que está en ocho días. No es lo mismo el resultado
que arroja una búsqueda en un directorio, en un motor de
búsqueda o en un metabuscador. Unos restringen la búsqueda
y otros la amplían; por eso depende del uso que se realice
y del conocimiento que tenga el cibernauta, los resultados que se
obtendrán.
Un valor agregado
La red de redes no es sólo una herramienta telemática
sino también un verdadero medio de comunicación, con
un sentido de ubicuidad: de esa presencia simultánea en varias
partes al mismo tiempo, que desafía los cánones tradicionales
de los medios de comunicación por una parte y de los de la
sociedad por otra.
Paralelamente a los planteos de
la sociedad real se encuentran los de la sociedad virtual. Simultaneidad
de tiempo y espacio, múltiple circulación de información,
posibilidad de “emisores anónimos”, con lo que
conlleva el anonimato, más allá de ser un hecho de
absoluta libertad, plantea el hecho de ampararse en dicho anonimato
para cometer ilícitos que atentan contra las personas, Ante
ello, está la necesidad de establecer la confiabilidad de
las fuentes informativas y comprender que a la vez se presentan
hechos, imágenes y discursos reales; virtuales y también
adulterados.
Coexistiendo, desde lo diferente,
las nuevas tecnologías nos abren a un panorama del mundo
del "cambio"; donde la información comienza a percibirse
como un valor agregado de la economía. La información
constituye sin lugar a dudas un elemento de poder, toda vez que
quien está mejor informado o tiene el modo de propalar mayor
cantidad de información, será también el poseedor
de las mayores oportunidades. Donde pensar que el tiempo y el espacio
se mueven de forma simultánea en todas direcciones y que
las informaciones llegan de millones a millones, nos hace considerar
o bien reconsiderar la influencia de la tecnología y de los
medios de comunicación en los múltiples ámbitos
sociales y considerar lo indispensable de conseguir una información
confiable, pertinente y segura.
Mgter.
Marisa Avogadro
Catedrática universitaria. Magister
en Comunicación y Educación |