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Por Marisa
Avogadro
Número
47
A
partir de 1995, con Nonaka y Takeuchi, se da
a conocer el modelo de ciclos de producción
del conocimiento y con ello se transforma el
concepto tradicional de lo que es una organización
y se habla de la dimensión cognitiva donde
el capital intelectual es la fuerza para crear,
emplear y transferir conocimientos.
La
palabra conocimiento, que proviene del verbo
conocer, significa averiguar por el ejercicio
de las facultades intelectuales: la naturaleza,
cualidades y relaciones de las cosas. Por ello,
a través de la gestión del conocimiento,
los datos estructurados se transforman en información
y dicha información, en un contexto dado
y habilidades personales, para pasar a ser saber
y transformarse en capital intelectual.
Gestión
de la Información
Informar
es dar noticia de una cosa. Información,
en términos de Doménico De Gregorio,
es la noticia en potencia y la noticia es la
información en acto. Acto de emitir y
recibir mensajes.
La información,
materia prima de la actividad periodística,
de la de comunicación, del periodismo
digital y las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación (NTIC),
comienza a tomar un valor agregado en la nueva
economía que nos plantea la sociedad del
conocimiento.
En la década
de 1980 las empresas y organizaciones descubren
la importancia de la información. En 1990
comienza a hablarse de la gestión de la
información. Cambia la relación
empresaria de costo-beneficio, por el análisis
de los valores y los sistemas informáticos
y se resalta la gestión del capital intelectual.
La información,
así definida, como material periodístico,
como capital intelectual, se presenta de un modo
diferente en la cibercultura.
Tenemos el cambio
como palabra clave de los tiempos que corren,
la sociedad real conviviendo con la virtual.
La cibercultura de las polaridades, el anonimato,
la libertad absoluta, la circulación de
la información sin barreras de tiempo
y espacio, con ubicuidad, presencia simultánea
en varias partes al mismo tiempo; con la propagación
de información al infinito, con fuentes
confiables y fuentes apócrifas. Con ventajas
por ejemplo de la información propalada
por la web que se constituyen en desventajas
al mismo tiempo.
Se manifiesta
la necesidad de contar con informaciones confiables,
pertinentes y seguras frente a la diversidad
y cantidad de informaciones propaladas y de ilícitos
concretados en la web. Se producen delitos con
la comercialización de datos personales;
delitos de fraudes financieros; abuso de menores
y en éstos y otros, la información
es la puerta de acceso.
La información
y las leyes argentinas
Al momento de
emplear la información o que ella sirva
de inicio para temas de periodismo de investigación,
periodismo de la ciencia, para tratarla desde
columnas de opinión o de interpretación,
entre otros, aparecen los modos necesarios para
moverse con ella, en un marco legal, ético
y de seguridad institucional.
En el caso particular
de la República Argentina, nos encontramos
con lo siguiente: Argentina adhiere a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos "Pacto
San José de Costa Rica", que en su
artículo 13 se refiere a la libertad de
pensamiento y expresión y en punto 1 expresa
Toda persona
tiene derecho a la libertad de pensamiento y
de expresión. Este derecho comprende
la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones
e ideas de toda índole, sin consideración
de fronteras, ya sea oralmente, por escrito
o en forma impresa o artística, o por
cualquier otro procedimiento de su elección.
La Constitución
Nacional Argentina, en su art. 18, alude al principio
de reserva, es decir, que deja establecido entre
otros, que la correspondencia epistolar y los
papeles privados son inviolables. Motivo por
el que interesa en este artículo, entre
otros, es porque el correo electrónico
sería el equivalente de la carta tradicional
y es también un medio que contiene información.
Seguimos con
la Ley 25.362, Ley de Protección de los
datos personales y Habeas Data (año 2000),
del Código Penal Argentino. La ley mencionada,
en su art. 1 refiere:
La presente
ley tiene por objeto la protección integral
de lo datos personales asentados en archivos,
registros, bancos de datos, u otros medios de
tratamiento de datos, sean éstos públicos
o privados destinados a dar informes, para garantizar
el derecho al honor y a la intimidad de las
personas, así como también el
acceso a la información que sobre las
mismas se registre, de conformidad a lo establecido
en el art. 43, párrafo tercero, de la
Constitución Nacional.
En su Capítulo
II se refiere a: los principios generales relativos
a la protección de datos, archivos de
datos, calidad de los datos, consentimiento,
información, categoría de datos,
datos relativos a la salud, seguridad de los
datos, deber de confidencialidad, cesión,
transferencia internacional. El Capítulo
III, a los derechos de los titulares de datos:
derecho de información, derecho de acceso,
contenido de la información, derecho de
rectificación, actualización o
supresión, excepciones, comisiones legislativas,
gratuidad e impugnación de valoraciones
personales. Por su parte, el Capítulo
IV habla de los usuarios y responsables de archivos,
registros y banco de datos; el Capítulo
V, del control; el Capítulo VI de las
sanciones; el Capítulo VII, de la acción
de protección de los datos personales.
Por último,
también se dispone en el país de
la Ley 11.723, del Código Civil Argentino,
en donde se establece la Propiedad Intelectual,
incluidos los materiales difundidos en soportes
digitales.
Panóptico
de la Información
De lo expresado, volvemos a plantear que el universo
de las informaciones, es hoy un universo a abarcar
desde diferentes facetas. Los periodista, los
comunicadores, se manejan con información.
Los ciberciudadanos están en el mundo
de la información.
La información,
el nuevo valor agregado de la economía,
a transformado su perfil.
En este nuevo
escenario de las autopistas de la información,
con la pérdida de las barreras de tiempo
y espacio, la simultaneidad, los hipervínculos,
la inmediatez, la ubicuidad; la información
se constituye con identidad propia y para diferentes
fines.
Es necesario
identificar las fuentes confiables de la información,
en un universo infinito de ellas y dicha tarea
es todo un desafío. El determinar los
ciberdelitos, entre otras acciones, supone y
exige un planteamiento frente a la información
y un modo de lectura e interpretación
para realizar una prospectiva de la misma.
Para el periodista
digital, distinguirse con sus aportes entre millares
de materiales, no es tarea fácil tampoco.
Panóptico
de la información, una sola palabra para
multifacéticas opciones.
Mtra.
Marisa Avogadro
Investigadora
Línea Externa, Cátedra de Comunicación
Estratégica y Cibercultura, ITESM,
Campus Estado de México, México
y Docente de Gestión y Tecnología
de la Información para la Seguridad Pública,
IUSP, Argentina. |