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Por Marisa
Avogadro
Número
47
Con
la introducción de las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación
(NTIC), el mundo se ha abierto a un panorama
informacional iterado al infinito. Llevamos diez
años de la utilización de Internet
con el público general y se presentan
nuevos planteos sociales, económicos,
educacionales, entre otros.
Desde
la red de redes, las informaciones se multiplican
minuto a minuto en cantidad y diversidad temática
y sucede lo mismo con la cantidad de personas
que acceden a la misma; que conforman comunidades
virtuales, que crean páginas privadas,
individuales, colectivas, empresariales, públicas,
etc.
En
este universo de los medios de comunicación,
la ciencia, esa práctica, es el conjunto
de conocimientos sobre la realidad observable,
obtenidos mediante el método científico,
hoy está constituída por teorías
en perpetua revisión y construcción,
donde lo incierto se suma a lo cierto y conocido.
En este entorno, se posiciona la información
que se difunde en Internet en este caso que nos
ocupa, la referida a temas científicos,
entendida la información como: dar noticia
de una cosa, que en términos de Doménico
De Gregorio: la información es la
noticia en potencia y la noticia es la información
en acto.
Como
hemos expresado en columnas anteriores, el lenguaje
empleado en los medios de comunicación,
debería ser claro, sencillo, con pocas
adjetivaciones, explicando las siglas, contextualizando
la información, entre otros.
También
debemos detenernos a observar el estilo para
redactar este material, que al decir de Martín
Vivaldi en su libro Curso de Redacción,
la estilística, complemento de la Gramática,
añade a la corrección en el
uso del lenguaje la precisión, la elegancia,
la claridad y la armonía.
Publicaciones
electrónicas
La diversidad de publicaciones que existen en
Internet como también de personas que
publican trabajos, dan por una parte variedad
al estilo y el lenguaje para comunicar temas
de ciencia y por otra, que en esa misma diversidad
se deberían tener en cuenta varios factores.
La información
de que se dispone, que debe ser confiable, pertinente
y segura, no siempre reúne estos requisitos.
Por lo tanto, se requerirá de nuevos planteos
para validar la confiabilidad de las fuentes.
A ello se le
suma el lenguaje y el estilo empleados para trasmitir
los materiales, que reflejan y dejan traslucir
los planteos culturales existentes.
Por una parte
la inmediatez y el proceso de aceleración
histórica al cual asistimos modifica los
modos de expresión tanto escrita como
verbal d las personas, el estilo que se le imprime
a los mensajes, las reducciones que este experimenta
no en el camino de la simplicidad para aumentar
la comprensión, sino en la reducción
idiomática que se traduce en un elemento
de incomprensión de los mensajes.
La cibercultura,
a mi entender, una cultura de polaridades y opuestos,
caracterizada por el anonimato, la multiplicidad
de fuentes, el sentido de ubicuidad, por nombrar
algunas de sus características; imprime
a la difusión de los mensajes periodísticas
en general y los de temas de ciencia en particular,
su lenguaje y estilo propio.
Tenemos los
ciberpublicaciones, los ciberciudadanos, el público
electrónico; los periódicos, revistas,
jornales electrónicos, pertenecientes
a medios tradicionales que se imprimen en soporte
papel; materiales publicados por universidades,
profesionales independientes, de asociaciones,
comunidades virtuales, estudiantes; a los que
se le suman los grupos anónimos, webblogs,
páginas con engaños científicos
y hasta con propuestas por ejemplo, de medicina,
con páginas de "curas milagrosas"
para enfermedades incurables.
¿Una
nueva Babel?
La web de las oportunidades, de la información
infinita, de los opuestos, de los links, de los
multimedios y el hipertexto, del enriquecimiento
y la variedad temática, se presenta en
la sociedad virtual con una cantidad de ventajas
y desventajas. Funciona paralelamente a la sociedad
real, ofrece un universo ilimitado de posibilidades
y también encuentran lugar en ella los
ilícitos.
Desde el punto
de vista de la información científica
que nos ocupa en este caso en particular y del
lenguaje y estilos periodísticos empleados
para difundirla, queda expresa la necesidad de
contribuir al enriquecimiento idiomático,
justamente aprovechando las posibilidades múltiples
que nos ofrece la web.
Internet, el medio de comunicación del
Nuevo Milenio, con emisores conocidos y anónimos,
privados y públicos, con sus estilos y
lenguajes propios, frente a un universo multicultural,
propende a una nueva Babel ¿o se deberían
arbitrar los medios para ir encontrando confiabilidad
y certeza en las fuentes de información,
por ejemplo; en la diversidad y cantidad infinita
de la misma?.
Las nuevas tecnologías
nos llevan a un desafío, a reescribir
nuestra historia desde estos medios de comunicación
actual, en un marco ético de la profesión
de periodistas digitales, en el mundo del cambio,
de los nuevos roles, la nueva economía
y sociedad virtual y la real.
Nuevos lenguajes
y estilos periodísticos, conviviendo desde
la diversidad.
Mtra.
Marisa Avogadro
Investigadora
Línea Externa, Cátedra de Comunicación
Estratégica y Cibercultura, ITESM,
Campus Estado de México, México
y Docente de Gestión y Tecnología
de la Información para la Seguridad Pública,
IUSP, Argentina. |