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Octubre 2002

 

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Comunicación y la Telaraña

CiberSexo, CiberPudor y Ciberlágrimas

 
Por Edgar Gómez
Número 28

Llevo todo el año coordinando una investigación sobre cibersexo y, aunque la definición que tengo de ello es muy clara no la diré, a manera de invitación para que los lectores y las lectoras visiten la página del proyecto y compren algún día la publicación que espero surja de este año de trabajo. En este tiempo me he encontrado con páginas de Internet muy interesantes y que hablan de la amplia gama de posibilidades que abre un medio donde las personas con un poco de imaginación, recursos y conocimientos básicos, pueden desarrollar estas habilidades. Dado que en mi trabajo no hablaré de ellas, aprovecharé esta columna para hacerlo y con ello quitarme el gusanito de compartir unas reflexiones en torno al Internet como medio de sexo, pudor y lágrimas. Aclaro que unas cuantas de éstas páginas las encontré leyendo el texto (muy divertido aunque poco académico) de la periodista española Pilar Eyre llamado simplemente "Cibersexo" (lástima, me ganó el nombre). Y como también me ganaron el nombre de Sexo, pudor y lágrimas (película interesante sobre las relaciones en el México moderno) pues hago la referencia a manera de reconocimiento.

Cibersexo
Si me pusiera a escribir de todas las páginas, correos, archivos anexos, direcciones, fotos, videos, CD-ROMS y demás monerías tecnológicas con que me he topado durante este año de investigación, el libro que podría escribir sería algo así como "Guía Roji del sexo en Internet". Sin embargo, no es mi interés ni mi intención. Lo que sí puedo decir es que me sigue impresionando la forma en la que el Internet se está convirtiendo en una "incubadora" empresarial que hasta los programas "Emprendedor" del Tec o el de "Changarros" de Fox envidiarían. La oferta de páginas de personas que tienen su webcam y que, ya sea por una actitud desinteresada y altruista o por una franca visión neoliberal, interactúan sexualmente con un "público" asiduo, es enorme. En ese sentido, el Big Brother es una mala reproducción para las "masas" de lo que a diario se puede contemplar en el Internet. Hace poco me llegaron un par de correos de mexicanas que promocionaban páginas de este tipo (evidentemente no difundiré esta información, baste decir que la edad, la posición social o la talla no son impedimento alguno para que estas mujeres difundan su mensaje al cibermundo) por si alguien creía que en México no se cocían esas habas.

Por otro lado, la pornografía encuentra en Internet no sólo el medio y el fin sino el recurso, el espacio, el tiempo y la tecnología para desarrollarse, sin duda una de las industrias más importantes en la Red. Pero más allá de lo comercial y rentable que pueda ser el Internet para las empresas pornográficas (caseras y macro), también es la forma novedosa de una práctica que yo recuerdo mucho en mi infancia: el intercambio de estampitas. Cuando yo era niño, nos reuníamos con los amigos del barrio que estábamos llenando el mismo álbum e intercambiábamos los cromos que nos sobraban: "ya, ya, ya, ya, no, ése no lo tengo" la versión moderna e hipertecnológica se llama Internet y tiene como su cúspide la página "Napster del porno" (Napster es un programa que permite intercambiar archivos de música entre usuarios sin necesidad de un servidor central). Esta página funciona igual que éstos intercambios en la esquina: al conectarte puedes bajar el software que te abre las puertas a todas las fotos, videos, imágenes, animaciones y demás linduras que tengan miles de usuarios en su archivo personal. Y para no parecer apologista de la pornografía, pasamos al ciberpudor.

Ciberpudor
A las personas que creen que Internet es una sucursal virtual de Sodoma y Gomorra, quizá les tranquilice saber que también hay un espacio (pequeño, hay que decirlo) en donde la sexualidad no sólo se evita sino que se ataca. Páginas que destaquen y promuevan la abstinencia sexual existen (un poco menos que de las de pornografía, pero existen), desde organizaciones estilo "Pro-Vida", como la página "Vida humana", en donde además atacan al aborto de manera muy enérgica, hasta organizaciones juveniles tanto gubernamentales como no gubernamentales que promueven la abstinencia sexual como una solución, sobre todo, a las enfermedades de transmisión sexual. Y unas un poco más "folclóricas", que dan consejos de cómo debe comportarse una "mujer decente" (¿Por qué será que el concepto de hombre decente se promociona menos?). Por cierto, y como dato cultural, la noticia de moda en la red (y en estos círculos ideológicos) es la campaña de Bush y los 30 millones que invertirá en pro de la abstinencia.

Ahora, una cuestión que me parece muy positiva e interesante del Internet es que también funciona como un vehículo de creación de vínculos de solidaridad, de información, de apoyo y de difusión, ya sea para grupos marginados o simplemente para personas que quieren hablar sobre sexualidad. Páginas como "Nación Gay", "Zona Eros" y muchas más representan un intento desde la sociedad civil de utilizar a la Red como un espacio de reflexión y discusión sobre la sexualidad sin tabúes, sin prejuicios y con una verdadera conciencia sobre la importancia de ello en una sociedad moderna y abierta.

Ciberlágrimas
Es cierto, no todo en la vida es gozar, y a veces por el mismo gozo se sufre. Estos dos sentimientos se unen en la página llamada "El Cornudo Vengador", en donde se exponen fotos de mujeres (por supuesto, las más buscadas son las que tienen algún tipo de desnudo) que han engañado a sus parejas (es un sitio con fotos solamente de mujeres porque todavía no hay un desarrollo tecnológico que permita tener una base de datos con todos los hombres que han engañado a sus parejas). En fin, que el sitio se divide en galerías en donde los varones cuentan la historia de cómo fueron "cornados" por sus amadas doncellas y, como la lapidación por adulterio de los africanos, la venganza es exhibirlas ahí (con Internet o sin él, no hemos aprendido nada aún). Una de estas declaraciones varoniles, lastimosas y con el corazón roto, dice "Espero que su web llegue lejos como una gran labor social que está realizando". Sin duda deberían incluirla en los apoyos para las ONG´s o en planes de desarrollo tecnológico para la civilización como un ejemplo de solidaridad y buena voluntad.

Epílogo:
Nuevamente la invitación a participar en nuestra investigación (que es mucho más seria que esta columna), ya sea como informantes, como comentaristas o simplemente respondiendo los pequeños sondeos que vamos haciendo. Aquí está el enlace a la página del proyecto (que además tiene la ventaja de que no tienes que salirte de esta magnífica revista electrónica).

<http://www.razonypalabra.org.mx/cibersexo>


Mtro. Edgar Gómez
Profesor-investigador en la la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, México. Se ha dedicado a investigar la cibercultura desde hace 5 años. Ha escrito textos sobre Comunicación Internacional, Comunidades Virtuales y la Comunicación Mediada por Computadora (CMC) en diversas publicaciones. Es colaborador del laboratorio para la Cibersociedad y es coproductor de un programa de radio de músicas del mundo

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