Por Octavio Islas
Número 41

De acuerdo con Marshall McLuhan, los medios calientes se distinguen por su alta definición, y no permiten que el público los complete tanto. En cambio los medios fríos son de baja definición y su público debe completarlos.

Andrés Manuel López Obrador, actual jefe del gobierno del Distrito Federal, onsiderado como el principal “suspirante” presidencial del Partido de la Revolución Democrática, de acuerdo con las referidas tesis de McLuhan bien podría ser considerado como político “frío”, y su sitio Web permite establecer el sentido de tal afirmación.

Al igual que otros activos precandidatos presidenciales, López Obrador ha reparado en la importancia de Internet como efectivo medio propagandístico. Las principales intenciones comunicativas que es posible advertir en el sitio Web de López Obrador <http://www.lopezobrador.org.mx/> son demostrar la existencia del “complot” que enfrenta el carismático político tabasqueño, y convocar a la ciudadanía para impedir su desafuero.

Si bien el sitio Web de López Obrador exhibe un diseño definitivamente rudimentario, sus administradores repararon en la necesidad de incorporar determinados recursos cuyo propósito es estimular la participación de los cibernautas que lo visitan. La sección “Inclúyete”, por ejemplo, comprende una forma de registro electrónico para sumarse al grupo de “e-voluntarios” que simpatiza con López Obrador –los ciberamigos de Andrés Manuel-. La referida sección además incluye una forma electrónica que permite registrar sitios Web de simpatizantes de López Obrador, chat, contacto y foros de discusión.

En esa misma sección es posible ubicar el apartado “Vota por el mejor Alcalde del Mundo”, liga que remite al sitio Web del concurso “The World Mayor project” <http://www.worldmayor.com/voting/voting2004.html>, iniciativa de una firma inglesa. Cabe mencionar que López Obrador es uno de los finalistas del referido certamen de popularidad..

Resulta imposible ubicar posibles respuestas a la tibieza exhibida por López Obrador ante los reprobables y evidentes actos de corrupción cometidos por algunos de sus colaboradores, Ponce y Bejarano, por ejemplo. Tampoco es posible encontrar explicación alguna sobre la reprobable demora de los cuerpos de seguridad capitalina en los dramáticos acontecimientos registrados en Tlahuac.

En los foros de discusión, los administradores del sitio Web permiten que el cibernauta “complete” la ausencia de definiciones oficiales sobre tan delicados temas.

El censor protege nuestro sistema de valores y nuestro sistema nervioso físico, con sólo enfriar considerablemente la manifestación de una experiencia (McLuhan, 1996: 44).

Referencias:

McLuhan, M. (1996). La comprensión de los medios como extensiones del hombre. Barcelona: Paidós.