Razón y Palabra Bienvenidos a Razón y Palabra.
Primera Revista Electrónica especializada en Comunicación
Sobre la Revista Contribuciones Directorio Buzón Motor de búsqueda


10 de Mayo
2004

 

Número del mes
 
Números anteriores
 
Editorial
 
Sitios de Interés
 
Novedades Editoriales
 
Ediciones especiales



Proyecto Internet


Carr. Lago de Guadalupe Km. 3.5,
Atizapán de Zaragoza
Estado de México.

Tels. (52) 58 64 56 13
Fax. (52) 58 64 56 13

Oferta Mediática y Calidad de Vida Ciudadana
Lecciones que debemos aprender del 3-11

 

Por Octavio Islas
Número 38

Las encuestas que fueron realizadas una semana antes del jueves 11 de marzo (3-11), y cuyo propósito era anticipar la intención del voto del pueblo español en las elecciones generales del domingo 14, concedían una ventaja prácticamente definitiva a Mariano Rajoy Brey, candidato del Partido Popular (PP) a la presidencia del gobierno español, sobre los principales candidatos opositores.

Un evento extraordinario -los peores actos terroristas que ha padecido el pueblo español en su historia-, y la torpe manipulación de la información que exhibieron el gobierno de José María Aznar y directivos del PP para enfrentar la crisis, permitieron inclinar la preferencia del electorado español en favor de José Luis Rodríguez Zapatero, candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Rodríguez Zapatero efectivamente consiguió beneficiarse del “voto útil” de un importante sector del electorado español. Sin embargo, no debemos pasar por alto la profunda indignación que causaron en el pueblo español las mentiras en las cuales incurrieron los voceros del PP y algunos funcionarios del gobierno del ex presidente Aznar.

En la llamada “noche de los mensajes cortos” –sábado 13 de marzo-, los teléfonos celulares fueron instrumentos decisivos en el espectacular giro que admitió la jornada electoral del domingo 14. El inteligente empleo de los teléfonos celulares efectivamente contribuyó a afirmar la vocación ciudadana de la mayoría sensible del pueblo español.

¿Qué lecciones podríamos aprender en México de los sucesos extraordinarios que modificaron el posible comportamiento electoral del pueblo español, tras los dramáticos acontecimientos del 11 de marzo?

En México la difusión de los llamados “videoescándolos” ha causado profunda indignación en la ciudadanía sensible. Primero fue transmitido el video que compromete la ética del senador Jorge Emilio González Martínez, presidente del Partido Verde Ecologista. Después se dieron a conocer los videos que involucran en actos de corrupción a importantes funcionarios del gobierno de Manuel López Obrador. El imaginario político hoy es sinónimo de desesperanza y desencantamiento de la realidad.

Las recientes encuestas que han sido realizadas para evaluar la popularidad y carisma de los posibles “suspirantes” (Daniel Cosío Villegas) a la presidencia de México, registran las sensibles repercusiones que han introducido los “videoescándalos” en el ánimo ciudadano. Además se ha afirmado que videos más reveladores serán dados a conocer próximamente a la opinión pública.

El futuro no responde a una progresión lineal, es imprevisible, aunque el presente gesta el futuro. El presente histórico es una integración variable de muchos factores diversos e indeterminables.

Las comunicaciones que desplazan consigo las avanzadas tecnologías de información y comunicaciones, efectivamente son capaces de incidir en la calidad de vida ciudadana. La difusión de algún nuevo “videoescándalo”, tres o cuatro días antes de la fecha en la cual los mexicanos acudiremos a las urnas para elegir al próximo presidente, bien podría deparar una desagradable sorpresa a algún candidato a la presidencia de la República. Las sorpresas y las crisis suponen la ausencia de información oportuna y confiable. Definitivamente no hay peor crisis que aquella que no conseguimos advertir y anticipar. Sea ésta una advertencia.


Dr. Octavio Islas
DIrector de la Cátedra de Comunicaciones Estratégicas y Cibercultura, Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, México.

Columnas anteriores