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Por Octavio Islas y Fernando
Gutiérrez
Número 38
La Sociedad de la Información como utopía
El
término “sociedad de la información” ha
sido incorporado, con relativa insistencia, en los años recientes,
a la literatura política, académica y mediática
contemporáneas. Periodistas, políticos, cibernautas,
académicos e investigadores suelen evocar tan ambiguo concepto
para referirse al tipo de sociedades deseables a las cuales habrá
de conducirnos la “globalización”. Si de acuerdo
con Lenin, el imperialismo representa la fase superior
del capitalismo, es posible afirmar que las “sociedades
de la información y el conocimiento” admiten ser consideradas
como “fase superior de la aldea global mcluhaniana”.
De
acuerdo con la destacada investigadora Claudia Benassini Félix,
a Daniel Bell corresponde el mérito de haber introducido,
a mediados de la década de 1960, la noción de “sociedad
de la información”. De igual modo, en La Tercera
Ola, Alvin Toffler, célebre futurólogo y prospectivista,
anticipó con notable claridad algunos de los rasgos fundamentales
de la “sociedad de la información”. La “Tercera
Ola” –afirma Toffler- introducirá una nueva sociedad,
la cual descansará en la información, el conocimiento
y la creatividad. En las sociedades de la “Tercera Ola”,
la productividad dependerá del desarrollo de nuevas tecnologías,
las cuales permitirían al hombre hacer menos y pensar más.
En
la edificación de “la sociedad de la información
y el conocimiento”, las avanzadas tecnologías de información
y comunicaciones (TIC) asumen un rol estelar. Las TIC son causa
y consecuencia de las transformaciones estructurales que favorecen
la transición de las sociedades industrializadas del mundo
globalizado a “sociedades de la información”.
Uno de los rasgos distintivos de “la sociedad de la información”
es el ilimitado acceso a los recursos de información, tal
como se reconoce en el informe La Sociedad de la Información
en España, 2000. Presente y perspectivas: “la
Sociedad de la Información es un estadio de desarrollo social
caracterizado por la capacidad de sus miembros (ciudadanos, empresas
y Administración Pública) para obtener y compartir
cualquier información, instantáneamente, desde cualquier
lugar y en la forma que se prefiera” (Telefónica: 2000,
20).
Para
los entusiastas defensores de la “sociedad de la información”
–tecnoentusiastas- el ilimitado acceso a la información
permite fundamentar la esperanza de poder erigir sociedades más
justas e igualitarias. De acuerdo con la Unión Internacional
de Telecomunicaciones, la sociedad de la información es una
sociedad:
“en
la que todas las personas, sin ningún tipo de distinción,
tendrán el poder efectivo de crear, recibir, compartir
y utilizar la información y el conocimiento en cualquier
medio de información, prescindiendo de las fronteras. Para
el desarrollo de esta sociedad de la información, es esencial,
entre otras cosas, el respeto de los derechos humanos y las libertades
fundamentales, tales como la libertad de opinión y expresión,
así como la existencia de medios de comunicación
independientes, pluralistas y libres”.2
Naciones
Unidas es una de las organizaciones que más esperanzas ha
fincado en la edificación de la “sociedad de la información”,
y precisamente por iniciativa suya, del 10 al 12 de diciembre de
2003, se realizó en Ginebra, Suiza, la primera fase de la
Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información. Túnez
será sede de la segunda fase de la cumbre mundial, del 16
al 18 de noviembre de 2005.3
A
finales del 2000, los Estados miembros de Naciones Unidas definieron
los “Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio”
-también conocidos como “Metas de desarrollo de la
Declaración del Milenio”-.4
Los ocho objetivos que los 191 Estados miembros de Naciones Unidas
se comprometieron a cumplir para el año 2015 son:
1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
2. Lograr la enseñanza primaria universal.
3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía
de la mujer.
4. Reducir la mortalidad infantil.
5. Mejorar la salud materna.
6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
De
cada una de las “Metas de desarrollo de la Declaración
del Milenio” parten determinados objetivos específicos.
En el objetivo número 18 de la octava meta -Fomentar una
asociación mundial para el desarrollo-, se reconoce la importancia
que admiten las TIC como efectivas palancas del desarrollo de las
sociedades: "En colaboración con el sector privado,
velar por que se puedan aprovechar los beneficios de las nuevas
tecnologías, en particular, los de las tecnologías
de la información y de las comunicaciones”.5
Como
podremos advertir en nuestra primera tabla, elaborada a partir de
información publicada en el sitio WWW de la Unión
Internacional de Telecomunicaciones (UIT), las TIC podrían
ser empleadas para alcanzar las “Metas de desarrollo de la
Declaración del Milenio”:
Tabla
1 Posible incidencia del inteligente empleo de las TIC para alcanzar
lo dispuesto en los “Objetivos de Desarrollo de la ONU para
el Milenio”
Objetivos |
Indicador |
Incidencia |
Objetivo
1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre |
Aumento
de los ingresos provenientes de las TIC |
Según
un estudio realizado en 1999 sobre los propietarios de teléfonos
de previo pago en las aldeas de Bangladesh, el 24% de los ingresos
totales de esos hogares provienen de la prestación del
servicio telefónico. |
Objetivo
2. Lograr la enseñanza primaria universal |
Capacitación de maestros de escuela primaria mediante
las TIC |
En
Nepal, 4 430 personas recibieron en 2001 una capacitación
a distancia como maestros de escuela primaria a través
de sistemas de radiocomunicaciones. Tomando como base las cifras
actuales de un maestro para 40 estudiantes, podrían inscribirse
176 616 nuevos alumnos en ese tipo de escuela cuando los maestros
completen su formación. El aumento neto del número
de inscripciones en escuelas primarias sería del 5,7%. |
Objetivo
3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía
de la mujer |
Porcentaje
de mujeres matriculadas en programas de educación que
utilizan las TIC en relación con el número total
de mujeres matriculadas a nivel superior |
En
Australia, el proyecto Open Learning Australia (OLA) ofrece
un nivel superior de educación que combina la enseñanza
a distancia y la enseñanza en línea. En 2002,
6 129 estudiantes, de los cuales el 56,9% eran mujeres, participaron
en este programa. La proporción de alumnas es superior
a la que existe en la enseñanza secundaria en general
(54,9%). Como resultado del programa OLA, la tasa de matriculación
de alumnas a nivel superior es 0,8% más elevada. |
Objetivo
4. Reducir la mortalidad infantil |
Porcentaje
de padres de niños pequeños que utilizan herramientas
TIC específicas para la salud |
Baby
CareLink es un programa de telemedicina para padres de niños
pequeños en los Estados Unidos. Según una evaluación
realizada en 1997—99 sobre 56 pacientes, los padres que
utilizan Baby CareLink proporcionan a sus hijos cuidados de
una calidad 10% superior en comparación con los padres
que no lo hacen. |
Objetivo
5. Mejorar la salud materna |
Porcentaje
de trabajadores que utilizan las TIC en el ámbito de
la salud maternal |
Según
la evaluación de un proyecto de salud maternal basado
en las tecnologías de las radiocomunicaciones realizada
en julio de 1999 en el distrito de Tororo (Uganda), se constató
que la tasa de mortalidad maternal se redujo a la mitad. |
Objetivo
6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades |
Porcentaje
de población adulta que adopta un modo de vida más
sano tras haber recibido, por medio de las TIC, información
sobre la salud |
Tras
la evaluación realizada en septiembre de 1998 de un programa
radiofónico educativo sobre la prevención del
VIH en Santa Lucía, la importación de preservativos
aumentó el 143% tras la difusión del programa. |
Objetivo
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente |
Porcentaje
de teletrabajadores en relación con el número
total de trabajadores |
Hay
38 700 teletrabajadores en Irlanda, es decir el 2,3% del número
total de trabajadores. Como consecuencia, las emisiones de dióxido
de carbono provenientes del tráfico automotriz han disminuido
el 2%. Si los irlandeses cuyas actividades profesionales muestran
una tendencia al teletrabajo (28% del número total de
trabajadores) trabajarán a domicilio, las emisiones de
dióxido de carbono disminuirían el 30%. |
Fuente:
Unión Internacional de Telecomunicaciones: Informe sobre
el Desarrollo Mundial de las Telecomunicaciones (UIT, edición
2003) Medir el acceso a la sociedad de la información. Evaluar
la incidencia de las TIC en los Objetivos de Desarrollo establecidos
a escala mundial. 23 indicadores e para reducir las brechas digital
y estadística.6
En
uno de los documentos más relevantes que resultaron de la
primera fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información
–nos referimos a la Declaración de Principios Construir
la sociedad de la información: un desafío mundial
para el nuevo milenio-, los 18 primeros enunciados de un total
de 67, corresponden al propósito de establecer la visión
de Naciones Unidas sobre la “sociedad de la información”:
“1 Nosotros, representantes de los pueblos del mundo, reunidos
en Ginebra del 10 al 12 de diciembre de 2003 con motivo de la
primera fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información,
declaramos nuestro deseo y compromiso comunes de construir una
sociedad de la información centrada en la persona, incluyente
y orientada al desarrollo, en la que todos puedan crear, consultar,
utilizar y compartir la información y el conocimiento,
para que las personas, las comunidades y los pueblos puedan desarrollar
su pleno potencial en la promoción de su desarrollo sostenible
y mejorar su calidad de vida, de acuerdo con los objetivos y principios
de la Carta de las Naciones Unidas y respetando y defendiendo
plenamente la Declaración Universal de Derechos Humanos.
2 Nuestro desafío es encauzar el potencial de la tecnología
de la información y la comunicación para promover
las metas de desarrollo de la Declaración del Milenio,
a saber, erradicar la extrema pobreza y el hambre, lograr una
educación primaria universal, promover la igualdad de género
y la habilitación de las mujeres, reducir la mortalidad
infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA, el paludismo
y otras enfermedades, garantizar la sustentabilidad ambiental
y forjar alianzas mundiales en favor del desarrollo para lograr
un mundo más pacífico, justo y próspero.
Reiteramos asimismo nuestro compromiso para con el logro del desarrollo
sostenible y las metas de desarrollo convenidas, que se señalan
en la Declaración de Johannesburgo y en el Plan de Aplicación
del Consenso de Monterrey, y otros resultados de las Cumbres pertinentes
de las Naciones Unidas”.
La
lectura optimista de la utopía “Sociedad de la Información”,
efectivamente nos permite concebir nuevas posibilidades de liberación
que el mismísimo Herbert Marcuse hubiese reconocido y elogiado.
En cambio una lectura pesimista nos obligaría a reparar en
los evidentes renglones de exclusión, así como en
el perturbador despliegue de avanzados dispositivos panópticos,
capaces de ejercer funciones de vigilancia y castigo al detalle
(panoptismo digital).
El
célebre belga Armand Mattelart, profesor de Ciencias de la
Información y Comunicación de la Universidad de París
VIII, quien en la década de 1970 adquirió gran notoriedad
en la academia latinoamericana de comunicación, a partir
de la publicación del libro Para leer al Pato Donald,
en una entrevista que concedió al periodista Jordi Gordon,
la cual fue publicada en La Iniciativa Socialista –misma
que puede ser consultada en el sitio WWW de La iniciativa de
Comunicación-, afirma que “la sociedad de la información
y el conocimiento” supone el déficit democrático
en la comunicación y la información, el cual:
“esta
relacionado con el problema de la transformación de los
sistemas de comunicación e información, tanto de
los medios como la emergencia de las nuevas tecnologías.
El desafío que suponen para la humanidad no está
siendo discutido en el seno de la sociedad civil organizada, sino
que, por el contrario, está al margen de la mirada de esa
sociedad civil. Un ejemplo es la fascinación que nos produce
Internet, que logra abstraernos de toda mirada crítica
y agrava la concepción darvinista de la bondad de las tecnologías
que se ha instalado en nuestra sociedad. Mientras los lobbys,
los grupos de presión trabajan presionando a los políticos
no hay respuestas de la sociedad. De esa manera todo se convierte
en un problema técnico. En realidad, eso es el pensamiento
único, no existen problemas políticos ni sociales
desde los que abordar este mundo (…) Vivimos hipnotizados
por la nueva economía, por las tecnologías, y nos
venden un futuro de progreso económico sin límites”.7
El panoptismo digital como antitesis de la “sociedad de la
información”
El
panoptismo digital, como el anticipado por George Orwell en su novela
1984, admite ser considerado como perfecta antitesis de
la “sociedad de la información”. De acuerdo con
el destacado periodista Naief Yehya (2002: 20-21), el mundo feliz
de la convergencia digital:
“es
la versión de Disneylandia del mundo de la novela 1984,
en que George Orwell describía un mundo globalizado en
que las fronteras habían desaparecido casi del todo, y
tan sólo quedaban tres naciones. La sociedad vivía
hiperconectada mediante gigantescos monitores que transmitían
desinformación día y noche. El lenguaje dominante
era el newspeak el cual a pesar de ser limitado es infinitamente
más rico y expresivo que la ciberjerga, que se teclea en
los chats de la Red y que los inefables emoticons,
(esos dibujos de rostros que se hacen con signos de puntuación
como : ( ). En la novela 1984 reinaba la fantasía
de que todo mundo era igual a pesar de que los proletarios carecían
de todo. Las masas de la era de Internet por su parte son regidas
por una cultura apolítica de consumo, en la cual las diferencias
de clases sociales se acentúan en forma dramática,
y en donde los desposeídos no sólo son marginados,
sino que simplemente desaparecen por carecer de tarjetas de crédito,
computadoras, líneas telefónicas y conocimientos
del idioma inglés. En la novela, la sociedad completa dedica
cinco minutos diarios al odio contra el enemigo del pueblo, Samuel
Goldstein; de manera semejante los noticieros estadounidenses
de la actualidad tienen en el millonario saudita Osama Bin Laden
al perfecto enemigo del pueblo. Por último, el pueblo de
Oceanía en la novela, ha entregado su libertad al hermano
mayor; de manera semejante, en la actualidad los directores de
las grandes corporaciones como si fueran hermanos mayores controlan
los hilos de la economía, la política y la cultura
de los ciudadanos de la república de Internet y zonas aledañas”.
A
consecuencia de los dramáticos acontecimientos del 11 de
septiembre de 2001, la deseable transición hacia una economía
mundial fincada en el desarrollo de “la sociedad de la información
y el conocimiento” parece haber quedado en suspenso. George
W. Bush, cuadragésimo tercer presidente de la llamada “república
imperial”, decidió apuntalar su gestión presidencial
en dos actividades que de ninguna manera resultan extrañas
a los intereses de su acaudalada familia: la economía de
guerra y el negocio del petróleo.
Al
amparo de la cruzada emprendida contra el terrorismo
internacional, el gobierno del presidente Bush ha impulsado
determinadas iniciativas de ley, las cuales han impuesto sensibles
restricciones a la libertad de expresión y a los derechos
relativos a la intimidad de las personas. Un inventario mínimo
de las iniciativas que ha impulsado la administración Bush
para limitar los referidos derechos comprende: “Wiretap Statute”,
“Electonic Communications Privacy Act”, “Computer
Fraud and Abuse Act”, “Foreign Intelligence Surveillance
Act”, “Family Education Rights and Privacy Act”,
“Pen Register and Trap and Trace Statute”, “Money
Laundering Act”, “Immigration and Nationality Act”,
“Money Laundering Control Act”, “Bank Secrecy
Act”, “Right to Financial Privacy Act”, “Fair
Credit Reporting Act”, “USA Patriotic Act” y la
“Anti-Terrorism Act 2001” (ATA).
Para
el desarrollo, coordinación e implementación de una
estrategia integral para la protección de los Estados Unidos,
la administración Bush creó la Oficina de Seguridad
Nacional, la cual coordina los esfuerzos de detección, preparación,
prevención, protección, respuesta y recuperación
de ataques terroristas en Estados Unidos.
Una
de las principales iniciativas de “panoptismo digital”
de la administración del presidente Bush es la Terrorism"
Information Awareness (TIA) –en un principio fue denominado
“Total Information Awareness System” (TIAS)-.8
Ese proyecto se encuentra a cargo de la “Defense Advanced
Research Projects Agency´s Information Awarness Office (DARPA),
y el responsable directo es el almirante retirado John Poindexter.9
Por medio de una extensa red de avanzados equipos de cómputo,
redes electrónicas, bases de datos y equipos biométricos,
TIA permite integrar toda la información que requieren los
organismos de seguridad de Estados Unidos para realizar funciones
de panoptismo digital.
El
gobierno del presidente Bush desea extender sus avanzados sistemas
de panoptismo digital más allá de Estados Unidos.
Una de las iniciativas para lograr ese propósito es el sistema
CAPPS II (Computer Assisted Passenger Pre-Screening o Preinspección
de Pasajeros Asistida por Computadora). Además, a través
de empresas como ChoicePoint, el gobierno de Estados Unidos ha adquirido
bases de datos de otros gobiernos.
El
Sistema “CAPPS” empezó a operar en 1998, a partir
de los atentados terroristas que se registraron en los Juegos Olímpicos
de Atlanta, en 1996, y del trágico desenlace del vuelo 800
de TWA, el cual, el 17 de julio de 1996, misteriosamente
se estrelló en el Océano Pacífico. Entonces
se afirmó que el accidente fue consecuencia de algún
desperfecto mecánico. Sin embargo, de acuerdo con nuevas
evidencias es posible suponer que el avión pudo haber sido
derribado por un misil antiaéreo.10
El
sistema CAPPS I empleaba la información que almacenaban las
aerolíneas al registrar a los pasajeros, la cual básicamente
comprendía datos de los viajes realizados. De acuerdo con
información publicada en el sitio WWW de la Transportation
Security Administration (TSA), en el sistema CAPPS II se han incorporado
un mayor número de variables, y a través de CAPPS
II es posible tener acceso a bases de datos comerciales, las cuales
concentran información que definitivamente admite ser considerada
como privada, pues comprende estados financieros de los pasajeros,
historiales médicos, información que han almacenado
las compañías de seguros, etcétera. La primera
aerolínea que empezó a utilizar el sistema CAPPS II
fue Delta Airlines.
Desde
hace algunos años, a través de algunas instituciones
gubernamentales y con la colaboración de ciertas empresas
que pueden realizar una útil contribución a la
lucha contra el terrorismo internacional, el gobierno de Estados
Unidos ha empezado a reunir toda la información que estima
necesaria para integrar perfiles (profiles)11
de los ciudadanos de otros países que con frecuencia acostumbran
viajar a Estados Unidos.
El
sábado 12 de abril de 2003, la agencia Associated Press (Estados
Unidos) reveló que la empresa ChoicePoint12
compró el padrón electoral de los Estados Unidos Mexicanos.
Un vocero de la referida compañía también afirmó
que adquirieron los registros de licencias para conducir de seis
millones de habitantes del Distrito Federal. De ese modo, mientras
que en Estados Unidos la empresa ChoicePoint vende a quien lo solicite
información contenida en el padrón electoral mexicano,
en México esos datos son considerados por ley como confidenciales.
Entre
los principales clientes de ChoicePoint se encuentran agencias federales,
estatales y locales de Estados Unidos, el Federal Bureau of Investigation
(FBI), la Drug Enforcement Administration (DEA), y el U.S. Inmigration
& Naturalization Service (INS).
Entre
las empresas que colaboran con ChoicePoint en el desarrollo del
“Centro para la Investigación Social y Legal”
(Center for Social & Legal Research) figura Microsoft. En el
referido centro se realizan investigaciones relativas a los “registros
públicos y el uso responsable de la información”.
Además de Microsoft, otras 18 empresas colaboran con las
actividades que se realizan en el referido centro. Entre esas empresas
se encuentran: American Expresss, Citigroup, America Online, Bell
Atlantic, CyberCash, IBM, MCI Communications, News Corporation,
Internet Alliance. El centro se encuentra a cargo del Dr. Alan F.
Westin, profesor emérito de la Columbia University.
¿Qué interés podría tener el gobierno
de Estados Unidos en la información contenida en el Padrón
Electoral de los Estados Unidos Mexicanos, y en los registros de
licencias para conducir de seis millones de habitantes del Distrito
Federal?. En el documento Uniting an Strengthening America by
Providing Appropiate Tools Required to Intercept and Obstruct Terrorism
–conocido como USA Patrotic Act- es posible encontrar
la respuesta. Por cierto, en el sitio WWW de ChoicePoint, en la
sección “Productos y Servicios”, y dentro del
rubro “Soluciones Financieras”, es posible encontrar
un curioso apartado: “US Patriot Act Compliance”.
Conclusión
En
la complejidad de nuestros días extraños,
las mismas tecnologías de información y comunicaciones
que permiten alentar positivas esperanzas en la gestación
de la “sociedad de la información y el conocimiento”,
simultáneamente cumplen funciones de control, vigilancia
y castigo (panoptismo digital) en formaciones sociales en las cuales
prevalece el autoritarismo. El formidable desarrollo de las TIC
no necesariamente mejorará nuestra calidad de vida ciudadana.
El futuro permanece incierto.
Notas:
2 “Cumbre
Mundial sobre la Sociedad de la Información. Una sociedad
de la información para todos y una oportunidad para que todos
se pronuncien”. Unión Internacional de Telecomunicaciones
(UIT). En <http://www.itu.int/newsroom/press_releases/2003/NP03-es.html>.
Fecha de consulta: 30 de diciembre, 2003.
3 De
acuerdo con Naciones Unidas, los antecedentes de la Cumbre Mundial
sobre la Sociedad de la Información son los siguientes:
“La Resolución
73 de la Conferencia de Plenipotenciarios de la UIT (Minneápolis,
1998) resolvió encargar al Secretario General de la UIT
inscribir en el orden del día del Comité Administrativo
de Coordinación (CAC, ahora Junta de Jefes Ejecutivos (JJE)
del sistema de las Naciones Unidas), que pasó a denominarse
Junta de Jefes Ejecutivos del Sistema de las Naciones Unidas para
la Coordinación (CEB), la cuestión de la celebración
de una Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información,
e informar al ente directivo de la UIT, el Consejo, sobre los
resultados de dicha consulta. El Secretario General indicó
en su Informe a la sesión del Consejo de 1999, que el CAC
tuvo una reacción positiva y que la mayoría de las
otras organizaciones y organismos expresaron interés en
asociarse con la preparación y celebración de la
Cumbre. Se decidió que la Cumbre sería celebrada
bajo el auspicio de la Secretaría General de la ONU, y
que la UIT asumiría la intervención principal en
los preparativos. En 2001, el Consejo de la UIT decidió
celebrar una Cumbre en dos etapas, la primera en Ginebra (Suiza),
del 10 al 12 de diciembre de 2003, y la segunda en Túnez
(Túnez), del 16 al 18 de noviembre de 2005. En la Resolución
56/183 de la Asamblea General de las Naciones Unidas se aprobó
el marco de la Cumbre adoptado por el Consejo de la UIT así
como la función principal de la Unión en la Cumbre
y su proceso preparatorio, en cooperación con otras organizaciones
y asociados interesados. La Resolución 56/183 de
la Asamblea General de las Naciones Unidas recomienda que se encarguen
los preparativos de la Cumbre a un Comité Preparatorio
intergubernamental de composición abierta, que establecerá
el programa de la Cumbre, decidirá las modalidades de participación
de otros interesados en la Cumbre y concluirá la redacción
del proyecto de declaración y el proyecto de plan de acción.
Se invita a la UIT a asumir la función administrativa principal
de la Secretaría Ejecutiva de la Cumbre y, asimismo, se
invita a los gobiernos a participar activamente en el proceso
preparatorio de la Cumbre y a enviar a ella representantes del
más alto nivel. En la Resolución 56/183, la Asamblea
General alienta asimismo a todos los organismos competentes de
las Naciones Unidas y, en particular, al Grupo especial de las
Naciones Unidas sobre las TIC, a aportar contribuciones. Alienta
además a otras organizaciones intergubernamentales y, en
particular, a las instituciones internacionales y regionales,
las organizaciones no gubernamentales, la sociedad civil y el
sector privado, a participar activamente en el proceso preparatorio
intergubernamental de la Cumbre y en la propia Cumbre”.
Véase: <http://www.itu.int/wsis/basic/about-es.html>.
Fecha de consulta: 30 de diciembre, 2003.
4 Véase: “Objetivos
de desarrollo de la ONU para el Milenio. Disponible en: <http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/>
Fecha de consulta: 30 de diciembre, 2003.
5 Idem.
6 Disponible
en: <http://www.itu.int/newsroom/press_releases/2003/31-es.html>.
Fecha de consulta: 30 de diciembre, 2003.
7 Véase:
<http://www.comminit.com/la/laint/sld-4786.html>
Fecha de consulta: 25 de enero, 2004.
8 Véase:
<http://www.epic.org/privacy/profiling/tia/>
Fecha de consulta: 25 de enero, 2004.
9 Véase:
<http://www.darpa.mil>
Fecha de consulta: 25 de enero, 2004.
10
Véase: <http://www.twa800.com/index.htm>
Fecha de consulta: 16 de enero, 2004.
11La criminalística estadounidense
confiere particular relevancia a metodologías fundamentadas
en la investigación de perfiles. Se parte del supuesto de
que la implementación de “redes neuronales”,
el “sistema nervioso digital” admite la capacidad necesaria
para anticipar posibles conductas delictivas con base en el reconocimiento
de determinados patrones de conducta.
12Vease: <http://www.choicepoint.com>
Fecha de consulta: 25 de enero, 2004.
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Octavio
Islas
Director Cátedra
de Comunicaciones Estratégicas y Cibercultura del Tecnológico
de Monterrey, Campus Estado de México, México
Fernando
Gutiérrez
Director del Departamento de Comunicación
del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado
de México, México |