Por Octavio Islas
Número 54

El viernes primero de diciembre fue un día muy agitado en los mundos reales y virtuales de nuestra compleja realidad nacional. Mientras nuestros legisladores escenificaban en el recinto legislativo de San Lázaro una edición más del reality show del absurdo cotidiano que distingue a nuestra clase política hackers y cibersimpatizantes de Felipe Calderón se enfrascaron en intensas trifulcas con hackers y cibersimpatizantes de Andrés Manuel López Obrador.

Para evitar posibles intrusiones de hackers, el sitio web de la Presidencia de la República tomó las providencias necesarias y optó suspender sus actividades el día primero, reanudando sus servicios informativos el sábado dos de diciembre.

Esta semana, a través de un comunicado oficial emitido por la Coordinación General de Comunicación Social de la Presidencia de la República, se dio a conocer que la “Página de Internet” –en realidad se trata del Sistema Internet de la Presidencia- dejó de ser parte de la Coordinación General de Opinión Pública e Imagen para ser incorporada a la Coordinación General de Comunicación Social de la Presidencia de la República.

Además se informó la designación de Ricardo Andrés Gómez Herrera como director general del Sistema Internet de la Presidencia en sustitución de Alberto Bolaños, decidido promotor de soluciones de software libre en el desarrollo de programas de gobierno electrónico.

Vale la pena destacar que en el Directorio de Comunicación Social de Presidencia de la República [http://www.directorio.gob.mx], en el apartado “Comunicación Social”, el jueves 7 de diciembre todavía no se registraban los cambios señalados en el citado comunicado oficial que emitió la Coordinación General de Comunicación Social de la Presidencia de la República. El Sistema Internet de la Presidencia (SIP) permanecía ubicado en el organigrama de la Coordinación General de Opinión Pública e Imagen.

El primero de diciembre efectivamente se desató la furia de los ciberdemonios. Durante la madrugada, la versión en línea del periódico El Universal fue hackeada. De acuerdo con información publicada en Bogotitlan [http://blogotitlan.com/noticias/2006/12/01/
el_universal_online_hackeado_e.html] la página principal de El Universal en Internet fue reemplazada por la irreverente imagen de un cadete entregando un rollo de papel sanitario a Felipe Calderón. Esa imagen fue retirada a las 6:39 AM. Tres minutos después fue reestablecida la página original de El Universal. A las 7:02 AM ambas versiones ya no aparecían en la secuencia de la galería.

Las razones por las cuales el sitio web de la Presidencia oportunamente suspendió sus servicios informativos resultan justificables. Durante los días previos al cambio de poderes se había registrado un sensible incremento en el “ciberproselitismo light” que acostumbran practicar aquellos organismos que difunden boletines informativos en Internet como Semanal Yoinfluyo.com, MexicoHonesto.org y Juventudes por el cambio –entre otras-. El maniqueísmo discursivo –los azules son buenos y López Obrador resulta satánico- solo profundiza la delicada polarización que es posible advertir, no sin preocupación, en amplios sectores de nuestra sociedad.

A partir del primero de septiembre, en no pocos blogs de cibersimpatizantes independientes de Felipe Calderón o de López Obrador, como El sendero del Peje [http://senderodelpeje.blogspot.com], Fecal [http://fecal.org.mx/] El sendero del Mesías [http://www.senderodelmesias.blogspot.com], podía advertirse la clara radicalización de posiciones. El sendero de Fecal [http://senderodefecal.blogspot.com/] fue hackeado y el último “post” que registra procede del 25 de octubre. La contienda librada a través de blogs sin duda alguna contagió a algunos hackers dispuestos a ganar cierta notoriedad.

Al margen de descalificaciones, en algunos de los referidos blogs fue posible advertir un pertinente trabajo informativo, consignando imágenes y hechos omitidos por algunos de los principales medios de comunicación. En tal trabajo periodístico, los bloguers desbordaron positivamente al trabajo de los responsables de las oficinas de comunicación social de los partidos políticos, exhibiendo incuestionable sensibilidad noticiosa.