Por Octavio Islas
Número
54
La
tecnología del periódico impreso
–que alguna vez fue “nueva”-,
aseguró la transformación del periódico
en medio de información masiva. Esporádicas
innovaciones tecnológicas favorecieron
el desarrollo y expansión del periodismo
industrial a lo largo del siglo XX.
De acuerdo con
Pablo Boczkowski (Digitalizar las noticias.
Innovación en los diarios online.
Argentina: Manantial, 2006), el periódico
impreso alcanzó enorme grado de familiaridad
gracias a tres atributos: antigüedad, ubicuidad
y estandarización Las innovaciones tecnologías
entonces no representaban dilema alguno para
el desarrollo de la industria periodística.
La introducción
de la World Wide Web (WWW), en 1993, transformó
radicalmente la relación del periodismo
industrial con las innovaciones tecnológicas.
Las computadoras, por ejemplo, modificaron la
organización y estructura de las salas
de redacción. Internet finalmente revolucionó
la ecología cultural del periodismo.
Para adecuarse
a las exigencias de la sociedad de la información
y el conocimiento, los principales diarios impresos
decidieron, en primera instancia, desarrollar
versiones en línea. Tal remediación
digital no siempre fue afortunada. La versión
en línea debe ser entendida como un nuevo
servicio informativo –como un nuevo medio
de comunicación-.
El tránsito
de la tinta y el papel al píxel y la pantalla
no ha resultado sencillo. A pesar de los esfuerzos
realizados, cada año la mayoría
de periódicos venden menos ejemplares
y las ganancias que obtienen a través
de Internet aún resultan exiguas. Desafortunadamente
un gran número de empresas periodísticas
parecen no comprender el no lugar del
periodismo industrial en la economía de
la información.
El ciberespacio
representa el escenario lógico de la nueva
competencia informativa. En la competencia informativa
en el ciberespacio participan conglomerados multimedia,
medios convencionales que han decidido remediarse
a través de Internet y, por supuesto,
medios informativos concebidos en Internet. En
el ciberespacio poco importan las fronteras que
suelen aún afirmar algunos medios convencionales.
En 2001, el
célebre sociólogo Manuel Castells
definía a Internet como “medio fundamental
de comunicación y procesamiento de información”.
Efectivamente, Internet admite ser considerado
columna vertebral de la sociedad de la información
y el conocimiento. La convergencia tecnológica
resultaría impensable sin Internet.
A finales del
mes de enero del año en curso, directivos
de Los Angeles Times -uno de los principales
periódicos de Estados Unidos-, dieron
a conocer la reestructuración del diario
para convertir a Internet en su prioridad, por
encima de la edición impresa. Para los
directivos de Los Angeles Times, la competencia
informativa efectivamente se ubica en el plano
del ciberespacio.
También
reconociendo al ciberespacio como principal escenario
de la nueva competencia informativa, The
New York Times decidió vender su
canal de televisión para centrar su atención
en Internet.
Los complejos
efectos de Internet definitivamente no se limitan
al periodismo impreso. El desarrollo de la televisión
por Internet también implicará
profundas transformaciones en la industria. Internet
marca nuevas leyes en los medios de comunicación.
En el complejo
proceso de alfabetización mediática
del usuario de servicios de televisión
por Internet, You Tube ha logrado ubicarse
como principal referente del nuevo tipo de servicio
posible. El gran hallazgo de You Tube
es el público que desea hacer –y
es capaz de hacer- su propia programación.
En México
la tercera gran cadena de televisión que
tanto temían Televisa y TV Azteca no derivó
de la alianza Saba-General Electric, sino del
gran banquete que deparaba el "triple play"
para Telmex.
La viabilidad
financiera de Prodigy Media sencillamente descansa
en el nombre de Carlos Slim, quien efectivamente
ha comprendido a Internet como prioridad.
Dr.
Octavio Islas
Director de la
Cátedra de
Comunicaciones Estratégicas y Cibercultura
del Tecnológico de
Monterrey, Campus Estado de México,
México |