Por Enriqueta Rivera
Número
47
En
esta complejidad de elegir al mejor candidato
para ser Presidente de la República Mexicana,
pocos modelos a seguir se han consolidado en
la historia de nuestro país, de no ser
por los arquetipos construidos sobre personajes
como Benito Juárez, Porfirio Díaz,
Gustavo Díaz Ordaz, entre otros.
Ahora a la luz
del apoyo de los medios de comunicación,
el marketing político aprovecha al máximo
aquellos elementos que ofrecen la historia y
el diseño de imagen, ocupando hasta los
más inverosímiles recursos simbólicos
para inducir al electorado a que su candidato
sea el elegido.
Si bien, se
dice que de alguna forma el elegido debe cargar
con una mística que procure la confianza
de los electores, en ocasiones no siempre se
construye la imagen de este personaje con capitales
culturales del propio electorado sino que se
prefiere echar mano de lo que la industria cultural
a producido y difundido por mas de una ocasión
y con el apoyo de mas de dos medios de comunicación
a nivel nacional e internacional.
Este es el caso
de las últimas campañas de Roberto
Madrazo y de Arturo Montiel, que coinciden tanto
en el contar con la letra M en sus apellidos
–con lo que no se cumple uno de los objetivos
de la publicidad y la mercadotecnia, sobre el
aporta un concepto que logre diferenciar en un
primer impacto a un producto de otro, en este
caso a un candidato de otro-, como en un concepto
que se centra en las cualidades físicas
del cuerpo de cada uno de ellos… ¿que
se quiere decir?
En el caso de
Madrazo, se muestra en imágenes donde
se enfatiza que es lo que mueve a cada una de
las personas que ahí se presentan, con
un agrado de certeza y convencimiento que se
observa auténtico, poco común en
los spots políticos donde se observa que
las personas fueron previamente entrenadas en
una secuencia de acciones con las que no siempre
se sienten plenamente cómodos.
Madrazo entonces
corre y a él le mueve que “las cosas
se hagan” –llevando entonces a pensar
que en la actualidad no se hacen las cosas, y
corre entonces a muy buen paso demostrando su
condición física.
Por otro lado,
Montiel habla de un México en marcha,
coincidiendo con el concepto de movimiento, describiendo
a México como un país que está
estático y que son ellos quienes le pueden
dar movimiento, porque no tiene caso prometer
cosas que ya se poseen pues de esa forma no se
manipulan las expectativas y esperanzas del electorado.
Montiel entonces, tiene en uno de sus spots como
música de fondo el tema de la película
Rocky de 1976, donde:
Si bien se
puede entender que un film optimista, que premiaba
la superación del individuo en la tierra
de las oportunidades, y que inspiraba aquello
de que "cualquier hombre puede llegar a
ser presidente de los EEUU" <http://www.miradas.net/estudios/2003/03_oscars/70s_rocky.html>
¿Suena
familiar?... primero se ensalza un producto de
la industria cultura que mezcla el arquetipo
del héroe con el sueño americano,
donde una persona no estadounidense logra el
triunfo, es reconocido por su ciudad, por adultos
y niños tras un gran esfuerzo físico,
con una mujer que lo apoya y se preocupa por
él. En este sueño se manipulan
las aspiraciones de quienes vemos la película
y creemos al final que podemos cambiar el mundo
pues con voluntad y buena condición física
todo es posible, esa es la moraleja.
Quizás
es por ello que ambos pre-candidatos coinciden
en demostrar que tiene las cualidades físicas
para poner a México en Marcha –pues
la M de Montiel también corre unos segundos
en el spot- , y poder entonces ser el elegido
para representar a su partido, primero y luego
poder ser votado para el puesto de Presidente
de la República…pero la pregunta
es: si una buena condición física
y la voluntad son elementos suficientes para
ser elegidos, y más allá, si tener
estas dos características son suficientes
para que cumplan con las responsabilidades como
Representante de una Nación. Queda entonces
la tarea de reflexionar sobre las cualidades
indispensables, entre el ideal, lo que ofrece
la realidad y las necesidades que deben ser cubiertas
tras ejercer en su momento el voto.
Mtra.
Enriqueta Rivera
Catedrática del
ITESM, Campus Estado de México y
de la UNAM, México. |