Por Enriqueta Rivera
Número
48
Los
análisis que hemos realizado hasta ahora
en En-Sueño Publicitario, se vinculan
con el concepto publicitario, las implicaciones
ideológicas de los estereotipos manejados,
la complejidad de un trabajo multidisciplinario,
los rituales alrededor del diseño y producción
de un anuncio publicitario en diversos medios
de comunicación hasta el arte como un
hermoso referente para la comprensión
y análisis de la publicidad, por mencionar
sólo algunos aspectos.
En esta ocasión
reflexionamos sobre los anuncios publicitarios
que saturan aún más el espacio
visual que compartimos millones de personas que
vivimos en la zona metropolitana de México.
Si bien, los espectaculares contaminan el horizonte
y como ya se ha señalado puede contribuir
a la depresión entre la población
que es objeto de los impactos publicitarios,
existe otro tipo de contaminación, con
aquellos anuncios que se sobre-ponen en los postes,
en las instalaciones de teléfonos, anuncios
sobre anuncios, hasta el punto que podemos encontrar
anuncios publicitarios de una película
a estrenar en el 2000.
Arriba un ejemplo, de
la combinación de códigos y objetivos
de comunicación en unas instalaciones
de Teléfonos de México o al menos
eso parece, ubicada sobre la avenida Miguel Ángel
de Quevedo al sur de la Ciudad de México
a la altura de Coyoacán. Los elementos
que se identifican son los siguientes:
Repello de la pared casi
cayéndose, es un deterioro natural por
el paso del tiempo, y el no cuidado de aquellos
que son dueños de esa pared, lo que genera
un sensación de desolación, como
reflejo de una riqueza ausente, a pesar de las
diferentes personas, de contextos varios que
han hecho uso de ella, quizás una singular
representación de nuestro país,
pues en ese espacio se pegaron tres anuncios
del candidato al gobierno del D.F. por el Partido
de la Revolución Democrática.
“Sigamos trabajando juntos” y “Marcelo
para la Ciudad”, es una idea con dos interpretaciones,
ya que tuvo ciertos tropiezos que le obligaron
a dejar el cargo, y con las imágenes de
la realidad que difunden los medios de comunicación
pudiera no ser tan positivo hacer recordar a
los ciudadanos que ya antes estuvo inserto en
el sistema de gobierno.
Entre la fotografía de Marcelo y la palabra
de su nombre... la Ciudad atrapada? Camisa amarrilla
Se observan otros rostros
desgastados por el tiempo y por alguna persona
inquieta que rompió con dedicación
cada pedazo de papel; quizás una metáfora
de aquellos seres humanos que han pasado por
la vida como historia de la ciudad y que con
el tiempo y el surgimiento de otras personas
hacen de la memoria presente como lo más
valioso, descuidando casi hasta su destrucción
la memoria social que recuerda aquello digno
de ser recordado dada su significación
en el sentido de vida de un grupo social grande
o pequeño.
Jugando un poco
con el tiempo, ¿qué pasaría
si esos rostros plasmados en papel fueran de
representantes de posiciones ideológicas
contrarias a la que asume Marcelo?...vaya diálogo
en diferentes tiempos pero mismo espacio ¿no?.
Fuente: <http://www.grafitti.org>
Cambiando los colores
de la misma fotografía donde se localizan
los tres anuncios de Marcelo, se observan de
forma más evidente trazos de graffiti,
de un grado no muy desarrollado, pues según
dicen las personas que se dedican a ello, jóvenes
y no tanto, se empiezan con esos trazos como
escribiendo un nombre, o sobrenombre, para después
ir a trazos mucho más grandes, pasando
por representaciones fálicas hasta un
concepto digno de estudio, cuando se “retratan”
escenas cotidianas pero con un sentido impresionista
pues imprimen una interpretación que hace
gráfica y tangible una angustia y pérdida
de sentido de vida que invita a la reflexión
sobre dónde, cómo y con quiénes
estamos viviendo y si eso es en verdad vivir.
Investigaciones sobre el graffiti pueden encontrarse
en la siguiente página enfocada a estudios
culturales:
Bueno y para
terminar:
De un lado
“Toda Seguridad”, del otro “Sube
a las mujeres (arbolito) increíbles...”
Chico en coche con postura de “galán”
dirigiéndose
a quien está del otro lado de la puerta
del coche... ¿acaso yo?.
Y en primer plano: un poco de ¡basuuura!
(Avenida Revolución al sur de la Ciudad
de México)
Mtra.
Enriqueta Rivera
Catedrática de
la UNAM, México. |