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Diciembre de 2002

 

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Filosofía, Cultura y Sociedad

A 22 Años del Asesinato de John Lennon: Mark David Chapman y El Guardián entre el Centeno

 

Por Xavier Vilchis
Número 30

Cuando se combina la extraordinaria fuerza de los medios de comunicación con la genialidad musical y poética como la de los Beatles en una sociedad nihilista, pero desesperadamente hambrienta de sentido axiológico, se produce entonces un ideal de arquetipo, o modelo a seguir, para la masa juvenil de una modernidad en decadencia. Su enorme éxito se debe a que la originalidad de su música y su poesía, que supo expresar los anhelos, angustias y críticas sociales de una juventud que vivía constantemente la amenaza de la guerra fría. La figura rebelde de John Lennon representaba el ideal a seguir por aquellos adolescentes decepcionados del modelo de vida americano. "Ónticamente un modelo es una consistencia estructurada de valores dentro de la unidad de una persona, es decir, una esencia estructurada de valor en forma personal"1 el modelo no es perfecto porque es humano, por ello no debe ser hipostasiado de tal manera que se confunda o identifique totalmente su persona con el valor representado por ésta, pero las valoraciones son siempre subjetivas y por ello siempre tienden a idealizar al modelo, este es el peligro de los artistas y es el precio de los famosos que tienen que ser perfectos porque: su vida ya no puede ser privada, siempre serán sujetos a los juicios axiológicos de sus "fans". En una sociedad de consumo el comportamiento general de las masas puede ser manipulado por los medios e incluso predecible, pero no el de cada uno de los individuos. Es además imposible saber la interpretación de sus valoraciones: "No sé nunca exactamente si significo lo que quiero significar"2 porque el otro es el yo que no soy yo. El "fan" tiende siempre a imitar a su modelo porque en el fondo quiere también desesperadamente tener un yo: ser alguien. Aldous Huxley nos dice en su ensayo Las puertas de la percepción cielo e infierno que la mente del esquizofrénico es un alma no solamente no regenerada, sino además desesperadamente enferma, su enfermedad consiste en su incapacidad para escapar de sí misma encontrando refugio como lo haría cualquier persona "normal" en un mundo de convenciones y símbolos sociablemente compartidas3. La novela El guardián entre el centeno nos describe la terrible soledad de un espíritu adolescente: Holden Caulfield, que pertenece a una familia de clase media alta de los Estados Unidos cuyo estado de ánimo es deprimente. El personaje nos cuenta que ha sido expulsado de la escuela, no se decide a enfrentarse a sus padres y a través de la lectura nos describe la absoluta falta de interés en todas sus relaciones personales, sus actitudes son contradictorias, estúpidas y cínicas no existe nada que le agrade. Cuando al final llega a su casa, se encuentra con su hermana menor Phoebe que lo cuestiona y le pregunta qué le gustaría hacer con su vida. Holden responde que para las ciencias es un desastre y que tampoco abogado como su papá, porque los abogados en realidad no salvan vidas inocentes lo que hacen es "ganar un montón de billetes, jugar al golf y al bridge, comprarse coches, beber martinis secos y darse mucha importancia"4. Pero que si de verdad pudiera elegir, sería algo así, como lo que dice un poema de Robert Burns:

Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan en él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Esto es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos . Yo sería el guardián entre el centeno.5

Para la conciencia extraviada de Mark David Chapman, estas frases pudieron ser una revelación sobre lo que él podría ser: el guardián entre el centeno. La desilusión de su antiguo modelo John Lennon había transformado su admiración y amor en odio. Lennon había blasfemado había dicho que "los Beatles eran más famosos que Jesucristo", además vivía cómodamente y no era realmente auténtico, estaba haciendo daño a los jóvenes con sus canciones. Chapman escuchó una voz interior que le decía que hay que eliminar a Lennon, para evitar que los niños sigan cayendo en el abismo del nihilismo.


Notas:

1 Suances Marcos Manuel, Max Scheler principios de una ética personalista, Herder, Barcelona 1976, p.137.
2 Sartre Jean Paul, El ser y la nada, Losada, Buenos Aires 1968 p.460.
3 Huxley Aldous, Las puertas de la percepción Cielo e Infierno, Ed. Hermes, Buenos Aires 1991, p.54.
4 Salinger J.D. El guardián entre el centeno, Alianza Editorial, Madrid 1999, p.184.
5 Ibid. p.185.


Dr. Xavier Vilchis
Catedrático del Departamento de Humanidades del ITESM Campus Estado de México, México

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