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Junio 2002

 

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In-mediata

Reality TV enlatado

 
Por Leonardo Peralta
Número 27

La llegada de la videocasetera al entorno casero en la década de los 80 del siglo pasado, revolucionó la relación que un televidente tenía con el aparato televisor. Hasta ese entonces el control que la audiencia ejercía sobre los contenidos mediáticos se limitaba a prender el aparato, cambiar los canales, controlar el audio y el video y apagar la televisión. La oferta estaba en manos de las televisoras, quienes tenían un control absoluto de lo que aparecía en las pantallas caseras.

Sin embargo, con la posibilidad de guardar en un vector físico (cinta Beta, VHS, DVD o en disco duro) el manejo de los contenidos quedó a juicio del televidente, quien tiene ahora la capacidad de grabar sus programas favoritos a través de la grabadora o en los nuevos aparatos de disco duro de video como el TiVo <http://www.tivo.com>.

La industria del video casero ha recibido un impulso enorme a raíz de esta innovación, los centros de renta de videos nos permiten ver las películas que no pudimos ver en alguna ocasión en incluso guardar momentos emotivos. Sin embargo, otros han visto en este nuevo canal de contenidos la posibilidad de comercializar imágenes que no se ven cotidianamente. Lo que al inicio fueron videos de jugadas espectaculares se convirtieron en videos de accidentes, videos porno, hasta llegar a la leyenda urbana del snuff video.

Por otro lado, como estos productos no utilizan las frecuencias radioeléctricas para su transmisión, la calidad y argumento de estos videos están al libre albedrío del productor y al gusto y estómago del comprador, al margen de las autoridades. Como muestra bastan los videos de Images of Death (conseguibles en el Tianguis del Chopo de la Ciudad de México y en puestos clandestinos en el barrio de Tepito): recopilaciones de imágenes excluidas de los noticieros que tratan sobre asesinatos sangrientos, suicidios, linchamientos y decapitaciones. En Inglaterra estos videos fueron un hit de ventas con más de 100 mil unidades vendidas en la nación durante 1998, de acuerdo con la revista Newsweek.

Otros experimentos en esta tendencia se emiten a través de canales restringidos de televisión tales como Jackass <http://www.mtv.com/onair/jackass/>, cortesía de la cadena MTV, programa que se describe así en su website:

For better or worse, MTV is funding a bumbling cast of idiots that includes Johnny Knoxville, Bam Margera, Chris Pontius, Dave England, Steve-O, Brandon Dicamillo, Ehren McGhehey, Jason "Wee Man" Acuna and Ryan Dunn to play with poo and dress in a variety of men's undergarments. Hosted by Johnny Knoxville, Jackass features a startling array of silly pranks, ridiculous stunts and a bunch of other stupid crap. "It's just a lot of fun," said Knoxville, after showering naked with a roomful of men for the fifth or sixth time during the show's production. Never before has arrested development looked like so much fun.

Y aunque quienes participan en el programa son profesionales, no deja de impresionar ver al elenco arrojarse a fosas sépticas, aventarse en patineta por escaleras o provacar la ira de la gente para ser golpeados, atropellados y vejados.

Sin embargo, el último grito de la moda viene de parte de un par de videoastas norteamericanos: Ty Beeson y Ray Leticia, quienes hicieron un video casero llamado Bumfight: a cause to concern <http://www2.bumfights.com/indecline/>. Este video casero contienen escenas reales de la vida de mendigos del área de Las Vegas, quienes son filmados mientras se golpean en las calles o son amarrados como antílopes por un par de "cazadores", además se muestran peleas sin corte ni censura de quienes viven en el fondo de la pirámide social. Sus vidas son retratadas con el hilo conductor de un vagabundo llamado Rufus, quien se encarga de las escenas peligrosas y de otros menesteres, como tatuarse en los nudillos con el título de la película (Bumfight) o ser golpeado hasta perder (literalmente) los dientes.

Este video ha creado una enorme polémica en los Estados Unidos en virtud de las imágenes violentas que expone y de la explotación de vagabundos y mendigos, quienes en algunas tomas son amarrados con cinta adhesiva industrial mientras duermen o son "obligados" a pelear uno contra otro sin protección o regla alguna.

A este respecto se han alzado voces como la de Ruth Bruland, defensor de los derechos de los sin-casa, menciona que le inquieta saber quién sería capaz de lucrar con los marginados. Por su parte, los creadores del video se asumen como cineastas independientes y dicen que solamente tomaron elementos de la realidad que ya estaban allí y que ellos solamente le dieron un enfoque humorístico. Humor negro.

Las casas productoras independientes de video estadounidense guardan silencio ante la polémica, porque probablemente han descubierto una mina de oro con la cual reemplazar las alicaidas ventas de videos deportivos, sobre todo ante la competencia que se vislumbra en el panorama por parte de Internet.

La policía de Las Vegas ya está a la búsqueda de los vagabundos que participaron en el video para que testifiquen en caso de un juicio, mientras el debate prosigue, las ventas de este video se elevan como la espuma: desde el lanzamiento del video a inicios de año, las ventas superan ya los 250 mil ejemplares y todo parece indicar que los productores del video tienen ya otros proyectos relacionados en mente, salvo que la justicia o una controversia jurídica lo impida.

Los gladiadores nunca se fueron, solamente pasaron al video.


Lic. Leonardo Peralta
Escritor, socio director de Alebrije Comunicación y colaborador del semanario Cambio

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