Razón y Palabra Bienvenidos a Razón y Palabra.
Primera Revista Electrónica especializada en Comunicación
Sobre la Revista Contribuciones Directorio Buzón Motor de búsqueda


Junio 2003

 

Número del mes
 
Números anteriores
 
Editorial
 
Sitios de Interés
 
Novedades Editoriales
 
Ediciones especiales



Proyecto Internet


Carr. Lago de Guadalupe Km. 3.5,
Atizapán de Zaragoza
Estado de México.

Tels. (52) 58 64 56 13
Fax. (52) 58 64 56 13

In-mediata

El Periodismo Fantasma de Jayson Blair

 
Por Leonardo Peralta
Número 33

En primera plana
El periodismo en los Estados Unidos vive una de sus horas más críticas: luego de la polémica cobertura de los medios norteamericanos durante la Segunda Guerra del Golfo; donde fueron acusados de servir a los intereses del Pentágono a través de una cobertura parcial; ahora un escándalo en uno de los diarios más importantes y serios de los Estados Unidos agrava los cuestionamientos referentes a la práctica del periodismo en la era de las tecnologías de la información.

El 11 de mayo de 2003 el diario The New York Times publica en su primera plana una nota donde informaba que uno de sus periodistas asignados al área de asuntos nacionales, Jayson Blair, había cometido severos errores de veracidad, invención de entrevistas y plagio en más de 70 notas aparecidas en diversas secciones del periódico desde el mes de junio de 1998, cuando entró a trabajar en ese periódico <http://partners.nytimes.com/ref/national/BLAIR-ARCHIVE.html>.

Las notas pervertidas abarcaban eventos tan diversos como las fechorías del francotirador de Washington, notas sobre partidos de hockey en la liga NHL y como notas referentes a las consecuencias de la Segunda Guerra del Golfo en la gente de los Estados Unidos, especialmente lo referente a la recuperación de un soldado herido durante los combates en Irak, que sería el tiro de gracia en su carrera como periodista para el New York Times.

Estas notas contenían irregularidades que iban del plagio del trabajo de otros periodistas pasando por la alteración de situaciones en base a fotografías, sin contar la invención de entrevistas que jamás se llevaron a cabo; todos ellos pecados capitales en el ejercicio periodístico, mismos que son señalados desde la universidad o colegio de periodismo.

Lo realmente escandaloso fue que un periodista que recurriera continuamente al engaño hubiera podido trabajar en uno de los diarios más rigurosos de los Estados Unidos sin que alguien tomara una acción correctiva. El editor ejecutivo del diario, Howell Raines, estaba al tanto de las irregularidades y no tomó alguna decisión hasta que las irregularidades se volvieron insostenibles y el caso explotó en la primera plana del diario un buen día de mayo.

El método
Todo indica que Jayson Blair creó una metodología de trabajo que le permitía engañar sistemáticamente a sus editores haciéndoles creer que se encontraba en asignaciones mientras en realidad permanecía en Nueva York redactando sus notas tranquilamente. Sin embargo, la tecnología que le dió las herramientas necesarias para escabullirse de su trabajo:

  • Utilizando un teléfono celular daba la impresión de estar trabajando fuera de la ciudad.
  • Una computadora portátil le permitía estar en su casa al tiempo que aparentaba trabajar duro en el teatro de los acontecimientos.
  • Una conexión a Internet le permitía mantenerse al tanto de las noticias y así allegarse de información para crear sus notas a través de la técnica de "copy&paste".
  • En el caso de asignaciones con fotografía, Jayson llamaba al fotógrafo para informarle que estaba en camino y que tomara las imágenes sin su prescencia. El fotógrafo hacía lo que se le pedía y se retiraba sin que el reportero hiciera su aparición.

Con un ramillete de buenas excusas y un manejo muy hábil de las relaciones interpersonales dentro de la mesa de redacción, Jayson pudo pasar como un reportero responsable y comprometido con la verdad en su trabajo; hasta que los errores comenzaron a hacerse patentes y algunas personas citadas en sus notas comenzaron a llamar para informar que no habían sido entrevistadas por Jayson Blair.

Un asunto de color
La carrera periodística de Jayson Blair inicia en la escuela preparatoria de su natal Fairfax County, colaborando intensamente en la redacción del diario escolar y prosigue a lo largo de sus estudios en las instituciones Liberty University y University of Maryland. Su trabajo previo en el Boston Globe siempre fue considerado interesante, aunque su trabajo solía afectarse debido a su tendencia al consumo de alcohol y narcóticos, así como a cultivar maliciosamente relaciones amistosas con sus compañeros de trabajo.

Jayson Blair pertenece al selecto grupo de ciudadanos norteamericanos beneficiados por los programas de acción afirmativa creados para beneficiar a personas provenientes de minorías étnicas como la afroamericana, la latina y grupos como mujeres y personas discapacitadas. En el entorno laboral, las iniciativas de acción afirmativa establecen que las empresas cubran determinadas cuotas de personas provenientes de minorías con el fin de establecer una equidad en la mezcla racial existente en las oficinas y factorías.

Su personalidad ambiciosa y su excelente manejo de las relaciones con la gente que le rodeaba fueron elementos que le ayudaron a mantener durante años una carrera ascendente apoyada en información sin confirmar, fuentes anónimas y notas donde aparecía información proveniente de otros medios. Por otro lado, pese a que el personal directivo tenía pruebas de que algo mal andaba con Jason Blair, por fallas en la comunicación interna y un espíritu de apoyar a una persona provenientes de minorías étnicas (como lo narra Hendrik Hertzberg en The New Yorker <http://www.newyorker.com/talk/content/?030526ta_talk_hertzberg>), se combinaron para darle oportunidades sucesivas de rehabilitación a un prometedor reportero con problemas emocionales.

A despecho de lo que se conozca del caso (considerando que el silencio alrededor del asunto dentro del New York Times ha sido muy significativo), parece ser que la condición de minoría étnica fue uno de los elementos que impidieron al cuerpo directivo tomar una acción radical respecto de los plagios e invenciones contenidas en los textos de Blair. En los Estados Unidos las cuestiones raciales son sumamente delicadas y acciones como suspensiones y despidos pueden ser interpretados como acciones discriminativas.

Sin embargo, más allá del debate respecto de la pertinencia y los abusos posibles en las iniciativas de acción afirmativa (uno de los grandes temas polémicos en los Estados Unidos), el tema relevante para efectos de esta colaboración es que las tecnologías de la información pueden ser usadas en demérito del ejercicio periodístico como ha sido enseñado en escuelas de periodismo y comunicación desde hace décadas.

Tecnología y periodismo
Es un hecho que los periodistas hemos hecho de Internet una valiosa herramienta de trabajo para allegarnos de información en forma rápida y relativamente sencilla, sobre todo a medida que los flujos de información en la mesa de redacción se vuelven más rápidos con el fin de ofrecer una competencia eficiente frente a los medios electrónicos de información (radio, TV, Internet).

Al mismo tiempo, trabajo periodístico se ha vuelto más vertiginoso y las exigencias de los editores crecen, ya que ante el panorama poco alentador en los medios de comunicación impresos, una cantidad menor de personal tiene que hacerse cargo de una cantidad mayor de trabajo. En un contexto así, no debe sorprender que los periodistas hagan de Internet una herramienta útil en momentos donde la velocidad de trabajo cumple una función primordial.

Sin embargo, es un hecho también que el uso intensivo de tecnologías de información en el desempeño profesional permiten al periodista aprovecharse dolosamente en una variedad de formas que van del plagio de información hasta la evasión del trabajo, haciendo el trabajo sin salir a la calle y ayudándose de Internet para crear notas convincentes pero falsas.

El abuso de la tecnología en el ejercicio periodístico es una de las vertientes de reflexión que se abren a partir de este caso que ha sacudido el periodismo norteamericano al punto que en otros diarios han iniciado procesos de revisión del trabajo de sus reporteros con el fin de hallar posibles actos de trabajo deshonesto.

En cuanto a los valores éticos en el ejercicio profesional, cabe decir que, lamentablemente la naturaleza humana hará que este no sea el último caso de ejercicio deshonesto de la profesión. La ambición de poder, el anhelo de riqueza y la pereza son elementos que siempre tentarán a los periodistas para valerse de Internet (y de otros recursos poco claros) como herramienta para violentar la ética profesional.


Más información:

Cobertura del caso en la revista Newsweek
<http://www.msnbc.com/news/914096.asp>

Reporte de las acciones de los directivos respecto de las fallas de Jayson Blair
<http://editorandpublisher.com/editorandpublisher/headlines/
article_display.jsp?vnu_content_id=1880901
>

Análisis de la cuestión racial en el caso Jayson Blair
<http://www.salon.com/news/feature/2003/05/15/nytimes/index_np.html>

Reacciones en medios norteamericanos "a posteriori"
<http://editorandpublisher.com/editorandpublisher/headlines/article_display.jsp?
vnu_content_id=1886398
>


Lic. Leonardo Peralta
Colaborador del Grupo Editorial Expansión y el semanario Cambio. Escritor y socio de la consultora Alebrije Comunicación

Columnas anteriores