Por Leonardo Peralta
Número 37
Holding inconsistency,
wasted sense of value,
penetrates into the ground's surface so, so deeply.
"Where am I vanishing into?"
Truly, into a dark, calm, layer.
INFANITY world / Serial Experiment Lain
El último
escándalo mediático (y quizá poco más)
protagonizado por Jorge Emilio González Martínez gira
alrededor de un video grabado clandestinamente y que muestra al
hasta hoy (29 de febrero de 2004) presidente del Partido Verde Ecologista
de México negociando su influencia sobre los regidores de
su partido en la ciudad de Cancún para obtener los permisos
para el desarrollo de un proyecto inmobiliario a cambio de dos millones
de dólares <http://gruporeforma.reforma.com/coberturas/pvemgate>
- requiere registro-ha creado una serie de controversias de orden
político que se mantendrán por un buen rato gravitando
en los medios de comunicación.
Este escándalo se suma a
la ya larga lista de videos que denuncian delitos que afectan a
políticos. Casos que van de los vladivideos que preciptaron
la caída del gobierno de Alberto Fujimori en noviembre de
2000; el video donde el ex alcalde de Washington, Marion Barry,
aparece consumiendo crack y el video donde Waldomiro Diniz, allegado
de la mano derecha del presidente Lula da Silva (José Dirceu),
aparece negociando apoyos monetarios para el partido del presidente
con personas del mundo clandestino del juego.
La política es uno de los
ámbitos más sensibles a la irrupción de este
tipo de tecnologías de video y que se han convertido en la
piedra de toque que de un tajo elimina carreras políticas,
pero también empresariales. La tecnología de video
se ha convertido en el juez, jurado y comisario de nuestras vidas,
en la medida que cámaras de videovigilancia penetran espacios
comerciales como bancos, supermercados; espacios públicos
como calles, parques, entradas de edificios y en el mismo interior
de nuestros hogares donde los sistemas de videovigilancia pueden
emplearse al tiempo para evitar la entrada de bandidos que para
monitorear las actividades de los niños. He aquí un
breve recuento de las incursiones del ojo electrónico en
la sociedad y una reflexión en debido homenaje a quien inspiró
esta reflexión: Neil Postman.
Ojos multiplicados
El número de diciembre de 2003 de la revista Wired informa
que después de los eventos del 11 de septiembre de 2001,
la cantidad de cámaras de videovigilancia (públicas
y privadas) en la zona de Manhattan en Nueva York virtualmente se
duplicó de 129.4 cámaras por milla cuadrada en 1998
a 396.5 cámaras por milla cuadrada en 2003 (una milla cuadrada
equivale a 2.5898 Km.2). Esta tendencia ha sido seguida por ciudades
como Londres (que creció de 80.6 cámaras por milla
cuadrada en 1998 a 247.1 cámaras por milla cuadrada en 2003)
y Moscú (de 1.6 cámaras por milla cuadrada en 1998
a 4.9 cámaras por milla cuadrada en 2003).
En México no se tienen cifras
acerca del crecimiento de los sistemas de videovigilancia, aunque
es notable señalar la constante creación de sistemas
de videovigilancia por parte de los organismos de seguridad en zonas
como arterias transitadas se complementa con la expansión
de sistemas de videovigilancia provados en zonas comerciales y de
vivienda en las principales zonas urbanas del país. La integración
de tecnología de vigilancia en la calle es un hecho incontrovertible
e irreversible. Las imágenes obtenidas a través de
estos sistemas son empleados para el control de tráfico,
de manifestaciones y detención de criminales in fraganti.
Por otro lado, con la creación
de cámaras de video más pequeñas y la posibilidad
de conectarlas a Internet posibilitó la creación de
webcams que escrutaban la vida de una persona desde el ojo de la
computadora (tendencia que inició con un proyecto llamado
Jennycam en diciembre de 1996). Así fue como se desarrollaron
sistemas de vigilancia doméstica, no para evitar la intrusión
de ladrones, sino para evitar que niños sean objeto de maltrato,
control de visitas e inventarios. Esto sin contar cámaras
lúdicas y de orden erótico que previo pago permiten
realizar una suerte de acto voyeurista vía electrónica.
Estas invasiones de la mirada al
centro de la vida humana no ha pasado desapercibida por la sociedad
del espectáculo, que ha fructificado en una miríada
de programas que explotan la invasión en la vida cotidiana
a través de cámaras de vigilancia colocadas en lugares
ex profeso o utilizadas para el exposé de personas
en situaciones comprometidas o delictivas creando un nuevo tipo
de entretenimiento televisivo que gira en a través de una
narrativa y una estética que podría llamarse de acción
inadvertida.
Reflexiones oculares
Esta fascinación de las sociedades contemporáneas
por la imagen ubicua podría interpretarse en primer término
como la cristalización de las premoniciones narrativas de
George Orwell en su novela 1984. Sin embargo, más allá
de esta coincidencia literaria (que dicho sea de paso, fue inspirada
por el horror que en Orwell causó la alianza durante la Segunda
Guerra Mundial entre la Unión Soviética y el Reino
Unido), un investigador de la Universidad de Nueva York llamado
Neil Postman (fallecido en 2003) advertía décadas
atrás de las consecuencias de una civilización donde
lo visible es lo único que prevalece en detrimento de lo
conceptual.
Las convicciones de Postman quedaron
de manifiesto cuando se opuso activamente a la introducción
de equipos de televisión en las cortes del estado de Nueva
York en su calidad de consejero del New York State Advisory Committee
en 1988 y en obras como Tecnolopolio y The End of Education, que
discuten las consecuencias de una sociedad donde la tecnología
se vuelve el punto nodal. De la lectura de sus textos derivo una
serie de reflexiones bajo la luz de mi punto de vista sobre la intrusión
de la imagen inadvertida en la sociedad:
• La irrupción de
la tecnología de video en la sociedad crearía un
fenómeno llamado la pared transparente por el
que los individuos de la sociedad estarían a merced de
otros individuos, empleando la imagen como elemento de chantaje
moneda de cambio: preservo tu privacidad a cambio de X o Y objeto
a cambio.
• Los sistemas judiciales modernos, establecidos desde la
época de la Ilustración sufrirán de un debilitamiento
considerable, debido a que a medida que la imagen culposa se vuelva
la prueba reina, los sistemas judiciales enfrentarán un
mayor descrédito a medida que sus resoluciones no se utilicen
como prueba la imagen incriminatoria en lugar de la prueba pericial.
• El modelo panóptico de vigilancia carcelaria concebido
durante la Ilustración como forma de regenración
de los elementos discordantes de la sociedad, ha desbordado los
recintos carcelarios y se ha volcado hacia el mundo entero. Y
aunque novelas y películas hablan de los peligros de la
sociedad videovigilada, señalo que el cambio más
de temer se encuentra dentro de los individuos más allá
de lo que gobiernos y otras entidades puedan llegar a ejercer.
De hecho, la expansión de videocámaras ocurre en
su mayor parte entre particulares que desean proteger su patrimonio.
Esta situación más que disminuir, parece aumentar
con la integración de cámaras en aparatos como teléfonos,
agendas electrónicas y otros dispositivos electrónicos
de bajo costo.
En resumen, una vez más la
tecnología nos pone frente a dilemas de definición
entre nuestros conceptos más arraigados (en este caso la
privacidad), sin que hasta el momento tengamos más que atisbos
y trazos difusos de la forma en que lidiaremos con esta tecnología.
Por lo pronto, en el caso del llamado niño verde, al menos
el cinismo parece ser una buena herramienta para enfrentar a la
fría cámara y la imagen que de ella nace.
Para
más información:
El ascenso y caída de Marion
Barry
<http://www.washingtonpost.com/wp-srv/local/longterm/library/dc/barry/barry.htm>
La historia de los vladivideos y Alberto Fujimori
<http://www.elcomercioperu.com.pe/ecespe/html/montesinos/montesinos_cronologia.html>
Análisis de los vladivideos
<http://www.agenciaperu.com/archivo/vladivideos/vladivideos.htm>
Lic.
Leonardo Peralta
Colaborador del Grupo
Editorial Expansión y socio de la consultora Alebrije
Comunicación |