Generación McLuhan
Primera Edición Especial
Julio 1997


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Cultura y Comuniación

Las Materias Dispuestas.
Campo Educativo, Formación Docente y Familia.

por: David González Hernández

I. Introducción

En las instituciones educativas, en sus oficinas administrativas y salones de clases; se relacionan personas con particularidades, sujetos de la educación que interactúan día con día. Estos sujetos se involucran en la realidad inmediata de un sistema especializado en la construcción de un conocimiento escolar, y bajo un contexto histórico y colectivo determinado. En estos espacios confluyen toda clase de resistencias o apuestas por un cambio en la organización institucional, donde cada participante -alumno o profesor- juega un rol que se configura en estatus, autoridad-maestro, aprendiz-educando, roles de género: masculino y femenino que mantienen patrones, distancias o coincidencias de interacción. Son las identidades, construidas de percepciones y acciones, moldeadas por elementos de carácter cultural, social y psicológico; identidades que hacen ser o parecer a los actores en los escenarios dispuestos: la maestra, el profesor, los compañeros, los aplicados, los burros, las niñas, etcétera.

En el salón de clases constantemente ocurren procesos de comunicación, donde hay intercambio de información y significaciones, formas de ver, representar y vivir en la cotidianidad la realidad educativa, tanto en educadores como educandos, es en el aula escolar donde se llevan las actividades que constituyen su pequeño mundo (1).

En la realidad educativa se asumen varias ideas, una de ellas, es la noción de la acción educativa que imparte el sistema educativo; otra representante, es la del profesor, agente social que articula varios conceptos que implican cuando menos tres situaciones importantes: la formación académica, las prácticas educativas y la trayectoria de vida vinculada, pseudovinculada o no al campo educativo. Esto es, el "curriculum oculto", entendido como una trama de interacciones implícitas o invisibles, una red de relaciones que involucra al docente con sus compañeros de trabajo, sus alumnos, la administración, el sindicato, y, muy importante, la familia. Todo ello son espacios y situaciones sociales, realidades dinámicas que configuran y orientan el quehacer educativo.

Estas relaciones establecidas dentro del campo educativo desaparecen cuando las investigaciones enfocan sus objetos de estudio en las políticas o filosofías educativas, es decir, los docentes y alumnos pierden su identidad al quedar invisibles en los objetos de estudios a niveles macro. También, las indagaciones a un nivel micro tienden a considerar a los docentes o alumnos como objetos de estudio, como un producto de individuos aislados de contextos sociales.

Encontrarse con los sujetos sociales es construir el objeto de estudio de una manera más vivida e intimista, un tipo de relación horinzontal donde se comparten subjetividades y se mueven interioridades. Donde la mirada también es a uno mismo, de ahí la sensibilidad y el pensamiento. Este trabajo deriva de este concepto mencionado, pero además de reflexiones, muchas veces utilizadas como herramientas de conocimiento, que forman parte del proyecto de tesis "El campo educativo en Tijuana: Monografía y agentes sociales".

II. Antecedentes

El proyecto de tesis se encuadra teórica y metodológicamente, en gran parte, depués de haber participado en la investigación "La transformación de las ofertas culturales y sus públicos en México (genealogías, cartografías y prácticas culturales en el siglo XX)", una propuesta realizada por el Programa Cultura de la Universidad de Colima. El objeto era generar información básica sobre cultura, conocer los tipos de ofertas, prácticas y públicos culturales que se han venido conformando en México en este siglo. También se deseaba saber cuál había sido la génesis, desarrollo y composición actual de ocho campos culturales: Religión, Educación, Salud, Cultura Legítima o Bellas Artes, Medios de Comunicación, Alimentación, Abasto y Diversión. En este proyecto de investigación Tijuana participó como una de nueve ciudades, ubicada en la Universidad Iberoamericana Noroeste.

Las ganas de formarnos y de hacer más cosas llevó al equipo FOCYP-Tijuana a la propuesta de un proyecto denominado "La Revolución también es una calle. De frentes, fronteras y cruces culturales a través de una calle: la Avenida Revolución" (2) proyecto apoyado por el Seminario de Estudios de la Cultura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en abril de 1994.

Después de haber participado en dicha investigación, provino un interés personal por el tema de la educación, especialmente a nivel escolar, que se concreta con el proyecto de tesis titulado "El campo educativo en Tijuana: Monografía y agentes sociales".

Del proyecto nacional de investigación iniciado en 1993, se encuadra mi trabajo de tesis, con sus herramientas teóricas y metodológicas que proporcionan pistas para investigar y reflexionar la construcción de lo social. Claves que sirven para un acercamiento hacia el conocimiento de la cultura, que se aplican durante o después del trabajo de campo.

El interés de la investigación es puesto en dos dimensiones que trazan los parámetros donde se ubica el proyecto: primero y en términos generales, saber cuál ha sido la trayectoria, conformación y composición histórica del campo educativo en Tijuana; y segundo, trabajar con una familia como unidad de análisis; un caso específico donde algún miembro es profesor de primaria. Las indagaciones han estado articuladas por una interrogante común: ¿cómo se hace un maestro de primaria? Esta ponencia se concentra en el aspecto cualitativo del proyecto.

III. Observen lo escrito en el pizarrón: el campo cultural educativo y el desempeño del docente en el juego.

El campo educativo es una de varias dimensiones sociales que conforman y estructuran a las sociedades contemporáneas. Es una sistema que históricamente ha venido desarrollando y conformando múltiples sentidos sociales, y que en su trayectoria se han incrustado en la vida social a un nivel macro para componerla, moldearla o encuadrarla. También en la realidad específica, en la microcomposición, se hacen observables estos sentidos: en los sujetos, acciones, objetos y discuros. El campo educativo es entendido como un gran espacio social especializado donde se diferencian, distribuyen e incorporan distintos volúmenes de "propiedades hecha cuerpo", capitales culturales que generan relaciones y luchas de sentido, luchas donde existen reglas y estrategias que se utilizan para conservar o asegurar posiciones dentro de la estructura del campo (3).

Este campo se conforma y se objetiva por sus públicos educativos, sus discursos (función social de la educación escolar), los programas de estudio, sus agentes, acciones y objetos de la educación (básicamente el generar conocimiento); siempre estableciendo situaciones, competencia y relaciones de sentido. El sistema puede ser comprendido también como una estructura social del trabajo profesional, la labor del docente se puede concebir como un puesto de trabajo; el profesor no decide su acción en el vacío, cumple una jornada escolar en una institución que tiene sus normas y políticas.

El espacio especializado, la estructura o contexto se hace presente en la escuela por medio de objetivaciones específicas que establecen un orden cultural, una manera de llevar la acción educativa como las leyes y normas que se estipulan en los reglamentos, en los programas de estudio y en los libros de texto. Dicha presencia del sistema educativo incide al seleccionar a los alumnos y maestros, proporcionar medios, red de relaciones dentro de la institución, horarios, distribuir el espacio, establecer formas de relacionarse con compañeros y exigencias a considerar en la evaluación, entre otros.

Aunque también se trae algo de casa, los sujetos cruzan varias dimensiones y situaciones de lo social hasta llegar al aula. Alumnos y maestros están equipados de múltiples y desiguales influencias culturales, sociales y familiares que se reflejan en sus acciones, percepciones e imaginaciones. Este tipo de reflejo sirve de marco de referencia para contrastar la vida cotidiana. Se tienen ideas de lo que implica "estar bien educado", sin embargo, se cuestionan aspectos que no coinciden con lo que pasa en casa o en la calle, como el comportarse "correctamente" en un lugar y situación: levantar la mano antes de hablar, no gritar al exponer argumentaciones, pedir permiso para salir, no decir malas palabras, etcétera.

Dentro de las instituciones, lo sistemático y organizado de la educación formal se construye, se incorpora o interioriza. En gran medida esta expresión se intersecta con el concepto de habitus, definido como "sistemas de disposiciones durables y transponibles, estructuras predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes" (4). El habitus es, de alguna manera, lo que incorporamos a lo largo de nuestra vida, lo que hacemos "carne" del mundo cultural que nos rodea y que nos permite percibir, valorar y apreciar el mismo. Ahí interviene la educación familiar -educación informal- que nos dieron nuestros padres, las relaciones que establecemos en la escuela o en la calle, de donde surgen acciones y circunstancias que entran y forman al individuo. El habitus se hace y se transforma con el tiempo. Genera prácticas individuales y sociales, donde se puede compartir e identificar -o diferenciar-, sentidos.

El profesor juega desde su posición, es considerado como mediador en los procesos de enseñanza, donde aporta sus propios significados. Sus acciones configuran una práctica y a su vez lo configuran. La formación docente, relacionada con el curriculum, es la concreción de múltiples procesos donde se entrecruzan distintas prácticas, y el profesor, con su vocación de enseñar, es el elemento de primer orden de dicha concreción al ser un sujeto activo.

La rutina dentro del aula no siempre es la misma, el maestro también percibe, cuestiona y reconstruye su práctica, su modo de accionar en la construcción del conocimiento, su manejo del espacio y del tiempo escolar. También conciben, representan y valoran el sistema, para organizarse y darle sentido a su vida. En los maestros están presentes las actividades pedagógicas y las instituciones que determinan en buena parte el sentido de la educación impartida y el uso técnico de su contenido. La acción educativa representa un sentido social con características específicas pero que son relacionables con otros contextos.

El profesor enseña a los alumnos dentro del aula escolar e interacciona con ellos, estas acciones educativas o aconteceres sociales son parte de la vida cotidiana de los salones de clase, un espacio delimitado y particular en relaciones y condiciones que se establecen reciprocamente. Las rutas individuales y colectivas recorren, en las dimensiones institucionales, los disitintos y progresivos grados escolares donde se especifica la acción educativa. Dentro del salón de clases, objetivado por un espacio y un tiempo, se establecen relaciones tanto verticales como horizontales que sólo pueden ser construidas por los maestros y alumnos con varios tipos de determinaciones del campo educativo, de la institución escolar que trata de normalizar la vida en el aula La estructura institucional hace y determina gran parte de las acciones educativas, condiciona al docente cumplir un tipo de rol, históricamente construido, establecido e incorporado en los sujetos educativos; un rol "del saber": quién enseña y quién aprende. Pues se estará educado después de adquirir o construir un conocimiento que seguramente será evaluado. El sujeto de la educación se hace al estar inmerso en una disciplina escolar y una determinada relación maestro-alumno. Los maestros y alumnos realizan la acción social del proceso educativo, se transmiten conocimientos y se aprenden los saberes y quehaceres.

Por lo general, la noción de la formación docente se liga al proceso de obtención de un capital educativo institucionalizado, esto es, un título que haga constatar que un indiviudo cursó la Normal para ser maestro, o también a actividades diseñadas para la formación del maestro tales como cursos, conferencias, diplomados, etcétera. La formación no se limita nada más a la trayectoria del docente dentro del juego campal por obtener una posición; también tiene que ver con el desarrollo "vivencial" histórico del docente, su experiencia en la enseñanza, las condiciones en las que desempeñó su oficio, sus relaciones con los demás docentes, sus quehaceres fuera de la escuela, y su familia.

Es en ésta última dimensión donde la investigación, a través de sus técnicas y métodos, permitirá indagar la subjetividad individual y social tanto en el informante como en el investigador.

La familia es un microsistema social importante en la transmisión de un patrimonio cultural, una transmisión entre generaciones de saberes y habilidades para estar dispuestos al oficio de educar. La familia es otro canal que sigue siendo muy significativo en el proceso de formación de una trayectoria social, que puede ser individual o familiar. Paul Thompson establece que las historias individuales de vida incorporan en sí mismas historias de familia.

En la familia coexisten microclimas culturales espacios multidimensionales donde se heredan valores sociales, visiones del mundo, actitudes y aspiraciones, modelos de parentesco y matrimonio, objetos; el sujeto condensa todas las experiencias, las interioriza en su cuerpo, es lo que Bourdieu denomina habitus. El individuo se educa, aprende a comportarse; se conforma y caracteriza como miembro de un grupo al cual pertenece. Interacciona con el grupo familiar, en base a un orden y reglas para establecer límites y distinciones.

La forma de ver a la familia como "microclima cultural", es herramienta teórica para acercarse a la realidad familiar, es de gran apoyo para investigar el proceso de la transmisión cultural, que es fundamental para entender el contexto social en el cual se ve imbricado el docente. El marco teórico permite observar muchas clases de trayectorias, rutas individuales de los miembros de una familia, lo que eligieron hacer de sus vidas de acuerdo a la cultura que se les ha transmitido.

IV. Cómo sacar un diez con el profesor de metodología: historia oral y genealogía social

El marco metodológico implica un camino y reflexión del mismo, en este caso, comprende el método de la historia oral y el de genealogía social; métodos de gran utilidad para obtener información. Todas las herramientas indican un trabajo de campo donde el instrumento de primer orden es el investigador.

El método de la historia oral ayudará a vislumbrar y comprender, por medio de la narraciones de los informantes, las rutas de vida de los maestros, la experiencia subjetiva y las representaciones de los diferentos procesos históricos de su tiempo: la historia del oficio y las prácticas culturales que de ahí se desprenden.

La historia oral es vista como una creación, un producto discursivo que involucra al entrevistador y al entrevistado, que se construye en la práctica misma. Demanda el testimonio del individuo, el que vivió desde diferente posiciones los movimientos colectivos. El entrevistado necesita de su memoria y percepción sobre lo acontecido en el pasado, en su vida, porque se constituye de ésta; además de las ideas, valores, aspiraciones, etcétera. Para obtener dichas narraciones se requiere acortar distancias con los informantes, necesita de tiempo y sentido común, una capacidad sensible y actitud de tú a tú con el entrevistado: no a cualquiera le relatan cosas.

La historia de vida es el intrumento de trabajo para acercarse a la realidad inmediata del docente, tiene un enfoque biográfico al articularse una reconstruccción de sucesos pasados. El informante elabora su relato tratando de ser coherente. En sus narraciones se plasman representaciones; lo que permite esclarecer y comprender la forma de organización de sus sentidos sociales. La técnica a utilizar es la entrevista, con una aproximación flexible: sin cuestionarios controlados, ni preguntas cerradas, y con poca intervención. Con un tipo de relación a un mismo nivel.

Por medio de la entrevista se elabora un testimonio oral grabado en audio, en este caso es la historia de vida y de oficio de un maestro: la entrevista busca y construye el relato del sujeto, no es dirigida; su discurso incluye etapas, momentos, espacios, actores, acontecimientos (narraciones) y juicios (argumentaciones). Cada entrevista -son tres- tiene una duración mínima de dos horas y es articulada por dos interrogantes como guía temática: ¿cuénteme su vida?, y ¿cuénteme su historia de oficio?

El grupo de entrevistados o informantes se conforma de tres personas, hombres y mujeres de una familia, donde alguien se dedique al oficio educativo a nivel escolar. Son tres generaciones distintas (abuelos, padres e hijos), o bien dos generaciones de una edad similar y una distinta; todos ellos adultos, mayores de 20 años, y residentes de Tijuana.

El método de la historia oral es un instrumento de vital utilidad para la elaboración de una historia de familia. El proyecto tiene como objetivo producir un relato escrito -con su análisis social- de la historia familiar. La historia oral permitirá recabar información detallada sobre las características del hogar y el uso de sus espacios, la posición que juega cada miembro en la familia, la transmisión del patrimonio cultural, las trayectorias de vida y de oficio. También permitirá ver la cotidianidad no institucional de un maestro de primaria.

El instrumento que conforma esta dimensión familiar es la genealogía social, una metodología propuesta por Daniel Bertaux, que hace observable la trayectoria individual en conjunción con la trayectoria familiar, y vislumbra la transmisión cultural entre generaciones. Se contempla la realización de un genograma familiar, no sólo enfocado en una familia, sino que incluye a tíos, primos, primo segundos, sobrinos, cuñados, etcétera; es una gráfica genealógica que se compone por varias familias. Además de la familia seleccionada como base, se recopilan datos básicos biográficos de cada pariente: año de nacimiento, matrimonio(s), año de defunción; nivel escolar; carrera ocupacional (o principales ocupaciones), etcétera; también se registra cada familiar a lo ancho en el genograma. Éste servirá como guía para la realización del relato, ubicando en tiempo, espacio y ocupación a cada miembro familiar.

El objeto de estudio se transformará en sujeto cuando a partir de hechos, objetivados por el genograma, se desee desentrañar la trama social, el desencadenamiento de los por qué de las acciones o eventos. Aunque este trabajo se enfoca a la sucesión del oficio del educador en una familia; de lo anterior se constituye el relato de familia.

La parte medular de un grupo familiar incluye a su vez varias historias de familias. Las respuestas que buscamos para las preguntas se tienen que trabajar juntos, también en la propia familia surgen dudas y versiones enccontradas. Esta etapa comprende una fase de verificación y relación de miembros familiares y eventos decisivos; de ambas partes: surgen contradicciones, secretos no dichos; se desmantelan mitos que afectaban profundamente a los sujetos, se ven las cosas diferentes, el conflicto emocional puede estar latente, etcétera.

Se recopila material, la descripción crece y ofrece un panorama amplio. El proceso de análisis es extenso e intenso, así se construye el modelo explicativo, compuesto de un lenguaje lleno de vida, como la vida. La cuestión es no quedarse sumergido ahí. La investigación tiene un límite y llega la hora de darle una interpretación de segundo orden a la información obtenida. El tiempo, de muchas maneras y desgraciadamente/afortunadamente marca el programa de acción: hora de elaborar productos.

Citas al Pie.

(1) Heller, A. Sociología de la vida cotidiana, Editorial Península, España, 1977, pág. 12. Citado por Edwards Risopatrón, Verónica, "Los sujetos y la construcción social del conocimiento escolar en primaria: un estudio etnográfico", Departamento de Investigaciones Educativas, Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, Cuadernos de Investigación Educativa #19. 1985.
Regreso.

(2) Morales Lira, Ricardo, y García Cortéz Alfonso, La Revolución también es una calle: de frentes, fronteras y cruces culturales, Estudios sobre culturas contemporáneas, Epoca II, Volumen i, No. 2, 1995.
Regreso.

(3) Bourdieu, Pierre, Sociología y Cultura, Grijalbo/CNCA, México, 1990.
Regreso

(4) Ibid. 3.
Regreso.

Biobliografía

Bertaux, Daniel, "Genealogías sociales comentadas y comparadas: un instrumento para los procesos de movilidad social en larga duración" en Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, No. 16, Programa Cultura, Universidad de Colima, Colima, 1995.

Bourdieu, Pierre, "Los tres estados de capital cultural", en Sociológica,Número 5, UAM, México, 1987.

De Garay, Graciela (Coordinadora), La historia con micrófono, Instituto Mora, México, 1994.

Galindo, Jesús, "Encuentro de subjetividades, objetividad descubierta. La entrevista como centro de trabajo etnográfico" en Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Programa Cultura, Universidad de Colima, Colima, 1987.

González S., Jorge, "La transformación de las Ofertas Culturales y sus Públicos en México (genealogías, cartografías y prácticas culturales en el siglo XX)". en Estudio sobre las Culturas Contemporáneas, No. 18, Universidad de Colima, Colima, 1995.

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Sánchez Ruiz, Enrique, en "Educación, medios de difusión y democracia", Estudios sobre culturas contemporáneas, No.13-14, volumen VI, Universidad de Colima, Colims, 1992.

Tedesco, Juan Carlos, "Tendencias y perspectivas en el desarrollo de la educación superior en América Latina y el Caribe", Revista Foro Universitario, Nos. 72, 73 y 74, México, 1986.

Thompson, Paul, "La transmisión cultural entre generaciones: un acercamiento basado en historias de vida"; en Historia y Grafía, No. 3, Universidad Iberoamericana, México, 1994.

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