Generación McLuhan
Primera Edición Especial
Julio 1997


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Instituciones y Comunicación

Como el Efecto Pigmalión:
De la Construcción y De-construcción Simbólica del SIDA en Guadalajara

por: Ma. Martha Collignon Goribar
Depto. de Estudios Socioculturales ITESO

"En el caso del SIDA, las metáforas y los mitos matan." Susan Sontag

Lo que a continuación se presenta es un pre-proyecto de investigación a trabajarse en los próximos años. Como tal tiene aún sin definir algunos elementos metodológicos, sin embargo parte de un primer trabajo que se ha desarrollado en los últimos dos años y medio encaminado al seguimiento de prensa a propósito del SIDA. Se trabajó en el acopio de información de prensa tapatía (Siglo 21), prensa nacional (La Jornada y Proceso) y prensa española (El País), de 1994 a la fecha.

El trabajo que antecede a este proyecto permitió obtener un cuerpo de información relativamente amplio para identificar algunos aspectos relacionados con el SIDA, su atención y los discursos sociales que se han manejado en México (concretamente en la ciudad de Guadalajara) y España. Este cuerpo de notas y artículos periodísticos (900 aproximadamente, de los cuales alrededor del 60% corresponde a la prensa tapatía, un 25% a la prensa nacional y un 15% a la prensa española), se ha organizado cronológica y temáticamente. Esta organización permitió, en un principio, empezar a identificar los elementos simbólicos de los diversos discursos que han rodeado al SIDA, su relación con instituciones sociales (familia, iglesia), grupos minoritarios, organizaciones gubernamentales (especialmente las de salud y educación) y organizaciones civiles (ONGs), así como los elementos básicos que ofrecen cada una de estas instancias a propósito de la enfermedad y su prevención.

Desde la aparición y el nombramiento del SIDA en el mundo, en 1981, hasta la fecha, esta enfermedad ha sido reconstruida desde diversas posturas ideológicas. Las estadísticas mundiales, nacionales y locales (discursos sociales en sí mismos), que presentan diversos organismos e instituciones, muestran la información como un dato más que sostiene la expansión de la enfermedad a tal grado que algunos agentes sociales la han llegado a denominar "la pandemia del siglo" y "el devastador mal de este milenio".

Los datos estadísticos actuales referentes a la enfermedad en el mundo, en México y en Jalisco, ofrecen sólo una visión "numérica" de la misma:

Unos tres millones de personas en el mundo padecen SIDA y otros 29 millones tienen el virus VIH que causa la enfermedad (El País digital, 19 mayo 1997).

Según la Secretaría de Salud en nuestro país (México) podría haber alrededor de 200 mil infectados de SIDA; estas estadísticas afectan mayoritariamente a la población en edad productiva, es decir, personas entre 15 y 44 años de edad. (La Jornada, 3 abril 1997)

Jalisco es la segunda entidad (nacional) en casos de SIDA. Más de 3,500 jaliscienses han adquirido la enfermedad. (Siglo 21, 14 febrero 1997)

Más allá de la enfermedad como tal, de sus elementos científicos y biológicos, el SIDA se ha convertido en tema de estudio, discusión, reflexión y proposición que pone en juego una lucha ideológica por reconstruir la enfermedad desde una perspectiva de salud pública y no sólo fisiológica; las mismas estadísticas muestran que los esfuerzos por contener la marcha de esta enfermedad no han sido suficientes o, en el peor de los casos, no han estado convenientemente respaldados por estudios multidisciplinares que permitan el cambio de comportamientos y actitudes frente a la exposición del virus (VIH) causante del SIDA. Esta pandemia ha pasado a ser un problema social que involucra aspectos de salud pública y que incorpora constitutivos de moralidad, salud, tolerancia, muerte y discriminación.

La bibliografía existente sobre el tema, desde diversos campos de la ciencia y las humanidades, es verdaderamente apabullante. En Internet existen a la fecha (mayo de 1997) cerca de 6 mil 500 páginas electrónicas (sin considerar los foros de discusión) relacionados con esta enfermedad: salud, medicina, atención a pacientes, dietas, grupos minoritarios, derechos humanos, campañas de prevención, cursos de capacitación, educación sexual, etcétera. El tema del SIDA ha sido retomado no sólo por diversas áreas científicas sino también por la literatura, el cine, el vídeo, la música. La fragmentación de discursos así como la cantidad de información y espacios electrónicos revela que este tema ha conquistado, quizá lamentablemente si vemos sus repercusiones en la salud física, psicológica y social que conlleva, un espacio de relevancia social importante para la construcción simbólica que se ha realizado sobre este mal, por parte de diversas instituciones, grupos y sociedad civil en general.

La bibliografía existente podría dividirse en temáticas o enfoques que abordan el problema: salud, género, avances médicos, sociología, derechos humanos, literatura, educación, medios de comunicación, instituciones de poder.

En la prensa escrita nacional y local se puede identificar por lo menos una noticia diaria relacionada con el tema: avances médicos, tolerancia, marginación, atención a pacientes, estadísticas, control de la pandemia, posturas de instituciones sociales (iglesia, gobierno, salud); los discursos que aparecen publicados y su análisis riguroso permiten un acercamiento a la producción de una diversidad de sentidos afianzados en ideologías que van construyendo no sólo las heterogéneas percepciones simbólicas sobre el SIDA (como la tolerancia, lucha, oposición, resignación, compromiso, propuestas, etc.) sino también la reconstrucción del acontecer social.

Es necesario decir que aunque existen y se identifican sujetos que tienen y exponen discursos sociales ideológicos sobre el SIDA, éstos pueden o no ser publicados en la prensa, y no necesariamente son nota periodística. Estas consideraciones serán retomadas en el momento de presentar la parte de sustentación metodológica del proyecto de investigación que ahora se presenta.

El SIDA ha puesto de manifiesto no sólo la fragilidad e insuficiencia científica para atacarlo sino también los elementos que constituyen nuestros valores sociales, ya que a esta enfermedad se le relaciona especialmente con la sexualidad, aspecto que cultural e históricamente ha estado rodeado de mitos, tabúes, miedos y rechazos al enfrentamiento y a la discusión pública. La sexualidad (su enseñanza, su aprendizaje y su ejercicio) ha estado relegada al ámbito de lo privado; sin embargo la aparición y la lucha por detener la propagación del SIDA ha implicado sacar el tema de la sexualidad al ámbito de lo público y es ahí donde los discursos sociales adquieren su importancia: desde lo público se discute y se legitiman (o deslegitiman) prácticas y preferencias sexuales, se juzgan y se rechazan aquellas que se oponen a "la moralidad pública", sea lo que signifique esta expresión.

Uno de los aspectos más fuertes del proyecto está centrado en dar cuenta cómo se realiza el paso de lo privado a lo público; cómo se traspasa, a través de los discursos sociales, la esfera de lo privado. La inmersión en el espacio público está teñido de discursos simbólicos que construyen esferas de poder que intentan afectar el ámbito privado del ejercicio de la sexualidad.

Al SIDA se le asocia con perversión y promiscuidad, de ahí que los grupos atacados por ciertos sectores del orden público, sean los relacionados con aquellas prácticas clasificadas cultural y moralmente, en un contexto social de tintes moralistas-religiosos, como "anormales", "depravadas" y "promiscuas"; tal es el caso de la prostitución, la drogadicción y la homosexualidad.

Lamentablemente el avance de la pandemia ha mostrado que no existen grupos de riesgo o grupos preferidos por la enfermedad sino prácticas de riesgo; sin embargo los discursos socialmente construidos y legitimados, en el contexto definido anteriormente, fomentan que los miembros de una sociedad, que se saben (racionalmente) susceptibles de infección, sigan re-presentándose a sí mismos como sujetos inmunes al contagio (prácticas). Si los sujetos no se perciben como pertenecientes a grupos estigmatizados (como el caso de homosexuales, trabajadores sexuales, drogadictos, bisexuales), se consideran a sí mismos inmunes a la infección, a pesar de la información que organismos de salud, gubernamentales o no, proporcionan casi cotidianamente sobre la posibilidad real de contagio.

Las estadísticas más recientes, una de las representaciones simbólicas que gozan de cierta veracidad por considerárseles "objetivas", muestran un aumento alarmante de casos de contagio en mujeres, específicamente amas de casa y niños. Estos casos han sido denominados "víctimas inocentes", lo cual manifiesta una postura social (no homogénea) de cómo es vista y construida la enfermedad, ya que si hay "víctimas inocentes" necesariamente existen "víctimas culpables"; lo que hay detrás de estas afirmaciones es una (entre muchas) construcción simbólica de la enfermedad: castigo por ser lo que se es (homosexuales), castigo por hacer lo que se hace (trabajadores sexuales, drogadictos), castigo por pensar como se piensa (liberales), castigo por querer lo que se quiere y se hace (homosexuales, trabajadores sexuales).

Habrá que considerar la importancia de la relación entre los "hechos" que son imposibles de conocer empíricamente por parte del investigador y los datos sobre la enfermedad. Esto significa que es necesario construir el puente conceptual y metodológico entre "la realidad" social y las representaciones simbólicas sobre el SIDA, objeto de la presente investigación.

Las campañas de prevención del SIDA han sido insuficientes, no en cuanto al número y difusión solamente, sino en cuanto a sus impactos y resultados. El Dr. Juan Ramón de la Fuente, director de Conasida (una de las instituciones sociales legitimadas para el combate al SIDA en México), en su discurso pronunciado en la inauguración del simposio "El SIDA en México y en el mundo, una visión integral" , declaró:

" No sabemos con suficiente profundidad porqué los seres humanos seguimos incurriendo con frecuencia en actitudes y comportamientos que nos exponen a riesgos tan graves como la exposición al VIH. En consecuencia no tenemos tampoco estrategias preventivas más eficaces que nos permitan modificar como quisiéramos este tipo de comportamientos... Estas estrategias han sido insuficientes para modificar ciertos patrones de comportamiento sobre todo en las poblaciones que ahora conocemos e identificamos como de mayor riesgo..."

Todas las campañas (de cualquier sector o grupo social) parten de una cierta construcción de sentidos que fundamentan ideológicamente una visión, siempre fragmentada y fragmentaria, de la enfermedad; esta fragmentación es causa de las construcciones simbólicas heterogéneas, por tanto el impacto de las mismas sólo se registra en ciertos grupos o sectores, en aquellos en que los esquemas y sistemas simbólicos son convergentes, y al mismo tiempo el impacto es nulo o mínimo en aquellos en que no existe convergencia valoral. Ante los significados propuestos por todas estas campañas de corte ideológico diverso e incompatible en algunos casos, los actores sociales ponen en juego sus propios significados y valores que parecen, en una primera instancia, impermeables a aquellos propuestos divergentes del sistema de valores que sustentan la interpretación de la realidad que cada uno de los agentes establece respecto de la enfermedad. De tal suerte que aunque las campañas preventivas ofrecen información que los actores-emisores reconocen como "objetiva", ésta siempre está enmarcada en un sistema valoral y simbólico que puede entrar en conflicto con los sistemas valorales y simbólicos de los actores-receptores y llevar a éstos a un rechazo, sino total, por lo menos parcial de las propuestas de cambio.

La hipótesis de la investigación está centrada en la negociación de significados, la cual sólo es posible cuando los significados propuestos tienen elementos convergentes, evocadores y provocadores para los receptores, quienes se permiten "abrirse" a ellos, revisar los propios e identificar posibles ventajas de un cambio en la significación. La construcción de nuevos significados implica una posible de-construcción de los anteriores y/o una re-construcción valorativa a partir de ciertos esquemas de interpretación.

Siguiendo con esta idea, se puede afirmar, por los estudios anteriores realizados, que las campañas de prevención "legitimadas" que se han difundido en México, y concretamente en Guadalajara, se diseñan, producen, difunden y valoran desde ciertos esquemas sociales de interpretación. Estos esquemas sociales y valorales se objetivan y se reconstruyen en los discursos sociales que cotidianamente las instituciones de poder exponen y proponen a la sociedad; tal es el caso del discurso religioso (iglesia católica), del discurso político (gobierno) y del discurso del sector salud (gubernamental o no). Es en este contexto en el que se encuentran inmersos todos los sujetos, receptores y emisores.

Dentro del contexto de las campañas de información y educación contra el SIDA el papel de los medios de comunicación en la sociedad es significativo y ha tenido etapas; básicamente podemos hablar de tres, que aunque no son necesariamente excluyentes en cuanto a los periodos en que se han conformado, sí han marcado diferencias en cuanto a su relación con las formas de entender y dar a conocer la enfermedad:

1) En los inicios de los programas de educación sobre el SIDA (entre 1985-1986) los medios de comunicación, especialmente la prensa mexicana, se caracterizó por publicar artículos sensacionalistas, estigmatizadores y antihomosexuales, y presentaron a éstos últimos como las únicas personas afectadas por la nueva enfermedad.

2) En una segunda fase (1987-1988) la prensa publicó mayor cantidad de artículos, menos sensacionalistas y el tipo de información cambió. Comenzaron a ofrecer información sobre formas de transmisión, métodos de prevención y elementos biomédicos. Se resaltó la discusión entre gobierno y grupos conservadores (1).

3) En una última etapa (de 1990 a la fecha) la prensa publica variedad de artículos abarcando aspectos biomédicos, de derechos humanos, formas de prevención y, sobre todo, discursos sociales de diversos organismos y actores que muestran la polaridad de construcciones a propósito de la enfermedad y sus efectos en nuestra sociedad.

La propuesta de este pre-proyecto es descubrir, a partir de un análisis discursivo, los elementos que construyen las diversas "imágenes" que sobre el SIDA se producen y que permean la dinámica social en Guadalajara para, a partir de ello, contribuir a acciones sociales encaminadas a la comprensión histórica y simbólica de propuestas de campañas de prevención de la enfermedad en la cuidad.

Desentrañar los discursos sociales, legitimados o no (instituciones y grupos minoritarios), identificando los elementos constitutivos valorales-ideológicos de los mismos y su relación con sus actores-emisores, permitiría comprender, en primera instancia, la construcción y la representación simbólica de la enfermedad en relación con las actitudes y prácticas sexuales de los miembros de una sociedad y, en segunda instancia, y sólo a partir de la primera, podrían aportarse elementos para la transformación intencionada de los significados de los actores-receptores con el objeto de lograr prácticas sexuales más seguras y frenar así la propagación de esta enfermedad.

El objeto de estudio son las producciones discursivas de instituciones y grupos sociales de la ciudad de Guadalajara, a propósito del SIDA (iglesia católica, conasida y coesida, intelectuales, partidos políticos, organizaciones civiles de homosexuales y trabajadores sexuales, ONGs como Ser Humano A.C.), así como los actores sociales mismos identificados como agentes relacionados con las acciones de prevención de esta enfermedad.

Las producciones discursivas objetivan las representaciones simbólicas que los diversos organismos construyen, manejan y proponen a la población, de tal forma que los discursos oficiales (iglesia y gobierno específicamente), las campañas de información y prevención (de ONGs, sector salud concretamente), manifiestos y discursos vivos de grupos minoritarios (homosexuales, trabajadores del sexo, drogadictos) son los cuerpos-objetos de análisis discursivo. A partir de los estos textos y del trabajo con actores sociales se pretende armar un mapa de representaciones y construcciones simbólicas de la enfermedad, sus manifestaciones, orígenes, causas, prevención y tratamiento; para ello es indispensable retomar el lugar social de los actores, su relación social con otros grupos e instituciones y el impacto de sus propuestas ante grupos heterogéneos y opuestos en términos de valores y representaciones sociales de la enfermedad.

Dice Mark Platts que

Una manera en que se ponen de manifiesto los valores más profundos de una sociedad es su forma de conceptualizar una enfermedad como el SIDA, su forma de comprenderla; y una manera en que esto se pone de manifiesto son sus propuestas para tratar de controlar la propagación de la enfermedad (2).

Algunos grupos y asociaciones identifican a grupos conservadores como los principales obstáculos para el éxito de las campañas de prevención (algunos artículos periodísticos ilustran: "Presiones de grupos conservadores, enemigo a vencer, coinciden expertos" (3); "Integrantes del Frente Nacional de Personas Afectadas por VIH (Frenpavih) indicaron que los únicos sectores que en verdad se oponen a toda prevención de la enfermedad son: el Arzobispado, panistas y Provida"(4)), mientras que estos grupos e instituciones aludidos consideran los discursos de aquéllos como liberales y promotores de la promiscuidad, y establecen criterios morales y/o ecológicos en contra de las campañas de prevención del SIDA, especialmente aquellas relacionadas con el uso del condón (otra vez los artículos de prensa ilustran: "bueno, a fin de cuentas éste -el SIDA- es cosa de joteretes"(5); "Reflexiones condoecológicas"(6)).

Uno de los casos más famosos, lamentablemente, es el realizado por Pro-vida, grupo catalogado de derecha, que presentó una demanda contra el Conasida por promover la promiscuidad al recomendar condones como medida preventiva contra el SIDA. Pro-vida también convocó a una marcha masiva para protestar por la campaña contra el SIDA... la cual culminaría ...con un acto de quema de condones (7).

Volviendo al proyecto, éste deberá sustentarse teóricamente en aspectos de producción de sentido, discursos sociales y la perspectiva de la Comunicación Educativa, para comprender las diversas construcciones simbólicas y mapas cognitivos que orientan la representación y la acción de los actores sociales que intervienen, así como sus universos simbólicos. Los ejes articuladores emanados de la discusión conceptual permitirán construir teóricamente el objeto de estudio y articularán la metodología, basada principalmente en los llamados estudios culturales.

El acto de investigar permite "dar cuenta" y explicación sobre un objeto social, sin embargo este dar cuenta y construir conocimiento sobre el mismo puede crear la paradoja de la investigación, ya que al hacerlo inmovilizamos el objeto de investigación en un tiempo y espacio social definido, lo cual es substancialmente opuesto a la dinámica social misma, la cual cambia y se modifica constantemente; por ello es indispensable que durante la investigación se mantenga una constante vigilancia a los modos en que se va produciendo conocimiento acerca del objeto social que se investiga.

Los estudios socioculturales reconocen a la cultura como una dimensión co-constitutiva del orden social, lo cual permite comprender la sociedad en movimiento en donde los sujetos que la constituyen se apropian, transforman y proponen de manera constante significados sociales diversos.

La significación es el centro del proyecto, entendida ésta como el proceso de producción y simbolización a través del cual los diversos sujetos sociales dotan de sentido a la realidad que viven y perciben, de manera intersubjetiva, es decir, en relación con otros actores sociales, por divergentes que éstos sean entre sí.

Las estrategias metodológicas elegidas para trabajar la hipótesis de esta investigación, entendiéndolas como los mecanismos necesarios para evidenciarla, permitirán articular el marco conceptual y los datos construidos. El objeto (discursos sociales) se encuentra ubicado en dos grandes escenarios: por un lado los discursos sociales publicados en prensa y literatura, y por el otro, aquellos textos que habrán de producirse a través de las entrevistas a profundidad con aquellos actores seleccionados (por ejemplo líderes religiosos, políticos, líderes de movimientos homosexuales, líderes de ONGs); por tanto el análisis de discurso es estrategia metodológica esencial (para discursos publicados y textos a producir) así como la etnografía, la observación, el vídeo para registro in situ y grupos de discusión conformados específicamente para dialogar sobre las reconstrucciones simbólicas que circulan en Guadalajara a propósito del SIDA.

El título de esta presentación retoma el mito de Pigmalión, quien creó una estatua de mujer tan perfecta que llegó a enamorarse de ella. Afrodita se compadece de él y le imprime vida a la imagen, convirtiendo así su sueño en realidad. El enamoramiento es fuente de creación y este proyecto le apuesta a crear esculturas dinámicas que permitan detener la expansión del SIDA en Guadalajara, comprendiendo los entresijos simbólicos de los discursos sociales vigentes. Porque la verdad de las metáforas (dar a una cosa el nombre de otra) y los mitos (expresión de la mentalidad colectiva) que se han construido acerca del SIDA no está en sus contenidos, sino en el hecho de ser creencias aceptadas por varios sectores de la sociedad. La validez y eficacia de las metáforas y los mitos no residen en su veracidad, sino en su credibilidad. Muchas gracias.

Notas al Pie:

(1) Jaime Sepúlveda. "Prevención a través de LA INFORMACIÓN Y LA EDUCACIÓN: experiencia en México" en Jaime Sepúlveda et al, SIDA, su prevención a través de la educación: una perspectiva mundial, El Manual Moderno, México, 1993, p.143.
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(2) Mark Platts. SIDA: aproximaciones éticas, FCE, México, 1996, p. 8
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(3) La Jornada, 7 abril 1997
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(4) La Jornada, 8 abril 1997
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(5) Carlos Monsiváis. "El SIDA y el sentido de urgencia" en Mark Platts (comp.), SIDA: aproximaciones éticas. FCE, México, 1996, p. 79. Hace alusión a una reunión de Diego Fernández de Cevallos -del Partido Acción Nacional- con periodistas ante la pregunta por su política sobre el SIDA.
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(6) Carlos Castillo Peraza -del Partido Acción Nacional-, Proceso, 30 marzo 1997 Jaime Sepúlveda. "Prevención a través de... " p.125.
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(7) Jaime Sepúlveda. "Prevención a través de..." p. 125
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