Generación McLuhan
Primera Edición Especial
Julio 1997


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Familia y Comunicación

Un Viaje en Familia:
Historia Oral y Genealogías Culturales
(1)

por: Nora E. Pérez Orduña

Siguiendo las huellas de FOCYP

Eran las tres de la tarde cuando salí de la casa de Cintia.(2) Ese domingo la calle estaba vacía y el sol de verano me parecía escandaloso. Desde las 10 de la mañana, Cintia me había abierto las puertas de su casa y de su vida; la última entrevista de la investigación había quedado completa en una sola sesión, sin embargo, era sólo la mitad de un camino que se vislumbraba largo.

En 1993 el Programa Cultura de la Universidad de Colima, nos llevó a Tijuana -y a otras ocho ciudades (3)- la propuesta de una investigación nacional titulada La transformación de las ofertas culturales y sus públicos en México (genealogías, cartografías y prácticas culturales en el siglo XX), (4) cuyo objetivo principal fue la generación de información básica sobre procesos culturales de la sociedad mexicana a lo largo de los últimos cien años.

En Tijuana un grupo de estudiantes y académicos aceptamos la propuesta y nos unimos al equipo nacional de FOCYP.(5) A partir de entonces, la oportunidad de iniciar un proyecto de investigación generó cambios en quienes participábamos en la aventura. Nuestras miradas se modificaron y descubrimos que la palabra investigar, que hasta entonces era un término lejano e inaccesible, podía ser una realidad de trabajo concreto.

Cuatro años después, para quienes formamos parte de aquel primer equipo, es indispensable mencionar este proyecto, que más allá de los resultados formales de la investigación, generó una singular experiencia de trabajo que marcó nuestro ecosistema académico.

La interacción que se produjo entre las regiones participantes abrió posibilidades de intercambio de información con otras zonas del país, al tiempo que impulsó el trabajo de investigación regional. Ambos, factores un tanto olvidados por nuestras universidades en Tijuana.

Uno de los objetivos a cumplir en forma paralela al trabajo de FOCYP, era, precisamente, crear las condiciones propicias en las diferentes ciudades de la República para el surgimiento de equipos regionales de investigación, que de manera independiente, profundizaran en los resultados de la investigación nacional y posteriormente generaran nuevos trabajos. Esto con el fin de descentralizar hacia las regiones la responsabilidad de producir información.

Y así fue. Al cabo del tiempo, los resultados de la investigación de FOCYP generaron más preguntas y nos presentaron posibilidades para otros proyectos que poco a poco y de manera independiente hemos realizado.

Este trabajo que recién concluí es uno de esos frutos nacidos del tronco de FOCYP. En él recupero la historia de una de las doce familias tijuanenses que cooperaron como informantes durante la tercera fase de la investigación que consistió en generar historias de familias y genealogías culturales que nos permitieran ver la relación entre los individuos y sus grupos familiares con las ofertas culturales.

Un boleto para viajar: Metodología

Sentadas en un cuarto rosa (cortinas rosas, alfombra rosa, colcha y cojines rosas) Cintia y yo miramos la grabadora y las tazas de café.

-¿Por dónde quieres que empiece?

- Por donde tú quieras, cuéntame tu vida, en el orden que quieras.

La recuperación de la historia y genealogía cultural de la familia Cordero-Miranda la realicé siguiendo los protocolos establecidos por FOCYP y conforme a las líneas metodológicas de ese proyecto. El trabajo completo consistió en cinco puntos principalmente:

1. Entrevistas de historia de vida con tres miembros de la familia (primera, segunda y tercera generación respectivamente).

2. Generación de fichas de datos para cada miembro de la familia (la mayor cantidad de personas posibles).

3. Análisis de la información.

4. Creación del genograma familiar.

5. Redacción de la historia de familia.

Para las entrevistas de historia de vida, los informantes debían ser hombres o mujeres, adultos, mayores de 20 años de edad integrantes de una misma familia, sin distinción de oficio y, de preferencia, originarios de la ciudad o con residencia de cuando menos, los últimos 20 años. (6)

En el caso de los Cordero-Miranda, son una familia de clase media, cuya primera generación llegó a Tijuana en los años 30´s y se estableció en forma permanente, de tal suerte que las dos generaciones siguientes son nativas de la ciudad.

Las entrevistas de historia de vida las hice a dos mujeres, madre e hija, de la primera y segunda generación, y un hombre de la tercera. Se llevaron a cabo en sesiones individuales de 3 a 5 horas, que fueron documentadas en audiocassettes y posteriormente transcritas.

El análisis se hizo en base a mapas conceptuales en los que se tomó en consideración lo que la gente hablaba en cuanto a tiempos, espacios, sujetos, objetos y acciones.

Se generó un mapa para cada uno de los ocho campos culturales previamente establecidos: Educación, Salud, Religión, Cultura, Medios de Comunicación, Alimentación, Abasto y Diversión. Posteriormente se generaron conceptos a partir de lo que los informantes decían en torno a cada campo y algunos otros temas que salieron en las entrevistas. Por ejemplo, en el caso de la mayoría de las familias tijuanenses, fue notoria la constante mención de la frontera y lo binacional, así como del fenómeno migratorio.

En las fichas de datos se buscó reunir la mayor cantidad de información posible sobre la mayoría de los miembros de la familia. Para ello, se realizaron entrevistas informales a otros integrantes del grupo familiar. Con ellos confrontamos los datos de las historias de vida a fin de corroborar, ampliar y precisar la información obtenida.

Esa información sirvió para crear el genograma familiar. Este se proyectó en forma de trapecio, buscando incluir la mayor cantidad de personas en cada generación y se trazó en relación a los tiempos cronológicos de tal manera que siguiera una estructura diacrónica. El genograma además se utilizó como guía en la narración de la historia de familia.

En el caso de la narración de la historia de familia, se buscó contar con detalle, no sólo el desarrollo de la trayectoria familiar, sino recuperar cuáles han sido las motivaciones que han determinado las decisiones familiares. Intentamos localizar los objetos de deseo que impulsaron cambios en la vida del grupo, así como las eventualidades tales como desastres naturales, enfermedades, movimientos políticos, económicos o sociales, que pudiesen haber influido en la trayectoria de la familia.

Es en la narración de la historia de familia donde escuchamos las voces de los informantes relatándonos su vida. Se hacen presentes con sus percepciones, opiniones y anécdotas.

En el tren del recuerdo.

¿Para qué quieres que te cuente mi vida? Me preguntó Daniel minutos antes de empezar la entrevista. Entonces, recité segura y con gusto la letanía del protocolo de investigación. Días después, al salir de la casa de Cintia con la última entrevista en la grabadora, ya no estaba tan segura de lo que le había dicho a Daniel.

En ese momento las anécdotas y los relatos de los tres informantes parecían narraciones por demás interesantes, pero finalmente hechos aislados. Durante días escuchaba en mi mente las voces de mis entrevistados repitiendo frases a las que yo debía dar congruencia en un texto.

El formato de la entrevista de historia de vida me obligó a aplicar el mítico principio de la comunicación: escuchar. Realmente escuchar, en los momentos de entrevista y durante meses después de eso, las historias de quienes aceptaron compartir sus recuerdos, para encontrar en esos relatos aislados representaciones del contexto cultural.

Y a fuerza de escuchar y reflexionar, cuando la última frase había sido transcrita de la grabadora al papel, tenía la certeza de haberme embarcado en un viaje hacia zonas del mundo social hasta entonces para mí desconocidas.

Recuperar la historia de una familia es subirse al tren del recuerdo para viajar a través de las condiciones que han hecho posible la vivencia y supervivencia de ese grupo familiar. Es convertirse en viajero de la vida y descubrir en la memoria aquello que nos habla de lo que somos a partir de lo que fuimos.

Caminar las rutas de la historia oral es por una parte, una experiencia comunicativa, un encuentro con los otros y por otra, una metodología que permite revalorar la palabra para explorar, a partir de las narraciones de lo cotidiano, interpretaciones del mundo social.

"Todo punto de vista representa más que el individuo", dice Ronald Fraser [Fraser, 1990:135] al describir sus propias experiencias en el campo de la recopilación de historia oral. Efectivamente, porque la persona no vive aislada sino que forma parte de un contexto social, las experiencias individuales conforman, relatan y transmiten experiencias colectivas.

La historia oral devuelve la dimensión humana a las ciencias sociales desde el momento en que rescata la elaboración sociocultural de la historia tal como es percibida por el actor común y corriente [Collado, 1994].

En esa búsqueda de reconstrucción de la realidad (7) nos adentramos al ámbito familiar y desde el mundo doméstico abrimos puertas para entender el mundo público.

Entrar en una casa, sentir el ambiente, disfrutar los colores, los aromas, las formas que la componen; observar su decoración, su distribución; escuchar los ruidos en la cocina, los niños jugando en el patio. Internarse en la experiencia de un hogar, es adentrarse a tocar en el corazón mismo de las personas que lo habitan; es empezar a caminar el espacio físico y social donde se desarrolla la vida de una familia. Entrar en una casa es dar el primer paso para recorrer las rutas que forman la vida al interior del grupo familiar.

Para el investigador social, caminar esas rutas es adentrarse por pequeñas veredas al mundo social. Es trabajar el laboratorio familia para descubrir las formas de comportamiento del universo mas amplio conformado por la sociedad.

El concepto de familia, se compone de dos vertientes:

1. La familia como una red de relaciones biológicas de manutención y reproducción de la especie, conformada por miembros de un mismo parentesco biológico.

2. La familia como una red de relaciones sociales, que van mas allá de lo filial para inscribir en el grupo familiar, aquellas personas que han sido incluidas de diversas maneras, por ejemplo el matrimonio, el compadrazgo, las sociedades, adopciones, etcétera.

Cada individuo hace del concepto familia una experiencia personal que vive y busca constantemente. "Aunque la institución social cargada de afectividad es la misma, ´la familia´ tiene significados y es experimentada de maneras muy diversas por individuos de distinto sexo, edad y clase social".(8)

"En un matrimonio el hombre debe ser el hombre de la casa, pero hay problemas de los hijos que los dos tienen que tener...pues nuestros hijos, nosotros somos responsables por sus vidas, por qué camino van a elegir, uno los guía...la mujer debe saber como educar a sus hijos, como tener la familia junta, como comunicarse con ellos".(9)

"Lo que me gustó mucho de Danila (mi esposa) es el tipo de familia que tiene, es una familia muy unida, ella, su hermana y sus papás, muy cerrados ellos, porque no andan con muchos familiares, pero muy buena familia. Se quieren mucho, el papá no sale si no es con ellas, etcétera, una familia como yo siempre quise."(10)

La familia forma al individuo al tiempo que es conformada por los diferentes miembros que le dan una estructura propia. "Así, la unidad doméstica cobra entidad conceptual en tanto corresponde a la estructura en que las redes de relaciones sociales de los diversos miembros convergen, cristalizadas, en una organización social con vida propia". (11)

Es el grupo familiar, así entendido, el principal transmisor de bienes culturales y en el desarrollo de su historia se reflejan los cambios en los procesos culturales (12) de la sociedad en la que el grupo familiar esta inscrito.

En ese proceso de transmisión cultural se incluyen desde las leyendas de la familia hasta la herencia de la casa o el negocio familiar. Es decir, la transmisión incluye desde las conceptualizaciones e interpretaciones de la vida social hasta la herencia de los bienes materiales, pasando por una gama de habilidades, destrezas, costumbres, formas, conocimientos que permiten al individuo y al grupo familiar mantener o mejorar su posición en el panorama social.

Se transmite, además, el conocimiento de la red de relaciones sociales que permite a la familia subsistir. De esta manera la transmisión se convierte en un continuo proceso de creación y recreación de las condiciones sociales en las que vive la familia y su red.

Rescatar las rutas que un grupo familiar sigue en su conformación social nos sirve para entender la composición de la sociedad que lo cobija. Es por eso que desentrañar, a través de los testimonios orales la historia de familia, se convierte en un proceso de recuperación de lo histórico, lo sociológico y lo cultural.

De cafetales, desiertos y encuentros fronterizos

En el punto impreciso que origina una frontera, una de las ciudades donde México se encuentra con Estados Unidos, ahí se conocieron la familia Cordero y Miranda.

La historia de la familia Cordero-Miranda empieza con dos familias: una proveniente del norte, de los desiertos de Sonora; la otra llewgó de los cafetales del sureste mexicano

Los Miranda, políticos, hacendados, tuvieron que salir de Sonora en la época de la Revolución. Los cordero por su parte, hicieron u largo recorrido desde Chiapas hasta los campos agrícolas del sur de Estados Unidos, en busca de trabajo.

Ambas familias llegaron a San Diego, California, cuando la economía de la región empezaba a florecer. De ahí a Tijuana, era sólo un paso. Pronto ambas familias decidieron regresar a tierra mexicana y el lugar escogido fue Tijuana.

Formada a partir de diversas corrientes migrantes, Tijuana es una ciudad que cuenta con muy pocas familias nativas de tres o cuatro generaciones atrás. Sin embargo, quienes llegaron a poblar la región desde su juventud se convirtieron en pioneros y forjadores de esta ciudad que cuenta apenas con poco más de 100 años de fundada.

Desde 1934 Elena y Eduardo viven en lo que ahora conocemos como la región fronteriza Tijuana-San Diego, pero que en ese entonces era prácticamente un mismo territorio.

Ambas familias migrantes se han apropiado de los aspectos y campos culturales tanto de Tijuana como de San Diego, en forma indistinta.

A partir de esa constante interacción entienden la frontera coo una región que no constituye una separación, sino una unión entre dos ciudades, dos culturas y dos formas de vida opuesta pero complementarias.

Lo binacional es una situación cotidiana de intercambio en el que de la misma manera se consume la oferta cultural es San Diego y en Tijuana. Desde el uso indistinto del Idioma (español-inglés) hasta el hecho de vivir en una u otra ciudad.

La familia Coradero-Miranda refleja en su historia de vida una presencia constante de los campos de Salud y Religión como factores que determinan las decisiones familiares.

Originalmente católicos, dos de las hermanas Cordero cambian de religión al contraer matrimoni con hombres estadounidenses.

La nieta de Elena, Denisse, igualmente contrae matrimonio en Estados Unidos y cambia su denominación religosa. La siguen su madre, Cintia, y su abuela Elena. Ambas frecuentan la iglesia mormona, en San Diego, a pesar de que en Tijuana existe una comunidad con esa misma práctica religiosa.

Las enfermedades de los miembros de la familia son motivo para migraciones, uniones, separaciones. Además representan, en su interpretación, momentos de prueba para su fe.

La salud entendida como favor de Dios, es algo que debe cuidarse y en torno a ella giran los campos de alimentación e incluso la Educación y la Diversión, reflejada en el Deporte (forma de mejorar la salud) o en las fiestas (acompañadas de alcohol, cigarro, desvelos, que deterioran la salud).

Con apenas poco más de 100 años de fundada, Tijuana es una ciudad que apenas empieza a recoger las piezas de su historia.

Quienes, como los Cordero-Miranda, han visto el desarrollo y el cambio de la ciudad, hablan de ella describiéndola como un espacio constante de evolución.

Son familias que en sus historias de vida nos permiten observar los movimientos de una sociedad fronteriza, en desarrollo como es Tijuana.

Llegando de lejos

Recuperar la historia de familia de los Cordero-Miranda fue para mi abrir una puerta a nuevos caminos de investigación, al mismo tiempo que me obligó a agudizar la mirada para entender con nuevos conceptos la realidad que presenta.

Las particularidades socio-culturales de Tijuana, hace pensar que la ciudad es un espacio por explorar en donde las herramientas para medirla aún están por crearse.

Sin embargo, recojo de las experiencias compartidas con miembros de FOCYP de otras regiones, la necesidad latente y quizá para algunos nueva de repensar la cualtura desde las regiones, de crear equipos humanos, centros especializados y recursos propios para investigar los cómos y por qués de nuestras culturas regionales.

En este caminar en busca de rutas nuevas debemos abrir espacios que nos permitan apropiarnos de niestras regiones para recrearlas constantemente.

Una semana después de la entrevista en casa de Cintia, Daniel me hizo llegar un sobre rosa bastante grueso, en su interior encontré diez cuartillas escritas a mano: historias de una adolescente, aventuras, travesuras, amoríos. Cintia las había escrito después del encuentro. La pequeña nota que las acompañaba decía: "Espero que te sirva, cuando te fuiste me quedé pensando en mi vida y me acordé de estas anécdotas".

El trabajo de transcribir, analizar y reorganizar las historias de familia, representó para los investigadores un proceso de reflexión que nos llevó a repensar el mundo social. Envueltos en un procedimiento similar, nuestros informantes, re-vivieron y evaluaron su vida, además tuvieron la oportunidad de analizar su lugar en el contexto social, su función. Tanto ellos como nosotros encontramos en la experiencia de intercambio comunicativo una oportunidad de revalorar la vida en sociedad y nos hizo pensar en las posibilidades que tenemos de transformarla, crearla, reinventarla.


Notas al pie

(1) Este trabajo es una síntesis de mi tesis de licenciatura titulada: "sobre el telar de la historia oral: rutas de vida, trayectorias familiares y genialogías familiares"
Regreso.

(2) Con el fin de mantener el anonimato de los informantes, los nombres reales han sido modificados por otros cuya inicial identifique la generación a la que pertenecen. Así, los miembros de la primera generación tienen nombres que inician con la letra "A"; quienes pertenecen a la segunda generación, sus nombres inician con "B", y así sucesivamente, con excepción de la pareja nuclear, cuyos nombres empiezan con "E".
Regreso.

(3) Colima, Veracruz, Morelia, León, Mexicali, Guadalajara, Monterrey y México, D.F.
Regreso.

(4) Cfr. GONZALEZ, Jorge A. "La transformación de las ofertas culturales y sus públicos en México un apuesta y una propuesta a la par in-decorosas. en Estudios sobre culturas contemporáneas. vol VI, no. 18. Programa Cultura. Universidad de Colima. Colima. 1994.
Regreso.

(5) Para facilitar el nombre del proyecto se utilizaron la siglas FOCYP, Formación de Ofertas Culturales y Públicos.
Regreso.

(6) Protocolo FOCYP para realizar historias de vida.
Regreso.

(7) "Por reconstrucción de la realidad queremos decir la actividad desordenada y tortuosa de aprender a ver desde dentro del mundo de un individuo o grupo(...) Esto constituye una meta totalmente diferente a la de descubrir y verificar hipótesis científicas." SCHWARTZ, Howard y JACOBS, Jerry. Sociología cualitativa. Método para la reconstrucción de la realidad. Trillas. México. 1984.
Regreso.

(8) JELIN, Elizabeth. "Familia y unidad doméstica: mundo público y vida privada" Fotocopias. sin referencia.
Regreso.

(9) Entrevista con Elena Cordero.
Regreso.

(10) Entrevista con Daniel Cordero.
Regreso.

(11) JELIN, Elizabeth. Op cit.
Regreso.

(12) Los conceptos de campos culturales, bienes culturales, habitus, transmisión y capital cultural se manejan en los términos que propone Bourdieu. Cfr. BOURDIEU, Pierre. Los tres estados del capital cultural.
Regreso.

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