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Por José
Manuel de Pablos
Número 38
Tomo
el periódico el jueves 15 de agosto1
y leo en primera página, bajo una foto en color casi cuadrada
a 3 columnas de la agencia Reuters: “Las inundaciones arrasan
la nueva2 Alemania del Este”.
Mi
primera impresión es de autocrítica: “Ni siquiera
en vacaciones debes dejar de leer la prensa. Se ha creado una nueva
Alemania del Este, se ha vuelto a dividir Alemania, y te enteras
por estas inundaciones”.
El
pie de foto y el subtítulo aluden a Praga, de modo que me
vuelvo a criticar: “Ahora resulta que la República
Checa es parte de la nueva Alemania del Este y tú no te enteras,
porque en agosto dejas de leer algunos días el periódico”.
Dice
el pie aludido: “Soldados checos apilan sacos terreros ante
la crecida de las aguas del Moldava, en el centro histórico
de Praga”. Cuando comencé a leer eso de los soldados
checos me asaltó la duda: “¿Será que
los soldados checos han acudido en socorro de sus vecinos de la
nueva Alemania del Este?”. Pero, no, después el pie
acaba ciñendo la acción a Praga, que según
la información que empiezo a conocer podría ser la
capital de la nueva Alemania del Este.
El
sumario se vuelve a referir a la capital checa: “Praga pide
ayuda internacional para salvar su casco histórico”.
Después
de la lectura de título, sumario y pie de foto me quedo lleno
de confusión, por haberse creado1 de nuevo la Alemania del
Este y por estar incluida Praga, la República Checa en esa
nueva división alemana.
Por
fin empiezo salir de dudas cuando en la 7ª y 8ª líneas
de la entradilla de esta nota en primera página se habla
de un suceso ocurrido en “la antigua República Democrática”.
O sea, el autor del título quiso decir algo diferente a lo
que dijo y lo dijo en la portada del periódico, a 3 de sus
5 columnas bajo una foto en color. Aparte de la aparente incorrección
de referirse a un ente político inexistente, mezcló
dos países, vecinos, pero diferentes, en un todo revuelto
que origina en el lector la confusión que se habrá
podido apreciar tal como hemos relatado.
Parece
igualmente evidente que el este de Alemania (“... muchas zonas
del este del país...”) no se puede ni debe confundir
con “la antigua República Democrática”
(ya extinta) ni mucho menos con “la nueva Alemania del Este”
(inexistente en este momento).
¿Cómo
es posible que un periódico de calidad y prestigio [“Lo
que nos queda”, me dice mi musa] se permita este tipo de (aparentes)
incorrecciones en la primera página de un día festivo?
¿Es que el diario no se ha de redactar de la manera más
sencilla y entendible por sus lectores? ¿No lo dice así
cualquier libro de estilo, más allá de que estos acaben
transformados en ocasiones muy señaladas en meras producciones
editoriales destinadas a ser superventas entre lectores asiduos?
Este
choque con cualquier idea de calidad periodística se vuelve
a dar durante varios días en el mismo periódico, de
modo que el lector se podrá preguntar si realmente el periodismo
está herido3 o se trata
de los influjos del mes de agosto. Cuatro casos de muestras nada
más:
1
El comienzo de la campaña electoral democristiana en Alemania
se ilustra con una sola fotografía, de la agencia estadounidense
AP, la de uno de los candidatos, Stoiber, que ha tropezado al
subir al estrado y aparece por detrás, mientras parece
caer al suelo.4 Al margen del
mal gusto de publicar una foto tomada por la espalda, la pregunta
–ética aparte— es sencilla: ¿Esa imagen
de un tropiezo en una escalera es la estampa más acertada
de un comienzo electoral? ¿Harían lo mismo si el
fotografiado fuera el director del periódico que subiera
a recibir un premio? ¿Si fuere el dueño del periódico
que subiera a abrazarse con un premio Nobel o con un rey?
2 En la portada del domingo 1 de septiembre,
la foto central a dos columnas y a todo color es la de una joven
vestida de novia. “¿Qué boda del año
es ésa, que se me ha escapado?”, me pregunto. No
es ninguna boda del año: es la fotografía de una
joven española que murió en el atentado contra las
Torres Gemelas; su publicación sirve para calentar el ambiente
mediático ante la cercanía del primer aniversario
de lo que todo el mundo sabe y no necesita que se le recuerde
con todo tipo de detalles... ¿hasta rozar nuevamente el
morbo periodístico? Esta ‘intensa y complicada labor
de periodismo de investigación’ ha logrado semejante
fotografía que tanto ayuda a entender lo sucedido en Nueva
York y no es cuestión de dejar pasar la oportunidad: ¿Periodismo
de oportunidad? ¿Periodismo? Nos dan detalles de gran relevancia:
“Silvia San Pío, de 26 años y embarazada de
siete meses”.
3 En la página 3 del mismo periódico
encontramos este titular a 4 columnas: “Dos helicópteros
israelíes matan con misiles a cuatro menores palestinos”.
Aquí nos surgen estas preguntas: ¿Matan o asesinan?
¿Matan o asesinan los helicópteros o asesinan los
militares que van al frente de este herramienta de destrucción?
Parece que hay muchas ocasiones en las cuales se ha de ser muy
certero en lo que se dice y en el conflicto que sufre el pueblo
palestino es un caso muy claro de necesidad de acertar mejor con
los titulares y nombrar cada acción con la palabra más
acertada. No es lo mismo matar que asesinar.
4 La otra fotografía se publica igualmente
en primera página5 y
muestra al secretario general del partido socialista con su esposa,
mientras pasea por la playa y se cruza con quien ocupó
antes que él el mismo puesto en el partido, con su esposa,
éstos dos últimos en traje de baño.
La inserción de esta foto en portada y con un pie no ya de
compromiso sino de mero relleno6
es denunciado por una de las señoras que aparecen en la imagen:
el secretario general del PSOE concedía una entrevista al
periódico y allí estaba el fotógrafo. Hasta
aquí, todo normal. Antes de la entrevista, el fotógrafo
–más cercano a la figura del paparazzi que al fotógrafo
de un diario de calidad— sacó varias imágenes
de los dos matrimonios en la playa. La denunciante asegura7
que ni por asomo pensó que aquellas instantáneas fueran
para publicar.
A
esta sorpresa de quien es fotografiado en su intimidad se suma la
molestia de la gracia chusquera que una ¿comentarista?8
del diario se permite sobre la foto como montaje y se pregunta que
quién avisó al fotógrafo. O sea, la escritura
como arma arrojadiza o la ausencia del rigor más elemental
que ha de acompañar todo escrito en prensa (aunque sea de
referencia, precisamente por eso, por ser la referencia dominante
y no está bien visto que se altere el concepto de ‘referencia
dominante’, si lo que domina es basurilla). En este caso,
se comprueba que en la página 14 del mismo ejemplar hay unas
declaraciones del líder socialista, con una foto del mismo
fotógrafo del periódico, lo que confunde todavía
más al lector acerca de si la foto de portada estaba preparada,
era un montaje publicitario... en el que habría participado
el diario. Lo que se advierte al final es que de la enorme cantidad
de fotos hechas, sólo se decidieron dos, la de portada paseando
por la playa y otra que va dentro... donde quien hace las declaraciones
aparece borroso en primer plano y su esposa sonriente y muy nítida
en segundo plano... Todo ello, no se ponga en duda, sin intervención
de los autores del reportaje, ’arreglado’ en la redacción
central por alguien de la vieja guardia, de los que comulgan con
el secuestro del periódico desde su consejo de administración.
Lo
profesionalmente acertado es publicar la foto (normal) del entrevistado
y no frivolizar su imagen de ninguna de las maneras. Así,
bien, lo hace el mismo periódico9
con una entrevista con el presidente de Iberia: en portada del suplemento,
una foto informal en su despacho con la maqueta de un avión
en primer plano y dentro otra del mismo personaje, sin ruido ni
aspectos borrosos, como se hizo con el secretario general de un
partido, con fotografías que frivolizaron el trabajo periodístico.
Volvamos
a la noticia sobre “la nueva Alemania del Este”. La
página 2 está dedicada a una crónica desde
Praga; en la 3ª se hace una cita a la desaparecida Alemania
del Este10 y la 4ª está
ocupada por un buen informe de documentación sobre el cambio
climático, ilustrado por una infografía bastante clarificadora.
En
la crónica de la página 3 encontramos que en el texto
de la crónica especial desde Berlín no hay referencia
alguna al concepto político “Alemania del Este”.
Se habla, sí, de unas declaraciones del canciller alemán,
referidas a “en Alemania” o a que el agua “tocaba
máximos en el Este (República Checa y el land
de Sajonia) y aumentaba en el Norte”. La única alusión
cercana dice: “... alertó de que muchos pueblos de
la antigua República Democrática Alemana (RDA)...”.
Aquí, la voz ‘antigua’ es tan importante que
su ausencia en el titular de portada origina la confusión
a la que nos estamos refiriendo. El adjetivo ‘antigua’
pone las cosas en su sitio temporal y su ausencia en el titular
contradice cualquier normativa de estilo.
Sucede
tal cosa en el caso que estudiamos por ese aparente error de redacción
del diario El País, que establece que los titulares
de las crónicas, lejos de escribirlos quien más sabe
del asunto, o sea, el autor siempre, se deja al cuidado de personal
de la redacción central, de la vieja guardia del periódico,
que son siempre los mejor acomodados en la redacción. Esta
decisión sirve muy bien para originar galimatías como
el que aquí estamos contemplando.
La
noticia de estas inundaciones, que suceden en agosto, cuando la
información está en horas bajas, es lógico
que ocupe destacados lugares en la prensa, que vaya en portada y
con foto que se valore como se ha hecho. Lo que no parece de recibo
es que desde la portada se confunda al lector.
¿Qué
hicieron al respecto otros diarios de tirada nacional? ¿Cometieron
los demás el mismo error que el diario de referencia? Veamos
dos ejemplos:
-
El diario Abc ocupó la portada con una gran foto
en color de la agencia europea Epa, que recibe El
País. El también diario monárquico nos
dice con toda exactitud a qué corresponde: “Las aguas
inundan el casco antiguo de Praga”. Las fotos y los textos
ponen el acento en la República Checa y se alude a que
“en Alemania lo peor podría estar aún por
llegar”, con referencia en el texto (p. 4) a “el sur
y este de Alemania...”. En la crónica interior (p.
19) hay dos alusiones a Alemania: “... estragos en el este
y el sur de Alemania...” y “... daños sufridos
por esta región de la antigua RDA”.11
De nuevo aquí, el autor de una crónica anónima
ha insertado el adjetivo ‘antigua’ y no se ha permitido
la libertad tan poco periodística de referirse a un ente
político y administrativo desaparecido, como se entendería
si no se intercalara esa voz.
-
El diario El Mundo titula de forma bastante diferente.
Para empezar, como en Canarias se presenta ante sus lectores junto
a una cabecera local absorbida (La Gaceta de Canarias),
juegan a populismo religioso y la foto de primera página
en color es la de una imagen sacada en procesión. Muy periodístico:
ya sabemos la foto de portada de todos los días 15 de agosto.
En un breve sumario de ‘Otras noticias’ aparece una
foto a 1 columna que da idea de las inundaciones, con este título
también a una dentro de un recuadro: “Las inundaciones
en la República Checa han obligado...”. Tampoco en
este caso ha habido confusión para el lector, si acaso,
que no se diga nada de lo sucedido en Alemania. En el interior,
páginas 15 y 16, en la crónica de Berlín
hay una breve referencia al problema en este país, pero
se cargan las tintas sobre lo sucedido en Chequia. En la siguiente
página se insiste en lo sucedido en Alemania, con referencia
al sur y al este del país. En ningún caso se alude
a la ‘Alemania del Este’ ni mucho menos a la ‘nueva
Alemania del Este’.
¿Por
qué suceden los errores, lapsus, malas actuaciones profesionales
o equivocaciones que aquí se han visto: hablar de un país
inexistente, reproducir la foto que ridiculiza a un candidato, publicar
el paseo íntimo de dos políticos con sus esposas,
recordarnos en traje de novia a la joven embarazada asesinada en
el terrorífico atentado del 11 de septiembre? En todos los
casos, se ha espectacularizado la información:
-
La foto del candidato subiendo con normalidad hubiera llamado
menos la atención.
- Hablar de zonas de Alemania era menos destacado que hacer una
referencia a la “nueva Alemania del Este”.
- Sacar la foto de dos políticos con sus esposas de paseo
tranquilo por unas playa era una aparente primicia informativa
(¿) y
- Publicar la foto de novia de una víctima de un atentado
terrorista iba a ganar simpatías entre los lectores del
diario.
Lo
sucedido al final es que se ha logrado acercar las páginas
del periódico a la pantalla y al tono de cualquier televisora
poco preocupada por el rigor:
-
La foto del candidato que se cae es ‘digna’ de esos
espacios televisuales donde se saca a la gente haciendo el ridículo:
el telespectador se ríe y todos contentos.
- Hablar de un país inexistente como tal parece extraído
de esos espacios donde se desinforma, más que informa,
y se hace a la ligera.
- Mostrar el paseo playero de dos políticos y hacer comentarios
chusqueros paralelos parecen ejercicios de esos programas supuestamente
informativos, donde todo se toma a chirigota y el público
se divierte, en línea con el fin último de muchas
emisiones de televisión.
- Insertar la foto de la novia asesinada en un atentado parece
muy alineado con tantos programas rosas de cualquier tele, que
tratan de tocar el corazón de los espectadores. Recuérdese,
si no, la ‘famosa’ emisión de una televisora
tras el encuentro de los cuerpos asesinados de las niñas
valencianas y todo el morbo que se ofreció en aquellas
imágenes, ya tan repetidas en la pequeña pantalla
con motivo de acontecimientos luctuosos del tipo de asesinatos,
muertes domésticas, accidentes de autocar...
Todo
lo anterior nos hace reflexionar sobre ¿una nueva realidad?:
el diario se pone a la zaga de la televisión y toma a ésta
como ejemplo, todo sea por mantener las ventas. También nos
recuerda aquel artículo titulado “Los periodistas están
en vías de extinción”.12
Porque, ¿hará falta ser periodista para realizar estas
actuaciones tan poco rigurosas? No lo parece. No hace falta ser
periodista, saber hacer periodismo, para estas chapuzas y otras
semejantes. Veamos algunas otras, del mismo periodo de tiempo:
- En un reportaje sobre las piezas españolas de la trama
Al Qaeda se publica una foto en color y a 3 columnas de un montón
de musulmanes en medio de sus oraciones, que nada tienen que ver
con el terrorismo. Se comete una falta de sensibilidad y respeto
al sacarlos a todos con sus culos en primer plano, porque el fotógrafo
ha aprovechado para hacer la foto en el momento en que se agachan
estando arrodillados...13
- De la boda de la hija del presidente Aznar dan en las vísperas
dos páginas enteras con todo lujo de detalles en plan revista
Hola y después de la ceremonia suben a 3 las páginas
dedicadas a la boda. Ya sin rubor titulan “Una boda de Estado
para la hija de Aznar”. Esta segunda información
se ilustra con 16 fotos y una de las planas va en plan álbum
gráfico, toda de fotos, como en los mejores momentos del
Abc de Luis María Ansón.14
- Durante tres días sacan en portada el fichaje de un futbolista
brasileño por el Real Madrid, el primero con una foto a
1 columna, pero los dos días siguientes con gran foto en
color, la más importante de la primera página, casi
en formato de diario deportivo.15
Cuando
el periódico que pisa el jardín de hierba seca, que
es de color amarillo, es un diario de referencia, tenemos que empezar
a pensar –a seguir pensando— que algún tipo de
transición se está produciendo. No es normal tanto
acercamiento a los amplios campos de estas praderas sin yerba jugosa
y verde, adonde se acercan a leer los ciudadanos deseosos de conocer
qué está sucediendo en el mundo en que viven, sin
importarles demasiado si un político se cae al subir unas
escaleras o si dos antiguos contrincantes dentro de un partido se
cruzan en un paseo playero e íntimo. Tampoco para encontrar
y publicar la foto vestida de novia de la protagonista de un suceso
muy luctuoso o la boda de la hija de un político, que no
otra cosa es la boda comentada.
Lo
único que denota todo lo visto es que estamos siendo testigos
de una transición periodística, desde el periodismo
de referencia al periódico más popular, todo con el
fin último de elevar las ventas, de seguir siendo el primero.
Un dios más cerca de lo popular, cuando la calidad deja de
ser el objetivo.
Lo
que duele es que estamos siendo testigos (presuntamente) de una
nueva transición del gran diario. Ya Jesús Ibáñez16
nos recuerda la primera y verán que ambas parecen calcadas:
“Detrás de un periódico hay deseos e intereses
(...) Durante la transición, a una primera etapa heavy
o ascendente ha sucedido una segunda etapa light o descendente
(...) Los deseos de los redactores y los intereses de la empresa
le han ido enviscando, sin prisa pero sin pausa, en la Realidad
(...) No se habla del militarismo de la OTAN, pero sí –aunque
todavía no con mucha saña— del de Nicaragua
(precisamente la otanización del periódico ha despegado
de él a muchos lectores (...) El entusiasmo por El País
en la primera etapa ha virado –en la segunda— a un cierto
desencanto con El País (...)”
Redactores
del periódico de referencia que siempre han estado muy orgullosos
de trabajar en el gran diario, provistos de una herramienta tan
lúcida y rigurosa como su Libro de estilo, empiezan
también a darse cuenta de cómo han de transar en esa
transición y que los únicos intereses no son los de
la información sino de quienes han secuestrado el gran periódico
tan digno de nuestra transacción hacia la democracia. Al
final, todo queda en una transacción por transición.
Como en la vida misma (la vida española, digo).
*
Texto publicado en Mensajes periodísticos y sociedad
del conocimiento (2004), libro-homenaje a José Luis
Martínez Albertos, pp. 233-238, coordinado por María
Jesús Casals Carro (Departamento de Periodismo I, Universidad
Complutense de Madrid). Madrid: Fragua. ISBN: 84-7074-146-2
Notas:
1
El País, jueves, 15 de agosto de 2002, página
1ª, edición Canarias. [Todos los diarios consultados
corresponden a la edición de Canarias o distribuidos en las
islas en la fecha indicada.]
2 El subrayado es mío.
3 Alusión a la obra El
periodismo, herido / Estudios que delatan divorcio entre prensa
y sociedad / ‘El País’, como referente,
del mismo autor, Foca Investigación, Madrid, 2001, donde
se analizan numerosos casos como el que ahora se presenta, que certifican
lo que se dice en ese libro.
4 “Stoiber afronta la recta
final de su campaña...”. El País, 2
de agosto de 2002, página 7 Internacional. El pie
de foto dice: “Stoiber tropieza al subir al escenario desde
donde ayer abrió la campaña electoral de su partido
en Düsseldorf”.
5 “Zapatero y Almunia se
cruzan en la playa de Almería”, El País,
lunes 26 de agosto de 2002, página 1ª.
6 El pie, con el título
de la nota anterior, dice: “José Luis Rodríguez
Zapatero apura los últimos días de vacaciones junto
a su familia en una playa del municipio de La Garrocha (Almería).
Beneficiado en las encuestas, pasea por la arena con su mujer, Sonsoles
Espinosa, e intenta pasar inadvertido. Pero incluso en la orilla
del mar acecha la política. En la fotografía, la pareja
se encuentra con su antecesor en la Secretaría General del
PSOE, Joaquín Almunia, y la esposa de éste. Zapatero
afirma que se ve capaz de ganar las próximas elecciones”.
Sin decirlo, remite a unas declaraciones, en la página 14.
[El pie es de antología, por su simpleza, un pie sólo
útil para colgarse de la foto obtenida sin autorización
expresa de publicación. En el texto hay alguna incorrección
informativa: Almunia no era el antecesor “de la pareja”,
sino de Zapatero.]
7 “Frivolidad”, en
cartas al director, página 9, jueves 29 de agosto de 2002,
firmada por Mila Candela Castillo, esposa de Joaquín Almunia.
La autora, entre otras cosas, dice: “... no daba crédito
a lo que veía, tratándose de un periódico como
El País –los amarillos eran los otros, ¿no?--”;
“Aunque el fotógrafo estuvo haciendo fotos durante
los tres o cuatro minutos que charlamos en la playa, no dudé
que, tratándose de su periódico –se dirige aquí
al director, Jesús Ceberio— ninguna de ellas sería
seleccionada para su publicación”; “Ni el morbo
político del pasado y el futuro, ni el morbo amarillista
del bañador o el pantalón largo, un mucho menos la
insidia sobre quién pudo preparar la escena fotografiada,
deberían ser razón suficiente para decidir la publicación
de ésta en un periódico de la integridad que le supongo
a El País”; “Al elegir esa escena (...)
han mandado un mensaje de frivolidad que abunda en el ya bastante
desolador panorama de los medios de comunicación, pero que
creía impropio de su trayectoria”. [No queda claro
al autor si se trata de la trayectoria del periódico o de
su actual director, Jesús Ceberio, quien lo lleva hacia el
cambio de modelo, abandonada subliminalmente la idea de rigor y
seriedad: es la ceberización periodística.]
8 “La extraña pareja”,
por Maruja Torres, en El País, página última,
martes, 27 de agosto de 2002.
9 Suplemento Negocios,
“El 11-S echó abajo todo un esquema / Iberia prepara
un nuevo plan director”, entrevista con el presidente de Iberia,
domingo 8 de septiembre de 2002, páginas 1 y 12.
10 “Schöder afirma
que la riada se ha llevado 12 años de reconstrucción
de la Alemania del Este”.
11 Dan por sabido en Abc
que el lector ha de saber el significado de las siglas RDA.
12 Artículo de Ignacio
Ramonet publicado en la revista Semana, de Colombia, y
reproducido en Sala de Prensa, de México <http://www.saladeprensa.org>.
13 El País /
Domingo, 8 de septiembre de 2002, página 3.
14 Miércoles 4 de septiembre
de 2002 y viernes 6, respectivamente.
15
Domingo, 1 de septiembre (‘Ronaldo ficha por el Real Madrid’);
lunes, 2 (‘Ronaldo renuncia a cuatro millones de euros anuales
para jugar en el Madrid’) y martes, 3 (‘La rodilla de
Ronaldo supera el examen’).
16 “El
País: un dispositivo de producción de realidad”,
en Por una sociología de la vida cotidiana, Siglo
Veintiuno de España Editores, Madrid, 2ª edición,
1997, página 205.
Dr.
José Manuel de Pablos Coello
Catedrático
de Periodismo, Universidad de La Laguna,
España. Del equipo de investigación Latina de Comunicación
Social. |