|
Por José
Manuel de Pablos
Número
46
A
lo largo de las preguntas se construye el Periodismo.
Lo acabamos de ver1:
sin preguntas no hay Periodismo. Habrá
propaganda, si acaso. Después, hecho el
Periodismo, el Periodismo ha de tomar cuerpo,
forma, una manera de acercarse a sus fruidores:
se ha de titular, como primera medida, como primera
forma de ser visto a los ojos de los lectores,
en el caso de la prensa, en el caso de la radio.
No en televisión: lo que ofrece la tele
está lejos del periodismo. Es diversión,
pasatiempo, pseudo información: si no
hay imágenes no tiene espacio en el telediario.
Hablamos, pues, de Periodismo, o sea, de radio
y prensa. No llega a más.
Por eso es tan
importante la titulación en cualquier
nota informativa: ha de ser la antesala de la
noticia, del corpus informativo, la primera llamada
de atención que recibe el oyente, el lector.
También por esa razón, por la crisis
de calidad que persigue al Periodismo desde finales
del siglo XX y que no ceja a comienzos del siglo
presente, se observan tantos vicios en los modos
de titular, se descubre con tanta facilidad las
filias y las fobias que se esconden en las dos
o tres líneas de un título, sobre
todo en prensa, donde habrá más
tiempo para analizar lo que se dejó escrito
en una redacción, lo vio uno o lo vieron
dos responsables y así se dio a la imprenta
y llega a nuestros ojos.
Lo malo de este
vicio que pretendemos exponer es que siempre
hay un caso semejante, siempre vamos a poder
comparar dos títulos paralelos pero no
parejos: salta la liebre de la mala práctica,
de la desinformación interesada, de la
forma de manipulación periodística.
Si para muestra
vale un botón, aquí vamos a exponer
botones, para ir un poco más allá
de lo que pudiera ser una anécdota. Además,
intentaremos explicar la hipótesis por
la cual han surgido los casos analizados, todos
ellos en el diario español de referencia,
el madrileño rotativo El País.
Si
hay simpatía con el denunciante no hay
presunción. Encontramos dos titulares,
ambos el mismo día, el viernes 26 de agosto
de 2005. Los dos hablan de una denuncia, política,
una; social, otra.
- El denunciado
político no es de la simpatía
del periódico y el redactor, el periódico,
presenta la denuncia sin el tapujo de presunción
alguna, que para eso es un amigo quien denuncia,
es un enemigo el denunciado.
- El denunciado social es un guardia civil y
la denunciante una mujer desconocida, anónima,
sin rostro ni nombre siquiera, de modo que esta
segunda noticia se rebaja con una patada a la
gramática, a la teoría de la periodística,
como trataremos de analizar.
Dice el primero
de los titulares: ”Touriño destapa
una deuda de 500 millones de euros en la Xunta”3.
(Emilio Pérez Touriño, socialista,
del PSOE, es el nuevo presidente del gobierno
de Galicia, la Xunta, después de desbancar
a Manuel Fraga, un ex ministro del dictador Franco,
que presidió Galicia durante numerosos
años, y fundador del Partido Popular,
de derecha dura, lo que en México sería
el PAN.)
La noticia explica
que el primer balance de caja del gobierno comunitario
de Galicia ‘ha descubierto esa deuda de
500 millones de euros’, que será
algo más elevada “a finales de año”,
o sea, no ahora. Ese desplazamiento temporal
no tiene reflejo en el título, de donde
podemos encontrar una primera forma de manipulación:
es una noticia que será tal en ese futuro
mostrado, no ahora, de ahí la disparidad
entre el título, que no el cuerpo de la
noticia, y la realidad. Hay quien dice que el
título se ha de simplificar, pero abreviar
no es alterar la realidad, sino hacer a ésta
más simple, con menos elementos, pero
siempre con respeto radical y absoluto a la verdad
manifestada más apreciable. En este caso
es la que anuncia el propio texto, desde su primer
párrafo: “… se ha descubierto
en la Administración una deuda que a final
de año sumará más de 500
millones de euros”. Al final de año,
diciembre de 2005, no en agosto de 2005. Será
noticia entonces, no ahora: en este momento es
una presunción, un supuesto tal vez muy
bien fundado, una noticia anunciada: la ‘crónica
anunciada’ de García Márquez
no era periodismo sino ficción. Lo mismo
la ‘noticia anunciada’, porque la
deuda será de tal envergadura cuando llegue
el momento que apunta el texto. Ese titular no
ha respetado el cuerpo de texto, la sustancia
de la información. Se ha adelantado en
el tiempo: ha hecho ‘periodismo de posibilidades”,
mera especulación y ya se sabe que la
especulación no es Periodismo.
Sobre lo anterior,
tenemos las filias y las fobias: simpatías
hacia el político socialista; aversión
contra el ¿político? conservador,
aquel Manuel Fraga que fue uno de los socios
fundadores del periódico El País
y que trató con otros elementos de
la derecha de hacerse con el control del periódico.
Ese extremo nunca le será perdonado: se
le pasarán todas las facturas posibles,
como si su historial de franquismo asilvestrado
no fuera suficiente para marcarlo en democracia.
Tenemos, entonces,
una noticia que habla de la denuncia de algo
que será tal en un futuro próximo,
pero se titula como si fuera realidad ya mismo.
A pesar de tratarse de una denuncia, el autor,
el periódico, no ha creído necesario
hablar de ‘presunta deuda’ al exponer
la denuncia, sino la trata como algo real, verdadero
y sin posibilidad de réplica o duda. No
hay ningún tipo de presunción.
Si hay simpatía con el denunciado
hay presunción. La segunda noticia
la encontramos en el mismo ejemplar3,
cuatro páginas después, dentro
de la misma sección, en la última
de las planas de esta sección. Este detalle
es de sumo interés: las dos notas han
sido supervisadas por el mismo jefe de sección
o editor de sección: podríamos
esperar un comportamiento semejante ante dos
notas de denuncias. Pero no ha sido así.
Esta segunda noticia aparece en la columna de
entrada en una página par, con este texto
en cinco líneas: “Una mujer denuncia
a un guardia civil por presunta agresión”.
Estamos ante
una acusación realizada por una mujer
del común, una persona no conocida, sin
estampa pública. La primera manipulación
se encuentra en el mismo título: si una
persona presenta una denuncia por agresión
será una denuncia por agresión.
No es creíble que el denunciante diga
que es ‘presunta agresión’.
Dirá ‘agresión’, sin
rebajar los hechos poniéndolos él
mismo o ella misma en duda, matizando que la
agresión denunciada es ‘presunta’.
No obstante, este uso incorrecto del ‘presunto’
ante un hecho punible se observa con bastante
frecuencia en prensa, por redactores que no han
alcanzado a entender el momento oportuno del
empleo de esa voz atenuante del hecho denunciado.
Lo más
curioso de esta noticia, después de las
lluvias de Roquetas de Mar4,
es que la mujer que denuncia acudió al
cuartel de la Guardia Civil para presentar una
queja y salió lesionada y denunciada a
su vez. El periódico, aquí, hace
alarde de querencia por el instituto armado que
es la Guardia Civil que es militar, lo mismo
que hizo durante el caso Roquetas: se limitaba
a poner el nombre del teniente implicado principalmente
en los hechos, sin añadirle nunca sus
apellidos… hasta que el propio ministro
del Interior lo llamó por su nombre y
apellidos en la comparecencia que hizo en el
parlamento. A partir de ahí, el periódico
puso apellido a aquel guardia que está
suspendido por lo y trasladado. Lo que acontece
en casos como éste, es la actuación
sumisa del periódico ante lo sucedido
a uno o varios individuos de una institución,
que también el diario El País llama
‘la Benemérita’: ninguna institución
armada ha logrado semejante triunfo en el campo
de la propaganda polítca y mediática.
Está
claro que la mujer ha denunciado una agresión
y nunca una ‘presunta agresión’,
como nos relata el titular del periódico,
alterando de esa manera la verdad del cuerpo
de texto. Es lo mismo que sucedió en el
caso anterior: en ambos casos se ha manipulado
desde el titular alterado, con diferente tratamiento
uno y otro, a pesar de sus similitudes.
Esta segunda
noticia añade que el general jefe de zona
de la Guardia Civil, después de la investigación
abierta, concluye que “se exonera al agente
de cualquier negligencia”. Sin más.
Se han olvidado de las palabras, tan criticadas,
del director general de esta institución
armada, poco después de los sucesos de
Roquetas de Mar: echó flores al teniente
implicado, alabó su historial profesional
y llegó a decir con todo descaro que las
porras ilegales empleadas durante la golpiza
que le dieron al ciudadano que acabó en
el tanatorio y ya está enterrado se usaban
en otros países. Después, el buen
hombre pidió disculpas por sus palabras
tan improcedentes, que llegaron a ser criticadas
hasta por un portavoz del partido en el gobierno.
Nada de esto se recuerda; se inserta la información
con toda sumisión aunque en esta ocasión
no han llegado a hablar de la benemérita…
Algunos silencios son muy clamorosos.
Estos dos casos
analizados manifiestan diferentes formas de actuación
periodística, con fobias y filias bien
expresadas: dos aptitudes que nada tienen que
ver con el Periodismo. Si la denuncia hubiera
sido de Manuel Fraga contra el presidente socialista,
la denuncia hubiera sido ‘presunta’.
Si la mujer denunciante hubiera sido una redactora
del periódico, la denuncia no hubiera
sido presunta y se hubiera publicado desnuda
de palabras que diluyeran la posible gravedad
del caso.
Veamos cinco
casos donde no se emplea la voz ‘presunta’,
pero que se hubiera empleado de presentarse las
mismas peculiaridades del caso de la mujer denunciante.
Los cinco titulares o subtítulos son de
la portada de la misma edición. Queda
de manifiesto que la voz ‘presunto’
es casi siempre gratuita y subjetiva.
Página |
Se
tituló o subtituló |
No
se tituló o subtituló |
1ª |
“El
radical Al Sáder pide calma para evitar
una guerra entre chiíes” |
“El
radical Al Sáder pide calma para evitar
una presunta guerra entre
chiíes” |
1ª |
“Los
juristas afirman que la apelación a
derechos históricos es inconstitucional” |
“Los
juristas afirman que la apelación a
presuntos derechos históricos
es inconstitucional” |
1ª |
“Francia
publicará el lunes una ‘lista
negra’ de compañías aéreas
inseguras” |
“Francia
publicará el lunes una ‘lista
negra’ de presuntas
compañías aéreas inseguras” |
1ª |
“Expertos
de toda Europa consideran bajo el riesgo de
que llegue la gripe aviar” |
“Expertos
de toda Europa consideran bajo el presunto
riesgo de que llegue la gripe aviar” |
1ª |
“Balza
permite la marcha de Bilbao, pese a los carteles
de Batasuna” |
“Balza
permite la marcha de Bilbao, pese a los presuntos
carteles de Batasuna” |
La voz ‘presunto’
o ‘presunta’ se usa muchas veces
de forma gratuita, pero a veces hay una intención
escondida de rebajar el corpus de la información
a la que se le aplica esa coletilla, que no se
acaban de cortar algunos periodistas.
Contra
la Venezuela bolivariana todo vale
Veamos un tercer caso, donde se pone de manifiesto
que todo vale contra la Venezuela del presidente
Hugo Chávez, como se viene observando
cada vez que el nombre de este personaje aparece
en las planas del diario El País.
Con sonoras excepciones donde hace aparición
el respeto mediático. Pocas veces, pocas.
Encontramos
la noticia: “Venezuela aprueba la polémica
ley de control de radio y televisión”5
y este subtítulo: “La oposición
considera que la norma atenta contra la libertad
de expresión”. La foto que ilustra
la crónica del corresponsal en Caracas
es de la llegada del presidente Chávez
a Moscú. (Conocida es la posición
histórica de El País para todo
lo que llegaba de Moscú…): ¿hay
que bucear entre estas líneas?.
Es obvio que
hay una gran cantidad de leyes que al ser aprobadas
desatan las iras de la oposición. Sin
ir más lejos, en la España de 2005
gobernada por el partido socialista, todas las
leyes encienden la polémica del partido
conservador, cada vez más ultra conservador,
en una brillante demostración de cómo
se pierden los papeles en política: nunca
veremos que estas leyes son consideradas ‘`polémicas’
desde los titulares del periódico analizado.
Entonces, si el diario etiqueta unas normas de
‘polémicas’, como hace la
oposición, el periódico se estará
poniendo de parte de la oposición, abandona
la objetividad y neutralidad que se enseña
a los periodistas en los centros universitarios
de enseñanza del Periodismo. En España,
las leyes que califica de ‘polémicas’
el diario El Mundo, alineado con la
oposición conservadora, no son tachadas
de tales por el diario El País,
más cercano al gobierno del PSOE. Por
eso es sencillo deducir que para el primero de
los periódicos todo vale contra el PSOE,
lo mismo que para el segundo todo vale contra
la Venezuela bolivariana, contra Hugo Chávez,
a quien evalúan califican cada dos por
tres con epítetos insultantes, que obligan
a la embajadora de Caracas en Madrid a salir
en las cartas al director, eso sí, para
pedir un poco de cordura, solo un poco, que tampoco
esta diplomática es maximalista…
Esto que venimos
diciendo es deducción del titular. Suele
darse ese ‘chirriar de títulos’
cuando hay divorcio entre título y texto.
Veamos qué se encuentra de polémico
el lector español de la crónica
del corresponsal Clodovaldo Hernández:
- Desde el
primer párrafo el corresponsal relata
los aspectos ‘polémicos’
de la Ley sobre Responsabilidad Social en Radio
y Televisión, que así se llama.
Dice que la nueva norma es “un instrumento
jurídico que fija horarios restringidos
para los contenidos considerados pornográficos
y violentos”. Hasta aquí es muy
difícil entender qué tiene de
polémico una restricción horaria
a la pornografía y a la violencia. Si
acaso, se entiende que el control de los horarios
de la pornografía en televisión
puedan molestar a empresarios como el propietario
… del diario El País,
Jesús (de) Polanco, titular de una emisora
de televisión, Canal +, que
ofrece pornografía en horario restringido,
como marca ahora para Venezuela esta nueva ley
de 2004.
- Avanza la crónica: “La Ley (…)
es considerada como una amenaza contra la libertad
de expresión por los partidos de la oposición,
los propietarios de medios de comunicación,
corporaciones de periodistas y organizaciones
de derechos humanos”. Es una lástima
que después de las primeras líneas
que vimos en el párrafo anterior el corresponsal
no explique cuál es la restricción
a la libertad de expresión si se pone
coto horario a la pornografía y a la
violencia televisuales. Tampoco qué tipo
de empresarios mediáticos se opone a
ese control horario y qué tipo de periodistas
(¡) son los que se enfrentan a la libertad
de expresión de la pornografía
y de la violencia. Tampoco se refiere a las
‘organizaciones de derechos humanos’
que se oponen a la ley, de donde se puede concluir
que a) se olvidó de las mismas, b) no
existen tales o c) por el contrario, existen,
pero se oponen por otras razones que el corresponsal
ha olvidado exponer.
- En el segundo párrafo, el corresponsal
narra un nuevo aspecto de la ley que debe encerrar
la polémica y la oposición de
la oposición. Concreta, después
de relatar las penas que puede originar la aplicación
de la ley y de recordar la restricción
de contenidos en horario infantil, que la ley
nueva: “… obliga a las empresas
privadas de radiodifusión y televisión
a dar cabida en sus programas a productores
independientes que no formen parte de la plantilla
de estas compañías” y prosigue:
“… consideran que de esta manera
se estimulará el crecimiento de la industria
nacional, pues actualmente la mayoría
de los programas son importados y los que se
realizan en el país son elaborados por
las mismas emisoras”. Los propietarios
de medios se quejan del intento (suposición,
hipótesis) de que “el gobierno
pretende tomar el control de las programaciones,
pues las organizaciones de productores independientes
serán financiadas con fondos estatales”.
Estatales, pero no gubernamentales. Si tal temor
fuera creíble, en España, por
ejemplo, temerían que la Fundación
de Análisis Económicos y Sociales,
FAES, presidida por un ciudadano llamado José
María Aznar, amigo del ¿todavía?
presidente Bush y financiada con fondos estatales,
como la Fundación Francisco Franco (¡qué
horror!), podrían ser manipuladas desde
instancias gubernamentales, cosa que es muy
difícil de creer, siquiera de suponer.
El hecho de tratar de frenar la importación
de programas y de lograr un crecimiento de la
industria nacional parece fines sin importancia,
a los que se han de oponer los que importan
basura barata para pasar por sus pantallas:
hacerlas más rentables fijando a una
audiencia atontada con esa basura televisual.
- Al final aparece el nombre de una ONG, estadounidense,
Human Rights Watch, estadounidense,
casualmente, de la que el viceministro de Comunicación,
William Castillo, asegura que no conoce la realidad
venezolana: “La defensa que esa organización
–añade el estadista bolivariano–
hace de la libertad de expresión es la
de un derecho empresarial”. ¿Se
entiende?
- También ha de ser polémico que
la ley, cuenta el corresponsal, “contempla
la figura de los comités de usuarios,
organizaciones que tendrán influencia
directa en las decisiones que tomen las autoridades
acerca de programas, multas y otras sanciones”.
O sea, el poder ejecutivo cede poder al ciudadano
y eso es evidente que es polémico en
un lugar donde empresarios asilvestrados han
hecho fortunas vendiendo telebasura y manejando
a los políticos clásicos o convencionales,
por medio de un recurso público y nacional,
como son las ondas, que utilizan por medio de
concesiones administrativas que el ejecutivo
tiene la obligación moral de que no se
emplean contra la sociedad. Cuando se establecen
normas con esa finalidad, el poder mediático
truena y critica todo lo que puede, compinchado
con los medios de otros países, como
España, donde temen que un gobierno deje
de hacer la vista gorda, de dejar hacer y deshacer,
de tolerar los conglomerados mediáticos
en pocas manos, para manipular mejor e impartir
en cada momento la doctrina que conviene mejor
a sus intereses, como sucede con el grupo Prisa,
propietario de El País y de
emisoras y periódicos de todo tipo, cuando
se alinean con firmeza contra la renovación
de la vida pública en Venezuela.
No vaya a ser
que.
Notas:
1
“Periodismo es preguntar”, artículo
anterior de esta columna, en Razón
y Palabra, agosto de 2005. (Ver números
anteriores.).
2 Diario El
País, viernes 26 de agosto de 2005,
página 18 / España.
3 Página
22, de la misma sección, España.
4 Ver el artículo
“Periodismo es preguntar”, en el
número anterior de la revista.
6 Edición
del vienes 26 de noviembre de 2004, página
13, sección Internacional
<http://www.porlared.com/cinered/cine/peliculas/p04_376.html>
Dr.
José Manuel de Pablos Coello
Catedrático
de Periodismo, Universidad
de La Laguna, España. Director del
Laboratorio de Tecnologías de la Información
y Nuevos Análisis, LATINA.
|