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LA EPISTEMOLOGÍA CONSTRUCTIVISTA HACIA UNA COMUNICOLOGÍA POSIBLE.  Bases para una propuesta general de trabajo epistemolÓgico

Por Jesús Galindo
Número 61

I. Buscando una base epistemológica para una Comunicología posible. 

    1. Necesidades epistemológicas del proyecto hacia una Comunicología posible.

       No hay trabajo sistemático académico en una Epistemología de la comunicación1. El que existe no está consensuado. Como el de Manuel Martín Serrano2 o el de Gregory Bateson3 (ambos desde una perspectiva sistémica). Lo que tenemos es una diversidad de nociones y perspectivas conceptuales sobre la comunicación sin ningún telón de fondo común o un esquema organizador. No hay Epistemología de la comunicación en el campo académico con ese nombre, y si existe no forma parte de un programa orgánico al campo, ni en forma regional ni en forma general4.

       A partir del material que existe se imponen dos tareas, por una parte la sistematización de lo que no está sistematizado, y por otra parte la configuración de alguna propuesta que ensaye recuperar todo lo disperso bajo una forma organizada única, a partir de la cual reiniciar el proceso de diferenciación. La primera tarea requiere un trabajo a fondo desde una perspectiva bibliográfica, la Biblioteconomía tiene mucho que aportar en algo así. Por supuesto también se requiere un conocimiento amplio del campo académico de la comunicación en su trabajo teórico y de construcción de objetos, como base a priori del mapa que guiará el trabajo bibliográfico. Por otro lado esta el objetivo final de la sistematización, la configuración de un esquema único de representación del trabajo teórico en comunicación. Aquí se necesita un conocimiento sobre teoría de la teoría, epistemología propiamente tal, para vincular puntos de vista no relacionados en lo evidente, y separar visiones semejantes en apariencia.

       El esquema anterior de trabajo es parte de lo que ha venido realizando el GUCOM, el grupo hacia una Comunicología posible5. A partir de una revisión bibliográfica de los principales materiales sobre el tema teórico de la comunicación, el segundo movimiento fue el trabajo en la historiografía que está detrás de toda esa manifestación de textos. El tercer movimiento es ahora la reconstrucción de las genealogías teóricas identificadas a partir del trabajo bibliográfico e historiográfico. Las genealogías fueron ubicadas a partir de un mapa general inicial de nueve fuentes teóricas básicas históricas del pensamiento científico en comunicación6. La generación de una Comunicología posible pasa en buena parte por una revisión de la relación entre problemas y visiones, por época, y según cada fuente y su respectiva relación con el campo académico de la comunicación.  En este asunto de la historia y el pensamiento (Historia de la ciencia y Epistemología), el contraste entre siglo XIX y siglo XX es clave, aprovechando la distancia que permite mirar desde el siglo XXI. Y en ese mismo sentido está la evaluación de la situación de si la Comunicología es parte de una nueva era científica, o sólo parte de una genealogía. ¿Ambas?

       La Comunicología parece moverse entre una visión que es del siglo XIX, que se construye en el siglo XX, y que necesita emanciparse de su pasado para emerger como una nueva propuesta para el siglo XXI. La revisión de las fuentes parece necesitar un trabajo mayor de Historia de la ciencia y de Historia de las mentalidades. Y por otra parte la Epistemología aparece como clave para desarmar la historia, y para armar la propuesta. El proceso de desarmar es trabajo para una nueva fase general que deviene del trabajo de historiografía de las fuentes científico históricas.

       Algunas ciencias, fuentes del pensamiento hacia una Comunicología posible, tienen una forma sistémica, como la Economía Política, la Lingüística, la Cibernética, la Semiótica, y ciertas Sociologías. Lo cual permite suponer que el pensamiento sistémico es en efecto una perspectiva primaria más allá de las ciencias particulares, hacia una nueva configuración del conocimiento. Es posible imaginar, al igual que Levi Strauss que ciertas ciencias sociales se movían hacia una gran ciencia general de la comunicación7. Imaginando ahora con las nuevas y mejores condiciones constructivas que permite el pensamiento sistémico.

       El asunto de una ciencia general de la comunicación podría incluso ampliarse más allá de las ciencias sociales, una ciencia general del movimiento, de la forma de la energía en el tiempo y el espacio. Para ello el programa hacia una Comunicología posible general necesita ampliarse, y ello supone más historia de la ciencia, más Epistemología, más trabajo al nivel de la configuración sistémica del conocimiento. La genealogía de la comunicación puede ser una que viene de la religión, pasa por la Filosofía, llega a la ciencia, y continúa en la cosmología sistémica de la comunicación.

       El trabajo hacia una Comunicología general posible ha tenido su base en las Comunicologías históricas, esas que se describen en las genealogías de las nueve fuentes científicas históricas hacia una Comunicología posible8. De este trabajo han aparecido varios elementos que exigen un compromiso epistemológico de orden superior. Los rasgos constructivos epistemológicos de las diversas genealogías con múltiples. Intentando ajustar a los puntos de vista constructivos básicos el proyecto ha identificado cuatro grandes corrientes constructivas epistemológicas en las nueve fuentes. Esas corrientes son el positivismo, la hermenéutica, la dialéctica, y la sistémica. En principio esto supone que hay desde un punto de vista constructivista, cuatro grandes ciencias de la comunicación. No es este un conocimiento oficial del asunto teórico en el campo académico. Por tanto es una tarea aún por divulgar y fundamentar. La Comunicología general posible supone la búsqueda de  la identidad entre estas cuatro diversidades. Cada uno de los cuatro puntos de vista tiene el potencial para discutir y sustentar prioridades y superioridades sobre los otros. Ese es un asunto que requiere especial atención. Pero por otra parte las diversas propuestas parecen corresponder a distintos momentos y desarrollos de la complejidad del pensamiento de los últimos dos siglos. La forma más avanzada y que parece integrar a las otras tres es la sistémica. En esto no estarían todos los críticos de acuerdo, pero es la visión en este momento del GUCOM.

       El punto clave de inicio son las primeras nociones posibles de la palabra comunicación en nuestra época, la interacción y la difusión9. Al mirar al mundo contemporáneo como un flujo de informaciones constante y en sucesivas y múltiples afectaciones, y por otra parte, como un panorama de diversidades en constante mutación, contacto y relación, la comunicación no puede ser vista desde las visiones del siglo XIX, e incluso del XX. En aquellos momentos la simplificación era posible y para muchos necesaria. La complejidad del mundo se reducía para operar mejor sobre lo sustantivo, lo prioritario, lo evidente. Ahora no es suficiente con esa perspectiva, necesitamos aspirar a lo complejo, a lo múltiple y simultáneo, a lo aparentemente caótico e inasible. La comunicación está hecha de la sustancia de la que el mundo actual aparece configurado. También puede ser reducida como en el pasado, pero todo es más rápido y articulado que entonces, lo percibido por medios lentos y parciales sólo entregará resultados en un orden incompleto y a destiempo. El juego está entonces en traer a la comunicación a visiones constructivas más ambiciosas y complejas, lo cual es posible y necesario. Y por otra parte intervenir la relación entre lo viejo y lo nuevo con la misma lógica, la de comunicación, la de vinculación móvil, difusión constante, interacción múltiple. Esto representa un reto a la imaginación y a la competencia técnica lógica. Y el reto también es un compromiso.

       De este escenario lo que emerge con claridad es la necesidad de buscar una perspectiva constructiva que posea las cualidades de complejidad, movilidad y precisión, que el pensamiento contemporáneo exige. En esta búsqueda el proyecto hacia una Comunicología posible ha ido revisando con cuidado visiones y estructuraciones epistemológicas. La más poderosa por incluir más cualidades, y permitir además reconstrucción sobre la construcción, es la Epistemología genética iniciada por Jean Piaget. Como veremos en breve su poder reside en su competencia actual y en su posibilidad futura. Es decir, además de su innegable poder descriptivo-explicativo constructivo actual, permite a partir de su configuración, mejoras, evoluciones, intervenciones constructivas imprevistas y posibles. El GUCOM toma entonces como base para su trabajo al constructivismo piagetano, y de ahí inicia una nueva formulación hacia adelante, necesaria, por la forma comprensiva que en este momento tiene de la comunicación el proyecto. Por una parte la ayuda necesaria para la reconstrucción crítica de las comunicologías históricas, y por otra la construcción compleja y sistémica de una Comunicología General posible.

      2. La propuesta de la Epistemología constructivista y la Praxiología para la fundamentación de una Comunicología general.

       La historia de cómo GUCOM llegó a la conclusión de que la Epistemología Genética de Piaget era la opción más adecuada para la construcción de una crítica de la Comunicología histórica es larga, aquí una breve versión. El punto de inicio es que para revisar y evaluar tantas y distintas propuestas que se dicen científicas sobre la comunicación, hacía falta un escalón arriba en la reflexión sobre la construcción teórica-discursiva-científica. Eso era lo que aparecía como urgente hace tres o cuatro años. Pero no era suficiente y quizás ni sustancial. Por una parte era real la preocupación sobre la diversidad de perspectivas, pero fue hasta hace uno año, en el 2006,  que el grupo se dio cuenta que la historia de la reflexividad al interior de cada genealogía era lo más importante, y que sólo a partir de esa crítica interna se podría ensayar la ambición general de la crítica intergenealógica10.

       Miremos con calma la situación por un momento. En la fase bibliográfica  del trabajo del GUCOM aparecen autores y textos que no presentan con claridad su pertenencia genealógica. No tenían por que hacerlo, aunque sería deseable. El panorama entonces era de una diversidad de autores y trabajos que no se agrupan en forma automática en un vistazo. El grupo tuvo que ensayar una hipótesis general de clasificación. Esta hipótesis surge de la revisión y análisis de quince textos sobre teorías e historia de las teorías de la comunicación11. La hipótesis es que hay nueve grandes grupos de autores y textos alrededor de nueve propuestas científicas distintas. La mayor parte son de origen sociológico, o dicen que son de ese origen. A partir de los textos sobre la historia de las teorías de la comunicación, la hipótesis es que existen nueve fuentes científicas históricas reconocidas por el campo académico de la comunicación como el origen de su pensamiento12. Las nueve fuentes son.- Sociología Funcionalista, Sociología Crítica, Sociología Cultural, Sociología Fenomenológica, Lingüística, Semiótica, Economía Política y Cibernética. Con este cuadro la siguiente tarea se facilitó un poco, pero necesitó un esfuerzo mayor de trabajo analítico y reflexivo. El trabajo a fondo en la historiografía de la Comunicología histórica, la historia de las llamadas ciencias de la comunicación.

       Teniendo un primer mapa general genealógico, lo que seguía era reconstruir esas genealogías para identificar los momentos y los hechos que configuraron a cada una de las nueve fuentes hasta llegar a la Comunicación. El trabajo en esa fase se dividió en dos partes articuladas muy de cerca. Por una parte la historia de la fuente en sí misma hasta tocar al campo académico de la comunicación. Y por otra parte la historia de las Comunicologías históricas desde su contacto con la fuente hasta la fecha. Sobre estas historiografías existen ya dos trabajos del grupo a punto de ser publicados13, sobre el trabajo bibliográfico existe un largo texto publicado en el año 200514.

       Al terminar el primer ensayo historiográfico del grupo a mediados del año 2006 apareció como importante el trabajo epistemológico. Sabíamos en forma descriptiva lo que había sucedido, teníamos algunos apuntes sobre el contexto social e intelectual de cada genealogía. Parecía que en principio el objetivo general en el marco de una Historia de la ciencia de la comunicación se había cumplido. Pero no, varios de los miembros del grupo tenían interrogantes mayores sobre cómo se habían construido las diversas propuestas, y diagnosticaban carencias en la dimensión lógica, lingüística, y metodológica-epistemológica de lo hecho. La primera respuesta fue prudente, no era nuestra tarea ir más allá de la historia. Para nuestros fines era suficiente con la descripción de las diversas configuraciones conceptuales para ubicar el asunto de la comunicación, eso era lo que buscábamos en un principio. Pero la tensión siguió por unos meses, hasta que fue necesario un ajuste general a la continuación del proyecto.

       La fase historiográfica, la de Historia de la ciencia de la comunicación, necesitaba ser completada con un trabajo de Epistemología de la ciencia de la comunicación. De acuerdo al proyecto general configurado en el año 200315, después de más de un año de trabajo, la idea de reconstruir en forma sistemática a la Comunicología Histórica continuaba, así como la ambición de proponer una Comunicología General posible a partir de una doble estrategia. Por un lado el trabajo bibliográfico-historiográfico, y por otra el trabajo analítico a priori desde una perspectiva sistémica. Los asuntos epistemológicos no estaban claros del todo en esa primera propuesta, sólo la idea de que la perspectiva sistémica sería la que ordenaría al final todas las dudas y toda la información. Y así hubiera podido ser, pero no fue suficiente.

       La perspectiva sistémica es muy útil para construir, para configurar, para armar el esqueleto de la Comunicología General. Pero no es útil del todo para la crítica de la Comunicología Histórica. Así que necesitábamos un instrumento epistemológico que sirviera mejor para esta finalidad, la crítica de la teoría de la comunicación en el pasado. A finales del 2006 inicia la exploración del espacio epistemológico existente. Para nuestra sorpresa no es clara la genealogía del pensamiento epistemológico, y además es muy reciente. La ciencia sólo ha necesitado mirarse críticamente hasta hace muy poco, unas cuantas décadas hacia el interior del siglo XX16. Bueno, eso facilitaba y complicaba el asunto. Parece, como se comentaba en el primer apartado, que la reflexividad epistemológica coincide con la emergencia de la ciencia de la comunicación en el siglo XX, lo cual es sintomático y un tema maravilloso para la Filosofía contemporánea en general. Para nosotros fue una agradable y compleja sorpresa.

       Siguiendo el curso del pensamiento crítico que necesitábamos como base para nuestro propio trabajo, llegamos a los enfoques epistemológicos históricos, y ellos nos llevaron a la Epistemología Genética de Piaget17. Al realizar tanto el trabajo bibliográfico como el historiográfico fueron apareciendo en nuestros descriptores de contenido ciertas guías sobre lo que epistemológicamente había construido al pensamiento en comunicación. En ese curso de acontecimientos aparecieron cuatro grandes corrientes, detrás de las nueve fuentes, el positivismo, la hermenéutica, la dialéctica y la sistémica. Habíamos dejado para después el desarrollo de las operaciones constructivas de estas cuatro corrientes, en principio nuestro trabajo no parecía ser ese. Pero cuando surgen las inquietudes sobre la construcción conceptual de cada fuente, la tarea aparece como necesaria e impostergable. Es ahí donde el grupo decide dedicar el año de 2007 a la reflexión crítica sobre la construcción conceptual de las nueve fuentes de la Comunicología Histórica.

       La Epistemología Genética fue un hallazgo y un encuentro necesario. Nuestras pesquisas sobre las genealogías epistemológicas no tardaron mucho en converger en ella. Esta apuesta constructivista tiene la enorme cualidad de incluir al pensamiento positivo, al dialéctico y al sistémico18. Y en cierto sentido permite un diálogo con la fenomenología y la hermenéutica desde sus tesis sobre la subjetividad y la relación dialéctica sujeto-objeto. Por tanto se convierte en una propuesta que puede permitir la crítica constructivista de las nueve fuentes, al tiempo que permite la posibilidad de la integración de ellas en un horizonte unificado. Estas noticias han sido buenas, y el trabajo reconstructivo está en curso. Pero no todo son buenas noticias, el espacio conceptual de la comunicación es amplio, pero el espacio práctico es aún más amplio. Y ahí aparecen nuevos problemas.

       La Epistemología genética se nutre de manera directa de los trabajos sobre psicogénesis de Jean Piaget19. En ellos el autor ginebrino ensaya sus intuiciones y las contrasta en forma dura con el mundo empírico. Para Piaget el mundo empírico es la base del conocimiento sustentado. Y del mundo empírico la acción es el centro de la vida humana. Al averiguar y construir a lo largo de casi cuarenta años un esquema de representaciones sobre cómo conoce un niño, deja pautas difíciles de seguir al pie de la letra en otras intenciones sobre nuestro mismo tema, cómo conocemos sobre tal o cual asunto. Esto le sucede a la Comunicología. Al tomar las propuestas de Piaget sobre la psicogénesis y ensayar su ajuste a la sociogénesis del conocimiento científico, el asunto se complica de inmediato. Lo que se entiende en un ámbito como acción que precede al pensamiento, en el otro tiene dificultades en su interpretación. Todas las operaciones cognitivas básicas suponen una relación directa a la acción del sujeto sobre un objeto, de ahí derivan las observaciones y reflexiones sobre la acción misma, sobre el objeto, y sobre el sujeto, y todo parte de la acción. Esto supone un conocimiento que tiene su base en construcciones empíricas del mundo, siempre bajo la figura de ajuste en la acción y el principio de realidad del mundo como límite de las visiones de la subjetividad. Cuando el modelo pasa al mundo de las nueve fuentes de la Comunicología Histórica aparece la relación con lo empírico en distintas formas, incluyendo la casi no relación, o la no relación en absoluto. Esto supone cierta consonancia con las críticas de Piaget al conocimiento especulativo y al conocimiento sólo empírico sin elementos dialécticos. Así pues, Piaget es complicado para las fuentes, por este asunto de lo empírico y la acción. Pero eso no es todo, la interacción lo complica aún más.

       Piaget reconoce a la interacción, pero siempre es una interacción que parte de la premisa epistemológica de la relación sujeto-objeto. En la comunicación la interacción es sujeto-sujeto. Esta dimensión no está concebida por Piaget, pero puede ser configurada a partir de su pensamiento. De ahí que GUCOM reconoce en Piaget un instrumento de crítica a la Comunicología Histórica, pero en el camino encuentra nuevos elementos críticos que enriquecen la propuesta constructivista llevándola de la figura de un sujeto que interactúa con el mundo a varios sujetos interactuando entre sí y con el mundo. Este es un punto que el proyecto desarrollará tanto para la Comunicología Histórica como para la Comunicología General Posible.

       No basta con este ajuste, el programa necesita más ayuda. En la genealogía de la praxis marxista, hay muchas noticias sobre la observación y la construcción de la experiencia de conocimiento a partir de la acción y de la interacción. A todo este mundo le hemos llamado de la Praxiología. Y esta perspectiva es una fuente importantísima para la Comunicología. En el caso de del proyecto hacia una Comunicología posible opera en forma directa sobre la interacción sujeto-sujeto, y enriquece de inmediato la propuesta espistemológica  más completa que tenemos a la mano, la del constructivismo genético. Con ello la posibilidad de completar un esquema de trabajo crítico está casi lista. Por una parte Piaget y su Epistemología Genética, y por otra parte la Praxiología y su Epistemología de la interacción20. Aún faltan otros componentes para completar el asunto. Por ejemplo la aportación lógico-semiótica de Peirce y su genealogía21, y el constructivismo de los biólogos Varela y Maturana22. Y aún hay más.

II. La Epistemología Constructivista y la Comunicología.

    3. Pertinencia de la aproximación constructivista para una Comunicología posible.

       En el punto anterior aparece la afirmación de que la epistemología constructivista genética es la aproximación epistemológica más pertinente para GUCOM por el momento. El argumento central de esta postura hace referencia a la configuración de la Epistemología Genética, la cual desde el punto de vista GUCOM integra a las cuatro posturas epistemológicas encontradas en las operaciones teóricas de las nueve fuentes científicas históricas del pensamiento en comunicación, la Comunicología Histórica. Este argumento requiere una mayor y mejor presentación, esa es la intención de los próximos párrafos, que la decisión tomada por GUCOM quede lo más clara posible.

       Al trabajar en la fase historiográfica a partir de la revisión bibliográfica23, aparecieron las genealogías de autores y propuestas teóricas de cada fuente científica histórica. Al hacer la descripción de los esquemas conceptuales básicos de cada autor y cada línea genealógica, aparece la pregunta por el origen de su construcción. La primera respuesta fue dada por el contexto histórico en el cual cada autor y esquema aparecen24. Así por ejemplo la Sociología Funcionalista se supone responde a un momento histórico de los Estados Unidos de Norteamérica que necesitaba un esquema de orden general que colaborara con su pragmatismo y espíritu de grupo en forma clara y asertiva, al mismo tiempo que se daba la lucha entre universidades norteamericanas por el control de la naciente asociación de Sociología, la llamada Escuela de Chicago tenía la hegemonía, era portadora de una visión de la Sociedad demasiado empírica y particular, el funcionalismo en contraparte proponía una visión universal y práctica al mismo tiempo. Aunque estas afirmaciones  tienen matices y pueden incluso llegar a ser polémicas, el sentido de su aparición aquí es sólo para mostrar el tipo de ensayo que se intentó para expresar algún argumento sobre la aparición, composición y desarrollo de las propuestas teóricas.

       Este tipo de análisis histórico-social- académico tiene posibilidades y potencialidades para mejor entender la aparición y desarrollo de una propuesta teórica. Pero GUCOM necesitaba algo más, algo que nos permitiera juzgar a la propia construcción teórica desde criterios discursivos científicos propios, además de los contextuales exteriores. La pregunta era por cómo se configura un juicio teórico, cuáles son sus reglas de composición, y por otra parte cómo se configura el contenido de ese juicio. El grupo necesitaba elementos sintácticos y semánticos de la composición teórica, además de los pragmáticos, sobre los usos y efectos de esos usos. Nos dimos cuenta que estábamos atendiendo a una demanda que ya tenía historia, y en buena parte el positivismo y el neo positivismo ya habían ensayado una ruta de respuesta a la misma inquietud25.

       Pero el asunto no era tan simple. El trabajo de aprender sobre lógica formal y sobre la configuración de proposiciones lógicas, supone una tarea larga y en momentos árida, y al final sólo tendríamos criterios formales de superficie, y de representación empírica según los criterios de valor de verdad que están en debate desde el tiempo de Rusell y Wittgenstein, el Círculo de Viena26 y la Escuela analítica del lenguaje. De acuerdo, ese es un parámetro que hay que atender, y bajo el cual se tiene a la mano un instrumento formal para evaluar las teorías desde el punto de vista de su construcción formal, y algo más, con un compromiso con cierta perspectiva de lo real y lo empírico.

       Si seguíamos por ese camino no tendríamos más opción que declarar que a genealogía epistemológica del positivismo es la mejor, y desde ahí hacer juicios sobre las teorías positivistas o neo positivistas, dejando fuera los criterios epistemológicos de otras posturas. Las posibilidades de integración en una Comunicología general quedaban de esta manera muy limitadas, aunque presentando un escenario analítico potente y vigoroso. De cualquier forma no era suficiente.

       Al revisar las fuentes históricas del pensamiento en comunicación y su declaración de afiliación epistemológica, cuando la había, aparecieron otras tres posturas epistemológicas. La más evidente después del positivismo, por aparecer como parte de su genealogía en cierto sentido, era el pensamiento sistémico. Esta perspectiva aparecía al mismo tiempo como una novedad respecto al positivismo y como una perspectiva analítica más poderosa. Algo así como un positivismo corregido y aumentado. Pero las apariencias engañan. Y más bien lo que sucedía es que nos íbamos con el impulso de los críticos del pensamiento sistémico desde genealogías no sistémicas ni positivistas. Esto ponía en la mesa dos elementos. Por una parte positivismo y sistémica no son lo mismo, y por otra parte, había que atender a las posturas críticas que los ponían en el mismo saco por alguna razón27.

       De la información con la que contábamos, las propuestas sobre comunicación con la figura de sistemas eran muy atractivas, por ejemplo Palo Alto y Luhmann28.  Y en cierto sentido eran los apuntes teóricos que aparecían con mayor poder, más cerca de la perspectiva comunicológica deseable. Lo que nos hacía suponer que esas teorías podrían responder mejor a los asuntos que en otras teorías se resolvían en forma menos convincente, por ejemplo la vida social de los medios electrónicos de difusión. Hacía falta evaluar si esto era sólo la resonancia de una postura de vanguardia, o si había algo más. Las representaciones sobre la comunicación y nuestra intuición, formación y sentido común nos guiaban en estas evaluaciones parciales.

       Algo sucedió en este tramado sin criterios exteriores duros. Por una parte fueron apareciendo relaciones entre las diversas teorías que parecían de proximidad, aunque no quedaba clara la razón, y por otra parte aparecía la necesidad de tener criterios de evaluación mejores para hacer nuestros análisis y especulaciones. En el primer sentido la Pragmática Lingüística, la Semiótica  y la Sociología Fenomenológica, parecían cercanas a Palo alto y su Cibernética sistémica de la comunicación. Los ecos del estructuralismo de Levi-Strauss también resonaban en nuestros esquemas históricos. Así como las propuestas de Peirce y de Eco en un sentido semiótico más puro. Una parte del esquema posible empezaba a tomar forma. La Fenomenología se interesaba por la interacción de manera semejante a la Cibernética de la comunicación de Palo Alto, y las otras propuestas mencionadas, y otras, hacían consonancia de que esta perspectiva, la interacción, permitiría la configuración de una propuesta integrada. Pero faltaba el hilo conductor, aún faltaba trabajo para hacer una apuesta primera en este sentido.

       La Fenomenología era clave en este punto del trabajo, hermanaba a la interacción con la Hermenéutica, la otra gran estrella epistemológica de las ciencias sociales, y opositora radical al positivismo. El asunto parecía tomar forma en el fondo de la discusión. Positivismo y Hermenéutica tomaban los roles de un pleito antiguo entre los empiristas y los idealistas, entre los materialistas y los mentalistas, entre los realistas y los relativistas. El asunto era que si nos ubicábamos dentro de esos escenarios no habría más remedio que tomar partido, y la aparente oposición no parecía tan radical desde otra perspectivas, por ejemplo la de la dialéctica crítica.

       Para la Epistemología dialéctica la crítica resuelve unida a la praxis las dicotomías anteriores. Esta perspectiva se monta en otra oposición, entre la crítica y la ideología, entre las perspectivas que se mueven en la relación dialéctica sujeto-objeto, y las que inmovilizan esta dinámica por algún interés particular. La dialéctica supera entonces, desde su punto de vista, las dicotomías entre el positivismo y la hermenéutica.  Y en cierto sentido se inclina más por la segunda que por el primero, al que toma también como oponente principal. El punto es que este juego lógico no tiene a la interacción social al centro sino sólo algo que puede interpretarse como tal desde la relación sujeto social – mundo social. Así que resolviendo algo propone una nueva dicotomía ante la cual de nuevo hay que tomar partido. El grupo aprendió que la crítica y la dialéctica son clave para el pensamiento moderno y para la propuesta epistemológica hacia una Comunicología general posible. Pero aún no estaba claro el camino de la superación de las diversas dicotomías.

       Las diversas fuentes se distribuían entre las cuatro perspectivas epistemológicas. La Sociología Funcionalista aparecía más positivista, la Sociología Crítica más dialéctica, la Sociología Cultural más hermenéutica, la Sociología Fenomenológica como fenomenología y hermenéutica, la Psicología social dentro de las cuatro perspectivas, dependiendo de la genealogía particular, la Economía Política más positivista  o como dialéctica, la Lingüística como positivista o sistémica, la Semiótica como sistémica o hermenéutica, y la Cibernética como sistémica y positivista. Y así diciendo, ya en particular las genealogías de cada fuente permiten un nivel de detalle epistemológico mayor que estas generalidades. Como sea era posible plantear un nivel de organización discursiva que no fuera sólo el del objeto general comunicación o sus objetos particulares, o dimensiones de organización de objeto, sino operaciones constructivas más generales que permiten conectar formas teóricas que al nivel de objeto no es posible identificar como cercanas.

       Así que teníamos a las fuentes, a sus genealogías, y a las cuatro epistemologías, en un juego de posibilidades analíticas, pero no poseíamos un instrumento que permitiera verificar la integración en una teoría general, hasta que llegó la Epistemología Genética a nosotros. Lo primero que llama la atención de esta perspectiva constructivista es el horizonte de la posibilidad de congeniar diversidad con integración. Justo lo que necesitábamos. Y por otra parte la configuración de lo dialéctico y crítico simultáneo a lo positivista y sistémico. Como anillo al dedo. Y la posibilidad de incluir en esta polifonía a la hermenéutica en las perspectivas constructivas del sujeto sobre mundo en el cual vive. Parecía que teníamos lo que andábamos buscando. Y así nos pusimos manos a la obra a ensayar el hallazgo, y en el camino le hemos ido haciendo críticas y ajustes, para mejor trabajar lo que necesitamos, por una parte la evaluación crítica de la Comunicología Histórica, y por otra la construcción de una Comunicología general posible.

 

    4. La propuesta Constructivista y la Comunicología Histórica.

       El pensamiento de Piaget es un océano para navegar. En sí mismo supone un reto, un proyecto de estudio a largo plazo. Por otra parte el constructivismo no se agota en Piaget, el espacio discursivo constructivista lleva varias décadas de desarrollo, también implica un gran programa de trabajo la pretensión de abarcarlo. En el trabajo de GUCOM lo que se ensaya es una lectura, una interpretación del constructivismo a través de Piaget. El programa Hacia una Comunicología posible toma de Piaget lo que le parece útil y necesario para sus propios objetivos. En ese sentido es una continuación del pensamiento constructivista piagetano, pero también una clara apuesta aplicada y ajustada para hilar epistemológicamente una crítica a la Comunicología Histórica, y armar un esquema para desarrollar una Comunicología general posible.

       Así pues el proyecto Hacia una Comunicología posible necesita seleccionar del mapa general constructivista piagetano los recursos que requiere para una crítica de la Comunicología Histórica, primero, y para una propuesta de Comunicología General, después29. A continuación un ensayo de ese ejercicio de lectura y selección de elementos constructivistas piagetanos. El ensayo toma como prioridad la primera parte del ejercicio constructivista Hacia una Comunicología posible, la crítica de la Comunicología Histórica. Serán presentados a continuación una serie de elementos provenientes de la Epistemología Genética de Piaget, acompañados de algunos comentarios iniciales, a manera de ejemplo, en la visión de un apunte para una guía de construcción crítica de las comunicologías históricas30.

     1. La historia (genealogías) de los procesos de conceptualización. ¿Cuáles son los autores, las obras, los momentos, y los lugares relevantes? Este trabajo parte de lo ya realizado en las dos fases anteriores de trabajo con la Comunicología Histórica, la revisión bibliográfica y el análisis biblioteconómico, y la descripción historiográfica y la selección de los autores, momentos y lugares relevantes, en las diversas genealogías que parten de la propia historia de las nueve fuentes científicas del pensamiento teórico en comunicación, hasta el desarrollo dentro del pensamiento oficial31 de la comunicación de la influencia de esas nueve fuentes32.

     2. ¿Qué es la comunicación? Como definición general, como objeto general. En el tránsito entre la historia de cada una de las fuentes por si misma hacia la historia de la presencia de la fuente en el pensamiento oficial de la comunicación, aparecen conceptos generales que necesitan explicitación, ya sea que se encuentren tal cual en los textos correspondientes, o que sea necesario explicitarlos a posteriori. Estas definiciones, así como su dimensionalización, son claves para el trabajo posterior. En principio puede haber varias de ellas, en diferentes momentos, por diferentes autores, o algo parecido a una sola. En cualquier caso la definición general es muy importante.  

     3. ¿Cuáles son los objetos que son percibidos bajo esa definición general? Los objetos particulares. Cada definición supone un contenido producto de un ámbito de observación de algún tipo. Ese contenido está relacionado con elementos que aparecen nombrados en el mundo percibido por la perspectiva que se esté considerando. Ese mundo está compuesto de algún modo en esas representaciones, está organizado en alguna dirección según las relaciones propuestas entre diferentes componentes. ¿Cuáles son esos componentes? ¿Cómo están organizados? ¿Son objetos relevantes para la concepción particular de la comunicación en análisis? Por ejemplos las cuatro funciones básicas de la comunicación social según el funcionalismo sociológico de la comunicación.

     4. ¿Cuáles son las conceptualizaciones de esos objetos particulares? Es importante buscar en los textos si esos objetos están definidos, conceptualizados, o sólo están nombrados. Si ciertos conceptos centrales de las fuentes asociados a la comunicación tienen un mayor trabajo que otros, esa diferencia es relevante para la parte histórica de la crítica, y para la parte de construcción posible a futuro de la Comunicología posible derivada de ella. Or ejemplo, la comunicación no es un concepto relevante para la Sociología Fenomenológica, pero si la interacción.

     5. Identificación de las genealogías de esas conceptualizaciones particulares de los objetos básicos que definen la conceptualización general. Los objetos conceptuales pueden o no tener una genealogía, una historia, una variación en diferentes momentos. Una situación es cuando un concepto varía en el tiempo de trabajo por razones empíricas, prácticas, o reflexivas, y otra situación es cuando un concepto parece no variar a pesar del trabajo invertido en el. ¿Qué sucede cuando un mismo concepto-objeto es trabajado por varios pensadores-investigadores, contemporáneos, no contemporáneos? ¿Qué sucede cuando sólo es trabajado por un solo investigador? Por ejemplo Martín Algarra trabaja sobre fuente Sociología Fenomenológica de la comunicación, también lo hace Marta Rizo, pero ambos tienen dificultades para inscribir su propuesta con claridad en alguna genealogía, más bien ensayan conceptos a partir de lecturas posibles de la comunicación desde esa perspectiva.

     6. Identificación del mapa conceptual y la estructura de la lógica de proposiciones. El esquema básico de los juicios teóricos. Ante el trabajo realizado del punto uno al punto cinco, aquí inicia el trabajo más fino. Ahora hay que frasear la teoría. En ocasiones ese fraseo no es muy claro, por estilo o por ausencia de precisión. El análisis debe transformar el cuerpo del discurso de cada propuesta teórica, y sobre todo de las genealogías, en una estructura de juicios y proposiciones lógicas. Poner en un orden formal único todo el discurso teórico. Primero identificar los conceptos, los objetos discursivos, y después los juicios, las proposiciones lógicas en donde esos conceptos aparecen.

     7. Identificación de la estructura de la lógica de significaciones. La identificación de las situaciones y acciones reales, prácticas, por las cuales se motiva la teorización. Aquí aparece el constructivismo más allá de la formalización discursiva. Piaget supone que lo dicho conceptualmente corresponde a situaciones reales que se están abstrayendo y ordenando según un patrón lógico. La tarea es identificar esas situaciones del mundo significadas teóricamente, responder a la pregunta ¿Qué situaciones motivaron la teorización? No todas las genealogías presentan esta referencia, pero todas se inspiraron en ella.

     8. Identificación de la estructura de conocimiento, como la causalidad, la explicación, la comprensión, la interpretación, la dialéctica, la implicación.  Esta es una tarea de un grado de dificultad mayor. Se supone que en las ciencias explicativas, la causalidad es la estructura de conocimiento que guía la construcción teórica. En las fuentes de la Comunicología Histórica no todas las propuestas tienen una intención explicativa, ni buscan a la causalidad como la relación básica entre observables para la formulación de sus juicios y proposiciones. Así que hay que buscar la estructura de conocimiento que corresponda para cada una de las propuestas y genealogías. Por ejemplo, la Cibernética y la Sociología Cultural parecen estar en los extremos opuestos cuando sus estructuras de conocimiento se inclinan más hacia lo causal y hacia lo comprensivo respectivamente, pero en la implicación sistémica pueden tener un punto de contacto.

     9. Estructuras de búsqueda, registro, análisis y síntesis de información. Integración de observables en contenido y formas, conceptos. En este punto el asunto es muy metodológico. Interesa la identificación de las operaciones técnicas lógicas y metodológicas, que la propuesta teórica usa para su construcción. El asunto de lo empírico es clave. No todas las propuestas son empiristas, la especulación teórica tiene otros procedimientos. De cualquier manera la identificación de observables es un elemento clave en la propuesta piagetiana, y para GUCOM también es un tema de interés. ¿Qué declaran sobre las formas tecnológicas y metodológicas de construcción de la información que declaran como pertinente e importante? ¿Es relevante este asunto? Parece que en algunos caso no es importante.  

     10. Procesos cognitivos general de asimilación y acomodación por etapa, marcados en el proceso constructivo del sistema de conocimiento. Piaget propone estos dos procesos en el juego de la experiencia y la construcción de la percepción reflexiva. Se asimila en principio lo que viene de la experiencia, y se acomoda en ese sentido a esquemas actuales de percepción para su modificación parcial o a fondo. Aquí la idea es que lo asimilado puede ser otra cosa, además de experiencia empírica, lo que sea que sea percibido y pida una asimilación por novedoso. Y lo mismo con la acomodación. Los procesos teóricos se relacionan como una entidad ecológica con un exterior, la pregunta es ¿cuál ha sido la historia de la asimilación y acomodación de esa entidad teorizante? Por ejemplo, parece que las propuestas marxistas como fuente han tenido muchas versiones que se han afectado unas a otras. Pero en el caso del marxismo en comunicación la afectación parece mínima, la forma general se parece más a un discurso dogmático impermeable. Aquí se señalan estos momentos, si los hay,  para un mejor orden del análisis posterior más fino.

     11. Identificación de las tres formas básicas de equilibración. En Piaget hay tres formas básicas de equilibración, la del sujeto-objeto, la que se da entre distintos subsistemas de conocimiento, y la de todo y partes. La primera es empírica, se presenta siempre, aunque de distinta forma. La segunda depende de la complejidad de sistema de conocimiento en análisis. La tercera se presenta también dependiendo de la complejidad del sistema de conocimiento. Es necesaria una evaluación primaria de si hay suficiente información para hacer una hipótesis sobre las equilibraciones constructivas. Y por otra parte es importante diagnosticar la complejidad constructiva de la propuesta. Por ejemplo, en general las fuentes en sí mismas tienen más información construida para evaluar como complejos sus procesos de conocimiento, pero  cuando llegan a la comunicación esos procesos de conocimiento y sus sistemas de información aparece una sobre simplificación, la complejidad desaparece en el detalle de juicios, niveles y relaciones.

     12. Identificación del juego de afirmaciones y negaciones que marcan el proceso constructivo del sistema de conocimiento. Este punto es clave. La propuesta constructivista es dialéctica, en ese sentido sigue en el camino de la reconstrucción del proceso de conocimiento un movimiento de afirmaciones y negaciones. El análisis sobre lo esquematizado en los puntos anteriores ahora permite marcar los momentos en que la forma discursiva ha asumido una afirmación, y el momento en que una negación la ha puesto en duda hasta modificarla, en la sucesión de momentos de afirmación y negación que constituyen el proceso de conocimiento propiamente tal. Por ejemplo, parece que hay genealogías donde el proceso dialéctico ha sido más intenso, y otras donde no ha sido así. El funcionalismo sociológico tiene una dinámica en ocasiones más dialéctica que las afirmaciones marxistas, supuestamente dialécticas. Quizás por la vocación más empírica  de una respecto a la otra. Lo cual no siempre sucede igual. La Sociología Funcionalista a la Parsons es muy abstracta y poco dialéctica, pero los estudios funcionalistas de medios son más empíricos, y altamente dialécticos en sus descubrimientos y construcciones.

     13. Identificación de las etapas de equilibrio y los momentos de desequilibrio y reequilibrio. Este es un punto que es consecuencia de los anteriores. Aquí de lo que se trata es de reconocer cuando algún tipo de información discursiva o empírica ha desequilibrado y cuando ese fenómeno ha llevado a un reequilibrio por asimilación o acomodación, y cuando sólo ha sido una perturbación a la que no se le dio ninguna importancia. Por ejemplo, las genealogías más empíricas suelen tener más momentos de desequilibrio y reequilibrio por cambio, que las especulativas, que suelen ser más dogmáticas e inmóviles. Ciertas afirmaciones marxistas, supuestamente críticas, no se mueven en absoluto, a pesar de evidencias en contra de ellas. Quizás el punto sea que miran sólo cierto marco empírico, y hasta que no cambia no aceptan ninguna modificación a sus afirmaciones, solo aceptan los cambios que ellos proponen, lo cual supone un sujeto de conocimiento poco flexible, constructivamente inmóvil.

     14. ¿Existe proceso de equilibración maximizadora? Este es un concepto constructivista muy importante. El supuesto del concepto es que el proceso de conocimiento tiende a superarse, a buscar siempre más información, a complejizarse, a buscar más y mejores relaciones y asociaciones. ¿Cuál es el caso de las genealogías conceptuales de las fuentes científicas históricas del pensamiento en comunicación? La evaluación no es sencilla ni rápida, pero la hipótesis general es que el pensamiento en comunicación ha padecido de ausencia de equilibración maximizadora, y más bien se ha movido con posturas conformistas, poco críticas, poco constructivas. Como en el caso de las genealogías críticas-marxistas, con algo así como mucha crítica hacia fuera, por lo menos en apariencia, y poca crítica hacia dentro, mostrando casi ningún interés por la construcción teórica y los compromisos y tareas que implica.

     15. Proceso de diversificación y de integración teórica. Según la propuesta piagetiana el conocimiento de algo conlleva un proceso de diversificación de sistemas de conocimiento. Por ejemplo la comunicación, o más en particular, los medios, o más en particular las audiencias de medios, o más en particular los grandes consumidores dentro de las audiencias de medios. Cada uno de estos objetos puede tener diversas aproximaciones desde una misma genealogía, o desde distintas genealogías. Esta diversificación puede llegar a puntos tales donde parece que no se está hablando, conociendo, al mismo objeto. Y por otra parte puede haber esfuerzos de integración, donde toda esa diversidad se concentra de alguna manera en formas superiores de organización que implican a la diversidad en ocasiones tan dispersa, extensa y heterogénea. En el caso de la Comunicología Histórica habrá que identificar a ambos procesos, dentro de las genealogías y entre las genealogías. Por ejemplo ciertas genealogías de la Sociología Crítica de la comunicación y de la Sociología Cultural de la comunicación parecen de pronto hasta encontradas, opuestas. Y por otra parte hay puntos donde parece se  integran. Como es el caso de los duros y los suaves del marxismo en comunicación, y por otra parte los que intentan superar esas aparentes oposiciones en un discurso integrador.

     16. Identificación de perturbaciones y regulaciones (proactivas y retroactivas) en las diversas etapas del proceso de construcción. Para el caso de la psicogénesis la relación entre perturbación y regulación es más o menos clara, pero extrapolar a la configuración científica no es sencillo. La idea es que el sistema de conocimiento recibe perturbaciones, es decir información que niega el esquema de percepción conceptual. Ante esta situación el sistema regula, negando, acomodando, ajustando, esa información. El punto es cómo sucede esto en el caso de la Comunicología histórica. ¿Cuántas perturbaciones ha recibido una cierta genealogía? ¿Qué tipo de proceso de regulación tiene? Esta es una situación por explorar en las ciencias de la comunicación, la gran pregunta es si perciben estas perturbaciones, cómo responden a ellas, si el resultado es un cambio en su configuración.

     17. A partir de las negaciones por inversión o por reciprocidad, identificar las compensaciones. La inversión anula la perturbación, la reciprocidad la atiende. ¿Cómo sucede esto en nuestras genealogías teóricas? El punto es el concepto de compensación. Si existe este proceso entonces el movimiento de la genealogía existe. Y la propuesta cognitiva constructivista plantea que iniciado este movimiento la tendencia es a que aumente, el sistema se hace más perceptivo, su curiosidad y su necesidad de cambio aumentan. La hipótesis es que las comunicologías históricas carecen de esta movilidad.

     18. Identificar las etapas de compensación. El fenómeno de la compensación se caracteriza por etapas en el proceso de psicogénesis. En el caso de la ciencia de la comunicación se buscaría un símil. Así el proceso de compensación parte de la negación sistemática de toda perturbación, después asimila selectivamente, y por fin incorpora a las perturbaciones como una necesidad para crecer, e incluso las imagina antes de que aparezcan. La hipótesis es que en las comunicologías históricas nos movemos entre la primera y la segunda etapa, con retrocesos hacia la primera. La configuración teórica de la comunicación es muy dogmática, poco científica, o muy lenta, o poco atenta,  en un sentido constructivista.

     19. ¿Existen formas de equilibración provenientes del exterior del sistema, invenciones y descubrimientos? Este escenario es muy sugerente. La pregunta es si el sistema de conocimiento es capaz de ir más allá de lo que ha vivido en su relación con el mundo, inventar lo que no aparece para mejorarse, para incrementar complejidad perceptual. O si es capaz no sólo de aceptar e incorporar críticas, negaciones, sino de buscar y encontrar por el afán de búsqueda algo inesperado. De nuevo parece que nuestras ciencias de la comunicación han carecido de inventiva, y tienen una casi nula capacidad heurística33.

     20. Presencia del conflicto. El punto aquí no es sólo la percepción del conflicto en situaciones atribuidas al objeto de conocimiento, en este punto la Comunicología histórica tiene una cierta riqueza en su experiencia. El punto es la percepción del conflicto dentro de la propia configuración conceptual, lo que sucede cuando se tienen dos o más visiones para compensar, para acomodar, para ajustar, y el sistema entra en conflicto, y tiene que decidir, esperando tener mejor y más información en el futuro para mejorar su decisión. La pregunta es cómo se presenta esta situación en las comunicologías históricas, si es que se presenta. En el caso de las comunicologías hipotético-deductivas, como las que derivan de la investigación práctica norteamericana, el conflicto es posible y recurrente, lo que impulsa a buscar más y mejor información.

     21. Identificación de la velocidad de cambio en la relación entre construcciones y compensaciones. Un punto muy importante para la psicogénesis. Una cosa es lo que el sistema va aprendiendo y entendiendo de las negaciones que vive, que percibe, y otra cosa es lo que va construyendo como esquema de percepción más complejo, más completo. Puede darse el caso de una constante reacción a perturbaciones, pero que dicha situación no comprometa al sistema a cambiar, a reestructurarse. Si el sistema de conocimiento asocia las compensaciones con las construcciones su poder sistémico aumenta. Mientras no aprenda de las negaciones su capacidad de construcción eficaz en la acción se reduce. Aquí aparece un horizonte muy sugerente para la Comunicología Histórica. Sus posibilidades de efecto en el mundo percibido, el mundo social,  son en ocasiones mínimas, por tanto no se encuentra en situación real de experimentar perturbaciones, de configurar compensaciones, y a partir de todo ello mejorar sus construcciones cognitivas. Los sistemas de conocimiento de las comunicologías históricas tienen la poco agraciada cualidad de no tener casi ninguna experiencia práctica importante en la acción sobre el mundo. Y eso es parte de su déficit de crecimiento34

     22. Identificación de los observables y de las operaciones de coordinación (entre las acciones y entre los objetos). Desde el punto anterior se entiende la profundidad de este. Si el sistema de conocimiento no tiene la posibilidad de coordinar observables con acciones, su competencia constructiva de sujetos y de objetos es limitada. Aquí es donde Piaget afirma que las propuestas constructivistas son superiores a las sólo especulativas o sólo empiristas. En un sentido porque las especulativas carecen de vida práctica que las confronte y las mueva, y en el otro porque las empiristas tienen muchas dificultades para asimilar acciones desde una perspectiva reflexiva conceptual. En pocas palabras unas carecen de vida práctica y las otras carecen de vida teórica, en un sentido común tradicional. Todo parte de los observables, si no importan, como en el caso de las comunicologías especulativas, su vida cognitiva se estanca y muere, y si es lo único que importa, como en caso de las comunicologías empiristas, promueven una separación entre la vida mental de las representaciones  y la vida práctica de la acción eficaz. Esta evaluación es clave para mejor entender los cursos de vida conceptual y social de las comunicologías históricas.

     23. Las regulaciones en relación a los observables de los objetos (la mayoría de las comunicologías históricas), y de las acciones (casi ninguna). Aquí se confirma lo señalado en los últimos puntos, ante la ausencia de una diversificación en las regulaciones y las compensaciones, las comunicologías históricas pueden empobrecer su desarrollo constructivo. Los objetos como observables pueden tener cierta presencia, pero no irán muy lejos sin desarrollo cognitivo práctico. Y por otra parte la ausencia de regulaciones entre objeto y acción, por la ausencia de práctica, condena a la sola especulación, y casi en el mismo sentido al dogma incapaz de movimiento cognitivo.

     24. Las regulaciones de las coordinaciones. En Piaget la regulación mayor es la que está en el centro constructivo de las operaciones del sistema de conocimiento. Para Piaget ese centro constructivo es la causalidad, y el movimiento de esa coordinación básica lleva a la construcción de la forma lógico matemática, en una dialéctica entre lo experimental concreto y lo lógico abstracto. En su propuesta la argumentación es casi impecable. El punto es que no deja mucho margen para otros procesos cognitivos, y la causalidad y las formas lógico-matemáticas no son lo único que puede suceder en el espectro constructivo del conocimiento en general ni en el conocimiento de la comunicación en particular. Aquí hay que ajustar a Piaget, pero sólo superándolo se puede hacer tal cosa. La propuesta llega a un nudo que hay que enfrentar. ¿Pueden otras forma cognitivas de perfil general, esquemas de conocimiento básicos, alternativos a la causalidad y la forma lógico matemática, tener un movimiento dialéctico constructivo como el que propone la Epistemología Genética? La hipótesis general es que las comunicologías históricas ajenas a la causalidad y las formas lógico matemáticas no han mostrado esa vitalidad crítica constructiva. Y que las que si se acercan tampoco muestran grandes cualidades constructivas dialécticas35.

     25. Identificación de los tipos de interacción (Sujeto-objeto, entre subsistemas objeto, entre partes y todo del sistema de conocimiento), cuando la Comunicología Histórica es empírica o sólo especulativa. Hay tres tipos de interacción en el constructivismo piagetano. Las tres tienen un lugar en las genealogías comunicológicas. Como las interacciones piagetianas vienen de su trabajo en psicogénesis vuelven a tener problemas para su adaptación al movimiento histórico de los sistemas de conocimiento sobre la comunicación. Aún así el esfuerzo puede ser útil. Las tres interacciones operan cuando el sistema es constructivista, si no lo es ahí se diagnostican su falta de movilidad y relación con el mundo (interacción). Las comunicologías históricas tienen aspectos constructivistas, la mayoría no los tiene en calidad suficiente. Parece que este asunto se vuelve una evaluación sólo de carácter constructivista del pensamiento comunicológico, y así es. Pero en el camino aparecen diversas características del proceso de elaboración de los sistemas de conocimiento que son muy importantes para mejor entender el proceso constructivo general de las genealogías teóricas sobre la comunicación.  

     26. Identificación del proceso desde la ciencia ingenua hasta la ciencia formal abstracta. Este punto se continúa del anterior. Aunque el diagnóstico general de la Comunicología histórica puede ser su carencia de cualidades suficientes para cubrir las expectativas de la Epistemología constructivista genética, también es importante resaltar varias carencias que saltan cuando se aplica el esquema de evaluación constructivista. El más agudo es este ¿es la ciencia de la comunicación una ciencia ingenua? El asunto no es trivial, si lo es se debe a su ausencia de movimiento constructivo crítico, su falta de movimiento hacia una complejidad abstracta. El diagnóstico pasa por cada genealogía en particular. Al final el esquema comparativo de las diversas genealogías permitirá una necesaria y suficiente evaluación, pero sobre todo la percepción de las condiciones que tiene la Comunicología Histórica para configurar un proyecto general de ciencia de la comunicación. Que eso es lo que importa aquí.

       Este apunte es incompleto, aún está en proceso, lo relevante es el ensayo de un bosquejo hacia una guía epistemológica constructivista para una crítica de la Comunicología Histórica. Vendrán otros avances del proyecto donde la guía aparezca con mayor claridad y precisión, y por supuesto aplicada a las tan nombradas genealogías del pensamiento científico en comunicación. Por ahora este es el apunte de intención, más allá de sólo un esbozo, y que pronto será sólo un antecedente más.


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WRIGHT, Charles R. (1978) Comunicación de masas, Paidós, Buenos Aires.

 


Notas:


1 Existen trabajos, pero siempre con el status de lo aislado, como los que han aparecido en el Journal of Communication.

2 MARTÍN Serrano, Manuel (et al.) (1982) Teoría de la comunicación. Epistemología y análisis de la referencia, A. Corazón, Madrid.

3 BATESON, G. (et al.) (1984) Comunicación, Paidós, Barcelona.

4 La reflexión epistemológica no ha sido una necesidad en el campo académico de la comunicación. En buena medida porque la reflexión teórica tampoco ha sido una necesidad.

5 GUCOM y su historia.-
 GALINDO Cáceres, Luis Jesús (2007)  Apuntes de Historia del Proyecto hacia una Comunicología Posible. Presentación sintética del programa de trabajo en sus primeras fases. En Revista Question, Otoño 07, Número 14, Junio 2007, Ensayos. Publicación académica de la Facultad de Periodismo y comunicación social de la Universidad Nacional de La Plata, ISSN 1669 6581. (Artículo).
http://www.perio.unlp.edu.ar/question/nivel2/informe_de_investigacion.htm

6 La propuesta de las nueve fuentes científicas históricas del pensamiento en comunicación.-  GALINDO Cáceres, Luis Jesús (2007) Fuentes científicas históricas hacia una Comunicología posible. Esquema de un proceso de investigación. En el Portal de la Fundación de la Comunicología, febrero de 2007  (artículo)

http://www.fundacioncomunicologia.org/art.htm 

7 Levi Strauss y su propuesta de la comunicación como lugar general de las ciencias humanas. LEVI-STRAUSS, Claude (1977) Antropología estructural, EUDEBA, Buenos Aires.

8 Libro McGraw Hill en prensa.- GALINDO, Cáceres Luis Jesús (coordinador) Comunicación, Ciencia e Historia. Fuentes científicas históricas hacia una Comunicología posible, McGraw Gill España, Madrid.

9 La noción de Comunicología a priori se desarrolla en.- 
GALINDO Cáceres, Luis Jesús (2007)
Introducción a la Comunicología. Un esquema del programa de 
trabajo en su primera fase. 
En el Portal Fundación de la Comunicología, febrero de 2007 (artículo)
http://www.fundacioncomunicologia.org/art.htm

 

10 Cada fuente científica histórica de la hipótesis general sobre la Comunicología Histórica  (la Sociología Funcionalista, la Sociología Fenomenológica, la Sociología Crítica, la Sociología Cultural, la Economía Política, la Psicología Social, la Lingüística, la Semiótica, y la Cibernética), tiene una o varias genealogías conceptuales, las cuales pueden relacionarse entre si.

 

11 Esos textos aparecen en parte presentados en un texto de Marta Rizo.- Manuales de teorías de la comunicación. Análisis desde la Comunicología
http://www.portalcomunicacion.com/esp/dest_comunicologia.html
Monográfico de Marta Rizo para el portal del INCOM. Este es un apunte de organización sobre libros percibidos como manuales sobre comunicación, donde la historia de la teoría es una de las dimensiones.

12 Existen otras fuentes, pero estas nueve son las que más coincidencia encuentran en ese primer grupo de autores. Estas nueve fuentes son las más aludidas, las más repetidas, las más respetadas, las más importantes, según ellos, y según GUCOM.

13 Uno por McGraw Hill España, y otro por la Universidad Iberoamericana León en México.

14 GALINDO Cáceres, Luis Jesús, Tanius Karam Cárdenas y Marta Rizo García (2005) Cien libros hacia una Comunicología posible, Universidad Autónoma de la Ciudad de México, México.

15 El que está relatado en el texto siguiente.- GALINDO Cáceres, Luis Jesús (2007)  Apuntes de Historia del Proyecto hacia una Comunicología Posible. Presentación sintética del programa de trabajo en sus primeras fases. En Revista Question, Otoño 07, Número 14, Junio 2007, Ensayos. Publicación académica de la Facultad de Periodismo y comunicación social de la Universidad Nacional de La Plata, ISSN 1669 6581.
http://www.perio.unlp.edu.ar/question/nivel2/informe_de_investigacion.htm

16 GARRIDO, Manuel, Luis M. Valdés y Luis Arena (coordinadores) (2005) El legado filosófico y científico del siglo XX, Cátedra, Madrid.

17 MUÑOZ, Jacobo y Julián Velarde (editores)  (2000)  Compendio de Epistemología, Editorial Trotta, Madrid.

18 GARCÍA, Rolando (Coordinador general) (1997) La Epistemología Genética y la ciencia contemporánea. Homenaje a Piaget en su centenario. Gedisa, Barcelona.

19 PIAGET, Jean (2005)  La equilibración de las estructuras cognitivas: problema central del desarrollo, Siglo XXI, México.

20 Con autores como Tomás R. Villasante y  otros.

21 Charles Sanders Peirce y su propuesta Semiótica Pragmática.

22 Varela y Maturana , biólogos chilenos constructivistas y epistemólogos de primer nivel.

23 GALINDO Cáceres, Luis Jesús (2007)  Apuntes de Historia del Proyecto hacia una Comunicología Posible. Presentación sintética del programa de trabajo en sus primeras fases. En Revista Question, Otoño 07, Número 14, Junio 2007, Ensayos. Publicación académica de la Facultad de Periodismo y comunicación social de la Universidad Nacional de La Plata, ISSN 1669 6581. (Artículo).
http://www.perio.unlp.edu.ar/question/nivel2/informe_de_investigacion.htm

24 Esto es parte de lo que aparece en los dos libros historiográficos mencionados, que están en prensa.

25 BUNGE, Mario (1980) Epistemología, Ariel, Barcelona.

26 El neo-positivismo y la escuela analítica son el centro de estas discusiones en la primera parte del siglo XX.
 BELAVAL, Yvon (director) (1992)  La filosofía en el siglo XX. Historia de la Filosofía., Siglo veintiuno editores, México.

27 Estas son todas discusiones que se dan el ámbito de la Filosofía del siglo XX, presentes en los textos ya apuntados en otros pies de páginas, más otros que aparecen en la bibliografía.

28 Por ejemplo en los dos textos siguientes.-
WATZLAWICK, Paul (et al.) (1971) Teoría de la comunicación humana, Tiempo contemporáneo, Buenos Aires.
LUHMANN, Niklas (1991) Sistemas sociales, UIA-Alianza, México.

29 Los textos de referencia básicos para este ensayo son los libros que los piagetanos tienen por los más  importante del autor ginebrino.-
PIAGET, Jean (1991) Introducción a la Epistemología Genética, Paidós, México.
PIAGET, Jean (2005)  La equilibración de las estructuras cognitivas: problema central del desarrollo, Siglo XXI, México.

30 El apunte se desarrolla en veintiséis puntos, de los cuales los primeros nuevo son generales, del diez al veinticinco son específicos, más técnicos, y el último, el veintiséis es un punto final sintético.

31 Por pensamiento oficial entendemos a lo que en campo académico de la comunicación se ha reconocido como propuestas teóricas sobre el tema, a partir de una bibliografía especializada seleccionada para el ejercicio desde el año de 2002. La cual se encuentra en la bibliografía trabajada para el texto del 2005.-
GALINDO Cáceres, Luis Jesús, Tanius Karam Cárdenas y Marta Rizo García (2005) Cien libros hacia una Comunicología posible, Universidad Autónoma de la Ciudad de México, México.

32 Sólo recordar que las nueve fuentes científicas históricas del pensamiento en comunicación, según el trabajo analítico de GUCOM son.- La Sociología Funcionalista, la Sociología Crítica, la Sociología Cultural, la Sociología Fenomenológica, la Psicología Social, la Economía Política, la Lingüística, la Semiótica, y la Cibernética.

33 Aquí es importante remarcar que la Epistemología enjuicia procesos constructivos, no los resultados de esos procesos. De esta manera las genealogías de la Comunicología Histórica pueden percibirse a si mismas como inventivas o heurísticas, pero sus procesos constructivos no las avalan. Ese es el punto.

34 Lo cual por supuesto no es sólo un déficit del mundo académico sino del mundo social, elites y grupos sociales en general, que lo aísla y no se nutre de las percepciones de los sistemas de conocimiento construidos a veces sólo a base de pura imaginación o reacción sensible individual.

35 Hay que volver a afirmar que el caso de las fuentes en sí mismas no es el mismo de las fuentes dentro de las genealogías del pensamiento comunicológico dentro del campo académico específico. La Sociología crítica y cultural pueden llegar a ser muy constructivas y dialécticas, pero dentro del campo de la comunicación aparecen en ciertas genealogías como discursos que se repiten, que no cambian, que no parecen moverse en absoluto. 


Jesús Galindo Cáceres
Doctor en Ciencias Sociales, maestro en lingüística y licenciado en comunicación. Fundador del doctorado en Comunicación de la Universidad Veracruzana (2001). Autor de 22 libros y más de 170 artículos publicados. Miembro de AMIC (Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación) desde 1982. Miembro del Programa de Estudios sobre las Culturas Contemporáneas (Programa Cultura) desde 1985. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1987. Coordinador de GACI (Grupo de Acción en Cultura de Investigación) desde 1994. Miembro de la RECIBER (Red Cibercultura y Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación) desde 2003. Promotor de REDECOM (Red de estudios en teoría de la comunicación) y de GUCOM (Grupo hacia una Comunicología posible) desde 2003.

Sitio Web: http://www.geocities.com/comunicologiaposible/ 

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