Razón y Palabra

 

México

Inicio

BLUES FOR OAXACA EN MI MIND

Por Diego Juárez
Número 62

 

Noche caliente en Clichy-sous-bois
Los maderos de pocas luces y gatillo fácil
Se han llevado al hermano de Ajmed
16 años y toda la vida por delante…
A eso de las ocho nos lo han devuelto
Inconsciente y lleno de moratones
Primero llegó el silencio
Luego tanta rabia que no tuvimos tiempo ni de contar hasta
diez…
Y en el aire el eco de las palabras de Musta…
Hay algo aquí que va mal
Ya sé que a ti te da igual
Pero hay algo aquí que no va.
Seremos parte de una jodida sociedad y no de un hormiguero,
solamente en la medida en que seamos capaces de la rabia y la
revuelta. Los de arriba tienen sus putas televisiones y nosotros
no tenemos nada, luego se quejan cuando nos ponemos a quemar
coches para que nuestro mensaje entre en circulación. Sus leyes
de la física ya no funcionan: se creen que el cuchillo caliente
derrite la mantequilla y alucinan cuando se pone dura con
gasolina. Nos la sudan tanto las plegarias de las mezquitas como
la charlatanería de mierda de todos los ministros juntos. Y no
me habléis de integración... estáis rodeados, a ver ahora que
hostias hacéis… Es el eco de las palabras de Musta: sin justicia,
no hay paz. Es el eco de las palabras de Musta…
Hay algo aquí que va mal
Ya sé que a ti te da igual
Pero hay algo aquí que no va.

La Kermés.

 
Con respeto, dada la situación delicada por la incursión de la Policía Federal Preventiva al centro de la ciudad de Oaxaca el domingo 29 de octubre, presentamos dos instantáneas para la posteridad:

El cuerpo de Bradley Roland Will, periodista de la red alternativa Indymedia (Independent Media Center) de Nueva York, era despedido en una agencia funeraria por oaxaqueños que, con acierto señaló Julio Hernández en el Astillero publicado por La Jornada el  lunes 30, se asumieron como familia del activista informativo. Mientras las fuerzas federales disparaban gases lacrimógenos y golpeaban ciudadanos; personas humildes rezaron y besaron su ataúd como una muestra de reconocimiento a su compromiso, honestidad y pasión hacia las luchas de reivindicación social.

Vicente Fox con un rostro de satisfacción (¿preámbulo de la euforia?), afirmó el 30 de octubre en la XVII Convención del Mercado de Valores celebrada en la Ciudad de México: en Oaxaca se pudo sumar el diálogo democrático, la búsqueda de acuerdos, con la implantación del orden y el respeto a la ley. El valor del diálogo y el acuerdo fue fundamental para que hoy tuviéramos ya el regreso de la paz y la tranquilidad en ese lugar… La tarea se hizo con absoluta transparencia y en presencia de la opinión pública. A la luz del día, se hizo la intervención sin armas con la participación directa de los medios de comunicación. Se logró esto con un saldo blanco… A partir de ahora he dado instrucciones para poner en marcha un agresivo programa de recuperación económica y del turismo, que es una fuente importante de ingresos para ese estado.

Advertencia, iniciamos con una cita y con una perogrullada. El afiche de esta semana es un alegato moral apasionado (y poco lúcido). Es una protesta por la intervención de las fuerzas federales para imponer un orden que con logística policiaco-militar agravará más las manifestaciones del conflicto, y nada aporta para resolver los problemas estructurales que son las causas de la insurrección de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca.  Mi posición es de repudio a las acciones desestabilizadoras y violentas de grupos paramilitares y de porros contra simpatizantes del movimiento, miembros de la APPO y los reporteros que cubren los acontecimientos.

Ralph Miliband cierra su ensayo Análisis de clases, que forma parte del libro La teoría social hoy compilado por Anthony Giddens, con la siguiente aseveración optimista:

… la presión ejercida desde abajo, a pesar de todos los obstáculos y reveses, deteriora ininterrumpidamente, a partir de las condiciones que la producen, las estructuras de dominación establecidas. La fuerza inmensa y el alcance mundial de este proceso es lo que permite que la idea de lograr un mundo libre de dominación y explotación deje de ser una visión y se convierta en un proyecto...

Perogrullada: las representaciones de la gente varían de acuerdo a las condiciones socioculturales, económicas, geopolíticas y psíquicas. No obstante una consideración en términos estrictos de aprendices de ciudadanos y del espíritu del afiche: ¿podemos construir un concepto de civilidad relativamente compartido, donde la preservación de la paz se coloque como valor superior, subordinando las razones para un ejercicio “legítimo” de la violencia por parte del gobierno federal?

En esto momentos de confrontación en Oaxaca, resultado de un deterioro endémico causado por la incapacidad de atender los rezagos en materia de pobreza alimentaria, de capacidades, de patrimonio (refiriéndonos a las categorías del Comité Técnico de Medición de la Pobreza utilizada por el gobierno federal para medir la eficacia de los programas y estrategias de combate a la pobreza); recuperamos las voces de gente común y corriente, de varios lugares del país, preocupados por lo que acontece allí en esa entidad del sur, quienes prescriben de manera urgente, fórmulas de diálogo, entendimiento, acuerdo y respeto, como un medio para detener la violencia innecesaria.

Esta violencia fue provocada, primero, por la incursión de grupos paramilitares o de choque quienes llevaron a cabo acciones violentas contra miembros y simpatizantes de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO); luego, por la entrada de la Policía Federal Preventiva (PFP), la cual tomo por asalto el centro y, en los últimos días, ha intentado sitiar la Universidad Autónoma Benito Juárez donde está apertrechada una parte de la APPO, que utiliza la radiodifusora de ese centro de estudios para difundir sus mensajes y convocar con éxito, hasta el momento, a la defensa de ese espacio ante el embate de la PFP.

Con base en estas referencias, proponemos a los amables lectores algunos elementos para su lectura de los recientes acontecimientos. Los medios de comunicación aportan también sus ideas desde posiciones diversas, en efecto dominan las que se acercan a la percepción de Fox, con las cuales discrepamos en este espacio del afiche.

Sugerimos a quienes deseen una exploración más profunda del tema una lectura de este movimiento y otros que se desarrollan y se desencadenarán en el país, los apuntes que señalan que están insertos en un marco más amplio, en realidad de carácter global, un ejemplo es el análisis expresado por el doctor Octavio Rodríguez Araujo en el ensayo Política y neoliberalismo publicado en 1999 el libro Globalización: crítica a un paradigma, coordinado por John Saxe-Fernández:

La lucha contra el neoliberalismo, como modelo político-económico, y contra la mundialización, tiene que ser popular e internacional, independientemente de las formas que adquiera en cada país. En los países subdesarrollados y en no pocos que se supone que están en el Primer Mundo, esta lucha tendrá que pasar por el fortalecimiento del Estado-nación “sobre bases populares, democráticas y verdaderamente representativas”; es decir, no del fortalecimiento a secas del Estado-nación.

Te digo que la orden es de Dios. ¿En serio? Sí, no tengo por qué mentirte. Es que… Te comprendo; a mí también me costó trabajo aceptar que una orden así proviniera de Dios, es más aunque fuera en nombre de él. No, no puede ser. Te juro que sí. ¿Y ahora? A cumplir. No, no me refiero a eso. ¿Entonces a qué? Quiero decir, ¿qué pasa con Dios? Mira deja de conjeturar, te vas a angustiar sin sentido; sal a matar y piensa que lo haces en su nombre; eres un soldado de Díos.

¿Cuál es el problema de Oaxaca? ¿Es en realidad un asunto de re-zonificación del magisterio, es una situación de alteración del orden público por parte de unos cuantos revoltosos, es la inoperancia de un gobernador como Ulises Ruiz Ortiz?  

No, el problema es más complejo, es histórico y tiene su expresión en una realidad lacerante más allá de intervenciones armadas, de las conclusiones y consensos de la IV Cumbre de Negocios, y de las prescripciones que el binomio Calderón-Carstens proponen para atender los problemas de pobreza, educación y falta de infraestructura del país: el próximo gobierno buscará reactivar el mercado interno y elevar la recaudación tributaria para no depender tanto de los ingresos del petróleo.

Oaxaca es un estado pobre, atrasado y abandonado. De acuerdo con el INEGI, actualmente ocupa el lugar 32, el último respecto de otras entidades, en cuanto a: viviendas con piso de tierra, la disponibilidad de servicios públicos básicos (agua, drenaje y energía eléctrica) e inversión extranjera directa.

De acuerdo con el PNUD en su informe sobre el Desarrollo Humano, Oaxaca ocupa el lugar 31 en comparación con las demás entidades. Cabe recordar que para calcular el índice de Desarrollo Humano (IDH), se toman en cuenta cuatro indicadores: esperanza de vida al nacer, la tasa de alfabetización, la tasa bruta de matriculación y el PIB per cápita.

Oaxaca ocupa el lugar 31 en esperanza de vida al nacer, el lugar 30 en analfabetismo, el promedio de escolaridad es de 6.3 grados (el promedio nacional es de 7.9), el lugar 31 en producto interno bruto per cápita.

El diálogo, el entendimiento, el acuerdo y el respeto, valores efectivamente superiores y son un antídoto contra la barbarie. Apelar a tales afanes ilustrados es sólo el comienzo, lo que sigue es que a través de éstos se detenga la violencia, se comprendan los problemas inmediatos (por ejemplo la insostenibilidad del gobierno de Ulises Ruiz) y se enfrenten de manera frontal los aspectos de fondo: los intereses de caciques y grupos privilegiados; las necesidades y los deseos de los sectores excluidos, quienes desean salir del atraso y la marginación; las diferencias y las distancias en el producto interno bruto per cápita; el deterioro, las condiciones de sobrevivencia en la que se encuentran la mayoría de los municipios; el poder y la conveniencia con la actúa la clase política.

La catástrofe en Oaxaca no es ésta de la APPO tomando la plaza principal o los lamentables enfrentamientos de ésta con la PFP. El verdadero estado de decadencia y destrucción son las lamentables condiciones económicas, sociales y políticas que han provocado el brote insurreccional que ahora se intenta reprimir acudiendo a un argumento donde se apela al uso legítimo de la fuerza pública para poner un orden, que desde siempre ha estado sostenido con alfileres. La violencia ejercida sistemáticamente a través de la desatención y el olvido por parte del gobierno local y el federal, maltrató y agravió durante muchos años a los oaxaqueños, ahora es irreversible el movimiento de reivindicaciones sociales. La manera de detenerlo es que las autoridades reconozcan su responsabilidad en este momento y la deuda histórica, y cambiar radicalmente el modelo de desarrollo de ese estado y de todo el país.
       
Nos parece importante una autorreflexión: un signo, quizás, de nuestra propia marginación es estar alejados de la intención y de la posibilidad de ver en la lucha, problemas o experiencias ajenas, el mundo propio. Mucha gente no se siente identificada con la situación que se ha vivido en Oaxaca. No obstante, no está tan lejano de las condiciones que se viven en otras partes, porque se comparten rasgos parecidos de pobreza y exclusión. El riesgo de otros estallidos existe, claro, esto no se dará de manera inmediata por contagio, pero si tenemos la suficiente sensibilidad, veremos que la probabilidad de que ocurra alguno es cada vez mayor.

Es legítima la cuestión respecto de: ¿Cómo atender los problemas, controversias y conflictos sociales en Oaxaca? La respuesta obvia, de acuerdo a lo manifestado: comprensión. Con matiz: la comprensión es un patrimonio en el que debe invertirse y urge capitalizar antes de los conflictos o, dados éstos, para interpretar los signos más profundos que definen su singularidad, y llevar a cabo la negociación pertinente con la idea de obtener soluciones legítimas y correctas que son, las que si en verdad eso se pretende, concilian mejor la conveniencia con la convivencia.

Apuntamos una consideración estrictamente personal: la comprensión es un arte y una ciencia que implica la aplicación de conocimientos y tecnologías sofisticadas dirigidos a conmover los cimientos culturales que sostienen egos y etnocentrismos, autoritarismos y contubernios contra el interés común y de las mayorías, que nos impiden que los otros habiten en nosotros y, que estemos en ellos (la cultura política y las políticas culturales están entrampadas en el solipsismo).

Finalmente, y aunque no viene al caso y es totalmente impertinente, de acuerdo con el sentido de este afiche (aunque lo que pasa en Oaxaca no afecta sólo a la población de esa entidad, nos afecta a todos como seres humanos y como país), en el poema Piedra de Sol, Octavio Paz expresa una frase en el mejor ánimo humanista (no sé si político): “...los actos míos son más míos si son también de todos...”
       
Tuve una revelación: Dios es una mezcla de “skato” con “anarco punk”, bebe chelas, le da baje a las bolsas de cemento, le llega a los porros que circulan entre el personal y se vuelve loco  cuando el andrógino Elke Filthstreet canta con su vieja Gibson, vivo en medio de la nada, con perdedores alcohólicos que ven ángeles caídos arponeados en corazón con heroína barata.

En cuanto a la actitud de Vicente Fox y los miembros de su administración; de Ulises Ruiz y sus funcionarios; del PRI y del PAN; y la de Felipe Calderón y su equipo político de transición; de algunos medios de comunicación y de algunos periodistas: la historia los juzgará cuando se haga el balance de ellos en términos de su congruencia: ¿Cómo se percibirá la distancia entre sus compromisos y sus acciones cuando el valor de los discursos sea sometido a un examen de sentido común y a un juicio enmarcado en la indignación?

Afirmar y celebrar el éxito del uso de la violencia, decir que no había más remedio y que era necesario actuar con firmeza para restituir el orden, resulta plenamente invalidado por las circunstancias de deterioro social y económico, y por la misma historia de desencanto que justificaba la insurrección.

Ahora, después de enviar a la PFP se hace un llamado al diálogo. Para dialogar se necesita  el mutuo reconocimiento (y conocimiento) de los interlocutores. Si en la relación entre éstos imperan el olvido y los problemas de legitimidad estructuralmente es improbable la comunicación.

El rito de aparecer en los medios para decir que todo está bien y que se tiende la mano para dialogar, es cada vez más un acto para los mismos medios, dirigido a otros poderes públicos y con sentido para todos aquellos que tienen relación directa con las decisiones y beneficios de la política (por ejemplo, empresarios y sectores internacionales). Informar y comunicar al resto de la gente implica, por lo menos, llevar a la práctica una política formal, eficaz, estable, preocupada por la seguridad y el bienestar de la gente; una política flexible, con capacidad para alcanzar una relación respetuosa y de atención inmediata a los problemas específicos de los grupos y las personas; una política comprensiva, comprometida con sus ciudadanos y capaz de revertir su devoción hacia el neoliberalismo; una política sostenida en la sencillez actitudinal de trato y de servicio, que paradójicamente debe ser de carácter público e intimista; una política donde ocupe una importancia cada vez mayor lo local como unidad de organización social y de desarrollo integral.

Un apunte adicional. Es muy probable que el trabajo de la administración pública y del propio gobierno en el futuro, si quiere en verdad atender los problemas estructurales y evitar los conflictos sociales, ineluctablemente deberá encaminarse a fortalecer y coadyuvar al proceso de autonomización de las regiones del país, con base en la actuación como instancias mediadoras, reguladoras, consultoras, de gestión, de solución, de protección, de vinculación. A lo mejor en esas funciones se fincarán las bases futuras del poder donde lo fundamental será la participación de la gente como sujeto y objeto del desarrollo.

Cerramos con una perspectiva optimista, un buen deseo respecto de la resistencia y los movimientos sociales de Ángel Luis Lara, Ruso integrante del grupo musical La Kermés, de Madrid, España:

Nos habéis condenado a ser tristes, a conformarnos con una vida de mierda, pero no nos resignamos. Cueste lo que cueste, vamos a conquistar nuestro derecho a ser alegres, y eso no nos lo vais a quitar nunca. En esos términos tiene que pensarse la resistencia. La forma más feliz que hay de vivir la vida comunitaria, el movimiento, el trabajo en el barrio, el conflicto.


Diego Juárez Chávez

Tlalnepantla, noviembre 2006.

 

 

© Derechos Reservados 1996- 2010
Razón y Palabra es una publicación electrónica editada por el
Proyecto Internet del ITESM Campus Estado de México.