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RÉQUIEM POR UNA PESADILLA QUE SE VOLVIÓ SUEÑO

Por Diego Juárez
Número 62

 

Ya está siendo

Será que la velocidad del sueño
Viaja a lomos de un caracol,
Que tiene de semilla y puente
El aire de la determinación.
Será que el silencio es mensaje
Que es camino la insurgencia,
Será que hay que crear para resistir,
Y esconder el rostro para que te vean.
Y será que ya está siendo,
Que el color de la tierra tiene
Una primavera nacida en noviembre.
Y será que ya está siendo,
Que cuando se pone el sol en el sureste
Hay una luz que tiene de llave.
Será la paradoja de un presente
Que mirando al mañana ha nacido ayer,
Que el que sabe reírse de uno mismo
Le pierde el miedo al poder.
Será que somos lo que hacemos
Para cambiar lo que somos,
Que cuanto más oscura es la madrugada
Más cerca está el amanecer.
Abra el oído vecino... Aquí llegó La kermés con la Amparo yo la
toqué y me quemé
Porque viene proponiendo pura candela abajo a la izquierda
Porque hay tela que cortar, camino que caminar, brecha que abrir,
presente que cambiar. Purita rebeldía, toda noche tiene su día y
a todo chancho le llega su san martín. Que tiemble el cielo y los
que arriba son mal gobierno, la voz de lo que el ninguneo ya no
esconde viene a darles pal pelo. La kermés está en la casa y en
el aire el espíritu del botán Zapata.
Y será que ya está siendo
Que el color de la tierra tiene
Una primavera nacida en noviembre.
Y será que ya está siendo,
Que cuando se pone el sol en el sureste
Hay una luz que tiene de llave.

La Kermés.

 
Ante de exponer el tema del afiche de esta semana, con todo respeto a los lectores, no quiero dejar pasar la oportunidad de expresar mi profunda indignación por las más recientes actitudes de Vicente Fox, por fortuna próximo ex-presidente del país.

El martes 7 de noviembre utilizó los medios de comunicación con el fin de enviar un mensaje en cadena nacional, dijo sentirse secuestrado por la voluntad autoritaria de unos cuantos, en referencia a la negativa de la Cámara de Diputados a autorizar su viaje a Vietnam y Australia. Este último país pretendía visitarlo, entre otras razones, porque allí vive una de sus hijas, así que aprovecharía para conocer a su recién nacido nieto.

En una parte de su discurso acusó a los diputados, particularmente del PRD, de sustentar sus posiciones en consideraciones extremas, apartadas de la realidad, en vez de anteponer los intereses del Estado mexicano. Cabe recordar que el argumento de los diputados para negar la autorización fue el agravamiento de la situación política y social del país.

Ese mismo día, previo a una entrevista radiofónica, sin saber que el micrófono estaba abierto, dijo: yo ya ando libre. Ya digo cualquier tontería. Ya, total, yo ya me voy.

Estas posturas del presidente contrastan con las brutales violaciones cometidas en contra de las mujeres de       San Salvador Atenco ante la complacencia (y complicidad) de la PFP, la inconformidad de una franja importante de la población por las desaseadas elecciones, los 61 desaparecidos miembros de la APPO y los 16 muertos de Oaxaca, los recientes disturbios con bombas en la Ciudad de México.

Él está fuera de la realidad y no antepuso, a lo largo de su gestión, los intereses del Estado. De ahora en adelante comenzaremos a conocer más respecto de sus excesos, excentricidades y limitaciones. Al parecer los medios expondrán con más frecuencia éstos, en la misma media que ocultarán los defectos de Calderón.
 
Para algunos, el fin de la administración de la alternancia es el réquiem de un sueño, para otros será, quizás, el de una pesadilla.

El otro idea tuve una día, si tú quieres puedes inventar la realidad, empieza por expresar cosas que no existen con total convencimiento y te apuesto que más de uno te creerá; si lo convences éste puede ser un apóstol de tu palabra y la multiplicará hasta que muchos vean lo que no es. ¿Por qué ocurre? Pues muy simple, es más difícil ver lo que es… me corrijo, es imposible.

Las sociedades modernas aspiran al bienestar común, a la coexistencia pacífica y a la igualdad. Emplean como medios para este fin, entre otros, la consolidación de los procesos democráticos y de desarrollo local. La organización política (el Estado) es un agente fundamental para alcanzar las metas señaladas.

En un contexto caracterizado por la creciente diferenciación social, y por una mayor complejidad, el Estado tiene los siguientes rasgos: la tendencia hacia modalidades de integración y organización caracterizadas por la emancipación respecto de mecanismos tutelares, la autonomía en las atribuciones y en el ejercicio de las funciones y, la necesidad de una legitimidad pragmática a través de la operación transparente, eficiente y eficaz1. Su finalidad indeclinable es el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos, particularmente de quienes están en una situación de pobreza y marginación.

La obtención de resultados concretos y significativos en la esfera de la superación de la pobreza y la marginación implica una serie de condiciones. Una de carácter estructural es que el Estado necesita realizar las transformaciones pertinentes que lo conviertan en una entidad sólida, legítima y moderna2: la Reforma del Estado no sólo implica la reducción de las burocracias y el fortalecimiento del Sistema Electoral, sino un amplio y complejo proceso de reingeniería institucional, abarcando desde las normas más básicas, hasta las instituciones supremas del Estado: la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, las relaciones entre ellos y con la sociedad3.

La Reforma del Estado es un proceso social de transformación del poder político y de sus formas gubernamentales4. Aspirábamos a que en este sexenio se avanzara en este rubro, pero nos quedamos con el sueño acribillado por las balas de la neo-demagogia y los pretextos (yo tenía toda la intención pero no me dejaron).

Un componente importante de la transformación política es la reforma municipal que implica, entre otras cosas, que el municipio sea una entidad territorial básica, democrática y autogestiva, con una autonomía solventada en términos de suficiencia política y económica para potenciar su verdadera capacidad de autorregirse en los asuntos propios5. Éste es el sentido que guía las atribuciones y funciones conferidas al municipio a partir de 1999, con la reforma al artículo 115 Constitucional que llevó a cabo el Congreso de la Unión6.

Esta reforma constitucional fue acompañada de la descentralización de recursos de la federación a los estados y gobiernos locales, instrumentada a través del Ramo presupuestal 33, denominado Aportaciones federales a entidades federativas y municipios y la Ley de coordinación fiscal.

Un aspecto interesante es que el Ramo 33 define en su artículo 33 del fondo 3, la aportación de recursos para la infraestructura básica de los municipios con el propósito de la superación de la pobreza. Es decir, en principio se busca una arquitectura de atención a los sectores pobres desde los gobiernos locales.

El perfil del municipio requiere, con el fin de dar cumplimiento de sus atribuciones y funciones, desarrollar su capacidad institucional; incrementar y consolidar las capacidades administrativas, organizacionales y de gestión; generar condiciones para la participación ciudadana con el objetivo de compartir la tarea de realizar las estrategias y acciones de desarrollo social. Un aspecto insoslayable es la necesidad de coordinación y cooperación entre los tres órdenes de gobierno en la búsqueda de canales de articulación de los actores sociales en el ámbito municipal.

La finalidad es aleccionadora, pero insuficiente, que el municipio sea el propulsor del desarrollo humano y social para la superación de la pobreza y la marginación. No obstante hemos visto en la presente administración una resistencia a llevar a cabo las iniciativas profundas y radicales con el fin de dar poder a los municipios (cabe recordar que un municipio no es sólo el gobierno local, implica a la población y al territorio).

Una de las condiciones ineluctables para que el municipio adquiera la capacidad de ejercer a plenitud sus facultades es su consolidación institucional. Ésta es posible en la medida en que el municipio realice un proceso integral y continuo de cambios planificados para administrar sus recursos de manera correcta y ser una forma de gobierno legítima y eficaz. El reconocimiento de este papel estratégico, convierte al municipio en sujeto/objeto imprescindible del diseño político del país y, como una unidad vital en el desarrollo social.

En términos reales, el gobierno de Fox contradijo los principios que vinculaban del desarrollo social con el desarrollo de los gobiernos locales, ya que persistió el centralismo, la dotación de los apoyos se hizo con fines electorales, se aplicó nuevamente un modelo económico de ortodoxia neoliberal y se prefirió el culto a la personalidad a invertir en la consolidación de los municipios como espacios de: contrapeso político, unidades económicas, formación de ciudadanía y de mejoramiento de las condiciones de vida.

No se cumplió con el reto de la propia Sedesol de impulsar la vinculación y articulación de los recursos intergubernamentales, acciones y programas que apunten hacia la construcción de una política social de largo plazo y de efecto estructural, desde lo local.

Los denominados por esta entidad gubernamental nuevos lineamientos de la Política Social respondían aparentemente a la necesidad de alcanzar eficacia, eficiencia y equidad en los programas y en las políticas sociales con base en un esquema de corresponsabilidad entre los tres órdenes de gobierno7. Esto se justificaba debido a las condiciones de pobreza, desigualdad y marginación de la población que hacían impostergables acciones focalizadas con una perspectiva global y con un alto grado de coordinación en los recursos y esfuerzos.

Este enfoque, si bien dejaba serias dudas respecto su alcance real para enfrentar las condiciones estructurales que determinan la pobreza, por lo menos reconocía un tratamiento racional en el uso de los recursos y en la focalización de los esfuerzos. No obstante nunca se tradujo en mecanismos efectivos producidos por la voluntad política de abandonar las viejas práctica clientelares. Las denuncias respecto de la aplicación de los apoyos para favorecer la candidatura de Felipe Calderón y el desinterés evidente de las autoridades por cambiar el modelo económico generador de pobres, llevaron a resultados magros.

La situación de la pobreza y la desigualdad en México alcanza niveles insospechados. Una muestra son, por ejemplo, los datos respecto de la pobreza alimentaria: 24.2 millones de personas viven en esta situación; y, los de distribución del Producto Interno Bruto que reflejan una desigualdad significativa: el 80% de la población vive con el 20% del PIB.

La política social del Estado mexicano no se ha rediseñado para superar el estigma de funcionar en un sentido compensatorio, caritativo o clientelar. Se pretendía una redefinición profunda del diseño, puesta en práctica, financiamiento, realización y evaluación de las políticas sociales8, en el contexto de los cambios significativos en los papeles y responsabilidades del gobierno federal,  los gobiernos locales, el sector privado, las organizaciones de la sociedad, las estructuras de liderazgo tradicional, las organizaciones comunitarias y los núcleos familiares9. Los que tenemos es un tejido social resquebrajado, el olvido del desarrollo regional, el afianzamiento de cacicazgos locales, la separación de las familias por los procesos de migración, la irresponsabilidad de sectores privados quienes generan grandes ganancias con poca inversión y quienes, como expresamos ya en otro afiche, emplean a poca gente y no por ganar mucho son necesariamente productivos.

La política de desarrollo social y humano definida en el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 y en la Estrategia Contigo, tuvo entre sus objetivos rectores mejorar los niveles de educación y bienestar; acrecentar la equidad y la igualdad de oportunidades; impulsar la educación para el desarrollo de las capacidades personales de iniciativa individual y colectiva, y fortalecer la cohesión y capital sociales; con la finalidad de disminuir y revertir las desigualdades sociales y mejorar las condiciones de vida de la población en situación de pobreza, exclusión, marginación, desigualdad por género o vulnerabilidad social.

El principio que estaba detrás era que: las mejores prácticas de política social no son necesariamente aquellas que absorben mayores recursos y mucho menos las que pretenden sustituir la participación y la experiencia de la gente y de sus comunidades. Tampoco son aquellas que apuestan sólo a las fuerzas del mercado como el camino más corto para la prosperidad, sino aquellas que tienen que ver con la corresponsabilidad y con enfoques integrales que construyan puertas de salida y no redes que atrapan por generaciones a las familias en situación de pobreza10. Se enfatizó muchas veces por diversos funcionarios y autoridades federales que la política de desarrollo social y humano tenía entre sus principios básicos la corresponsabilidad. A realmente pocos días de finalizar este gobierno la apuesta mayor en los hechos y en los discursos sigue siendo a las fuerzas del mercado y se avanzó en la desarticulación de la capacidad del Estado para cumplir funciones redistributivas. El mejor indicador de esta apuesta es la inversión para que ganara Calderón toda costa la elección.

El tren ya se ha ido. La ciudad está desierta. La jeringa está vacía. Mi cabeza se ha ido. Mi cuerpo está inundado. El alcohol se evapora. Detente en esa puerta. No quiero salvarme de ésta. No necesito regresar mañana.

En efecto el municipio, como orden de gobierno, ocupa un lugar fundamental en la medida en que es uno de los agentes que  podría participar en el diseño de una política social (diferenciada y distante del neoliberalismo) y en la expresión de las vocaciones (culturales, sociales, económicas y políticas) locales para ser recogidas en un proyecto integral de país. Los municipios son entidades o instituciones públicas reconocidas por el derecho, basadas en una población asentada en un territorio determinado, debiendo tener la posibilidad y la obligación, al mismo tiempo, de funcionar aceptablemente y de cumplir con los fines que justifican su reconocimiento como gobierno y administración con potestades públicas11

De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el municipio es la célula básica de la nación: y como tal tiene funcionamiento propio, cuenta con autonomía relativa,  forma parte de un tejido que lo hace interdependiente con los demás municipios, con el estado y con la nación12. Colocar al municipio de manera real, efectiva y factible en el punto neurálgico del desarrollo del país requiere un cambio profundo que implica, evidentemente, un proceso social de transformación del poder político y de sus formas gubernamentales13. Hacer viables una democracia participativa, una reforma profunda del Estado (y recuperar su valor estratégico en la generación bienestar para todos)  y, paradójicamente, la reforma municipal es a la vez un componente importante del proceso más amplio de reforma del Estado. El reconocimiento de este papel estratégico, convierte al municipio en uno de los agentes imprescindible de la política y del desarrollo.

No puede soslayarse que el municipio como unidad administrativa y de gobierno está en una posición de relativa fragilidad, debido, en cierto modo, a su situación estratégica por su cercanía con el tejido social: es a quien acuden los ciudadanos cuando tienen algún problema, es una instancia catalizadora de los reclamos sociales. Y ocurre, por otro lado, que se redimensiona este espacio en el contexto de la descentralización política y del fortalecimiento del federalismo mexicano.

La paradoja se produce porque esta instancia local recibe de manera directa las demandas de la sociedad que, en muchos casos, sobrepasan la capacidad de los gobiernos municipales para dar respuestas correctas, con las consecuencias previsibles de deterioro de la legitimidad del gobierno municipal. Las causas son variadas y complejas, entre otras están la  insuficiencia de recursos o la incapacidad de contar con un enfoque y una intervención regional para atender problemas que superan el ámbito estrictamente local. Y no obstante, esta entidad administrativa y de gobierno constituye el ámbito natural de organización social para impulsar proyectos dirigidos al bienestar de las comunidades rurales y urbanas del país, sobre la base de criterios de acción colectiva14.

En el futuro cercano es indispensable que la lucha política integre los movimientos sociales con la eficacia de los gobiernos y autoridades locales en unidades que incluyan lo municipal y, las que los usos y costumbres demanden en beneficio del bienestar para su población. Es importante, como hemos señalado en otras discusiones, alcanzar una democracia sustantiva y, por el diseño institucional del país, se puede construir desde las instancias locales con la participación directa, activa, crítica, autogestiva, imaginativa e innovadora de la gente.

Desde estos ámbitos micro se ha tejido una profunda resistencia al neoliberalismo y de su fortalecimiento y desarrollo depende ubicarnos de la mejor forma en la globalización. La subordinación, la pasividad, la credulidad, la indiferencia y la falta de autocrítica son impedimentos para cambiar el destino. No queremos decir que éste dependa exclusivamente de la voluntad, pero si requiere una mejor disposición de nuestra voluntad de entrada para vincularnos y solidarizarnos con quienes además de resistir la catástrofe neoliberal, han abierto ventanas por las que podemos vislumbrar las tímidas/endebles posibilidades de un futuro distinto.

Notas:

1 Ver Niklas Luhmann. La Sociedad en el Estado de Bienestar. Ed. Alianza. Madrid, 1994. 273 pp.

2 En la discusión de este planteamiento, Luhmann (Op.Cit.) introduce una diferenciación adicional: entre poder político y administración pública.

3 Guillén T. La reforma municipal en los estados. Escenarios para un balance. En: Gobiernos locales: Democracia y reforma del Estado. Mesa 1 del Segundo Congreso de la Red de Investigadores en Gobiernos Locales de México (IGLOM). Querétaro, 2001.

4 Ibid.

5 Santín, L. Op.cit. p.2.

6 El caso de esta reforma es curioso, ya que por un lado expresa, todavía, las condiciones de un modelo legislativo centralizado y por el otro, se ubica también en el conjunto de medidas y acciones hacia un federalismo que avanza en la pluralidad política y en la diferenciación institucional. Es "una reforma que comparte dos etapas de la historia política del país" (Op.cit.).

7 Implica una coordinación donde, además, cada orden de gobierno ejerce sus derechos y cumple con sus obligaciones (ver Programa Nacional de Desarrollo Social 2001-2006).

8 Programa Nacional de Desarrollo Social 2001-2006, p. 119.

9 Ibid.

10 Discurso de la Lic. Josefina Vázquez Mota pronunciado en la Conferencia Internacional para Mejores Prácticas de Política Social, el miércoles 7 de mayor de 2003. 

11 Santín, L. Estudio sobre asociacionismo intermunicipal. INDESOL-Banco Mundial. México, 2002. p. 2

12 Anaya, V. Marco teórico del gobierno y la gestión municipal. En: El gobierno y la gestión municipal en México, Primera parte. Gaceta Mexicana de Administración Pública Estatal y Municipal,  No. 64. Ed. INAP.
México, 2002. p. 15. 

13 Guillén T. La reforma municipal en los estados. Escenarios para un balance. En: Gobiernos locales: Democracia y reforma del Estado. Mesa 1 del Segundo Congreso de la Red de Investigadores en Gobiernos Locales de México (IGLOM). Querétaro, 2001.

14 Santín, L. Las intermunicipalidades:Práctica de cooperación  entre municipios para el fortalecimiento

institucional, el desarrollo social y un ordenamiento racional del territorio. En: Santín, L. (Coord.). "Perfil y Perspectivas de los Municipios Mexicanos para la Construcción de una Política Social de Estado". INDESOL, México, 2003.


Diego Juárez Chávez

Tlalnepantla, noviembre 2006.

 

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