Razón y Palabra

 

México

Inicio

LA NOCHE TRANSFIGURADA DE SCHÖNBERG (II)

Por Diego Juárez
Número 62

 

A Mirelle Arellano González; en un año alguien ha contemplado
y cambiado el mundo desde su mirada de ojos inmensos
(de caricatura japonesa), mientras las esperanzas
y las derrotas se nos entraman por siglos
en un imaginario a punto de estallar en cascadas de luz.

 

A Ángel Bahena, con gratitud por la generosidad de
preguntar por este afiche, que en efecto estaba listo pero no.

 

A Luz, compañera insustituible e imprescindible de canciones y canto,
y de esa otra música que nos va invadiendo lentamente y sin saberlo hasta
que nos sentimos, un poquito, inundados por la alegría y
la solidaridad del cosmos.
 

Soliloquio de medianoche

A solas otra vez, toqué mi corazón,
allí donde los viejos nos dijeron que nacían el valor y la esperanza,
mas él, desierto y ávido, sólo latía,
sílaba indescifrable,
despojo de no sé qué palabra sepultada...

Octavio Paz.

 
Algunas instantáneas previas al segundo afiche dedicado a expresar inquietudes ultra subjetivas respecto de la situación del país. Después de un par de semanas de ausencia debido a motivos personales, profesionales y a una pequeña gran crisis moral.

Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como presidente legítimo de México ante una multitud (¿Medio millón de personas?, sí, aproximadamente), que volvió a llenar el zócalo del Distrito Federal el 20 de noviembre. En efecto no hubo tantas pancartas con frases como en otros momentos, pero las que había eran igual de significativas: una pareja de 75 años extendía una cartulina amplia en la que podía leerse una larga frase Quiero contarle a mis nietos que hoy cambiamos la historia… Mi presidente es legítimo, mi presidente no es espurio, mi presidente es Obrador… Junto con él cambiaremos el país desde abajo.

Felipe Calderón Hinojosa, antes de ser ungido como presidente legal del país, presentó a la opinión pública su gabinete. La expectación era saber si cumpliría su compromiso de campaña respecto de formar un gobierno de coalición y si el perfil de sus colaboradores reflejaría la disposición a incorporar en su agenda los temas en verdad estructurales: justicia social, equidad económica, bienestar y calidad de vida, e igualdad jurídica. Los nombres, las trayectorias, las posiciones, las primeras declaraciones y acciones, por el momento, nos hacen pensar más en un gobierno de colisión, profundizará el neoliberalismo e intentará llevar a cabo las reformas pseudo estructurales: privatización de los energéticos, cobrar impuestos en alimentos y medicamentos, desmantelar el maltrecho sistema de seguridad social, poner en manos privadas cada vez más codiciosas componentes del sistema educativo, evitar la reforma profunda del Estado que lleve a detener su anorexia, reforzar los mecanismos de represión institucional y colateral (¿paramilitares?) para salvaguardar los intereses de los grupos privilegiados ante el embate de brotes de inconformidad social.

Los detalles de la toma de posesión de Calderón fueron cronicados por los medios de comunicación oficiales y privados (realmente no estuvieron diferenciados, ¿acaso son los mismos?), en términos de una épica donde la valentía, la sagacidad, la firmeza, el respeto a la voluntad expresada en las urnas y a la Constitución, vencieron la intolerancia, la violencia y la irracionalidad de la oposición política: Sí se pudo, sí se pudo… sí se pudo, gritaron en el Auditorio Nacional los invitados, amigos, cómplices y aliados del nuevo gobierno (todos protegidos por un cordón de fuerzas militares y policíacas que los aislaron de las protestas de, por lo menos, 200 mil inconformes), ufanos de la hazaña de su presidente.

Los analistas que omitieron las críticas de fondo al gobierno de Fox y ahora justifican las medidas de Calderón, festejan su mano dura respecto de Oaxaca, no hicieron ninguna referencia a un contraste evidente el primero de diciembre (presente desde siempre). Dos méxicos de los muchos que podemos percibir. Uno oligárquico, de autos importados de lujo, de guardaespaldas, de ropa y fragancias finas; de posiciones importantes en el mundo de los negocios, las finanzas, la industria, la política, la comunicación, los espectáculos, el mundo intelectual y los deportes; acudió orgulloso al ágape en el museo de Antropología. Otro, el de los manifestantes, gente común y corriente agraviada no sólo por el resultado de las elecciones sino por la desigualdad; se dispersaba hacia los puntos más cercanos del transporte público para rumiar su discutible triunfo: Calderón, acompañado de un grotesco Fox, entró por la puerta de atrás del Congreso, se puso la banda de manera apresurada, juró con nerviosismo, cantó con desgano el himno nacional y salió apresurado por donde vino; el punto más bajo de la figura presidencial, la decadencia de rituales y de una clase política que ahora deberá estar rodeada de grupos armados para moverse por el país; la falta de autoridad moral y ética… signos de la ilegitimidad, juras y te vas.

Presente por su ausencia, desde este inicio de administración, una sombra que a unos cuantos días de tomar posesión de los cargos es ya un fardo de bastante tonelaje: por el bien de todos primero los pobres.

A la falta de coalición y a la colisión adicionamos la colusión: los senadores y diputados del PRI garantizaron con su presencia el quórum necesario para la toma de protesta de Calderón, alegaron como razón su compromiso con México y sus instituciones, no con el PAN ni con el presidente espurio. Quizás por esta razón Calderón y Ramírez Acuña, el flamante Secretario de Gobernación, con astucia y valentía cometieron otro agravio con consecuencias impredecibles aún, traicionaron a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), detuvieron al dirigente de este organismo, Flavio Sosa Villavicencio, así como a Ignacio García Maldonado, Marcelino Coache Verano y Horacio Sosa Villavicencio, a quienes se les hizo creer que representantes de la Secretaría de Gobernación dialogarían con ellos para encontrar una solución al conflicto de Oaxaca. ¿Espaldarazo a Ulises Ruiz? ¿Favor con favor se paga? ¿Crónica de una colusión anunciada que a lo largo de este sexenio consumará el proyecto de país del modelo neoliberal?

Es claro el método para resolver los problemas de Calderón: autoritarismo e intolerancia. Desde hace tiempo viene aplicando una estrategia en el caso de Oaxaca cuyos resultados están a la vista: el abuso, la represión y la incomprensión. El uso de la violencia para resolver los conflictos nunca acaba con los problemas de fondo, a éstos se sumará una agravio más, abono para el resentimiento. ¿La historia cobrará facturas?

Finalmente. Se ha denostado con frecuencia a Hugo Chávez, particularmente Washington, Fox, Calderón, los intelectuales mexicanos y los periodistas y comunicadores. Acaba de ganar en su país una elección democrática con una ventaja de 23 por ciento sobre su principal opositor, Manuel Rosales, quien contó con el apoyo de los medios de comunicación privados, de empresarios y de Estados Unidos. ¿Por qué ganó Chávez pese a la propaganda en contra interna y externa? Un dato irrefutable del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), citado por el periódico La Jornada en su editorial del 5 de diciembre, Venezuela ha reducido el porcentaje de la población que se encuentra en pobreza extrema de 21 a 10 por ciento, y ha disminuido la proporción de pobres de 50 a 17 por ciento. Un elemento que tuvieron en común Chávez y Fox fueron los ingresos excedentes por la elevación de los precios del petróleo, nos quedan muchas dudas respecto de lo que se hizo con tales beneficios económicos, enunciamos sólo tres: ¿Qué hicieron los gobiernos venezolano y mexicano con esos recursos? ¿De qué manera benefició a la población de dichos países esa riqueza inesperada? ¿Por qué en Venezuela sí han sido efectivas las estrategias contra la pobreza y en México no?       

Me parece que los casos de Venezuela y Brasil donde Chávez y Lula se han reelecto recientemente deben estudiarse con más profundidad, incluso verse comparativamente con México. Si bien nuestros analistas ahora nos dicen que la gente ratificó también al gobierno de derecha, el PAN, y que esto no es fortuito u obra de la casualidad, también es cierto que el margen de victoria (cuestionable) fue de medio punto porcentual y, en términos absolutos, el PAN perdió más de 10 puntos porcentuales en esta elección respecto del 2000. Sugerimos que a este análisis comparado se asocien otros factores, por ejemplo, ¿cómo creció la oligarquía y qué pasó con la situación socioeconómica y cultural de los pobres de Brasil, Venezuela y México?; y ¿cuál ha sido el comportamiento de la clase política gobernante, qué modelos, estrategias y programas han implementado para el desarrollo social y el crecimiento económico de sus respectivos países?; y finalmente, ¿qué pasaría si comparáramos estos gobiernos con los tres que antecedieron a los respectivos mandatarios de los países señalados?

Quizás nuestra perspectiva respecto de Chávez y de Lula cambiaría. Quizás también nuestra representación de lo que ha sido el neoliberalismo y de los márgenes posibles de aplicar modalidades alternativas de inserción de los países de América Latina a la globalización, distintas de las prescritas por el denominado Consenso de Washington con su operadores locales Chicago boys, grupo de elite al que pertenece por cierto Agustín Carstens, Secretario de Hacienda del gobierno de Calderón.

Personalmente, aunque me traiga antipatías y genere suspicacias a raíz de esto el Afiche ciudadano, pero es mejor no engañar a los lectores respecto de la posturas que sostenemos en este espacio. El triunfo electoral de Chávez me agrada, creo que es una buena noticia para Latinoamérica y lamento la cerrazón primero de Fox y luego la actitud beligerante de Calderón, quienes presuponiendo una autoridad moral no han perdido ocasión para descalificar al presidente de Venezuela.

Aquí somos partidarios del respeto al derecho ajeno y del derecho al respeto ajeno, así como de promover la comprensión en abierta oposición al maniqueísmo explícito e implícito. Debe ser motivo de interés serio y de análisis riguroso la realidad de un país y de un gobierno que tiene un crecimiento anual promedio del 8 por ciento, independientemente de si nos agrada la personalidad extrovertida, franca, excesiva, crítica e irreverente de Hugo Chávez, cuyo triunfo en las urnas y en las calles celebro.

Así como celebro la persistencia de la gente que la fase post traumática del fraude electoral de julio del 2006 la está transfigurando en una resistencia que dice no a los medios de comunicación, a los empresarios y a los políticos que pretenden con cinismo dar vuelta a la página, un borrón y cuenta nueva improbable. No comprenden la transfiguración del agravio en dignidad, piensan todo en términos pragmático-utilitarios de poder cuando las razones y sensibilidades se sostienen por una apuesta restauradora de heridas: la ética.

Sos el que haces las guerras
y que a falsas condenas
el que ama la violencia
que no tiene conciencia…
Porque vas lastimando
a quien se ve distinto
imponiendo posturas
siempre con mano dura…
Vos tenés pa’l abrigo
otros mueren de frío
sos el que anda matando
el que va torturando…
Yo no voy a la guerra, a la violencia
a la injusticia y a tu codicia
digo no, digo no…1

Retomamos la exposición planteada en el último afiche.No operamos aquí a la manera de recetas o dogmatismos, pero sí nos interesa exponer algunas preguntas a nuestro juicio indispensables para avanzar en los retos mencionados en dicho texto. Como se percatarán los lectores, colocamos en un lugar importante el tema de la comprensión, lo que condiciona a ésta y lo que se desprende de la misma.

Es indudable que el paso de una democracia representativa a una participativa implica una doble dilucidación. Por un lado, necesitamos saber cómo construir el concepto y la práctica de la democracia en consonancia con el universo simbólico de la gente, lo que significa entender la manera de formalizarla después de haberla dotado de un sentido práctico como expresión de la idiosincrasia de la diversidad para finalmente resolver el problema de: ¿Cómo instalarla en el imaginario personal para volverla un referente en el imaginario social?

Por otra parte, requerimos conocer cómo incorporar los habitus de vida que marcan las distintas trayectorias sociales de los grupos en el hacer efectiva la democracia en la vida pública desde la vida cotidiana de la gente, porque necesitamos enfrentar el reto psicocultural de: ¿Cómo hacer habitar la democracia (¿instalarla?) en la vida íntima y privada como elemento presente en las relaciones interpersonales para comenzar desde allí a hacer de las relaciones sociales un tejido de relaciones humanas?

Como hemos visto esta comprensión tiene en parte su inicio en la información respecto del tipo de sociedad en el que vivimos antes de coercer para conducirla a vivir en la democracia. En muchos casos los signos y referentes de ésta no forman parte del imaginario personal y grupal puesto en práctica en la vida cotidiana. Al respecto es fundamental una etnografía de las sensibilidades para hacer un mapa de las características culturales que definen las identidades de las distintas zonas en las que se diferencia la sociedad.

La forma de reducir la complejidad es produciendo mayor complejidad, de tal forma que nuestro conocimiento tiene que ser cruzado con formulaciones construidas a partir de, por ejemplo, los referentes psíquicos, ideológicos, estéticos, costumbristas, míticos, poéticos, morales y religiosos estructurantes del pensamiento concreto de la gente que define el poder de su discurso y su forma de hacer el mundo.

Cualquier referencia a las necesidades más profundas o a los intereses más intrincados está sujeta a la comprensión del marco de referencia desde el cual emergen, porque desde esta subjetividad se define un esquema de percepción y con base en él se teje la relación con el universo. Un hecho hasta hace muy poco insondable por criterios pragmáticos y económicos era el conocimiento de los porqués del ser/hacer de la gente, aún falta mucha información, pero empieza a vislumbrarse un avance importante con la aplicación de etnometodologías provenientes de la sociología urbana y la antropología cultural (que desde la primera mitad del siglo XX se vienen utilizando de manera formal científica, pero que desde Balzac y su Comedia Humana forman parte de las estrategias de comprensión de los grupos sociales).

Un recuerdo desde el África,
un sueño con el Liverpool Bar
y ella que siempre se va;
una foto de los Rolling Stones
mi vieja nunca los escuchó,
y no me puse a llorar.

Uh, los días en
cualquier lugar
perdido en una
inmensa ciudad,
en una rueda mágica,
y él, el ángel de la soledad, protege,
lava y cura este mal;
él no me abandonará…

Uh, yo extraño esa fascinación,
un póster, y una Gibson Le Paul
que nunca voy a olvidar;
recuerdo un día como hoy,
me fui de casa a tocar rock & roll
y no volví nunca más…2
 
La brecha a seguir parece estar en la vía de una discusión a propósito de las identidades en el marco de la globalización y ello pone el acento en un enfoque comprensivo que invierte el silogismo científico: no comienzo por hacer las categorías a propósito de las que me informaré de la gente, me frotó con la vida de la gente y de ese intercambio se producen los conceptos de la gente y los sentidos que los sostienen (o a partir de los cuales puede entenderse su valor).

En otras palabras: la comprensión es el entendimiento intelectivo y sensible (razonable) de los componentes que dan un valor determinado a lo que se es y se hace, aquellos aspectos que definen los límites y posibilidades, que dan cierta claridad a esas zonas obscuras donde podemos estar ante una frontera en las que, aparentemente, no hay punto de división o donde está una barrera infranqueable incluso para la imaginación más delirante.   

Ilustramos esquemáticamente nuestra idea de la trascendencia de la comprensión (como meta intermedia de la acción social) a partir de un ejemplo. Ésta tiene su epicentro en el problema de la significación y en el caso del reto de llegar a una sociedad desarrollada se requiere conocer las diferentes formas de interpretar (en función de cómo se desea vivir para estar bien) un concepto estratégico como el bienestar y, luego pasar a cómo integrar esas diferencias en una connotación que se vuelva una política que integre (hacer coexistir) en un proyecto de bienestar las distintas expectativas de la gente.

Hacemos una consideración que puede deducirse de nuestra exposición, el otro aspecto significativo es el problema de la integración. Obviamente nos referimos a ésta en un sentido distinto, no desde la lógica de la colonización sino desde la perspectiva de la horizontalidad matrial que en forma clara ha sido expresada por el neozapatismo de una forma poética y subversiva: un mundo en el que quepan todos los mundos... en el que todos los mundos sean posibles. Ese mundo no puede hacerse sin la inclusión de todos en su construcción y no puede hacerse a costa de alguna cultura.

Si lo vemos en términos de organización se superan las dimensiones de una mera ingeniería porque se trata de un cambio profundo, a nivel psicológico en los esquemas de percepción y a nivel cultural en nuestra forma de vivir, y de una conservación de la memoria y de todo aquello del pasado indispensable para saber quiénes somos y hacia dónde queremos ir. Una integración así es imposible sin la comprensión y ésta no es si no se sabe del otro... si no se sabe (la connotación es respecto del sabor con todo lo que implica simbólicamente la mezcla para el paladar) al otro.

Dados los esquemas donde se tiende a un Estado anoréxico indolente a las cuestiones de desarrollo social y donde las líneas de inversión pública y privada se sustentan en la égida de la maximización de beneficios, la comprensión y la integración no importan más allá de razones de mercado electoral y comercial. Nuestro subdesarrollo en la comprensión e integración no es gratuito y sin embargo hay un riesgo en el largo plazo: ¿se pueden sostener ambos mercados reduciendo a la gente al concepto de votantes y consumidores sin educación, con hambre y sin dinero? 

Si las ecuaciones econométricas y las prospectivas de escenarios tendenciales han prescrito el cálculo del costo factible (para no matar toda la oferta de fuerza de trabajo ni eliminar a todos los compradores, y para no acabar con todos los votantes), seguramente estará proscrita la catástrofe; de no ser así una incógnita se abre no sin dosis de terror. Los movimientos sociales que se presentan de manera paulatina y con angustia en el mundo globalizando expresan las demandas de equidad económica, justicia social e igualdad jurídica, son un llamado fuerte de atención (alerta en términos periodísticos). La respuesta es de incomprensión y violencia por aquellos políticos, empresarios y aun sectores de población que no tienen la más remota idea de para qué alcanza un ingreso diario de 20 pesos o cómo es la vida de un subempleado o un desempleado que mira las vías del metro y espera la llegada del tren no sin dejar de considerar la posibilidad de un viaje definitivo a la nada.

No es burla pero hay en esta imagen una visión optimista si sólo percibimos el melodrama del relato, por fortuna todavía es asunto atribuible a la lectura sesgada de las experiencias en el subterráneo, que en caso de ser cierto el hecho finalmente se queda en mera pretensión, pero de hacerse efectivo: ¿Habrá preocupación cuando la autodestrucción sea más visible y trágica, y no caiga uno sino muchos? Quizás no.

Qué difícil es poder aceptar
que alguien que amas
y quieres y adoras
contigo ya no está.
La violencia acudió
y un pájaro voló
qué llamado fatal hizo alguien
para llegar hasta él...

¿De dónde saldrá la luz?
¿En dónde se oirá la voz?
Quizás la respuesta esté sólo en ti,
sólo en mí, sólo en él, sólo en todos…3

En la perspectiva de las reflexiones que venimos haciendo el reto urgente es evitar esto, enfrentar la cuestión de vida o muerte en la que se está convirtiendo la existencia, garantizar la seguridad social y desde las entrañas de las relaciones y de los grupos elaborar la arquitectura de una sociedad solidaria. No es un asunto de sueños y utopías (aunque sí, viéndolo bien, sí), es fundamentalmente el dilema existencial del futuro y tiene que ver con evitar una catástrofe que desaparezca a la humanidad, al planeta y cuyas repercusiones sean galácticas. Logrado esto hay que desplazar la acción política y social a mejorar la calidad de vida y construir un marco que lo sustente (la democracia radical y sustantiva en lo general) como meta con base en la realización de procesos permanentes de auto y hetero organización.

Para no pecar de ingenuidad no puede soslayarse que habrá de enfrentarse el problema del poder político y económico pero los límites a éstos deben provenir de un mayor poder efectivo, el de la sociedad, si ésta no está integrada no será posible. La gran inversión necesita estar en todo aquello que se abandona ahora de manera sistemática: la educación, la comunicación y la investigación. La posibilidad de un poder real de la sociedad descansa en su capacidad para ser analítica, comprensiva, crítica y transformadora y estas funciones descansan en principios cuya expresión son el diálogo, la tolerancia, la integración, la justicia, la igualdad, la equidad y la seguridad.

Justo lo que en esta segunda entrega de La noche transfigurada de Schönberg intentamos es afirmar que, así como la comprensión es una condición de la integración social, la comunicación y la investigación son los capitales de la sociedad para construir una cultura comprensiva que sustente en un conocimiento sensible, reflexivo y activo su forma de imaginar y cambiar para hacer posibles espacios de conveniencia singular que al mismo tiempo sean los de la convivencia plural.

¿Apuesta por la comprensión como capital de la esperanza? Sí, en efecto queremos que a la noche transfigurada siga la marea de otro día, y no pase lo que presagia Octavio Paz en su Soliloquio de medianoche:

Intenté salir y comulgar en la intemperie con el alba
pero había muerto el sol y el mundo, los árboles, los animales
        y los hombres,
todos y todo, éramos fantasmas de esa noche interminable
a la que nunca ha de mojar la callada marea de otro día.


Notas:

1 Este fragmento pertenece a la canción Mal bicho de Flavio Cianciarulo interpretada por Los Fabulosos Cadillacs.

2 Este fragmento forma parte de la canción La rueda mágica, escrita por Charly García y Fito Páez, e interpretada por ellos mismos junto con Andrés Calamaro.

3 Este fragmento pertenece a la canción Para John, compuesta por Litto Nebbia. Fue escrita a pocas horas de la muerte de Lennon y como expresa el propio Nebbia: Quise escribir una canción que si bien tuviera mi estilo armónico rescatara el clima de las canciones del 50, y habla de lo que significó para mí este personaje durante mi adolescencia.


Diego Juárez Chávez

Tlalnepantla, diciembre 2006.

 

© Derechos Reservados 1996- 2010
Razón y Palabra es una publicación electrónica editada por el
Proyecto Internet del ITESM Campus Estado de México.