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UCRANIA Y SU DEPENDENCIA ENERGÉTICA CON RUSIA

Por Brenda Monroy
Número 62

Ucrania es un estado independiente relativamente nuevo en la esfera internacional. Después de la caída de la Unión Soviética, Ucrania se unió a otros países que quedaron aparentemente solos para enfrentar los nuevos obstáculos por cuenta propia. Sin embargo, esto no podía estar más alejado de la realidad, con la fragmentación del antiguo territorio de la URSS, éste trató de mantener su influencia a toda costa  sobre sus ex repúblicas y Ucrania quedó como el territorio con mayor importancia geopolítica y estratégica para mantener los intereses rusos a flote en el Occidente.

Para Ucrania esto ha significado un peso muy fuerte. Se ha convertido en la puerta hacia Europa, su colindancia con Rusia le hace casi imposible su completa independencia de Moscú y por sobre todo la dependencia energética se ha convertido en el problema ha solucionar por parte de la ex república soviética y el factor clave de disputa entre Rusia, Ucrania y el Occidente.

La relación Ucrania-Rusia es un tema importante a tratar debido a que es un claro ejemplo del tipo de relaciones que predominan en el escenario internacional.  A través del análisis de la dependencia que Ucrania sufre por ser un país relativamente débil y con poco que ofrecer, se pueden describir las relaciones de poder entre países de diferentes envergaduras, países dominantes y dominados, y el difícil papel de subordinación que juegan los estados pequeños a causa de diferentes factores que prácticamente les ocasiona una dependencia hacia las grandes potencias, muy difícil de evitar.

Desde la separación de Ucrania de la Unión Soviética, su proceso formativo dio por hecho que la estrecha relación entre ambos países sería inevitable. “La independencia de Ucrania fue producto de la división de las clases soviéticas en formaciones republicanas. Fue la clase soviética dominante de Ucrania quien decidió construir un estado propio y por tal motivo, este estado ha sido una continuación de la República Ucraniana Soviética Socialista, tanto en términos de derecho internacional como en términos de cultura y sistema económico y político.” (OLSZANSKI, 2001)

Por este motivo, la política exterior ucraniana ha sido orientada desde siempre a mirar hacia su gran vecino ruso. En un principio Ucrania trató de construir un sistema tanto político como económico independiente, sin embargo pronto se dio cuenta de que esto le era prácticamente imposible y decidió aceptar una llamada “relación asimétrica” con Rusia. Este tipo de relación se basó en el hecho de que Ucrania dependió desde un principio en un mayor porcentaje de bienes básicos rusos como los energéticos: el gas natural (80%) y el petróleo (90%). Mientras Rusia encontró fácilmente sustitutos para los bienes que importaba de Ucrania. (OLSZANSKI, 2001) De esta manera, Rusia se dio cuenta de que podía aprovechar las condiciones de ventaja en Ucrania y la dependencia energética se convirtió en la pieza clave de las relaciones Ucrania-Rusia.  

Desde el 2004 y a partir de la llamada “Revolución Naranja”  la política exterior de Ucrania ha dado un giro interesante. Después del triunfo de Victor Yuschenko y de la oposición a los favoritos del Kremlin, las tensiones entre ambos países han cobrado gran importancia. La llamada “Guerra de los energéticos” es latente cada vez que Rusia busca ejercer presión en su ex república, mientras que Ucrania ha tratado de diversificar su política exterior encontrando nuevas alternativas en la Unión Europea, la Organización Mundial de Comercio, la OTAN y principalmente los Estados Unidos.

Principales gasoductos Rusos


Sin embargo, el mayor problema lo ha encontrado en la dependencia energética. Como podemos observar en estos dos gráficos, Ucrania es el país que más depende de las importaciones de gas de Rusia, además de que la mayoría de los gasoductos rusos pasan por su territorio, convirtiéndolo así, en un territorio en disputa, en el centro de intereses tanto rusos como occidentales, situación que limita su campo de acción. 

Volumen de importaciones de gas ruso en Países Europeos

Volumen de importaciones de gas ruso en Países Europeos
Fuente: http://www.osw.waw.pl/en/epub/epunkt/2005/02/gas.htm.

En la actualidad ya han sido varias las veces en las que Rusia ha amenazado y disminuido el suministro de gas a Ucrania, situación que provoca gran conflicto también para Europa, ya que este es el  paso del gas a aquel continente. Gazprom, paraestatal rusa, mantiene el monopolio del gas dentro de Ucrania. Sin embargo, con la subida de Yulia Tymoshenko como primer ministro anti ruso, y líder de la compañía ucraniana de gas Naftohaz, las tensiones se han agudizado. El último acuerdo energético al que llegaron el Kremlin y Kiev fue que los intermediaros fueran eliminados, el punto por el que Tymoshenko había estado luchando, debido a que los intermediaros privados eran fuente de corrupción. Sin embargo, a pesar de que Naftohaz con esta medida se convierte en un importante proveedor de gas a industriales ucranianos, Gazprom mantiene el monopolio y control sobre el suministro de gas. Este acuerdo será anual, por lo que Ucrania no ha garantizado su suministro de gas.  (GÓRSKA, 2008A).

Así que el problema para Ucrania es:
¿Cómo lograr disminuir la dependencia de energéticos de Rusia para obtener una mayor independencia de Moscú? O si esta independencia es imposible ¿Cómo mantener buenas relaciones con Rusia para asegurar el suministro de gas y no ser objeto de constantes presiones?

Para alcanzar una posible solución a este problema, es necesario definir los intereses que afectan la llegada a un acuerdo y la búsqueda de los objetivos principales. Los dos intereses más importartes para Ucrania son: la soberanía nacional y la sustentabilidad económica.
El último acuerdo de gas alcanzado por Yulia Tymoshenko con Moscú, es sin duda un triunfo para la primer ministro, sin embargo los puntos conseguidos por Ucrania parecen quedar un poco cortos para solucionar el verdadero problema de dependencia energética: el control de los gasoductos y el suministro de gas. Los logros fueron que Naftohaz se hará cargo de gran parte del mercado ucraniano, se eliminaron los intermediaros privados, la deuda será aplazada y Naftohaz pagará a Gazprom en forma de combustible. (GÓRSKA, 2008A).

A pesar de un visible avance por parte de Naftohaz, los dos mayores intereses de Ucrania parecen todavía muy lejanos. Por una parte el mayor interés para Ucrania, sin duda, es mantener y acrecentar su independencia y la defensa de su soberanía. Su pasado con la URSS y su inevitable cercanía con Rusia, hacen de Ucrania un país a merced del gran gigante moscovita y un país que sirve de puente hacia el Occidente. Es por esta razón que Ucrania se ve en una tarea diaria de defensa de sus intereses y búsqueda de una mayor independencia tanto en el ámbito doméstico como en el internacional. “Para Ucrania, es de interés básico el preservar su independencia y el prevenir el inevitable dominio político y económico de Rusia para hacer de Ucrania un país políticamente dependiente” (OLSZANSKI, 2001)

Así mismo, la búsqueda de una real independencia se ve amenazada gravemente por la dependencia energética que Ucrania sufre al ser Rusia quien posee el 27% del gas mundial. (DE DICCO, 2006) En este ámbito, el gran interés de Ucrania sería el de encontrar una alternativa a Rusia para lograr su separación de este país. Rusia encontró en la dependencia energética su arma más importante para ejercer el control no sólo económico sino político de Kiev. Rusia “provee la mayor parte del petróleo y gas natural consumido por Ucrania y todo el combustible nuclear, y en el pasado      frecuentemente ha explotado la dependencia de Ucrania de estos bienes para fines políticos.” (OLSZANSKI, 2001)  

Parte de este interés energético podría ser también la cuestión del control de los gasoductos que atraviesan Ucrania. Cuatro de los seis gasoductos que posee Rusia pasan por Ucrania, y esto también ha sido objeto de varias disputas entre ambos países. Rusia ha intentado obtener el control de estas líneas, mientras que Ucrania  también encuentra una ventaja y una ganancia al ser el paso de los energéticos.

Si la independencia energética fuera prácticamente imposible entonces el interés ucraniano sería el de lograr un acuerdo para asegurar el suministro de gas a largo plazo y mantener el poder de los gasoductos para seguir obteniendo ganancias del tránsito de los energéticos por el territorio hacia Europa. “Otro factor importante son las ganancias que Ucrania deriva del tránsito de los energéticos: es crucial para la economía de Ucrania el conservar estas ganancias” (OLSZANSKI, 2001).

Considerando que el principal interés de Ucrania es el de mantener su independencia de Rusia y su mayor obstáculo para lograrlo es la dependencia energética con dicho país, podemos definir dos escenarios posibles y por lo tanto dos soluciones. El primero es la búsqueda y las soluciones para la obtención de dicha independencia; y el segundo escenario es la aceptación de la imposibilidad de dicha independencia y la propuesta alternativa para lograr una independencia relativa.

Para alcanzar el objetivo primordial de independencia total de Rusia, la propuesta sería mirar hacia otro lado, encontrando alternativas energéticas. Por una parte, se puede vislumbrar a otros proveedores de gas natural como lo serían Irán y Turkmenistán, quienes también son proveedores de hidrocarburos (DE DICCO, 2006). Esto liberaría a Ucrania de los fuertes lazos económicos y políticos con los que es sujetado por Rusia. También podría buscar el apoyo de Estados Unidos, en quién podría encontrar un fuerte aliado y el contrapeso ideal de Rusia.

Además de estas opciones también lo están las energías alternativas. Estamos en un tiempo en que no todo es petróleo ni gas natural, la inversión en investigación tecnológica y científica para el desarrollo de energías sustentables y propias de Ucrania podría ser una solución a largo plazo.  Situación que ayudaría a Ucrania a sostenerse por sí misma y eliminar la dependencia de Rusia y de cualquier otro país.

Por otro lado existe la posibilidad mucho más factible de que Ucrania se mantenga bajo la fuerte influencia de Rusia, situación de la que están conscientes los ucranianos y que han aceptado como una relación asimétrica. En este caso lo que más le convendría a Kiev sería lograr un acuerdo que le asegure el suministro de gas a largo plazo; teniendo que ceder tal vez el terreno ganado actualmente por Naftohaz en el mercado interno pero manteniendo el control sobre sus gasoductos. De esta manera, Ucrania podría dejar de preocuparse por un tiempo de las amenazas constantes de Rusia como medio de presión económica y política, así como obtener cierta independencia.

Después de lo expuesto podemos darnos cuenta de que la situación de Ucrania parece poco alentadora. Su posición geográfica y su pasado histórico con Rusia hacen que éste último siga viendo a Ucrania como una extensión perdida de su territorio. Situación que provoca que Ucrania se vea sumergida en la zona de influencia rusa de la cual, parece no haber escapatoria.

Sin embargo, existe una dicotomía en este problema: por un lado el mayor interés de Ucrania es el de alcanzar una independencia de Moscú y salvaguardar la soberanía nacional,  y por otra parte, la economía ucraniana también se ve favorecida por esta relación  desigual con Rusia y el tránsito de energéticos por su subsuelo, de hecho los ingresos causados por este rubro a la economía nacional tienen un gran peso. Por estos motivos Ucrania también, trata de cuidar que Rusia no encuentre vías alternas para el transporte de estos energéticos.  

La actualidad y el futuro próximo se vislumbran como la era de los recursos, entre los cuales obviamente se encuentran los recursos energéticos. La posesión de los mismos comienza a ser un factor clave para la conducción de las relaciones entre países y para la definición de los intereses. En este caso Rusia tiene una ventaja absoluta en cuestión de  la obtención y producción de gas, algo con lo que Ucrania no ha podido competir ya que los recursos que posee que puede ofrecerle a Rusia no son tan únicos y han sido fácilmente sustituidos por Moscú.

Sin embargo también es verdad de que a pesar de que Rusia es quien posee el mayor porcentaje de gas en el mundo, no es el único. Ucrania puede encontrar alternativas  en otros países y protección y ayuda económica en Estados Unidos. Tal vez la mejor solución sea diversificar sus relaciones, mantener buenas y estrechas relaciones con Rusia pero, a su vez,  encontrar contrapesos a este poder en la Unión Europea y Estados Unidos. Éste último es el país que más le favorecería ya que a pesar de que la UE es una comunidad cada vez más fuerte, se encuentra también dependiendo del suministro de gas de los rusos, algo que podría cambiar en un futuro próximo si se logran construir los gasoductos alternativos.

Sin duda la dependencia de energéticos es el punto clave en la relación Ucrania-Rusia, y tal vez el futuro de Ucrania como país independiente y soberano esté subordinado a la capacidad que tenga éste último de diversificar sus relaciones y encontrar alternativas. 


Bibliografía:

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Górska, Anna. (2008A). “The Ukrainian-Russian gas deal”.  [En línea]. East week. Osrodek Studiow Wschodnich Centre for Eastern Studies. Recuperado el 30 de marzo de 2008, de http://www.osw.waw.pl/files/EastWeek_120.pdf
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Olszanski, T. (2001). “Ukraine and Russia: mutual relations and the conditions that determine them”.  [En línea]. East week. Osrodek Studiow Wschodnich Centre for Eastern Studies. Recuperado el 1 de marzo de 2008, de http://www.osw.waw.pl/en/epub/eprace/03/01.htm.   
Zamora, Augusto (2006). “Rusia-Ucrania: Gas y geopolítica”. [En línea]. Recuperado el 30 de marzo de 2008, de  http://www.lainsignia.org/ 2006/enero/int_001.htm


Brenda Monroy Hernández

Estudiante de Relaciones Internacionales en Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México. Le interesa la política como juego que se da en las relaciones de poder entre personas y en este caso, entre países. Sin embargo, su principal interés es el lado humanitario.

 

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