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“YA NO HABLO… ¡ME COMIERON LA LENGUA LOS RATONES!”*
 VICENTE FOX EL PRESIDENTE DE LA PALABRA


Por Elizabeth Nuñez
Número 63

Este trabajo se desprende de la lectura de las conferencias que Freud en 1916 pronuncia alrededor del tema de los actos fallidos. Importante es el tema por la calidad de verdades que se revelan tras una “equivocación” en el hablar y/o en el actuar.

Además de importante resulta curioso fuera del contexto analítico darnos cuenta que mucha gente sin haber leído a Freud ni a otros autores que trabajen el tema, en ocasiones reconoce tras lo que nosotros conocemos como operación fallida (especialmente un lapsus), algo más de eso que de inicio se tenía intención de decir; un comentario, un gesto, una señalización, a veces hasta una interpretación y la misma risa que viene después del llamado error, resalta la comprensión del verdadero sentido del hablante; “El que hambre tiene en pan piensa” -se dice-
4 tipos de Fehlleistungen (operaciones fallidas) son los que describe Freud en su primer conferencia y estos son: Desliz verbal, Olvido, Extravío (perder algo) y los llamados Errores. Para fines de este trabajo es en los primeros (desliz verbal) donde se centra el escrito.

Bajo tal intención los recursos de análisis para tal fin se sentaron en la lectura a Freud, aunque se tomaron también algunos elementos del análisis de discurso político para realizarlo. Además se recurrió al libro que construyó en 2003 Andrés Bustamante, uno de los comunicólogos más importantes de México que se ha caracterizado por una crítica cómica y una propuesta ingeniosa para decir de otra forma lo que inquieta a nuestro país. ¿Y yo por qué?1 es la recopilación de 250 frases que nuestro ex presidente de la república tuvo a bien-mal decir en el periodo de 1999 a 2003 y que retumbaron en los oídos2 hasta de los “menos letrados”, pero que en este caso pueden reconocer una verdad bien dicha en un malogrado intento de decir otra cosa…

            Para este momento de la lectura y sin necesidad de basarse en los años indicados anteriormente ni en el título del trabajo, se podrá anticipadamente saber que nos referimos a Vicente Fox, el Presidente elegido por sus cualidades representativas del pueblo, mismas que posteriormente hicieron sonrojar las mejillas (en el mejor de los casos) de los mismos que le eligieron. No ha sido cualquier cosa, compartimos la idea de que “hablar es una manera de actuar”3 y las acciones siempre tienen consecuencias, especialmente desde el podium del recinto más importante de un país con un micrófono delante.

Desde Psicopatología de la Vida Cotidiana (Sigmund Freud, 1901) pasando por Función y Campo de la Palabra (Jaques Lacan, 1953) llegando a la actualidad; el análisis se centrará en lapsus y también en enunciados que podemos pensar que tuvieron la intención de principio a fin de ser dichas como fueron pero que al final el sentido que se pretendía era otro al des-cubierto, pasando de la in-coherencia hasta un descaro inocente, el cual, no dejó de tener importantes repercusiones políticas-sociales como el clásico comes y te vas a Fidel Castro.
           
Con todo y todo el problema no eran las equivocaciones en sí mismas, siendo justos diríamos que “quien controle un lapsus que tire la primer piedra”, sin embargo acá lo importante era quién lo decía, “!Al final quien gobierna es Vicente Fox, no el PAN! ¡El que la riega es Vicente Fox, no el PAN! ¡El que tiene los aciertos es Vicente Fox!”4… pues sí, ni más ni menos que nuestro Presidente.

En el recuento de los daños, Carlos Monsivais dijo: “Vicente Fox encabezó un Gobierno caracterizado por irracional, cuadrado, imprudente, torpe, inútil y débil, cuya vergüenza Internacional, fue provocada principalmente por haber gobernado en pareja presidencial”.5… uta… pa´cabarla mandilón!; grave herida narcisista al pueblo que por las botas, preveía otra cosa.

           
Así lo que en un inicio se convirtió en el gancho de identificación con el partido a través del candidato, más tarde comenzó a generar una incómoda realidad; tomando en cuenta que “el discurso (político) es una secuencia de enunciados cuya finalidad no es comunicar sólo lo que se piensa o siente, sino sobre todo la de enseñar, persuadir o disuadir”6 en este caso se revirtió. Imposible separar el encanto y la desgracia, división intentada para seguir reconociendo al Fox-hombre cuando el país necesitaba un Presidente que desde la representación imaginaria se aspiraba que dejara de ser simpático e ingenuo para convertirse en el dador de estabilidad, respetado desde dentro y desde fuera del país. Imperdonables declaraciones como “Acudiré (a la ceremonia de canonización de Juan Diego) como Vicente Fox, no como Presidente, aunque tengo claro que no podemos separar una personalidad de la otra”7… un buen día el mismo pueblo hincado frente a la cruz pedía a su Dios, que el Presiente cumpliera su promesa cuando candidato: “Honestidad, trabajar un chingo y ser poco pendejo”8… nada de que “¿y yo por qué?”9

Freud nos dice “El tipo más habitual y también el más llamativo de trastabarse es, empero, aquel en que se dice exactamente lo contrario de lo que se tenía la intención de decir”10  Así empezaba y anunciaba “sin querer” lo que se nos convertiría en realidad; lapsus de una crisis anunciada, podríamos titularle: “Propongo hacer una nueva arquitectura constitucional que liquide los vestigios del régimen de partido de Estado. No propongo abolir la historia, sino proseguirla11 y una más “Los pobres no pagarán… recibirán completo y copeteado el impacto del IVA.”12 Qué pasooó?... Ahí hasta a nosotros nos daban ñañaras que él fuera nuestro Presidente. A veces daba la impresión de que ese duende o diablillo del que hablaba Freud provocador del acto fallido no rondaba la cabeza de Fox sino que vivía ahí dentro. “Sabemos por la experiencia que esas acciones fallidas y esos olvidos ocurren también en personas que no están fatigadas, distraídas ni emocionadas, sino que en todo sentido se encuentran en su estado normal, a menos que precisamente a causa de la operación fallida se quiera atribuir con posteridad a esas personas un estado de emoción que ellas mismas no confiesan”13 Poco a poco nos desprendimos de la idea de que se trataba de un evento aislado, para asumir que esa era la “característica que nos caracterizaría” como país. Parecía que hasta en el esfuerzo de cuidar lo que decía… al final seguía hablando como Borgues14; corriendo en paralelo una fuerte resistencia a reconocer el sentido de sus palabras “Espero no haya confusiones, porque a veces yo no me explico bien y veo las cosas en los periódicos y salen mal…”15

En su caso no hay psicoanalista… hay medios de comunicación, en quienes la encomienda es justo lo contrario del llamado secreto profesional. Sabemos que la importancia de los lapsus es que tienen un sentido, un sentido que no puede analizarse (psicoanalíticamente hablando) si no es en el diván… nada sabremos desde ahí, pero el contexto, la trayectoria, las características del hombre que nos regía, las cosas que se jugaban alrededor de esos 6 años de gobierno nos permiten aventurarnos en este ejercicio, reconociendo entre el chiste la seriedad del asunto. No en balde vemos en la calle orejas presidenciales en la cabeza de un niño con pompas de globo ganándose unos pesos y recordándonos una dolorosa historia que sólo a través de la parodia parece sosegarse; el Weso un programa de radio que propone decir bajo la misma plataforma del chiste eso que nos preocupa y que muchos nos rehusamos ya, en seguir en televisión las mismas noticias que se repiten como la pulsión de muerte: siempre igual y siempre distinta, a lo que no nos acostumbramos -y qué bueno!-.

Con todo esto, para Fox ni libertad psíquica, ni política, bueno… ni marital… pero reconociendo así así… la neta la neta pus nadie. Y en nuestra elección va la responsabilidad, la misma que nos hace reflexionar que como el obsesivo, despreciamos los mismos atributos del objeto amado que en su momento nos conquistaron.


Notas:

* Vicente Fox julio 2001 en: ¿y yo por qué? 250 frases que sacudieron al país recopiladas por Ponchito, cuarta edición, 2004, Andrés Bustamante

1 Andrés Bustamante; ¿Y yo por qué? 250 frases que sacudieron al país recopiladas por Ponchito, cuarta edición, 2004

2 Y lo sigue haciendo, en los dos sentidos: sigue hablando Fox y sigue sorprendiendo lo nuevo y lo viejo y lo de siempre.

3 Roberto León Santander; Análisis del discurso de campaña de Vicente Fox
Un ejemplo de análisis del discurso político

4 Idem 1

5 Carlos Monsivas , citado por   Evelyn Hernández en Hoy  Tamaulipas http://www.hoytamaulipas.net/?PHPSESSID=7fa1a5e0ea&v1=notas&v2
=7193&tit=Sexenio_de_Fox_fat%C3%ADdico:_Carlos_Monsivais
, consultado el 3 de julio

6 Idem 5

7 Idem 1

8 Idem 1

9 Idem 1

10 Freud, Sigmund, Obras completas Vol. XV 2ª conferencia: Los actos fallidos pp. 30

11 Idem 1 (las cursivas son mías)

12 Idem 1 (las cursivas son mías)

13 Idem 12 pp. 26

14 Todavía no sabemos quién es y dónde vive el tal Borgues

15 Idem 1


Elizabeth Núñez González

 

 

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