Razón y Palabra Bienvenidos a Razón y Palabra.
Primera Revista Electrónica especializada en Comunicación
Sobre la Revista Contribuciones Directorio Buzón Motor de búsqueda


Diciembre
2004

 

Número del mes
 
Números anteriores
 
Editorial
 
Sitios de Interés
 
Novedades Editoriales
 
Ediciones especiales



Proyecto Internet


Carr. Lago de Guadalupe Km. 3.5,
Atizapán de Zaragoza
Estado de México.

Tels. (52) 58 64 56 13
Fax. (52) 58 64 56 13

Versiones y Diversiones

Reiteraciones e Instantáneas de un Tema Harto Conocido

 

Por Fernando Mendoza
Número 42

El ejercicio de lo que los gobiernos llaman comunicación social requiere un cambio profundo para avanzar en tareas realmente comunicativas. Imagino por ejemplo a los secretarios y funcionarios de primer nivel del gobierno federal reuniéndose periódicamente con los medios para explicar las acciones de gobierno y abrirse a sus preguntas. Imagino al mismo Presidente activo ante las cámaras del Congreso de la Unión explicando el propósito de sus planes, programas y acciones; defendiéndolos y discutiendo y escuchando planteamientos de la oposición. Este sería un buen ejercicio informativo para la ciudadanía que necesita y exige información, más allá de los spots publicitarios.

El gobierno del Presidente Vicente Fox reduce la comunicación social a promocionales de radio y televisión y desde hace cuatro meses a inserciones diarias en cuanto periódico y revista hay impresas, sin ton ni son y con evidente despilfarro, de la mano de un lema vacuo y voluntarioso que suena bien: contigo es posible. El tú, el alter receptor aludido en el contigo no es protagonista de la historia que narran los promocionales del gobierno. El contigo de la cobertura totalitaria de Vicente Fox es un receptor agradecido porque el gobierno lo incluye en sus hazañas.

No hay información para actuar. No hay paso alguno que Tú (yo, él, nosotros) pueda dar porque este gobierno lo hace por nosotros. Sentémonos a oírlo y aplaudirlo.

Tras la escandalosa salida de Alfonso Durazo como vocero presidencial, el cargo lo ocupa Rubén Aguilar Valenzuela, acomodaticio personaje que sin ser relevado de su cargo fue suplantado por su jefe, en un hecho insólito. Vicente Fox se ha caracterizado por no tomar decisiones y no dar la cara cuando ha habido remociones en su equipo de trabajo. Sin embargo, al ejercer la prerrogativa del Presidente de la República para destituir al Director de Seguridad de Pública del Distrito Federal responsabilizándolo tardíamente de los hechos de Tláhuac – dos semanas después y sin los resultados de la investigación en marcha – el Presidente decidió ser su propio vocero y transmitir una pretendida imagen de hombre de acción y decisión, rasgos ausentes en su presidencia.

Al asumir la vocería de sí mismo el Presidente anuncia la cabal descomposición de la figura presidencial, rebajada a pleitos de segundo nivel y una precaria capacidad comunicativa en la lectura bizca del telepronter. La destitución de Marcelo Ebard como Secrtario de Seguridad Pública deja muchas preguntas sin respuesta; comunica encono, más que mando, descontrol más que firmeza y enrarece el ambiente político. Ruido que enturbia la de por sí difícil comprensión de los mensajes del entorno político.


Fernando Mendoza Vázquez

Columnas anteriores