Por
Fernando Mendoza
Número 40
Vicente Fox se
distinguió como candidato por su manejo comunicativo y su
disposición a escuchar a sus audiencias; como Presidente,
por sus fracasos en comunicación y su incapacidad para encontrarse
con el ciudadano. En un proceso de deterioro agudo – que le
han costado cinco directores de comunicación social –
el Presidente parece incapaz de cumplir con los rudimentos de un
buen mensaje: hacerlo llegar con claridad y que la intencionalidad
del ego (emisor) encuentre receptividad en alter, ese otro ego que
son la ciudadanía y los mediadores de opinión.
El cuarto informe de gobierno se promovió
como un balance de la gestión: “Dónde estamos,
a dónde vamos”, decía el lema que invitaba a
escucharlo. Sonaba bien, pero... el Presidente sufrió las
consecuencias de algunas de sus acciones. La lucha de su gobierno
con el de la Ciudad de México produjo un singular contexto
para el informe donde la figura de fondo, la referencia central
no era el país, si no Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador, con buen sentido de la oportunidad
realizó una exitosa marcha de autodefensa en la que además
de esbozar un proyecto de nación lanzó otro mensaje,
sobre su capacidad de convocatoria. Después del informe los
diarios destacaron el llamado del Presidente a una tregua como lo
más importante. Desafortunadamente la solicitud de tregua
fue una frase improvisada no una de las diseñadas a llenar
las ocho columnas. Vicente fox no pudo hacer llegar su mensaje.
La promesa de informar “Dónde estamos,
a dónde vamos” se extravió entre cifras descontextualizadas
que modifican su referencia para encontrar su mejor ángulo.
En algunos casos la referencia era el año 2000; en otros
hace tres meses; en algunos el sexenio pasado o tres décadas
atrás. Recurrir como referencia a un punto móvil impide
cualquier intento de comprensión y dificulta retener el sentido
del movimiento actual.
No es sólo que el formato del informe sea
caduco - como señalaron los críticos de la actitud
de los legisladores que interrumpieron el mensaje presidencial -,
éste se diseñó para ser opaco, a falta de claridad
del enunciante.
Un pequeño repaso a la trayectoria de los
informes foxistas ilustra su pérdida de rumbo. Me auxilio
para ello en la versión online de La Jornada el 2 de septiembre
de 2001, 2002, 2003 y 2004, respectivamente. En el año 2001,
después del primer informe el diario resaltaba: Alternancia
no es cambio: Fox, “Apremia al Legislativo a aprobar la reforma
hacendaria” y “México sí tiene proyecto''
.
Un año después, tras el fracaso de
la reforma hacendaria, el diario destacó del segundo informe:
Mi política no es de ajuste de cuentas: Fox. La Jornada agregaba
‘Su intención es no entorpecer un pacto ``para la reformas
que el país reclama'' ‘ y su llamado a concretar un
gobierno de ``corresponsabilidad''.
Tras el tercer informe el cabeceo a ocho columnas
era Reconoce Fox ineficacias y desaliento social. Ahora en el cuarto
informe el titular retomó Fox pide "tregua", antecedido
de "Lo mejor está por venir"
En cuatro años Fox ha recorrido una cuesta
abajo, de Alternancia no es cambio: Fox; a Mi política no
es de ajuste de cuentas: Fox; a Reconoce Fox ineficacias y desaliento
social para concluir con Fox pide "tregua".
Una generosa muestra de agradecimiento
Después de las reformas a la Ley del Seguro Social en julio
pasado el IMSS ha retribuido el apoyo de los medios con una generosa
pauta comercial que anuncia PrevenIMSS en ,radio y televisión
en los mejores horarios. En agosto la presencia de PrevenIMSS ha
sido intensa también en prensa, como si así mejorase
la atención o se impulsase un ambiguo concepto de prevención,
como salida a la atención de la salud de los derechohabientes.
La idea de prevenir para cuidar la salud suena
bien y es una estrategia que bien entendida y aplicada reduce riesgos
de salud y costos al sistema. Pero no es el caso con este programa
del IMSS, o no es al menos lo que muestran sus promocionales; en
cuya estructura aparecen pacientes que tras un dolor acuden al médico.
Así tenemos, por ejemplo, una mujer que tras un dolor en
el estómago acude a su clínica y le diagnostican cáncer
cérvicoturerino. Es obvio que los creativos no hicieron su
tarea, no consultaron a los médicos del seguro ni saben las
características de tal cáncer ni tienen idea de qué
significa prevenir.
El mensaje de PrevenIMSS no es de el de atender
oportunamente y precautoriamente la salud sino el asistir al médico
cuando se tiene un dolor (sic). El IMSS ignora que prevenir significa
evitar, precaverse, anticiparse o conocer de antemano.
Los mensajes no parecen hechos para apoyar una
cultura de la prevención en salud, sino para aparentar que
se hace. Así, se suplen hechos con dichos. La solidaridad
no es con los derechohabientes.
La última de las
olimpiadas
Las olimpiadas mostraron la persistencia con que los locutores confunden
los números ordinales con los partitivos. Así escuchamos
reiteradamente como los competidores quedaban en onceavo o doceavo
lugar y no en undécimo o duodécimo.
Fernando
Mendoza Vázquez |