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Quisiera

Por Marta de Arévalo

QUISIERA

Reniego la sapiencia de los trinos y el beso.
Quisiera renacerme en tiempos de pan blanco,
juntar alas caídas en tornasol prodigio
y andar mi primavera ungida de entusiasmo.

Quisiera me encontraras una mañana clara,
a orillas del  rocío, duendesa del encanto,
jugando con las ondas divinas de la risa,
viviendo plenamente sin el puñal del llanto.

Quisiera que mi carne el filo traspasara
de este juntar los tiempos en corazón amargo.
Y no dolerme en viñas de siemprevivas muertas
ni titubear en sombras en donde herida aguardo.

Quisiera ceñir lises en endulzar de almendros,
una tarde divina estrenada en tus brazos.
E iniciarme en misterios por edenes remotos
entre toros celestes y palomares cándidos.

RECLAMO

Hombre esencial nimbado en amapolas,
me dueles entre mieles con tu mirada ausente,
tan firme y alta, tan llama y mariposa,
que te absuelve en la culpa de mi espina y de mi muerte.

Hombre en alas venido del destino,
- linaje de la rosa, pulsar de la tormenta -
llega tu voz nombrando los delirios
y con el mismo arpegio me ciegas las estrellas.

Hay en tu eco misterio de claveles
y una profundidad de mar. Y un aire intangible
de aromas primordiales y celestes
esquirlas de un sol distante que giraba entre cisnes.

Yo te reclamo mi alma de alabastro
y el perfil exacto de mi sangre dormida
y la onda pura de mi retiro bárbaro
y mi noche dulce con la sien sin heridas.

Yo te reclamo mi rebaño de espigas
y mi setiembre apacible en labores concretas.
Y la ola y el árbol , y mi ala tendida
en el mundo invisible de la vida secreta.

Reclamo el bien de no desear el beso
y el olvido piadose del corazón sin fiesta.
Y la paz que trizaste, cazador de luceros,
el día en milagro que invadiste mi selva.

Hombre esencial, nombrado en amapolas,
¿qué tiene tu alma que a mi alma embandera?.
En tu manar de fuente -  dinosaurio y paloma - ,
vas en luz de milenios, enraizado en mis venas.

Marta de Arévalo

Escritora Uruguaya