Número 16, Año 4, Noviembre 1999- Enero 2000
TAN SÓLO UN MOMENTO(México) Seca, aún sin desierto, la esperanza no brota en el mar de lo incierto. Todo yace muerto con la única señal de tu voz en silencio. Víspera del infierno, la puerta entreabierta por tu mano y mi sueño. No existe el miedo cuando es inevitable la llegada de lo que mis ojos jamás percibieron. Alma sin aliento, consumida el áurea tan sólo queda un seudocuerpo. Mirada carente de camino, los días se nublan ante tus besos fríos. El Sol de la mente ya se perdió, la ilusión fue engañada y, por fin, el término se presentó. |