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A nuestros amigos, los ciberperiodistas
 

Por Octavio Islas
Número 30

Nos complace presentar a nuestros amables lectores el número treinta de Razón y Palabra. En este número hemos reunido algunas de las ponencias que fueron presentadas por los conferencistas que participaron en el Cuarto Congreso Iberoamericano de Periodismo en Internet.

Boris Ramírez, destacado periodista costarricense, organizó el Primer Congreso Americano de Periodismo en Internet, en la Universidad Latina, en San José de Costa Rica. Ese congreso permitió reunir a destacados académicos y ciberperiodistas latinoamericanos, quienes a través de un diálogo honesto y propositivo, reconocieron las dudas, interrogantes y cuestionamientos que les había producido el practicar o analizar el ejercicio del periodismo en Internet.

Norma Campo Garrido Cruz, responsable de la Coordinación de Relaciones Públicas del Proyecto Internet del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, y flamante directora del Centro de Investigación de la Respuesta Colectiva del Proyecto Internet del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, superó un sin número de dificultades para poder realizar el Segundo Encuentro de Periodismo Iberoamericano en Internet, en noviembre del 2000.

Algunos de los ensayos que consignamos en el libro Explorando el Periodismo Iberoamericano -tercer título de la "Colección de Temas de Cibercultura", la cual coordina el Proyecto Internet del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México para Grupo Patria Cultural-, fueron ponencias dictadas por los algunos de los conferencistas que participaron en el segundo congreso.

Gerardo Albarrán De Alba, director de Sala de Prensa, y coordinador de Proyectos Especiales del siempre indispensable semanario Proceso, además de haber colaborado en la organización del Segundo Encuentro Iberoamericano de Periodismo en Internet, colaboró en la publicación del libro Explorando el Periodismo Iberoamericano, y ha sido un entusiasta promotor de la Sociedad Iberoamericana de Académicos, Investigadores y Periodistas de Internet.

En noviembre de 2001, Ximena Urzúa Zirotti, directora de comunicaciones de la Universidad de la Frontera, en Temuco, Chile, organizó el Tercer Congreso Iberoamericano de Periodismo en Internet, en la bellísima ciudad de Pucón, Chile. Ximena además asumió la presidencia de la Sociedad Iberoamericana de Académicos, Investigadores y Periodistas de Internet.

Jacqueline Fowks De la Flor, destacada comunicóloga peruana, y miembro del consejo editorial internacional de Razón y Palabra, con el patrocinio del Programa de Medios de Comunicación de la Fundación Konrad-Adenauer, organizó el Cuarto Congreso Iberoamericano de Periodismo en Internet, en la Universidad Católica de Lima, en Lima, Perú.

Ángel Páez, catedrático de la Universidad Católica "Cecilio Acosta" y actual vicepresidente de la Sociedad Iberoamericana de Académicos, Investigadores y Periodistas de Internet, organizará n noviembre de 2003 el Quinto Congreso Latinoamericano de Periodismo en Internet, en la ciudad de Maracaibo, Venezuela.

Internet sin duda alguna admite ser definido a partir del cambio. En la Red nada es definitivo. Primero Internet fue una especie de romántica utopía, como el submarino, la posibilidad de emprender un viaje a la Luna, o sumergirse al fondo del mar. Sólo la fecunda imaginación de Julio Verne pudo anticiparnos Internet.

En un manuscrito que fue escrito por Verne, en 1863, titulado París en el siglo XX, el cual fue publicado por primera vez en 1994, el genial visionario escribió:

"La foto-telegrafía permitía enviar cualquier tipo de escrito, firma o ilustración, o cualquier contrato, para ser firmado, a una distancia de 20,000 kilómetros. Todas las casas estaban cableadas"1.

En nuestros "días extraños", difícilmente alguna profesión u oficio puede permanecer ajena al empleo de alguna de las herramientas de comunicaciones de Internet. La formidable expansión mundial del medio de comunicación que sin duda alguna admite el calificativo de "inteligente", establece, como acertadamente afirma el destacado investigador Ernesto Villanueva, un antes y un después en la historia de la comunicación humana2.

Una de las más significativas constantes en el desarrollo de Internet radica en la formidable capacidad histórica que ha demostrado para ser transformado por los usuarios. Cada año se desarrollan nuevas herramientas de comunicaciones en Internet, las cuales introducen nuevas e imaginativas prácticas comunicativas. La innovación es permanente, y los alcances de ésta definitivamente resultan insospechables.

Internet definitivamente contribuye a reconfigurar las funciones informativas de los gobiernos, de las empresas, de la industria de la información en su conjunto, y de todo tipo de instituciones, inclusive las dedicadas a la cultura y a la educación.

Además cada nueva aplicación de Internet definitivamente contribuye a extender la acentuada convergencia tecnológica que Internet ha impuesto sobre la industria de la informática, los medios de difusión colectiva, las telecomunicaciones, la industria de la electrónica de consumo doméstico, la multimedia, la realidad virtual, la industria del entretenimiento, entre otras. Cada día se acentúa más la estrecha interdependencia que observan esas industrias, y la convergencia digital parece irreversible.

A pesar del formidable desarrollo que ha alcanzado Internet -el "medio de comunicación inteligente"-, la Red es motivo de permanente exploración y experimentación, situación que ha permitido ajustar históricamente a Internet, para responder a las imaginativas exigencias de información, entretenimiento y consumo de productos, información y servicios de aproximadamente 600 millones de usuarios en el mundo.

Internet es una compleja innovación tecnológica, abierta y acumulativa, y los propios usuarios han producido una incorporado una gran cantidad de aplicaciones y contenidos, rompiendo el monopolio que venían ejerciendo, como productores de contenidos "relevantes para la sociedad", las grandes organizaciones históricas, como la familia, el gobierno, la iglesia, el sistema de partidos políticos, las escuelas y los medios de difusión masiva convencionales.

La cibercultura que se genera a partir del desarrollo de Internet, aceleradamente ha penetrado en los horizontes profesional, lúdico e imaginativo de nuestro entorno cotidiano. El desarrollo del comercio en línea inclusive ha contribuido a transformar la arquitectura conceptual de algunas disciplinas, como la mercadotecnia, por ejemplo.

Muchas de las instituciones que han advertido la necesidad de "prolongarse" en el ciberespacio, en realidad simplemente se han limitado a establecer una presencia institucional en la WWW, sin comprender que Internet en realidad les impone la necesidad de emprender la profunda "reingeniería" de sus principales "competencias informativas".

Un mismo periódico, por ejemplo, puede enfrentar la siguiente situación. En Argentina, a consecuencia de la terrible recesión que desafortunadamente enfrenta la economía de ese país, el periódico La Nación ha despedido a un considerable número de trabajadores. En cambio La Nación Online, la cual actualiza las 24 horas del día la información que publica en Internet, simultáneamente se encuentra contratando a periodistas online. La brecha entre periodistas analógicos y digitales es susceptible de extenderse a otros profesionales de las ciencias de la comunicación, como los publicistas, publirrelacionistas y, por supuesto, académicos e investigadores de la comunicación, definitivamente no estarían exentos.

La red ha sido una poderosa herramienta democratizadora en muchas partes del mundo. Internet, afirma atinadamente el destacado investigador Fernando Contreras, destacado investigador de la Universidad de Sevilla:

ha revolucionado no sólo desde las pequeñas cosas, sino que también ha afectado a los grandes temas de las ciencias sociales y las humanidades. Los estudios y las investigaciones sobre Internet consisten en debatir nociones como democracia, neoliberalismo, tolerancia, pluralidad, universalismo, integración, etc. y no olvidemos que la complejidad aparece de la necesidad de explicarlas desde los múltiples enfoques científicos. No obstante, Internet no sólo funda una preocupación sobre el simulacro generado por las computadoras o los PDAs, sino que reclama el protagonismo de los modelos red de comunicación basándose en las cualidades técnicas del medio. Las nociones de red y de simulacro artificial serán las más proyectadas para reconducir las preocupaciones y los grandes temas de las ciencias sociales y de la comunicación en el nuevo entorno Internet. A través de estos dos grandes conceptos, los investigadores se dirigen hacia la concreción de los flujos de información y su acceso que a su vez descubrirá la condición de "no lugar" de Internet, es decir, de un lugar sin coordenadas geográficas y únicamente utilizado para el tránsito. La inclusión de la idea de lugar es ya un paso adelante muy importante que va a facilitar a la mirada científica la elaboración de teorías sobre el mundo virtual, telépolis o simplemente, sociedad de la información. Internet es la tecnología de una sociedad que busca soluciones técnicas como consecuencia de una reducción sistemática de la esencia de los problemas a la dimensión técnica de las cosas. Así, Rorty es orientativo porque plantea en otro orden, la limitación de lo que es propio de la filosofía y de lo que es del acuerdo social, interpretando esta última como una solución técnica. Internet traduce sus contenidos a lo técnico de su esencia. La democracia en las comunidades virtuales (ciberdemocracia) es un problema técnico e inspirarse en un debate filosófico que priorice la racionalidad o el espíritu iluminista (postura sostenida por Habermas) es construir una doctrina fundamentalista racional3.

¿Cómo será el Internet del mañana?, ¿Cómo será la nueva generación de Internet? Al igual que en el desarrollo del Internet que hoy conocemos, el cual fue concebido para soportar a miles de usuarios, con un reducido número de aplicaciones, en el desarrollo del Internet del mañana las universidades han observado un relevante papel. El Internet del mañana perfectamente será capaz de soportar el tráfico de las comunicaciones de miles de millones de personas y deberá disponer de miles de aplicaciones.

Hasta ahora los "usos históricos" de la Red, en buena medida se explican a partir de la participación misma de los usuarios. Imponer obstáculos para limitar la participación de los usuarios de la Red, sin duda alguna resultaría contraproducente. Los usuarios "pasivos" sencillamente optarían por abandonar la Red, y los más usuarios más inteligentes imaginarían cómo transformarla, adecuándola de nueva cuenta a sus intereses. Por todo lo anterior, vale la pena estudiar a Internet. Eso es lo que de alguna forma intentamos hacer los académicos. Estudiar Internet para poder transformarlo.

Con el sabor del buen blues de Real de Catorce, va la presente para nuestros buenos amigos, los ciberperiodistas deadeveras.


Notas:

1 El hallazgo del documento del cual procede el párrafo, parece una ficción más del propio Julio Verne. En 1989, Jean Verne -nieto de Julio Verne-, se encontraba limpiando su casa familiar, cuando descubrió en uno de los troncos de su jardín, un manuscrito que Julio Verne había escrito en el año de 1863. Ese manuscrito fue publicado en 1994, con el título: "París en el Siglo XX", convirtiéndose de inmediato, en Francia, en un auténtico "best seller".
2 Véase VILLANUEVA, E. "Límites jurídicos de la libertad informativa en la red de redes". En Medios, suplemento de El Nacional, número 3, página IV, 12 de abril 1998.
3 Véase CONTRERAS, F. Prólogo del libro "Internet, el medio inteligente II", (en imprenta), México, CECSA, 2002.


Dr. Octavio Islas
Investigador del Proyecto Internet de ITESM-Campus Estado de México, México