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Por Javier Esteinou Madrid
Número 30
Como forma de respuesta al
decretazo legislativo unilateral y autoritario el 10 de octubre
del 2002 por el Poder Ejecutivo, mediante la publicación
de un nuevo Acuerdo Presidencial sobre el Manejo del 12.5 % de
los Tiempos de Estado y un Nuevo Reglamento para la Ley Federal
de Radio y Televisión, que dejó marginó
la iniciativa de reforma integral de los medios electrónicos,
instalada por la Secretaria de Gobernación el 5 de marzo
del 2001; la sociedad civil y la academia organizada, presentaron
el 4 de diciembre del 2002 a las Comisiones de Reforma del Estado
del Senado de la República y de la Cámara de Diputados
una Propuesta Ciudadana de Reforma a la Ley Federal de Radio
y Televisión1. Dicha
propuesta fue asumida por el Senado, con la firma de los coordinadores
parlamentarios y los subcordinadores del PAN y PRD y el respaldo
de 62 legisladores, se presentó oficialmente el 12 de diciembre
como la Iniciativa Ciudadana de Ley Federal de Radio y Televisión
ante el Senado de la República2.
La única excepción fue la fracción parlamentaria
del PRI que se negó a respaldarla debido a las presiones
que ejercieron los concesionarios de radio y televisión sobre
el Poder Legislativo en vísperas pre electorales y solamente
se comprometió a legislar en la materia sin definir con que
espíritu político que lo guiaría3.
Dicha iniciativa de ley tiene como
antecedente un largo anhelo de la sociedad mexicana por diseñar
un nuevo modelo de comunicación y una nueva relación
más transparente, justa y equitativa, entre los medios de
comunicación electrónicos, la sociedad y el Estado;
y rescata el espíritu y los avances de los acuerdos logrados
en la Mesa de Diálogo en la Secretaría de Gobernación.
Sin embargo, éste no es un
proceso nuevo, pues durante más de 20 años académicos,
organizaciones sociales y civiles, comunicadores y trabajadores
de los medios, legisladores y ciudadanos propusieron, a través
de diversas consultas públicas, foros y propuestas legislativas,
una reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión. Momentos
significativos en este proceso fueron las consultas públicas
nacionales de 1980, 1983 y 1995. Posteriormente, en 1999-2000, más
de 600 organizaciones sociales y civiles se unieron en el esfuerzo
denominado Poder Ciudadano, que concluyó con la elaboración
de propuestas para la agenda de diversas temáticas, entre
ellas la de los Medios de Comunicación, que fueron signadas
por los entonces candidatos a la Presidencia de la República
en el año 2000, entre ellos Vicente Fox4.
El espacio de encuentro de varios
meses entre los organismos de la sociedad civil y el equipo de transición,
en el que participaron 53 organizaciones entre julio y diciembre
del 2000, culminó con el compromiso del Presidente para impulsar
una reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión.
Este proceso dio un salto cualitativo
cuando, a principios de 2001, la Secretaría de Gobernación
convocó a la Mesa de Diálogo para la Reforma Integral
de la Legislación de los Medios Electrónicos, en la
que por primera vez se asumía desde la esfera gubernamental,
la necesidad de la participación de la sociedad en la discusión
del tema y se ofrecía la posibilidad de dialogar a todos
los sectores interesados. En la Mesa participaron representantes
de las Secretarías de Gobernación y de Comunicaciones
y Transportes, de las Comisiones de Radio, Televisión y Comunicaciones
de la H. Cámara de Diputados y la de Comunicaciones y Transportes
de la H. Cámara de Senadores, de los Partidos Revolucionario
Institucional, del Trabajo y de Acción Nacional, de la Cámara
Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión, del
Sistema de Televisoras y Radiodifusoras Estatales, del Consejo Nacional
para la Enseñanza y la Investigación en Ciencias de
la Comunicación, y de los grupos organizados de la Sociedad
Civil.
Desde el inicio de los trabajos
fue claro para todos los actores la necesidad, impostergable, de
una reforma integral a la Ley Federal de Radio y Televisión,
que diera respuesta a la transformación que el país
había experimentado a lo largo de más de cuarenta
años. En un clima de diálogo abierto y respetuoso
se lograron acuerdos y consensos en cada una de las siete mesas
de trabajo. Los referentes jurídicos fundamentales para esta
propuesta fueron la Constitución General de la República,
la propia Ley Federal de Radio y Televisión, los tratados
internacionales relativos que han sido suscritos por México
y ratificados por el H. Senado de la República y el derecho
comparado internacional en la materia.
Los fundamentos para la elaboración
de la propuesta recogen el espíritu y los acuerdos fundamentales
tomados en la Mesa de Diálogo para la Revisión
Integral de la Legislación en Medios Electrónicos,
que a lo largo de 19 meses trabajó en el marco de la convocatoria
plural de la Secretaría de Gobernación.
De ésta forma, mediante la
presentación de este proyecto, el Senado de la República
dio un decisivo paso trascendental para reconocer, por primera vez,
en toda su historia el derecho de iniciativa ciudadana para modificar
las reglas de un proceso de comunicación nacional, ya que
en nuestro país aún no está reconocido en la
Constitución el derecho ciudadano a iniciar leyes y que,
sin duda, es uno de los retos fundamentales de la transición
democrática y de una verdadera reforma del Estad. Así,
siguiendo el espíritu institucional y renovador del 2 de
julio del 2002, fue la sociedad organizada la que presentó
el resultado del diálogo y depositó en el Congreso
sus expectativas, exigiendo el compromiso de avanzar en la reforma
pertinente5.
Lo preocupante del caso es que así
como el Senado respaldó ampliamente la inquietud y la convirtió
en iniciativa de ley principal, la Cámara de Diputados "no
la acogió formalmente como proyecto legislativo eje, pues
planteó dictaminar las 18 iniciativas que existen desde que
la Ley Federal de Radio y Televisión fue promulgada, sin
tener un planteamiento central que recupere las reformas fundamentales"6.
La iniciativa tiene como motivación
fundamental acotar el amplio margen de discrecionalidad de la autoridad
en el uso de sus facultades, invalidando así toda eficacia
normativa. En los nuevos tiempos del México de transición
a la democracia, no se puede permitir la permanencia de viejas formas
de relación entre los medios, el Estado y la sociedad, razón
por la cual los legisladores, junto con la sociedad, deben establecer
una congruencia normativa integral, que defina las reglas de los
medios electrónicos, tanto para integrar a nuestro país
al proceso de reconversión tecnológica, así
como también eliminar formas autoritarias y discrecionales,
en su aplicación y vigencia.
En términos generales, ésta es una iniciativa democrática
para la justicia, porque preserva derechos fundamentales de la libertad
de expresión y asegura el derecho a la información
de todos los mexicanos. Con ella, se podrá aportar elementos
fundamentales para que los medios de comunicación mexicana
constituyan un sistema al servicio de la democracia participativa
que México requiere.
La iniciativa sustentada en el reconocimiento
de las relaciones de los medios de comunicación con los distintos
poderes del Estado y con la sociedad, busca entre otros las siguientes
finalidades:
-Garantizar el ejercicio de la
libertad de expresión, el derecho a la información
y el derecho de réplica como derechos ciudadanos básicos.
-Posibilitar la constitución
de una autoridad autónoma, que otorgue seguridad y certeza
jurídica a los concesionarios, posibilite la independencia
efectiva del Ejecutivo y brinde a los ciudadanos confianza y transparencia
en el cumplimiento adecuado de la Ley.
-Garantizar la transparencia
y la seguridad jurídica en el otorgamiento, la supervisión
y el refrendo de las concesiones.
-Flexibilizar el otorgamiento
de permisos y el funcionamiento de las emisoras con carácter
no lucrativo.
-Precisar la finalidad social
y definir una figura jurídica para los medios bajo explotación
directa del Estado.
-Permitir un acceso y un
tiempo de difusión más amplio y equitativo a los
distintos poderes y organismos autónomos del Estado.
-Estimular la producción
nacional independiente, a través de la creación
de un Fondo Público con este objetivo.
-Proteger al público
televidente, en especial a los niños y adolescentes, y
reducir la transmisión de programas con alto contenido
de violencia.
-Lograr una regulación
adecuada de la propaganda comercial.
La propuesta ciudadana comprende
los siguientes 12 puntos: una ley para el beneficio social y no
sólo económico; la ciudadanización del Consejo
Nacional de Radio y Televisión; el Derecho de Réplica;
la abolición de todo tipo de censura; la transparencia en
el otorgamiento y refrendo de las concesiones; los permisos para
emisoras con carácter no lucrativo; la definición
de una figura jurídica para los medios del estado; el Fondo
Nacional para la Producción; los tiempos del Estado; el estímulo
a la producción nacional; la protección al público
televidente; y la regulación de la propaganda comercial7.
1. Una Ley de Beneficio Social,
y no sólo Económico
Al igual que el suelo,
el agua y el subsuelo, el espacio aéreo es propiedad de la
Nación, de todos los mexicanos. Las actividades de la radio
y la televisión son además de interés público,
y deben por lo tanto atender al beneficio social de todos, y no
sólo al beneficio económico de unos cuantos.
La propuesta ciudadana no busca
afectar los beneficios que reciben los concesionarios, sino garantizar
los derechos y el acceso de los ciudadanos a la radio y la televisión.
Recupera el espíritu de la discusión y los acuerdos
convenidos durante casi dos años en la Mesa de Diálogo,
en la que participaron los distintos partidos políticos,
el Ejecutivo, los concesionarios, el sector académico y los
grupos de la sociedad civil.
2. La Ciudadanización
del Consejo Nacional de Radio y Televisión
Como el Ejecutivo no es
sólo representante del Estado, sino también uno de
los actores políticos, su relación con los concesionarios
seguirá estando viciada de origen, mientras tenga la facultad
de otorgar y revocar discrecionalmente las concesiones.
Es necesaria una autoridad autónoma
en materia de comunicación, que pueda darle a los concesionarios
seguridad jurídica, al Ejecutivo independencia efectiva y
a los ciudadanos certeza, transparencia e imparcialidad en el cumplimiento
de la Ley y en el otorgamiento de las concesiones y permisos.
Este punto constituye de hecho el
corazón de la propuesta ciudadana. Piénsese en lo
que ha significado la autonomía del IFE para la transición
a la democracia y la transparencia en materia electoral.
3. El Derecho de Réplica
El derecho de réplica
es un derecho ciudadano inalienable. México ha signado y
el Senado ratificado ya tratados internacionales en los que se consagra;
por lo que tiene el carácter de Ley Suprema de la Nación.
Se establece su reglamentación efectiva en la Ley, de manera
que pueda ser exigible y sancionable, precisando los mecanismos
y condiciones para su acceso y la autoridad responsable del arbitraje.
El Ejecutivo reconoció ya
indirectamente la necesidad de estas reformas, al defender con estos
argumentos el Reglamento aprobado el 10 de octubre. Se espera un
compromiso íntegro en este sentido.
4. Abolición de todo tipo
de Censura
El derecho de información,
de expresión y de recepción es libre y no será
objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa,
ni de limitación alguna o censura previa, mientras no afecte
los derechos de terceros previstos en las Leyes vigentes.
5. Transparencia en el Otorgamiento
y Refrendo de las Concesiones
La transparencia y la
seguridad jurídica en el otorgamiento, la supervisión
y el refrendo de las concesiones son algunos de los elementos centrales
de la nueva propuesta.
El título tercero establece
con claridad las bases para las licitaciones y los requisitos que
deberán cubrir los interesados, así como el procedimiento,
los plazos y los criterios que deberán seguirse para el otorgamiento;
información toda que tendrá carácter público.
El período de vigencia será de 12 años.
6. Permisos para Emisoras con
Carácter No Lucrativo
Se desarrolla un capítulo
específico para la regulación de los permisos, a instituciones
o asociaciones que transmitan con un fin social y no lucrativo.
Se destina para este objeto el 20% del espectro en el caso de la
radio y el 10% en el de la televisión, porcentajes que deberán
cubrirse con las frecuencias que resulten de la conversión
digital.
Se establecen también los
requisitos que deberán cubrir las solicitudes, así
como el procedimiento, los plazos y los criterios que deberán
seguirse para su otorgamiento.
Se precisan las formas y los niveles
de financiamiento a las que tendrán acceso, de manera de
hacer posible su funcionamiento, y se establecen los candados necesarios
para garantizar su carácter no lucrativo.
Se incluye un apartado para la simplificación
del otorgamiento de permisos a los pueblos y comunidades indígenas.
7. Definición de una Figura
Jurídica para los Medios del Estado
Se concibe de manera específica
una figura jurídica para los medios bajo explotación
directa del Estado, lo que permitirá homologar las distintas
figuras y situaciones existentes hasta ahora.
Los Medios del Estado se definen
como organismos de servicio público y con carácter
no lucrativo. Se establece su regulación a través
de Consejos de Administración y de Programación, con
participación de consejeros representativos de la sociedad,
así como la conveniencia de que cuenten con personalidad
jurídica y patrimonio propio. Se establecen también
las formas de financiamiento adicional a las que podrán tener
acceso, para el mejor cumplimiento de sus fines.
Se precisa también la finalidad
pública y social que como instituciones estatales tendrán
estos medios, promoviendo el derecho a la información y la
libertad de expresión de los mexicanos y garantizando mecanismos
de acceso público.
8. El Fondo Nacional para la
Producción
Se establece un derecho
especial por el uso de frecuencias del espacio radioeléctrico
-conocido en otros países como "derecho de antena"-,
similar al que se cobra a otros servicios que utilizan el espectro.
Los ingresos que por este concepto se recauden, se destinarán
a un Fondo para el apoyo a la producción nacional independiente
y a la producción de materiales para ser transmitidos en
los tiempos del Estado o en los medios bajo explotación de
éste.
9. Los Tiempos del Estado
No se trata de volver
al 12.5%. Pero sí es necesario, en cambio, garantizar tiempos
suficientes para el conjunto del Estado, para el Poder Legislativo,
el Judicial, los órganos constitucionales autónomos
(como el IFE, las comisiones de derechos humanos o las universidades
públicas) y los poderes de los estados y municipios; y no
sólo para el Ejecutivo como han quedado ahora.
Nuestra propuesta no toca el decreto
expedido por el Presidente, en el que el Ejecutivo se asigna para
su publicidad el total de los tiempos fiscales. Proponemos en cambio
un incremento moderado en los tiempos del Estado, de 30 a 60 minutos,
así como una distribución equitativa, propia de un
sistema democrático, en el que los diversos poderes u organismos
del Estado tengan la posibilidad de difundir sus programas e iniciativas.
Se garantiza también el acceso ciudadano a tiempos de difusión.
La coordinación de los tiempos
del Estado deberá ser también responsabilidad de la
autoridad autónoma.
10. El Estímulo a la Producción
Nacional
A pesar de que es un ordenamiento
que no se ha respetado, es importante estimular la cinematografía
y la producción nacionales, tanto para el desarrollo de la
identidad y la cultura como de la economía del país.
Es también necesaria la diversificación de la producción,
evitando los riesgos de la concentración.
En la programación de las
emisoras deberá incorporarse al menos el 20% de producción
nacional independiente.
11. La Protección al Público
Televidente
Finalmente, la propuesta de
Ley hace énfasis en la protección del público
televidente, en especial de los niños y adolescentes, para
lo cual se destaca el respeto a los horarios para los distintos
tipos de público, la prohibición de las transmisiones
que impliquen la apología de la violencia o el crimen, de
las que entrañen discriminación de raza, género
o cualquier otro tipo, o que lesionen la dignidad de las personas.
Se restringe la transmisión
de programas de contenido violento y la publicidad de bebidas alcohólicas
y tabaco al horario para adultos, sólo después de
las 22 horas.
12. La Regulación de la
Propaganda Comercial
Dado que el espacio aéreo
es propiedad de la Nación y constituye además un bien
público limitado, es necesaria una regulación prudente
de la publicidad, de manera que el interés comercial no afecte
la calidad de la programación a la que los ciudadanos deben
tener derecho.
Se propone un incremento en el porcentaje
actual del tiempo total de publicidad, del 18 al 20% en televisión
y hasta el 40% en radio. Pero sí es necesario comentar que
este porcentaje incluye la publicidad dentro de la programación
y los ahora llamados "programas de oferta de productos"
que el reglamento autoriza como si no fueran "propaganda comercial".
Finalmente, es necesario que la
ley se respete y que existan sanciones claras. Consideramos un precedente
grave que el Ejecutivo pretenda adecuar los reglamentos a los intereses
particulares, antes que hacer cumplir la Ley. La saturación
excesiva de publicidad reduce la calidad de la programación
e impacta la calidad de vida de los televidentes.
Sin embargo, ante el avance político
de dicha iniciativa ciudadana en el Congreso para evitar el retroceso
histórico comunicativo generado con el decretazo del 10
de octubre del 2002, "funcionarios de la Secretaría
de Gobernación trataron de crear la contra reforma comunicativa
al "desprestigiar" la iniciativa sosteniendo que era
una promoción del Senador Javier Corral con apoyo de algunas
organizaciones civiles, difundiendo que se maneje como "la
iniciativa de Corral", quien se comprometió en que crear
una legislación de medios moderna, actualizada y democrática"8.
Dichos funcionarios desinformaron a la opinión publica al
desconocer que "si bien las organizaciones ciudadanas tuvieron
intercambios fluidos y valioso con el equipo del Senador Corral
sobre los contenidos del proyecto; los resultados siempre fueron
producto de un trabajo colectivo para rescatar los acuerdos fundamentales
alcanzados en la Mesa de Diálogo después de 19 meses
de trabajo sobre los medios públicos, las radios comunitarias
e indígenas, las concesiones y permisos, la estructura y
funciones del órgano autónomo, los derechos ciudadanos,
los tiempos de Estado, etc" 9.
Frente a éstos intentos de
desprestigio y de contra política comunicacional no se debe
permitir la permanencia de viejas formas de relación autoritaria
y discrecional entre los propietarios de los medios electrónicos
y el Estado, con la consecuente exclusión de la sociedad.
El cambio "democrático en nuestro país pasa necesariamente
por la democratización de los medios de comunicación,
particularmente los electrónicos, y por la creación
de un órgano de Estado autónomo que de transparencia
y seguridad en el otorgamiento de concesiones y permisos y que procure
el cumplimiento de los derechos ciudadanos en materia de replica,
espacios, acceso a información veraz e imparcial y publicidad
comercial"10. La democratización
de "los medios electrónicos contribuirá a la
construcción de una sociedad que reconozca y respete la diversidad
y avance hacia una cultura democrática en donde la población
reciba distintas opiniones y no sólo aquellas aprobadas y
alentadas por los actuales concesionarios"11.
Por ello, el proceso de transición
a la modernidad democrática que actualmente vive nuestro
país, requiere de una mayor institucionalidad del Estado
en términos de pluralidad, participación y deliberación
pública, en el que el acceso a la información y el
concurso de los medios electrónicos es indispensable. Para
avanzar en el proceso de cambio en el país es indispensable
que se cuente con una nueva Ley Federal de Radio y Televisión
que rescate las principales demandas ciudadanas que durante 3 décadas
ha solicitado la sociedad mexicana y se adapte a las nuevas circunstancias
políticas, sociales y técnicas del país y del
mundo. Desde hace tiempo la reforma jurídica integral de
los medios electrónicos dejó de ser inquietud asilada,
para convertirse en demanda social básica para la transición
a la democracia.
De aquí, la importancia central
de efectuar una profunda reforma del Estado en materia de comunicación
y cultura colectiva que permita que el funcionamiento público
de las industrias culturales se encuentre ética y responsablemente
orientado y supervisado por el Estado y la sociedad civil mexicana
y no sólo por las dinámicas de acumulación
que dirige la lógica salvaje del mercado autorregulado. Legislar
en la materia y reorganizar las relaciones entre el Estado, la sociedad
y los medios es un compromiso que México tiene pendiente,
por el papel que los medios tienen en la construcción de
la democracia y en la democratización de la sociedad. Este
proceso constituye el corazón de la Reforma del Estado.
Por ello, ante el afán del gobierno federal para suplantar
a los legisladores emitiendo decretos bajo la forma de albazos,
pero sobre todo la necesidad de reivindicar el interés de
la sociedad en las reglas para la radio y la televisión,
exigen de nuestros diputados y senadores una respuesta rápida
y consecuente con la ética representación nacional
que les fue entregada por la comunidad nacional.
Políticamente es insostenible
que se vuelva a repetir la historia tradicional en materia de comunicación
colectiva de "no encontrarle la cuadratura al círculo".
Ahora, el Congreso de la Unión tiene la enorme responsabilidad
histórica de reaccionar, propositivamente y demostrar contundentemente
que si le puede encontrar la "cuadratura al círculo"
y construir la otra historia de la comunicación nacional.
Ante los signos de cambio urgente que se manifiestan con el despertar
democrático y efervescente de la sociedad mexicana en el
2 de julio del 2000, el levantamiento campesino de Atenco, la toma
rural de la carretera federal a Cuernavaca, las decenas de manifestaciones
diarias en calles y avenidas de las principales ciudades de la República,
la aplicación popular de la justicia por propia mano en Milpa
Alta, el resurgimiento de los movimientos guerrilleros en diversas
zonas del país, el asalto violento de los productores agropecuarios
al Congreso de la Unión y la toma ilegítima de
la antena transmisora e instalaciones de CNI Canal 40 por TV Azteca,
la comunidad mexicana espera la firme respuesta del Poder Legislativo
en materia de comunicación social. La nación ya no
aguanta más.
Notas:
1
Plantean Democratizar la Relación Entre Medios Electrónicos
y Sociedad, La Jornada, 5 de diciembre del 2002; Aumentan
Propuestas Contra el Decretazo, El Financiero, 5 de diciembre
del 2002 y Consejo de Radio y Televisión, Reforma, 5 de diciembre
del 2002; Proponen ONGs. Reformar Ley de Radio y Televisión,
El Sol de México, 5 de diciembre del 2002; Aportan ONGs.
Propuestas a Ley de Medios, Reforma, 5 de diciembre del 2002;
Proponen Ciudadanizar la Ley de Radio y Televisión,
Milenio Diario, 5 de diciembre del 2002; Proponen ONGs. Al Senado
Reformas a la Ley de Radio y Televisión, Crónica,
5 de diciembre del 2002.
2
El Pleno del Senado de la República Recibió la
Iniciativa Con Proyecto de Ley Federal de Radio y Televisión,
El Universal, 13 de diciembre del 2002 y Alianza PAN-PRD Contra
el Decretazo Foxista en Concesiones de Radio y Televisión,
13 de diciembre del 2002.
3 Presentan PAN y PRD Propuesta
Civil de Reforma a la Ley de Radio y Televisión, La Jornada,
13 de diciembre del 2002; Ingresa al Senado Reformas a la Ley
de Radio y Televisión, Milenio Diario, 13 de diciembre
del 2002; Buscan Senadores Cambios a la Ley de Radio y Televisión,
Reforma, 13 de diciembre del 2002.
4 Exposición de Motivos,
Propuesta Ciudadana de Reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión,
Comisión de Reforma del Estado, Senado de la República,
México, D.F., 5 de diciembre del 2002, paginas 1 a 3.
5 Exposición de Motivos,
Iniciativa con Proyecto de Ley Federal de Radio y Televisión,
Comisión de Reforma del Estado, Senado de la República,
México, D.F., 12 de diciembre del 2002, pagina 2.
6 Languidece Ley de Medios
en San Lázaro, La Jornada, 14 de diciembre del 2002.
7 Alma Rosa Alva de la Selva,
La Propuesta Ciudadana de Reforma a la Ley Federal de Radio y
Televisión, representante titular de la sociedad Civil
Organizada, Síntesis Ejecutiva, Sociedad Civil, México,
D.F, 4 de diciembre del 2002, 9 paginas.
8 Clara Jusidman, La Propuesta
Ciudadana de Reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión
Fue Convertida en Iniciativa de Ley por el Senado de la República,
Coordinadora Nacional de Causa Ciudadana, Causa Ciudadana, México,
D.F., 3 paginas
9 Clara Jusidman, La Propuesta
Ciudadana de Reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión
Fue Convertida en Iniciativa de Ley por el Senado de la República,
Coordinadora Nacional de Causa Ciudadana, Causa Ciudadana, México,
D.F., 3 paginas]
10 Clara Jusidman, La Propuesta
Ciudadana de Reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión
Fue Convertida en Iniciativa de Ley por el Senado de la República,
Coordinadora Nacional de Causa Ciudadana, Causa Ciudadana, México,
D.F., 3 paginas
11 Clara Jusidman, La Propuesta
Ciudadana de Reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión
Fue Convertida en Iniciativa de Ley por el Senado de la República,
Coordinadora Nacional de Causa Ciudadana, Causa Ciudadana, México,
D.F., 3 paginas
Dr.
Javier Esteinou Madrid
Investigador Titular del Departamento de Educación
y Comunicación de la Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Xochimilco, México, D.F., México. |