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Abril - Mayo
2004

 

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Gerencia Moderna y Tecnologías de Información y Comunicación Social
 

Por Ricardo Casado
Número 38

Mucho se ha escrito y hablado sobre la Gerencia en las Organizaciones Modernas, el mundo globalizado, la competencia y otros aspectos que marcan su desempeño. La gerencia eficaz, planificación estratégica, calidad total, BenchMarking, método Deming y muchos otros términos han sido acuñados en las décadas finales del siglo pasado y en el comienzo de este milenio. Lo cierto es que las organizaciones cada día se ven obligadas a funcionar en un mundo competitivo donde se ven forzadas a ser más eficientes, por que de lo contrario desaparecerían del mercado. Poco se ha hablado sobre el papel que juegan las tecnologías como apoyo a la eficiencia de las organizaciones modernas. Un mundo tecnológico cambiante cada instante obliga a estar al día en el acontecer mundial en relación con las noticias científicas y tecnológicas generadas cada segundo y que puedan mejorar los procesos dentro de las empresas, redundando esto en una mayor efectividad y competitividad, garantizando así su supervivencia en el mercado. Ya no es suficiente con que las organizaciones cuenten con la infraestructura tecnológica computacional para la realización de sus procesos cotidianos.

La Internet ha insertado un gran componente a todo este mundo competitivo. Un nuevo término surge a raíz de la introducción de la comunicación combinada con la tecnología informática al servicio del aumento de la calidad de vida del ser humano. Nos referimos a “Las Tecnologías de Información y Comunicación Social”. Los cambios que se han generado son tan drásticos que nos ha cambiado la manera de pensar, comprar, aprender, buscar y muchas otras cosas, que sin la tecnología e Internet serían procesos engorrosos que ahora están a un solo clic de distancia. Como seres humanos que trabajamos dentro de las organizaciones, estos cambios nos han impactado drásticamente. Surge la resistencia al cambio, la desactualización de conocimientos, actitudes, que sin duda interferirán en el buen desempeño de las funciones respectivas de cada persona en su área de competencia. Ello nos obliga a plantearnos una interrogante: ¿De que sirve una organización con lo último en tecnología, si los empleados que allí laboran no poseen la debida cultura cibernética para usarla?. Vamos al mundo de los cuatro ceros, a saber: Cero Errores, Cero Fallas, Cero Tiempos de Espera, y el último, Cero Papel.

Es conocido por todos nosotros que a pesar de prestar nuestros servicios dentro de organizaciones que tienen la debida plataforma tecnológica en lo que a computación y redes se refiere, a pesar de que estamos conectados física y lógicamente, el jefe de un departamento manda a otro departamento los memorandos en papel con un office boy, el cual llega quizás con días de atraso, cuando es mucho más rápido usar la Intranet o inclusive Internet y el mismo memorando llegaría en forma instantánea. Esto nos lleva a una reflexión. ¿Qué sucede con ese ser humano que está siendo bombardeado constantemente con cambios tecnológicos que lo obligan a estar actualizado casi a diario?. Ya no se puede pensar en carreras profesionales de tan solo 5 años. Hoy día los títulos profesionales vienen con fecha de vencimiento, si este profesional después de graduado no se actualiza constantemente en su área de competencia. El estudiar, es en estos tiempos, una función permanente y para toda la vida.

La organizaciones que deseen estar insertas en este mundo globalizado, deben invertir no solo en tecnología, ya que está totalmente demostrado que eso no es suficiente. Deben existir planes de actualización permanente para sus trabajadores en todos los niveles jerárquicos de la organización. Estos planes deben contemplar programas de sensibilización como parte inicial e insustituible, para poder llegar al objetivo final. Es decir, que el trabajador debe estar totalmente motivado e integrado en la organización. Ya no solo se habla de Hardware (parte tangible de los computadores) y Software (parte intangible que hace funcionar al Hardware), ahora se introduce un nuevo término que es el Humanware (parte humana que hace funcionar al Hardware y al Software).

Existe la falsa creencia que con tecnología, todos los problemas dentro de la organización se lograrán resolver. Craso error, si no se toma en cuenta al componente humano. Es así como todo plan de actualización tecnológica y de mejoramiento dentro de las organizaciones modernas, deben tomar en cuenta como principal prioridad al ser humano que labora dentro de ellas. Con la debida motivación no es necesario el tener que exigir a los trabajadores que cumplan sus funciones, simplemente por el hecho de estar motivados, harán más de las funciones exigidas en el cargo que ocupan. Bien es cierto que el mejor supervisor, es un trabajador con la debida motivación, el cual buscará de dar lo mejor de sí para la organización en la que trabaja. Quizás ese sea el secreto de la cultura Japonesa, quienes se han convertido en una potencia mundial sin contar con recursos materiales en su país.

En definitiva las organizaciones deben apoyarse en la tecnología para ser eficientes, pero siempre deben cuidar su principal capital, el cual no es otro que el capital Humano, que es capaz de generar el conocimiento que formará parte del capital intelectual de la organización, con la debida gestión de ese conocimiento, que se genera dentro de las organizaciones modernas.


Ricardo Casado