Razón y Palabra Bienvenidos a Razón y Palabra.
Primera Revista Electrónica especializada en Comunicación
Sobre la Revista Contribuciones Directorio Buzón Motor de búsqueda


Agosto -Septiembre
2004

 

Número actual
 
Números anteriores
 
Editorial
 
Sitios de Interés
 
Novedades Editoriales
 
Ediciones especiales



Proyecto Internet


Carr. Lago de Guadalupe Km. 3.5,
Atizapán de Zaragoza
Estado de México.

Tels. (52)(55) 58645613
Fax. (52)(55) 58645613

Crónica de una Marcha Ciudadana
 

Por Sergio de la Rosa
Número 40

El día de ayer, 29 de agosto del 2004, asistí a mi primer gran marcha en contra del desafuero del jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador. Al filo de las diez de la mañana llegué al Ángel de la Independencia y mi primer sorpresa fue encontrar la avenida de Reforma plagada de contingentes en su mayoría grupos civiles como: El Barzón, La Asamblea de Barrios y otros representativos de gobiernos perredistas provenientes de Zacatecas, Tabasco, grupos de indígenas, campesinos, obreros, constructores, músicos entre los más numerosos. Para mi sorpresa había también un gran número de ciudadanos de todas las clases sociales que en mi opinión, asistieron por propia voluntad y libertad de ejercer su derecho a manifestarse dándole voz a la sociedad civil lo cual es fundamental para el buen desarrollo de la vida política del país.

Habían niños, adultos, ancianos, discapacitados, jóvenes universitarios, que como yo cargaban su cámara y hacían labor periodística tan urgente en México, sobretodo cuando ésta, es honesta, objetiva y responsable.

En todo el recorrido me encontré con muchos vendedores que comercializaban productos de identidad con el propósito de la marcha, en particular con AMLO. De sombreros, gorras, globos, banderas, playeras, opté por adquirir un paliacate amarillo de veinte pesos con el logotipo del PRD, y con la frase “en contra del desafuero” que era la misma que la mayoría de mantas, pancartas, playeras y demás artículos de consumo llevaban impresa.

Recordé haber escuchado en la semana declaraciones acerca de la marcha, en particular de los grupos acarreados que iban a asistir obligados, lo que me pareció un tanto ilógico calculando que habían más de cien mil personas y que lejos de una actitud pasiva, demostraban gritando, bailando, cantando y manifestándose en contra del gobierno Foxista, con algunos versos poco sutiles pero muy divertidos como “ocho, ocho, ocho, Manuel es un bizcocho, cero, cero, cero, Vicente es un culero” o “no somos uno ni somos cien pinche Vicente cuéntanos bien” o “el que no brinque es priísta” o panista en su caso.

Aproximadamente a las doce y media de la tarde crucé el eje central y me dirigí rumbo a la plancha del Zócalo por la avenida Francisco I. Madero, que era de las avenidas menos llenas y aún así resultaba difícil de transitar por el gran número de personas que llegaban de todos los estados de la república para hacer quórum en apoyo a Andrés Manuel.

Al llegar al Zócalo fue impresionante ver que no cabía ni un alma y que la gente seguía llegando, la catedral, el palacio de gobierno, y los otros edificios aledaños ofrecían una vista espectacular, muchas personas salían de las terrazas y gozaban de una vista envidiable ya que abajo hacía muchísimo calor y no podías moverte ni un centímetro. De todos lados se descolgaban mantas, se escapaban globos amarillos, se agitaban banderas del partido y de México y se pedía la presencia de AMLO quien llegaría casi dos horas después de lo planeado. En lo que tardaba en llegar el jefe de gobierno del D.F., una mujer, desconozco su nombre, para hacer tiempo, hablaba de la deuda de un billón doscientos mil millones de pesos del FOBAPROA que se supone que yo por ser mexicano cuando empiece a pagar impuestos tendré que sanear, después comenzó a hablar de las supuestas irregularidades del caso del encino, de complots, y maniobras políticas y otros temas que no me gustaría profundizar por no ser mi intención en ésta crónica el análisis político sino más bien un recuento del suceso tan importante y trascendente para los sucesos políticos nacionales de los próximos años.

La gente se comenzaba a impacientar y pedían la presencia del “PG”. El helicóptero de Televisa y de seguridad pública sobrevolaban y por las bocinas pedían a la gente que se recorrieran ya que necesitaban hacer un poco de espacio para que pudiera pasar Andrés Manuel al mismo tiempo que denunciaban la parada de autobuses de contingentes en las carreteras México – Toluca y Querétaro por la policía federal. A la llegada de Andrés Manuel la gente enloqueció, lo recibieron entre gritos de apoyo, porras, abrazo y finalmente subió al templete, la mujer anunció a Eugenia León que inició la ceremonia con una canción postrevolucionaria de autor desconocido que animó a la gente, al terminar de interpretarla, Eugenia se despidió de beso del “PG” y entonces Leonel Godoy, el Presidente del Partido de la Revolución Democrática, empezó con un discurso tan largo que la gente comenzó a chiflar y hacer señas de tijeras para que lo cortara. Al finalizar con su discurso anunciaron a Andrés Manuel y la gente una vez más enloqueció. Comenzó su discurso enfatizando que es importante mantener un proyecto de partido y de nación independientemente del candidato electo para el 2006, continuó denunciando el complot político para su desafuero, se declaró inocente de todo y denunció al gobierno federal por manipular a la suprema corte y a la PGR para lograr enjuiciarlo, concluyó con el proyecto que será propuesto para la campaña presidencial del 2006 y que consiste en retomar los puntos históricos más importantes propuestos por los grandes personajes de la historia de México como José María Morelos y Pavón, Benito Juárez, Francisco I. Madero, Lázaro Cárdenas. De los puntos más importantes a destacar fueron entre otros, el apoyo al campo, la mejora de la vida de los pobres, el esclarecimiento del FOBAPROA ahora IPAB, el combate a la delincuencia, y la no privatización de la industria eléctrica y el petróleo.

Como el sonido no era muy bueno opté por retirarme lo cuál fue bastante difícil ya que seguían llegando personas y entonces supuse que la marcha había rebasado en número a su referente, la marcha por la seguridad. Por momentos me quedaba atascado sin poder moverme y para cuando logré salir ya eran las tres y media aproximadamente, camiones con bocinas transmitían el mensaje con un sonido más claro y personas sentadas en las banquetas escuchaban atentamente el discurso. Finalmente para concluir mi jornada de una manera exitosa comí con mi madre y mi tío en un restaurante en el centro con bufete y música de tríos realmente exquisita, para mi sorpresa los medios no habían cubierto la marcha en vivo pero aquí les muestro unas fotos directas de lo que fue mi experiencia en ésta gran marcha ciudadana.


Sergio Peralta de la Rosa
Estudiante de Ciencias de la Comunicación, ITESM Campus Estado de México, México