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Por Armando Barrañón
Número
53
Introducción
Según Riker,
la ley de Duverger ha sido considerada como la
primera ley aportada por la ciencia política.
Esta ley propone que el sistema de mayoría
simple y una sola vuelta favorece el sistema
de dos partidos, aunque a ley de Duverger tal
vez no sea determinista sino probabilista1.
La primera noticia que se tiene de esta ley es
el escrito de Henry Droop de 1869, donde señala
que como el vencedor en la elección plural
es quien obtiene el mayor agregado de votos,
la elección se reducirá a una competencia
entre los dos candidatos más populares2.
En 1881, Droop volvió a enunciar esta
ley, aclarando que los sistemas bipartidistas
no resultan de alguna diferencia en la posición
filosófica de los partidos sino del sistema
de elección plural. Durante la etapa de
adopción del sistema de voto proporcional
en Europa, entre 1900 y 1925, los publicistas
favorecían el voto proporcional cuando
su partido era minoría y preferían
el sistema plural cuando tenía la mayoría.
El comportamiento de los publicistas estaba entonces
implícitamente en armonía con la
ley de Duverger. En 1935 Finer culpó al
sistema proporcional por favorecer el multipartidismo
y responsabilizó al multipartidismo por
la debilidad del ejecutivo y del gobierno que,
en el caso de Alemania e Italia, condujo a la
dictadura fascista3.La
perspectiva estructuralista de Duverger fue superada
por el enfoque conductista, más preocupado
por la función de los partidos y con el
impacto de los partidos en el sistema social
y político4.
Bipartidismo
y sistema plural
En
la elección plural, los terceros partidos
son eliminados debido a que los partidos que
pierden quedan representados deficientemente
y debido al factor psicológico derivado
del hecho de que los votantes no desean desperdiciar
sus votos en los perdedores. Hay un umbral calculado
por Sprague para el que un partido empieza a
tener una representación en armonía
con los votos obtenidos, tomando un valor de
0.12 para el sistema proporcional y 0.32 para
el sistema plural. Por esta razón los
terceros partidos, en una elección plural,
tendrán una representación inferior
a la que les correspondería por el número
de votos a menos que concentren más de
un tercio de los votos5.
Según Downs, los votantes pueden tomar
en cuenta los votos anticipados de los demás
votantes y así votar por el candidato
que mejor les convenga, sin que éste candidato
sea el de su preferencia. Así, los partidos
terceros que sean menos favorecidos en una localidad,
serán perjudicados por este voto sofisticado
y los partidos terceros que sean fuertes localmente
serán favorecidos. Esto explica que algunos
partidos terceros subsisten y también
que otros partidos terceros son afectados por
el voto sofisticado hasta el extremo de desaparecer6.
Sin embargo,
la idea de voto sofisticado presupone que el
votante dispone de una jerarquía de candidatos
y que preferirá votar por el candidato
de mayor jerarquía. Otro supuesto del
voto sofisticado es que el votante piensa que
su voto puede modificar el resultado de la elección.
Además, supone que el votante tiene información
confiable sobre las posibilidades de ganar de
los candidatos. Así mismo, presupone que
el votante no exige que se le proporcione evidencia
de que el candidato preferido tiene un gran apoyo
público. Como demostró Simon, todas
estas premisas se refieren a una forma de racionalidad
global y no sustantiva y demuestran que el modelo
del voto sofisticado necesita de las hipótesis
auxiliares enunciadas y no se derivan de un principio
de racionalidad7.
De acuerdo con
la teoría política liberal, los
votantes escogen a su candidato siguiendo su
propio juicio y racionalidad aunque influidos
por las campañas. Este punto de vista
ha perdido vigencia en la medida en que aparecen
partidos de masas formalmente organizados, aunque
opera en las regiones donde los votantes aún
no se han organizado. El carácter social
de los partidos se refleja en el programa del
partido, que aglutina los intereses de los dirigentes
del partido con los del mayor número de
votantes. Se espera que estos intereses coincidan
con el bienestar de la comunidad, estableciéndose
un nexo entre la sociedad y la comunidad. La
tendencia de los partidos a identificarse con
el bien de la comunidad puede provocar un deslizamiento
hacia el centro, que apague las tendencias centrífugas,
al establecerse coaliciones con otros partidos
para alcanzar el poder. Aunque los partidos políticos
nacen de la sociedad, se transforman gradualmente
en una comunidad, en la medida en que se forma
un enlace dentro del partido que comporta elementos
de comunidad espiritual y poder de convocatoria.
Los partidos han ocupado el lugar de la religión
y pueden formar comunidades espirituales en las
que las ideologías políticas se
convierten en cuasi-religiones8.
De acuerdo con
Duverger en los sistemas electorales con un solo
miembro y de pluralidad sencilla, los votantes
tienden a abandonar los partidos no competitivos
y prefieren los partidos que pueden alcanzar
el poder. En estos sistemas, sólo dos
partidos pueden ganar un número significativo
de puestos en la legislatura, lo que ha sido
confirmado por numerosos estudios, con algunas
excepciones como el caso del sistema de partido
dominante único de la India. De hecho,
en un país con un sistema electoral de
este tipo donde hay m distritos, puede haber
hasta 2m partidos que son dominantes en algún
distrito. Sólo se puede cumplir la ley
de Duverger cuando se da la agregación
de partidos mediante la coordinación de
candidatos y votantes a través de partidos
políticos nacionales. Pero aún
en el caso de la India, se cumple la ley de Duverger
a nivel distrital, a pesar de las diferencias
étnicas. En la medida en que se centraliza
el poder y se fomentan las políticas nacionales,
los partidos locales y nacionales se asemejan
gradualmente. Cuando se aumenta la inversión
del gobierno central en los estados, disminuye
el número de partidos y cuando disminuye
esta inversión hay una tendencia a aumentar
el número de partidos. Esto ha sucedido
en el caso de Estados Unidos y la India, aunque
en la India el número de partidos políticos
es mayor. Tal vez debido a que durante décadas
los impuestos directos en la India han sido sólo
un 0.02% del GNP mientras que en EU estos impuestos
representan han representado un 0.14% del GNP9.
Las políticas nacionales del Estado benefactor
y el impuesto sobre los ingresos provocan que
los partidos locales se enfoquen en asuntos nacionales.
En el caso de
Canadá, las provincias de Alberta. Manitoba
y British Columbia emplearon el voto simple transferible
STV en algunas elecciones dentro del período
1935-1993. Cuando se usó el STV en esas
elecciones, se alcanzaron valores altos del número
estimado de partidos N por distrito. De esta
manera, el hecho de que Canadá sea una
excepción a la ley de Duverger puede deberse
a que no se ha utilizado en Canadá el
sistema de elección plural sino que se
le ha combinado con el STV en tres provincias
a lo largo del siglo XX10.
Como comentaba
Karl Popper, en un sistema proporcional es difícil
que un partido de mayoría pierda el poder
aún cuando una serie de errores provoquen
que pierda esta mayoría, pues siempre
puede aliarse a un partido pequeño y recuperar
la mayoría perdida. También puede
pasar que un partido pequeño haga alianza
con otros partidos pequeños y alcance
el poder en el sistema proporcional, a pesar
de que no cuenta con las preferencias de la mayoría.
De esta manea, no se cumple que la “voluntad
popular” elija al gobierno mediante el
voto proporcional, como sería de esperarse.
Sin embargo, en los sistemas donde no se emplea
el método del voto proporcional, se presentan
sistemas bipartidistas que son los óptimos
democráticamente para Popper pues promueven
la autocrítica de los partidos, que les
permite superar sus errores pues de otra forma
irremediablemente pierden el poder. En cambio,
en el sistema proporcional, es posible que un
partido aumente su poder haciendo alianzas a
pesar de haber cometido errores que disminuyeron
su apoyo popular11.
Huntington argumenta que los sistemas unipartidistas
o bipartidistas son más fuertes en los
países tercermundistas, pues los bajos
niveles de movilización y participación
provocan que los sistemas multipartidistas sean
frágiles y fragmentados12.
Se ha entendido
por partidos extremistas, a aquellos partidos
que siguen ideologías antidemocráticas,
como los partidos fascistas o los que se basan
en la protesta difusa o la desconfianza, o lo
que tienen como programa destruir el estado-nación.
Estudiando partidos políticos y sistemas
políticos en un período que va
de finales de los sesenta a comienzos de los
setenta, Powell encontró que el apoyo
a los partidos extremistas está relacionado
con un bajo desempeño del sistema, la
inestabilidad del poder ejecutivo y con la protesta
social. También encontró que cuando
no hay mayorías pero existen nexos fuertes
entre grupos y partidos, se limita la protesta
social y se encauza el descontento a través
del sistema de partidos. El multipartidismo y
el extremismo quedaron asociados, pues el multipartidismo
presenta brotes temporales de representación
extremista en la que se altera la estabilidad
del ejecutivo. Así que en el largo plazo,
los sistemas de mayoría responsable y
de agregación partidaria son los que más
estabilizan al ejecutivo13.
Rucht ha confirmado,
con datos reales sobre la protesta colectiva,
la Ley de Acero de Michel de la oligarquía.
Efectivamente, los movimientos sociales se hacen
cada vez más centralizados, burocráticos
y moderados conforme pasa el tiempo. De hecho
encontró una correlación negativa
entre la centralización y la radicalización,
aunque se observaron casos que son la excepción
de la regla como los grupos informales que no
siempre se moderan con el tiempo14.
La ley de Acero fue introducida por el análisis
clásico, que partía de la estructura
del partido y de la organización del sistema
de partidos, así como del liderazgo de
los partidos y de los métodos de lucha
partidista, buscando obtener teorías indiscutibles
sobre los partidos y el papel de los partidos
en la democracia.
Taylor y Herman
encontraron una alta correlación negativa
entre la estabilidad gubernamental y la fragmentación
del sistema parlamentario, los gobiernos de un
solo partido resultaron ser significativamente
más estables que los gobiernos de coalición,
los gobiernos de mayoría resultaron ser
significativamente más estables que los
gobiernos de minoría y la división
del parlamento entre partidos “pro-sistema”
y partidos “anti-sistema” tiene consecuencias
importantes en la estabilidad15.
Gunther ha comparado
el sistema electoral español, introducido
en España en 1977, con el sistema plural
y encontró evidencia fuerte sobre los
efectos mecánicos y psicológicos
del sistema plural en el deterioro de los partidos
terceros. De acuerdo con su análisis,
el electorado español realizó un
claro “voto útil” ya que el
sistema electoral impuesto empleó la fórmula
de D’Hondt que penaliza a los pequeños
partidos a menos que los distritos sean muy grandes
o que el sistema de partidos esté altamente
fragmentado16.
A pesar de esta experiencia adquirida en dos
elecciones sobre la importancia de establecer
alianzas que aumenten las expectativas de voto
a favor de una coalición, las elites que
gobernaban la UCD dejaron de hacer las alianzas
que hubieran impedido su debacle en las elecciones
de 1982. Esto ha conducido a proponer como factor
importante de análisis al nivel de institucionalización
del partido, en la medida en que puede frenar
las acciones irracionales del líder o
elite gobernantes17,
quienes pueden decidir sin tomar en cuenta las
leyes electorales.
En este estudio
caracterizamos a las elecciones presidenciales
del 2006 y las comparamos con las gubernamentales
de Chiapas, encontrando indicios de una transición
de una elección tripartidista a una bipartidista,
debido a las coaliciones acordadas por las elites
partidistas.
Metodología
Duverger
inicialmente dividió a los partidos entre
mayoritarios y minoritarios, considerando mayoritarios
a los partidos que recibieron al menos el 5%
de los votos. Laakso y Taagepera18propusieron
un índice que se ha convertido en la medida
estándar del número efectivo de
partidos. Cuando k partidos se dividen el voto
en las fracciones p1,..,pk
tenemos que:
Otra medida
del bipartidismo es la suma de frecuencias relativas
de los dos candidatos más fuertes, que
debería estar cerca de uno en un sistema
bipartidista. En el caso de un sistema tripartidista
este valor sería menor que uno y sólo
agregando la frecuencia relativa del tercer partido
más fuerte este indicador se aproximaría
a uno.
Un tercer indicador
a utilizar es el estadístico empírico
SF de Cox19
, formado con el cociente entre la frecuencia
relativa del tercer partido y la frecuencia relativa
del segundo, que estaría cerca de cero
en el caso de una elección bipartidista,
aunque ha sido criticado pues no siempre distingue
entre una elección bipartidista y una
pluripartidista20.
Resultados
Los
resultados de las elecciones presidenciales mexicanas
del 2006 se muestran en la Tabla 1. El valor
calculado de N efectivo es igual 3.26
cuando se considera la votación nacional
total, mientras que su valor calculado en cada
estado y promediado tiene un valor igual a 3
con una desviación estándar igual
a 0.33. El valor de la suma de frecuencias relativas
de los tres candidatos más fuertes tuvo
un valor nacional igual a 0,93 y un valor estatal
promedio igual a 0.93 con una desviación
estándar igual a 0.01. Mientras que la
suma de las frecuencias relativas de los dos
candidatos más fuertes sólo alcanzó
un valor igual a 0.7, considerando el promedio
de los totales estatales de la votación
con una desviación estándar igual
a 0.01. Y el cociente de frecuencias relativas
del tercer candidato sobre las frecuencias relativas
del segundo, que debería estar cerca de
cero en una elección bipartidista, alcanzó
un valor igual a 0.78 con una desviación
estándar igual a 0.36. De acuerdo con
Cox esta sería un equilibrio no Duvergeriano
donde los votantes no estarían completamente
seguros de eliminar al tercer candidato. Así
los indicadores completamente descartan el escenario
de una elección bipartidista21,
aunque la fluctuación en los valores de
N efectivo sugieren una transferencia
incompleta de votos del tercer partido a los
dos candidatos más fuertes.
De esta manera
se comprueba que la elección no fue bipartidista
sino tripartidista no sólo en el nivel
nacional sino en el nivel estatal. Este sugiere
la posibilidad de un escenario donde el ejecutivo
pudiera debilitarse como ocurre en los sistemas
multipartidistas donde el voto favorece a los
partidos con tendencias centrífugas. La
correlación inversa que existe entre multipartidismo
y aumento de la inversión nacional del
estado sugiere que la desaparición del
estado benefactor en México ha conducido
al debilitamiento de la agregación partidista
que provoca el auge del multipartidismo. Sin
embargo, la toma de conciencia del cambio en
la correlación de fuerzas entre los partidos,
ha inducido la coalición del PRI y el
PAN en la elección de Chiapas y a la convocatoria
a la formación del Frente Amplio opositor
con partidos de izquierda.
Sin embargo,
un escenario tripartidista puede inducir también
una forma de voto útil. Casstevens ha
probado que en una elección de tres candidatos,
cuando hay un distrito de un solo miembro y se
usa el sistema de un solo voto con mayoría
simple, el votante racional vota por el candidato
asociado con el resultado que es de su preferencia.
Aquí nos referimos a la preferencia que
el votante tiene con respecto al triunfo del
candidato y no a la preferencia que pueda tener
por su personalidad. Esto puede explicar la disminución
de votos obtenidos por el tercer partido y el
resultado casi idéntico de los dos partidos
más fuertes. Aún cuando puede observarse
en la Tabla 1 que en el estado de Tabasco se
obtuvo un valor de N efectivo igual
a 2.1, la suma de frecuencias de los dos candidatos
más fuertes está en el orden de
0.7, alejado de 1 y que rechaza una elección
bipartidista. También el valor de igual
0.67 que está lejos de ser igual a cero
y rechaza una elección bipartidista. La
única excepción la constituye el
estado de Yucatán, con un valor de N
efectivo igual a 2.07 y una suma de frecuencias
relativas de los dos candidatos más fuertes
igual a 0.88, cerca de 1 y un valor del SF
igual a 0.18 no tan alejado de cero. Pero
son valores que aún no definen una la
elección completamente bipartidista, sobre
todo cuando se le compara con los resultados
de la elección estatal de Chiapas, que
se comentarán enseguida.
Los resultados
de las elecciones para el gobierno del Estado
de Chiapas del 2006 se muestran en la Tabla 2.
En la elección para gobernador de Chiapas,
por primera vez se unieron el PRI y el PAN en
una elección estatal ante lo que calificaron
como una elección de estado, en la que
el gobernador apoyó al candidato del PRD
Juan Sabines23.
Esta alianza de partidos convirtió a la
elección para gobernador en una elección
bipartidista, como lo muestran los indicadores
antes analizados que están en armonía
con la Ley de Duverger.
De acuerdo con
los indicadores utilizados, la formación
de coaliciones en las coaliciones de Chiapas,
ha inducido una elección bipartidista.
El valor de N efectivo a nivel estatal
fue igual a 2.1 y a nivel distrital fue igual
a 2.14 con una desviación estándar
igual a 0.07. Mientras que la suma de las frecuencias
relativas de los candidatos más fuertes
fue igual a 0.96 en el conteo estatal y a 0.96
en el promedio de los conteos distritales con
una desviación estándar igual a
0.01. En este caso todos los indicadores señalan
una elección bipartidista, en la que teóricamente
se promueve la estabilidad del ejecutivo, como
ha ocurrido en las semanas posteriores a la elección.
Inclusive, el cociente de frecuencias relativas
entre el tercer partido y el segundo partido
tuvo un valor promedio de 0.006, con una desviación
estándar de 0.003, señalando una
elección bipartidista.
Como se muestra
en la figura 1, la ventaja porcentual de Sabines
nunca excedió el 6% en las últimas
seis horas del conteo, terminando con una ventaja
de alrededor de 3000 votos.
La sincronización
en los votos de los dos candidatos más
fuertes se manifiesta en la correlación
lineal entre los votos para Juan Sabines y para
Aguilar Bodegas, con un coeficiente de Pearson
de 0.989
El candidato
de la Alianza por Chiapas, José Antonio
Aguilar Bodegas, indicó que impugnará
las casillas con irregularidades ante el Tribunal
Electoral del Estado. Pero aclaró que
no habrán movilizaciones ni un ambiente
de resistencia pues todo se resolverá
en tribunales24.
Sin embargo, era difícil que se alterara
el resultado de la votación pues se impugnaron
menos del 20% de las casillas (580 por la Alianza
por Chiapas y 186 por la coalición PRD-PT-Convergencia).
De hecho, el Tribunal Electoral del Estado confirmó
a Juan Sabines como gobernador electo25.
No obstante, hay tendencias centrífugas
que buscan el reconocimiento de la Alianza por
Chiapas en la región del Soconusco, de
acuerdo con declaraciones del coordinador de
la campaña del PRD en Chiapas26.
Podemos apreciar que aunque las alianzas de las
elites partidistas provoquen una elección
bipartidista, esto no garantiza la estabilidad
del gobierno encabezado por el candidato electo.
Sin embargo,
se espera entonces que las tendencias centrífugas
que caracterizan al escenario postelectoral reciente,
puedan ser canalizadas por el juego político
de los partidos institucionalizados. En la medida
en que las coaliciones de voto útil induzcan
una mayor institucionalización de los
partidos, habrá un desplazamiento de los
partidos hacia el centro derivado de la necesidad
de aumentar la simpatía de los votantes.
Pero esto queda por constatarse en las próximas
elecciones de Tabasco, en las que los cuadros
del Frente Amplio puedan obtener escaños
en el Congreso Local y posiciones en el gobierno
estatal. Sumados a las mismas plazas en el Gobierno
del Distrito Federal, estas posiciones pueden
encauzar a las tribus de los partidos en actividades
constructivas que promuevan la aceptación
de los votantes. Esto ocurrirá siempre
y cuando el sistema político pueda soportar
las tendencias centrífugas que han caracterizado
a la elección presidencial tripartidista
y la aparente transición al bipartidismo.
El valor del número de partidos efectivo
para Tabasco igual a 2.1 incluido en la Tabla
1, sugiere que una coalición de partidos
similar a la de Chiapas puede motivar una elección
bipartidista a través de la promoción
del voto útil. Sobre todo cuando se observa
que el valor de N efectivo para Chiapas
en la elección presidencial fue de 3 y
en la estatal se redujo a 2.1 después
de las coaliciones entre los distintos partidos.
Aunque debemos
aclarar que esto depende de la forma en que estas
coaliciones se conviertan en alianzas permanentes
que puedan derivar en la formación de
nuevos partidos. Sin embargo, ha sido rechazada
la perspectiva de una transición hacia
el bipartidismo pues no se puede declarar muerto
al PRI27,
como lo indica el análisis de las elecciones
presidenciales del 2006 que se ha presentado
en este trabajo pues el PRI aún opera
como un partido mayoritario con un porcentaje
de votos muy arriba del 5%. Además concentra
al grupo más numeroso de gobernadores
y tiene una clara cobertura nacional, con cuadros
importantes formados en su instituto que ocupan
puestos definitorios en la oposición.
Por esta razón, el comportamiento del
tercer partido será determinante en las
próximas elecciones pues las alianzas
que establezcan sus elites pueden ser definitorias
de la orientación del voto útil
en el futuro y la consolidación del bipartidismo
en México. Esto se refleja en la pretendida
designación de las comisiones económicas
y políticas en el legislativo para miembros
del PAN y PRI, mientras que el PRD ha recibido
comisiones de carácter social28.
ESTADO |
N
efectivo |
f1
+ f2 |
f1+f2+f3 |
SF |
Aguascalientes
|
3.09 |
3.09 |
0.69 |
1.08 |
Baja California
|
3.06 |
0.71 |
0.92 |
0.90 |
Yucatán
|
2.07 |
0.88 |
0.92 |
0.18 |
Coahuila
|
3.16 |
0.68 |
0.94 |
1.08 |
Chihuahua
|
3.04 |
0.65 |
0.93 |
1.54 |
Durango |
3.08 |
0.68 |
0.94 |
1.12 |
Guanajuato
|
2.45 |
0.74 |
0.93 |
1.22 |
Jalisco |
2.94 |
0.69 |
0.93 |
1.25 |
Nuevo León
|
2.91 |
0.65 |
0.92 |
1.70 |
Puebla |
3.33 |
0.70 |
0.93 |
0.70 |
Querétaro
|
2.92 |
0.74 |
0.93 |
0.82 |
San Luis
P. |
2.99 |
0.71 |
0.92 |
0.96 |
Sinaloa |
3.28 |
0.69 |
0.94 |
0.80 |
Sonora |
2.82 |
0.76 |
0.94 |
0.72 |
Tamaulipas
|
3.25 |
0.68 |
0.93 |
0.94 |
Colima |
3.13 |
0.66 |
0.95 |
1.23 |
Quintana
Roo |
3.28 |
0.67 |
0.94 |
0.71 |
Tabasco |
2.18 |
0.60 |
0.97 |
0.67 |
Tlaxcala
|
3.01 |
0.78 |
0.93 |
0.33 |
Veracruz
|
3.30 |
0.70 |
0.94 |
0.69 |
Zacatecas
|
3.44 |
0.68 |
0.92 |
0.67 |
Campeche
|
3.50 |
0.65 |
0.92 |
0.84 |
Chiapas |
3.05 |
0.61 |
0.94 |
0.74 |
Baja C. S. |
3.04 |
0.77 |
0.94 |
0.39 |
Distrito
Federal |
2.37 |
0.85 |
0.94 |
0.15 |
Guerrero
|
2.81 |
0.68 |
0.94 |
0.50 |
Hidalgo |
3.32 |
0.68 |
0.92 |
0.60 |
México
|
3.14 |
0.74 |
0.92 |
0.42 |
Michoacán
|
3.07 |
0.76 |
0.94 |
0.45 |
Morelos |
3.10 |
0.76 |
0.92 |
0.35 |
Nayarit |
3.09 |
0.61 |
0.94 |
0.78 |
Oaxaca |
2.94 |
0.64 |
0.94 |
0.66 |
Tabla 1.- Muestra
los indicadores obtenidos al analizar los resultados
de le elección presidencial. Datos publicados
por el PREP de Instituto Federal Electoral.
DISTRITO |
N
efectivo |
f1+f2 |
SF |
TUXTLA GUTIERREZ
ORIENTE |
2.12 |
0.96 |
0.06 |
TUXTLA GUTIERREZ
PONIENTE |
2.21 |
0.95 |
0.06 |
CHIAPA DE
CORZO |
2.05 |
0.98 |
0.03 |
VENUSTIANO
CARRANZA |
2.00 |
0.97 |
0.05 |
SAN CRISTOBAL
DE LAS CASAS |
2.21 |
0.95 |
0.06 |
COMITAN
DE DOMINGUEZ |
2.09 |
0.97 |
0.05 |
OCOSINGO |
2.08 |
0.98 |
0.03 |
YAJALON |
2.11 |
0.97 |
0.04 |
PALENQUE |
2.13 |
0.96 |
0.07 |
BOCHIL |
2.03 |
0.98 |
0.03 |
PUEBLO NUEVO
SOLISTAHUACAN |
2.14 |
0.96 |
0.08 |
PICHUCALCO |
2.18 |
0.96 |
0.08 |
COPAINALA |
2.17 |
0.96 |
0.07 |
CINTALAPA |
2.10 |
0.97 |
0.05 |
TONALA |
2.22 |
0.95 |
0.10 |
HUIXTLA |
2.12 |
0.96 |
0.07 |
MOTOZINTLA |
2.07 |
0.98 |
0.03 |
TAPACHULA
NORTE |
2.03 |
0.96 |
0.05 |
TAPACHULA
SUR |
2.01 |
0.96 |
0.05 |
LAS MARGARITAS |
1.94 |
0.98 |
0.04 |
TENEJAPA |
2.07 |
0.97 |
0.04 |
CHAMULA |
2.12 |
0.96 |
0.06 |
VILLAFLORES |
2.13 |
0.97 |
0.06 |
CACAHOATAN |
2.12 |
0.96 |
0.06 |
Tabla 2.- Muestra
los indicadores obtenidos al analizar los resultados
de le elección gubernamental en Chiapas.
Datos tomados del PREP de Instituto Electoral
Estatal de Chiapas (http://www.prep-chiapas.com.mx/current/gobernador)
Figura 1.- Muestra la evolución temporal
de la ventaja porcentual de Sabines sobre Aguilar
Bodegas.
Figura 2- Muestra la correlación lineal
entre los votos para Sabines y para Aguilar Bodegas
con un coeficiente Pearson igual a 0.989. Los
votos se han medido desde que se contabilizó
el 68.96 % de las casillas y hasta que se contabilizó
el 92.98%.
Conclusiones
Se
ha aplicado el índice Laakso y Taagepera,
el estadístico empírico SF de Cox
y la suma de frecuencias relativas para analizar
las elecciones presidenciales del 2006, encontrándose
claras señales de tripartidismo tanto
a nivel estatal como nacional. Esto puede explicar
la inestabilidad del ejecutivo que está
asociada con el pluripartidismo además
de consistir en un comportamiento anómalo
de la Ley de Duverger que podría relacionarse
con una operación irracional de las elites
políticas que se negaron a formar alianzas
electorales rechazando el voto útil. Por
otra parte, los índices de Laakso y Taagepera,
el estadístico empírico SF de Cox
y la suma de frecuencias relativas, muestran
claramente una estructura bipartidista de la
elección para gobernador en Chiapas, en
armonía con la Ley de Duverger para las
elecciones plurales con una sola vuelta. Esta
transición pudiera estar relacionada con
la formación de alianzas entre partidos
que promovería el voto útil.
Notas:
1
William H. Riker. “The Two-Party System
and Duverger’s Law: An Essay on the History
of Political Science”. The American
Political Science Review, Vol. 76, No. 4.
(Dec., 1982), pp. 753-766.
2 Droop, H.
R. 1871. “On the political and social effects
of different methods of electing representatives”.
Papers, 1863-70. London: Juridical Society,
3: 469-507.
3 Finer, H.
1924, Rev. 1935. The case against proportional
representation, Fabian Tract No. 211.
London: Fabian Society.
4 Charles J.
Nagy, Jr. “Duverger’s Response”.
The Review of Politics, Vol. 36, No. 4.
(Oct., 1974), pp. 616-618.
5 Sprague,
J. 1980. On Duverger’s sociological law:
the connection between electoral laws and party
systems. Political Science Paper No. 48.
Xeroxed. St. Louis: Washington University.
6 Downs, A.
1957. An economic theory of democracy.
New York: Harper & Bros.
7 Herbert A.
Simon. “Human Nature in Politics: The Dialogue
of Psychology with Political Science”.
The American Political Science Review,
Vol. 79, No. 2. (Jun., 1985), pp. 293-304.
8 Rudolf Heberle.
“Ferdinand Tonnie’s Contributions
to the Sociology of Political Parties”.The
American Journal of Sociology, Vol. 61,
No. 3. (Nov., 1955), pp. 213-220.
9 Pradeep Chhibber;
Ken Kollman. “Party Aggregation and the
Number of Parties in India and the United States”.
The American Political Science Review,Vol.
92, No. 2. (Jun., 1998), pp. 329-342.
10 Brian
J. Gaines. “Duverger’s Law and the
Meaning of Canadian Exceptionalism”. Comparative
Political Studies, 32 (7): 835, (1999).
11 Karl Popper.
“Majority System: A government for democracy”.
La Stampa, 7th of August 1987.
12 Huntington,
Samuel P. (1968). Political Order in Changing
Societies. New Haven, Conn.: Yale University
Press.
13 G. Bingham
Powell, Jr. “Party Systems and Political
System Performance: Voting Participation, Government
Stability and Mass Violence in Contemporary Democracies”.
The American Political Science Review,
Vol. 75, No. 4. (Dec., 1981).
14 Dieter
Rucht. "Linking Organization And Mobilization:
Michel's Iron Law of Oligarchy Reconsidered".
Mobilization, Volume 4, Number 2: Fall
1999.
15 Michael
Taylor; V. M. Herman. “Party Systems and
Government Stability”. The American
Political Science Review, Vol. 65. No. 1.
(Mar., 1971), pp. 28-37.
16 Rae, Douglas
W. 1971. The Political Consequences of Electoral
Laws. Rev. ed. New Haven: Yale Universiy
Press.
17 Richard
Gunther. “Electoral Laws, Party Systems,
and Elites: The Case of Spain”. The
American Political Science Review, Vol.
83, No. 3. (Sep., 1989), pp. 835-858.
18 Laakso,
Markku, & Taagepera, Rein. (1979). “Effective”
number of parties: A measure with application
to Western Europe. Comparative Political
Studies, 12(1), 3-27.
19 Gary Cox.
“Strategic Voting Equilibria Under the
Single Nontransferable Vote”. The American
Political Science Review, Vol. 88, No. 3.
(Sep., 1994), pp. 608-621.
20 Brian
J. Gaines. “Duverger’s Law and the
Meaning of Canadian Exceptionalism”. Comparative
Political Studies, 32 (7): 835, (1999).
21 Gary Cox.
“Strategic Voting Equilibria Under the
Single Nontransferable Vote”. The American
Political Science Review, Vol. 88, No. 3.
(Sep., 1994), pp. 608-621.
22 Thomas
W. Casstevens. “A Theorem about Voting”.
The American Political Science Review,
Vol. 62, No. 1. (Mar., 1968), pp. 205-207.
23 "Ante
elección de Estado en Chiapas, alianza
PRI-PAN", Crónica, Viernes
11 de agosto del 2006.
24 Luciano
Franco. “La ventaja del PRD en Chiapas
es de 2,405 votos”. Crónica,
Martes 22 de agosto del 2006.
25 Ángeles
Mariscal. “Declara TEPJE a Juan Sabines
gobernador electo de Chiapas”. La Jornada,
27 de septiembre del 2006.
26 Angeles
Mariscal. “Incita a habitantes de esa zona
a exigir que reconozcan triunfo del priísta,
señala. Promueve Aguilar Bodegas la escisión
del Soconusco, asegura asesor de Sabines”.
La Jornada, 26 de septiembre del 2006.
27 Horacio
Santini. “Se aleja de AMLO, dice Condoleezza:
México vuelve a la realidad. El país
parece dirigirse hacia un sistema bipartidista”.
Crónica, 27 de Septiembre del
2006.
28 Angélica
Mercado. Se quedan con las comisiones políticas
y económicas; le dejan las sociales. Marginan
PAN y PRI al PRD en el Senado. Milenio,
27 de Septiembre del 2006.
Dr.
Armando Barrañón Cedillo
Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, México,
D.F., México |