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Nuevas Tecnologías de Comunicación: ¿Oportunidad o Riesgo para la Esfera Pública y la Democracia?

 

Por Miguel Lara Otaola
Número 54

Hoy en día las tecnologías se modifican y actualizan constantemente transformando nuestros paradigmas de comunicación. Hoy los medios de comunicación tradicionales están perdiendo terreno contra nuevas formas de expresión, más libres, más abiertas, más democráticas; la llegada de los teléfonos móviles, el Internet, los SMS, los blogs, eBay, Google y el P2P nos ha acercado más a la tecnología y así estos medios han venido a transformar y ampliar nuestras formas de comunicación y participación. Por un lado, estas nuevas tecnologías pueden ayudar a tener una sociedad más democrática donde exista una mayor participación, una ampliada capacidad de acción frente al poder, mayor y mejor debate y deliberación y finalmente más transparencia y rendición de cuentas. Sin embargo estas tecnologías también conllevan ciertos riesgos ya que pueden traer desinformación y subinformación1, una nueva y más efectiva propaganda y manipulación, desorientación ante informaciones frívolas y vacías de contenidos útiles para la democracia, y una nueva sociedad orwellizada compuesta de multitudes virtuales. Las tecnologías pueden ser vistas ya sea como un complemento para la deliberación, base de la democracia, o como un sustituto de la misma que inhibe la razón, la crítica y la participación política.

Una característica clave de los nuevos medios tecnológicos de comunicación es la posibilidad de una interacción antes negada por la televisión que distanciaba más a los gobernantes de los gobernados haciendo a estos últimos espectadores pasivos de la realidad nacional. Ahora con los nuevos mecanismos de comunicación existe la posibilidad de que esta barrera se derribe y se permitan una interacción y participación nunca antes vistas. Si bien el acceso a estas nuevas tecnologías no es democrático, ya que gran parte de la población no cuenta con Internet o un teléfono móvil, su uso si lo es ya que permite a sus usuarios generar una nueva lógica colectiva de acción social y participación, que va desde el voto electrónico a distancia hasta la formación de smartmobs para alcanzar ciertos objetivos políticos.

El 19 de Abril de 1775 en Lexington, Massachussets empezó la Independencia Americana. En esa fecha Paul Revere, un patriota americano, montó su caballo llevando la noticia y dando la alarma de pueblo en pueblo de que los británicos marchaban desde Boston para atacar Concord, así preparando a miles de campesinos y comerciantes para estar listos “al minuto”2 para responder a la amenaza británica3. Esta fue una de las primeras comunicaciones en red que permitió el logro de un objetivo político y nos demuestra las posibilidades que hoy tenemos con las nuevas tecnologías. Si un caballo y su jinete viajando de pueblo en pueblo iniciaron una efectiva resistencia, imaginemos hoy lo que se podría lograr en campañas políticas o en actos en contra de decisiones injustas por parte de un gobierno. La Red acerca las posibilidades de colaboración social4, y al ser este un nuevo medio democrático cualquier persona puede tener acceso y participar, tanto pasivamente como lector de contenidos, como activamente organizando mítines, reuniones, protestas e influyendo en la intención de voto por determinado candidato.

En primer lugar tenemos al Internet como Red de Redes y primer facilitador de contactos más cercanos, en tiempo real, entre toda clase de individuos a lo largo y ancho del planeta. Ahora la comunicación de la nueva sociedad de la información abre caminos diferentes, más activos, dinámicos, globales y eficaces que permiten nuevas formas de organización y nuevas estrategias de acción colectiva. Es hoy imposible entender las protestas en contra del modelo neoliberal que se hacen en las reuniones del G8, el FMI y la OMC sin el apoyo del Internet. El tener a grupos de personas organizadas casi instantáneamente y provenientes de todos los rincones del planeta instalados fuera de las cumbres de estos organismos en Washington, Seattle o Cancún para protestar, hace veinte años era impensable. “En el campo de la comunicación, Internet no representa sólo un complemento a los medios tradicionales sino que ofrece oportunidades innovadoras para informar, movilizar, organizar a los movimientos y a hacer pública y relevante la protesta”5. Los ejemplos del “encuentro intergaláctico” del EZLN en 1996, los movimientos globalifóbicos y la organización del Foro Social Mundial serían inexistentes sin esta herramienta. El Internet, en un primer momento, permitió la articulación de lo local con lo global, hizo visibles movimientos sociales, facilitó la movilización, la participación y permitió articular acciones nunca antes vistas frente al poder. Ahora derivada de esta y otras tecnologías primigenias tenemos otros ejemplos como el correo electrónico, los smartmobs, los blogs, los sms, y el YouTube que son parte del nuevo arsenal de una red de interacción y colaboración. Estas herramientas, por sí solas o en combinación, abren nuevas puertas de participación, debate, colaboración y acción políticas nunca antes vistas.

Los smartmobs surgen cuando las nuevas tecnologías acercan más a la gente y los hacen parte de una red de comunicación que les facilita la cooperación, la participación y la organización y esto permite interactuar más con el entorno político y avanzar ciertos objetivos de grupo y sociales. “Los manifestantes en contra de la reunión de la OMC en 1999 usaron portales en internet, teléfonos móviles y tácticas similares en la batalla de Seattle. Un millón de filipinos derrumbaron al Presidente Estrada a través de demostraciones públicas organizadas a través de miles de mensajes de texto”6.

Los mensajes de texto dos vías o SMS ya han sido parte clave de procesos políticos. En EEUU existe POLITXT7, un servicio enfocado a políticos y grupos de interés que explota las ventajas del SMS para llegar al electorado y a la ciudadanía. Las ventajas de esta expresión de comunicación son indudables, en cuanto a POLITXT, “While 15-25 percent of solicited political e-mails are opened, the open rate for text messages is nearly 95 percent”8, y por otro lado, “25-30 percent of people asked to call their congressman via text message responded, as compared to the 2-3 percent success rate they had been getting with e-mail requests”9. Los SMS también han sido usados para monitorear elecciones en lugares como África y Montenegro en los Balcanes. En este último país el Centro de la Transición Democrática de Montenegro monitoreo el referéndum de independencia usando los SMS como la primera herramienta de observación en campo10, lo que permitió la coordinación instantánea de reportes dispersos en el país.

Los smartmobs también ya han probado su efectividad en el terreno de la libertad de expresión, cualidad intrínseca de la democracia. En Bielorrusia mucha gente joven recurrió a la organización via flashmob (grupo organizado a través de la red para un propósito específico que se genera y termina instantáneamente) para protestar contra el autoritarismo prevaleciente en su país. Al organizarse vía Internet para reunirse en una plaza pública de Minsk a comer helado, los jóvenes sondearon las fronteras de lo permitido por su gobierno. Esta acción colectiva organizada a través de la red no convocó a protestas, plantones, discursos o a un mitin en dicha plaza pública, simplemente se llamó a comer helado como forma de protesta. “If this were almost any other country in the world, standing around eating ice cream wouldn't even cause the local authorities to bat an eyelash. In Belarus, though, it was treated as an organized public assembly, so plainclothes government agents broke up the event, arresting some of the young participants”11.

El YouTube fue una herramienta importante para las elecciones celebradas recientemente en México. A través del “uploading” de videos acerca de los principales candidatos, la ciudadanía, y principalmente la gente jóven, tuvo acceso a facetas de los mismos no reveladas por los medios tradicionales. Estos videos sirvieron tanto como brazo adicional a las campañas oficiales de los candidatos como para la expresión de la ciudadanía que no tiene acceso a los periódicos, la televisión u otros medios convencionales para expresarse. Así quienes vieron estos videos no sólo fueron tocados por la propaganda partidista sino también afectados por las ideas y críticas de ciudadanos comunes y corrientes buscando una forma de expresión.

De manera general a través de estos ejemplos podemos ver las contribuciones de la tecnología a la formación de la opinión pública (YouTube y el caso mexicano), al ejercicio de la libertad de expresión (flashmob en Bielorrusia), al monitoreo para lograr elecciones limpias (SMS en Montenegro), a la participación (POLITXT en EEUU) y a la movilización social (Seattle). De esta manera vemos como la tecnología avanza los intereses de la ciudadanía al prestarles canales verdaderamente democráticos y abiertos a todo el mundo. Sin estas tecnologías, un evento como el de Bielorrusia sería impensable. “Hoy es posible que unas elecciones den un vuelco como consecuencia de una organización social espontánea vía SMS”12.

Las nuevas tecnologías abonan también a la democracia al permitir una mayor rendición de cuentas y transparencia. Newt Gingrich, un político americano de derecha, “afirma que mediante la puesta la apertura de un servidor llamado THOMAS (The House Open Multimedia Access System), que llevará a Internet toda la actividad del Congreso, será más difícil hacer pasar proyectos de ley que beneficien solamente los intereses particulares y que la difusión de informaciones en tiempo real dará a toda la gente y no sólo a los lobbyistas bien pagos, el acceso a las mismas fuentes”13.

Por otro lado, la nueva tecnología de un mundo googleizado permite a sus usuarios contar con información exhaustiva de cualquier tema imaginable lo que además de permitir una mayor participación, acción colectiva, rendición de cuentas y transparencia facilita el tener una opinión pública mejor informada y por tanto con mayores herramientas para actuar tanto dentro del poder (concepción democrática) como frente al mismo (concepción liberal). La existencia de información sobre cualquier tema lógicamente lleva implícita la existencia de información relevante e interesante para la participación en política. Para que una democracia funcione es preciso que sus ciudadanos cuenten con información relevante para la toma de decisiones, tanto para emitir un voto como para criticar o apoyar cierta iniciativa de ley. La democracia es el gobierno de la opinión, opinión que tiene como origen el debate entre los individuos, debate que se facilita mientras exista una mayor cantidad y calidad de información. La googleización permite este excedente de información que hace razonar a los ciudadanos. Hoy, además del aumento cuantitativo en información disponible, contamos con otras herramientas que brindan diversidad y debate a la esfera pública, los blogs, por ejemplo son portales con capacidades infinitas para discutir a profundidad sobre cualquier tema. Así en la actualidad, tanto la cantidad como la diversidad de información disponible abonan al proceso democrático.

Las nuevas tecnologías y las oportunidades que estas brindan en el terreno de la comunicación y de la democracia también tienen un lado negativo. En primer lugar el acceso a la información celebrado anteriormente, aunque condición necesaria para el funcionamiento de la democracia, puede llevar a una sociedad desinformada, al menos de los temas relevantes para el proceso democrático y para la participación en política, el “overnewsed” but “underinformed”14, la falta de compresión y la superficialidad de contenidos son algunos de estos riesgos. Por otro lado los nuevos medios de comunicación si bien son interactivos podrían convertirse en televisiones de tercera generación ya que podrían volverse simples emisores con informaciones vanas para un público pasivo y bien podrían representar una nueva forma de “pan y circo” como hoy lo hacen ciertas emisoras de televisión en nuestro país. En tercer lugar, la información que, entre otras cosas, hace funcionar mínimamente a una democracia debe ser libre, independiente, autónoma e imparcial y en este sentido las nuevas tecnologías abren caminos peligrosos ya que podrían servir como nuevas herramientas para una propaganda, manipulación y desinformación más eficaces. Finalmente y aunado a esto último podríamos llegar a una era de las multitudes de cuño virtual que por su fuerza desinformativa y sesgada (trivial o no) podrían sacudir los cimientos democráticos de manera orwelliana.

El primer riesgo que presentan estas tecnologías, el de subinformación, desinformación y falta de comprensión, no necesariamente es intrínseco a la tecnología ya que puede derivarse tanto de la responsabilidad de los actores como de la responsabilidad del Estado. En primer lugar vemos como la ciudadanía muchas veces prefiere la información relativa a la farándula o al chisme en lugar de informaciones estadísticas, científicas, históricas o políticas que podrían alimentar el cauce democrático a través del debate y la crítica. Estas tecnologías, que bien podrían ser usadas como en el caso Bielorrusia, al agregar el componente antes citado, se convierten en medios eficaces con fines reprobables, y el origen mismo de los flashmobs parece indicarnos que la dirección que se tomará será la de superficialidad. Este origen se remonta a junio de 2003, “cuando alguien citó a la gente en cuatro bares de Manhattan, en los que se les dio unas instrucciones muy concretas: acudir a la planta 9ª de los almacenes Macy’s y reunirse alrededor de una determinada alfombra, para adorarla”15. Por otro lado las fallas del Estado para lograr una cobertura completa y de calidad en la educación de toda la ciudadanía hacen que muchas de las personas con acceso a las nuevas tecnologías no las utilicen con fines político-intelectuales debido a su falta de comprensión y se avoquen a la farándula y a otras informaciones irrelevantes mencionadas anteriormente. En lo que si es intrínseco a esta tecnología podemos mencionar que el exceso de información que se nos presenta puede crear el fenómeno de “overnewsed but underinformed”, nuestra sociedad se ha googlelizado y “hoy estamos anclados en el paradigma de lo exhaustivo (encontrar todo sobre), mientras que lo que realmente nos interesa es la relevancia (encontrar lo que nos es de utilidad, sin el ruido añadido de información que en ese momento no me interesa)”16. Por otro lado tenemos el fenómeno del mercado que no deja escapar a los nuevos medios tecnológicos. La ley de la oferta y la demanda permea los contenidos de las páginas en Internet, de los blogs y de otras redes, haciendo que la información “pura” que contienen se contamine, guiada por criterios de venta y de mercadotecnia que muchas veces hacen que esta información sea superficial. La incapacidad del Estado de dar herramientas de comprensión a sus ciudadanos, la falta de orden en la información googlelizada en la red, las preferencias personales de la sociedad y la lógica del dinero (mercado y economía de consumo) que invade la razón de la esfera pública son riesgos que podrían convertir estas herramientas democráticas en medios que desinforman, subinforman y venden en lugar de informar y generar una opinión pública tan necesaria para el proceso democrático.

Las nuevas tecnologías podrían convertirse en una televisión de tercera generación. Aunque parece difícil que los blogs, los portales y los sms se vuelvan partes institucionales de compañías que editan contenidos hay ya varias señales en esta dirección. Los spams, la venta de listas de correos electrónicos para enviar publicidad, el uso de listados de números telefónicos para hacer propaganda vía SMS y la inclusión de publicidad pagada en algunos portales nos indica que, como mencioné antes, la esfera pública es susceptible de contaminación por parte de la esfera del mercado y la esfera de la política. ¿Qué pasara cuando una empresa o una organización política “compre” a un buscador de páginas en Internet para que los resultados a determinada búsqueda se filtren mostrando únicamente lo que la empresa o partido político desea mostrar? Si estas dos esferas logran empalmarse con la esfera de la opinión pública, que debe ser independiente, podemos estar frente a este fenómeno de televisión de tercera generación. Cuando la esfera de la política es la que influye estamos ante el riesgo de la propaganda y la manipulación, cuando es la esfera del mercado estamos ante el ya famoso pan y circo (más circo que pan) al estilo Televisa.

La opinión debe surgir de la sociedad civil y de la libertad y no de la imposición, debe surgir del debate y no de las órdenes, es horizontal y no vertical. En la democracia, también horizontal, la participación surge de la ciudadanía y no de un ente ajeno a ésta. La televisión es una opinión publicada, más no una opinión pública, es un ente ajeno que impone sus voluntades y como tal puede desviarnos de la libertad e independencia de la información al fijar su propia agenda, intereses y por lo tanto contenidos. La fijación y filtración de contenidos inhibe la capacidad del espectador a debatir y a disentir y genera estados de opinión colectivos. La escasez de información libre y soberana sobre cierto tema hace que el input de la sociedad sea único, monopólico y en el mejor de los casos oligopólico, cosa que atenta directamente contra una de las raíces de la democracia que es la libertad de expresión. La democracia no es un sistema de mayorías, sino un sistema que permite el disenso y sin esta deliberación, no puede funcionar. El que en la actualidad ya exista la captología para cambiar nuestros hábitos es algo preocupante, si bien un programa para ayudar a dejar de fumar o bajar de peso parece inofensivo y hasta beneficioso, el uso que puede tener esta tecnología al servicio del poder y del dinero es estremecedor, ¿Qué pasa si a través del correo electrónico, los SMS, la mensajería instantánea o en ciertos portales se envían estímulos para detonar ciertos comportamientos en nosotros? Y más aún, ya existen tecnologías como la neurociencia y el FMRI17 que son capaces tanto de medir nuestra respuesta a determinados inputs como de “determinar cual es la respuesta “exacta” de una persona a un estímulo comercial”18 a través del escaneado cerebral. Con estas nuevas tecnologías puestas al servicio de la esfera del mercado y de la político tenemos razones de sobra para dudar del componente verdaderamente autónomo y democrático de los nuevos medios, en este sentido avanzaríamos más hacia una sociedad teledirigida como indicaba Sartori. La esfera pública, en cualquiera de sus versiones, sea un mitin, una charla en un café, una manifestación contra cierta política pública, una columna en un periódico o en la Red de Redes, debe de mantenerse al margen de las otras dos esferas, de lo contrario nos veremos invadidos de miles de telenovelas y propaganda en detrimento de nuestra libertad personal y por lo tanto de nuestra democracia compartida.

“McLuhan tenía razón, estamos frente a una nueva revolución brindada por un nuevo medio…más comunicación personal, más elección, pero también más incertidumbre. Y mas posibilidades de manipular y ser manipulado”19. Como indiqué anteriormente, el riesgo de la intromisión de la esfera política en la esfera pública es patente. Si bien las nuevas tecnologías y las redes que éstas generan permiten un mayor grado de debate y deliberación en abono a la libertad de expresión y la democracia, por otro lado existe el riesgo de generar multitudes manipuladas por intereses no ciudadanos.

Para que una multitud funcione en el juego democrático es necesario que sea inteligente (más inteligente que el individuo por si mismo), y de acuerdo con James Surowiecki20 , para lograr esto hace falta que cumpla con cuatro requisitos;

1. la multitud debe de estar formada por un grupo de personas suficientemente diverso para que todo el espectro de posibles opiniones esté representado; 2. debe de ser independiente, al grado de que cada persona decida basándose en la información individual que tiene y no en el comportamiento de los demás; 3. debe estar descentralizada donde las personas del grupo tienen un cierto grado de especialización en su área de conocimiento y 4. debe ser agregada de tal forma que exista un mecanismo para recabar la opinión de los individuos con el fin de derivar una decisión colectiva”21 .

De esta manera podríamos pensar que las nuevas tecnologías de la información, por sí solas, brindan estos cuatro requisitos ya que el Internet o los blogs, por ejemplo, permiten reunir a personas de variadas disciplinas del conocimiento con opiniones independientes y no inducidas por nadie más en un espacio que permite agregar sus opiniones. Sin embargo si a la ecuación le agregamos una influencia importante de la esfera política que censura ciertas informaciones y manipula los contenidos, empezamos a ver como la inteligencia de las multitudes y su propósito democrático comienza a flaquear. Con una opinión publicada (más no pública) y teledirigida es imposible cumplir el segundo requisito de independencia y por tanto la idea de tener una comunidad mundial de debate y critica al poder. Con una teledirección desde la arena política podríamos tener flashmobs que en lugar de protestar al comer helado, busquen avanzar intereses de grupo o más dramático aún, podríamos tener una sociedad ciega a los problemas y a la falta de libertades en su país. Una sociedad manipulada y hecha a partir de multitudes ciegas podría traernos imágenes del 1984 de Orwell mejoradas, mientras en la obra clásica se requería de todo un aparato estatal para controlar a la sociedad ahora esto se podría hacer a través de un simple clic….clic.

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación nos permiten tejer una nueva red de relaciones sociales que expande la democracia a través de una mayor participación ciudadana y libertad de expresión, pero por otro lado estas mismas herramientas con sus mismas posibilidades pueden traer trampas que nos conduzcan a un futuro más cerrado, autocrático e ideologizado. Siempre todas las tecnologías nuevas tendrán una segunda derivada, es decir un lado negativo a ellas, ya sea desde el punto ecológico, económico o político y es nuestro deber prever estas posibles consecuencias para evitar lo negativo y escoger las oportunidades positivas que se nos ofrecen. Afortunadamente hoy en día todavía contamos con una opción y con la decisión que se tome podremos elegir entre la ceguera, el adorar una alfombra o el comer helado.


Notas:

1 SARTORI, Giovanni. “Homo Videns”. Taurus, México, D.F, 1997. pg. 80
2 Por eso la expresión “Minutemen”
3 (http://www.smartmobs.com/archive/2006/04/19/mobile_minuteme.html)
4 CORNELLA, Alfons, RUCABADO, Sergi. “Futuro Presente:101 Ideas-Fuerza para entender las próximas décadas”. Deusto, España, 2005. pg. 14
5 LAGO MARTINEZ, Silvia. “La intervención política de los movimientos sociales en la sociedad de la información”. Instituto de Investigación Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, 2006.
6 RHEINGOLD, Howard. “Smartmobs: the next social revolution”. Perseus Publishing, EEUU, 2002.
7 (http://www.personaldemocracy.com)
8 (http://www.smartmobs.com/archive/2006/08/03/joe_trippi_on_h....html)
9 (http://www.smartmobs.com/archive/2006/08/03/joe_trippi_on_h....html)
10 (http://www.smartmobs.com/archive/2006/07/02/sms_used_to_mon....html)
11 (http://www.smartmobs.com/archive/2006/10/03/ice_cream_polit....html)
12 CORNELLA, Alfons, RUCABADO, Sergi. “Futuro Presente:101 Ideas-Fuerza para entender las próximas décadas”. Deusto, España, 2005. pg. 14
13 MARTINO, Bettina. Posmodernidad, crisis de representación y democracia electrónica. En Razón y Palabra, número 22, Mayo-Julio 2001. (http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n22/22_bmartino.html)
14 MARTINO, Bettina. Posmodernidad, crisis de representación y democracia electrónica. En Razón y Palabra, número 22, Mayo-Julio 2001. (http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n22/22_bmartino.html)
15 CORNELLA, Alfons, RUCABADO, Sergi. “Futuro Presente:101 Ideas-Fuerza para entender las próximas décadas”. Deusto, España, 2005. pg. 14
16 Ibidem, pg. 31
17 Functional Magnetic Resonante Imaging, en CORNELLA, pg. 34
18 CORNELLA, Alfons, RUCABADO, Sergi. “Futuro Presente:101 Ideas-Fuerza para entender las próximas décadas”. Deusto, España, 2005. pg. 34
19 CORNELLA, Alfons, RUCABADO, Sergi. “Futuro Presente:101 Ideas-Fuerza para entender las próximas décadas”. Deusto, España, 2005. pg. 110.
20 SUROWIECKI, James. “The Wisdom of Crowds: Why the many are smarter than the few and how collective wisdom shapes business, economies, societies, and nations”. Random House, EEUU, 2004.
21CORNELLA, Alfons, RUCABADO, Sergi. “Futuro Presente:101 Ideas-Fuerza para entender las próximas décadas”. Deusto, España, 2005. pg. 85.


Referencias:

BRECK, Judy. “Mobile Minutemen Smart Mobbers” en
(http://www.smartmobs.com/archive/2006/04/19/mobile_minuteme.html)
CORNELLA, Alfons, RUCABADO, Sergi. “Futuro Presente:101 Ideas-Fuerza para entender las próximas décadas”. Deusto, España, 2005. pg. 14
LAGO MARTINEZ, Silvia. “La intervención política de los movimientos sociales en la sociedad de la información”. Instituto de Investigación Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, 2006.
MARTINO, Bettina. Posmodernidad, crisis de representación y democracia electrónica. En Razón y Palabra, número 22, Mayo-Julio 2001. (http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n22/22_bmartino.html)
RHEINGOLD, Howard. “Smartmobs: the next social revolution”. Perseus Publishing, EEUU, 2002.
RHEINGOLD, Howard. ”Ice cream politics: flash mob in Belarus” en
(http://www.smartmobs.com/archive/2006/10/03/ice_cream_polit....html)
RHEINGOLD, Howard. ”Joe Trippi on how texting could change US politics” en
(http://www.smartmobs.com/archive/2006/08/03/joe_trippi_on_h....html)
RHEINGOLD, Howard. ”SMS used to monitor Montenegro elections” en
(http://www.smartmobs.com/archive/2006/07/02/sms_used_to_mon....html)
SUROWIECKI, James. “The Wisdom of Crowds: Why the many are smarter than the few and how collective wisdom shapes business, economies, societies, and nations”. Random House, EEUU, 2004.
“Personal Democracy Forum: Technology is changing politics” en (http://www.personaldemocracy.com)
“Trichotomic” en SPW, Vol. I, 1992b, pág. 283.


Miguel Angel Lara Otaola