La obra de Campbell se basa en la idea de que la mitología y los cuentos de hadas presentan siempre una estructura
similar : el héroe, que habita en algún sitio que limita sus potencialidades, recibe una especie de llamado a la aventura. Se ve obligado a abandonar su hogar, a su familia. Empieza a deambular en soledad, pensando en que nunca más volverá. En su camino se encuentra con una nueva fuerza que lo cambiará para siempre ; una nueva filosofía de vida ; una nueva disciplina. El héroe regresará a su hogar y liberará a los demás, enseñándoles que existen formas diversas de ver las cosas.
Marilllion, en Man of a thousand faces, ha retomado la tesis de Campbell, pero agregando a ella los medios de comunicación. El cine y la televisión pueden ser vistos como los seres ancestrales que viven narrando mitos. Cumplen el papel de los viejos en la aldea, aquellos a quienes todos escuchaban con atención. Porque, en el fondo, necesitamos de la mitología, de los relatos fantásticos y heroicos, aquellas historias que nos sirevn de inspiración. Los medios masivos, con su alcance y penetración, rompen con la localidad del mito y lo transforman en algo prácticamente universal. Sin embargo la base de todos los mitos que los medios masivos nos presentan sigue siendo la misma, la historia del héroe solitario que abandona su hogar y regresa transformado, como Luke Skywalker, o el ángel Cassiel en Faraway, so close. Como el pequeño Simba en el Rey León, o incluso la niña hermosa que ha perdido la memoria y vive en la pobreza en la telenovela de las seis de la tarde.
Resulta interesante ver que una canción de rock, como Man of a thosuand faces puede tener más profundidad de la que normalmente le atribuimos. Detengámonos un momento y pensemos mientras escuchamos que el rock todavía tiene mucho que decir, al igual que el viejo de la aldea, que el sacerdote en la homilía, que el personaje en la pantalla, que cualquier medio de comunicación, sí, al igual que el héroe y el hombre de las mil caras.
Nota al pie:
(1) CAMPBELL, J. “The hero with a thosuand faces”. Segunda Edición. EditorialBollingen/Princeton University Press. Nueva York 1973. 416 pp.
Regreso.
Nota :
En más de una ocasión la literatura ha inspirado a los músicos para que compongan alguna canción u obra entera. Palabras transformadas en acordes, momentos climáticos transformados en requintos maravillosos, capaces de despertar emociones similares a las de la narración misma a pesar de la autoreferencialidad de la música. A partir de este número de “Razón y Palabra” y en esta nueva sección presentaré pequeños comentarios relacionados con la literatura y el rock. Relaciones que tal vez no conocemos, pero que pueden resultar interesantes y al mismo tiempo útiles para comprender una pieza de rock.