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Por Marisa Avogadro
Número 34
Cotidianamente desde los
mensajes de los diferentes medios de comunicación nos informan
sobre avances científicos, descubrimientos, inventos. Mas
la relación existente entre ciencia y periodismo se remonta
a varios siglos.
Mientras hablamos del siglo 19 como el momento en que se establece
este binomio como el actual, otros referencian que ya en el año
400ª.C. encontrábamos materiales de difusión.
Sin embargo, dejaremos la historia para otro momento y nos ocuparemos
de ver que sucede hoy con la comunicación de estos acontecimientos.
Como ya hemos explicado en columnas anteriores, comunicar es poner
en común, en esta instancia, a la ciencia y sus áreas
de acción, a través de una actividad, la periodística,
que intenta establecer puentes de unión o ejercer una función
de mediación entre los productores del conocimiento científico
y el público en general.
Deberíamos tener en cuenta que en este camino de difusión,
los intermediarios o mediadores serían tres: los que producen
ciencia y tecnología; los medios informativos y los medios
educativos.
Esta labor, sencilla de explicar, presenta una complejidad mayor
al situarnos en el universo de las nuevas tecnologías de
la información y la comunicación (NTIC) como las que
disponen hoy los seres humanos.
Paralelamente a esta situación, atendemos a la aceleración
de la producción de conocimiento científico, a la
pérdida de barreras de tiempo y espacio, a una ciencia que
viene transitando caminos de certezas pero también ahora
de incertidumbres; a un crecimiento a la enésima potencia
en cuanto materiales referidos a ciencia y fuentes donde encontrarlo
existen y bases de millones de datos. Situación influenciada
por las NTIC y que ha modificado el panorama inicial de este periodismo
científico, que antes tenía grandes inconvenientes
para acceder a las fuentes de información. Sumado al tema
recurrente de la dicotomía entre científicos y periodistas.
Esto nos lleva a plantearnos de que cuando estamos trabajando para
difundir materiales científicos, debemos primero detectar
cuáles son y la valoración real de los mismo y luego
su desarrollo. Frente a las posibilidades que nos brinda por ejemplo
Internet, donde al colocar la palabra "ciencia" en el
motor de búsqueda www.google.com.ar nos da una entrada de
1.700.000 en 0,07 segundos, el trabajo de búsqueda y selección
ya es arduo e imposible de abarcar en su totalidad.
El periodista que desea comunicar hechos científicos debe
contar con antecedentes (background) sobre la temática a
tratar y también para realizar justamente la selección
y valoración referida. Asimismo, la multiplicidad de áreas
científicas conduce a nuevos inconvenientes, ya que es imposible
conocer todo de todo, motivo por el cual aparecen cada vez más
subespecialidades. Por ello, se debe contar con personas con capacidad
de analizar la realidad y poder proyectar evoluciones o desarrollos
venideros en el seno social.
Por lo tanto, para comunicar la ciencia, nos encontramos con inconvenientes
debido a la extensión y complejidad de la misma, la hiperinformación
conseguida a través de las NTIC y los procesos de continuo
cambio histórico.
Edgar Morin plantea la difícil tarea del hombre actual para
poder estar informado en un universo donde se conjugan lo global,
el contexto, lo complejo y lo mutidimensional. Circunstancia en
la que entra en juego también la esfera de los procesos de
globalización e integración a los que asisten las
sociedades en la actualidad y donde el planteo de las políticas
en materia de ciencia y tecnología, tanto como de los medios
de comunicación, transitan un nuevo camino. Por una parte
las realidades locales, por la otra las regionales y globales y
finalmente un intento de convivencia entre ambas.
Nos alcanzaría un ejemplo para abordar el tema de los procesos
de cambio y aceleración social. Desde 1456 cuando se inventa
la imprenta al próximo invento que modificará sustancialmente
la impresión manual para hacerla mecánica, la linotipia,
que será a finales del 1700, pasaron trescientos años.
Hoy una impresora sale al mercado y a los tres meses hay un modelo
más pequeño, más liviano, más económico,
más...
A todo lo señalado, debemos agregar las políticas
editoriales de los medios de comunicación que en muchos casos
evalúan a los temas de ciencia y tecnología como pocos
atractivos y en esta carrera el raiting es determinante al momento
de decidir que va y que no. Paralelamente, aparecen en los periódicos,
por ejemplo, suplementos de informática, ya que los ciberusuarios
se multiplican día a día o bien informaciones referidas
a acontecimientos astronómicos curiosos. O los programas
televisivos referidos a temas de salud. Sin embargo, una ausencia
manifiesta es el tema de la comunicación, abordada desde
un planteo científico, asunte sin aviso en varios medios.
Finalmente, diferentes son las realidades
socio - político - económicas de los países
latinoamericanos frente a los postindustrializados y estas diferencias
repercuten directamente sobre la relación ciencia-individuos-medios.
Comunicar es poner en común, en este caso, situaciones diferentes,
personas distintas, entornos también distintos, que intentan
coexistir en una pretendida integración.
Hiperinformación conviviendo con informaciones escasas en
determinadas temáticas científicas, ausencias de temas,
insuficiente cantidad de personas preparadas para esta tarea, determinadas
políticas editoriales de medios, escasos recursos en países
de economías deprimidas con problemáticas sociales
complejas, visiones prejuiciosas, son sólo algunas de las
variables con las que se encuentra hoy el periodismo científico
para comunicar la ciencia. A su vez, variedad de programas televisivos,
de periódicos en soporte gráfico, aunque no todos
aborden temas científicos. Publicaciones con soporte on-line
que han alcanzado una diversidad temática nunca vista y que
pertenecen a instituciones privadas, públicas, gratuitas,
pagas, con políticas de difusión y sin ellas, en algunos
casos con fuentes informativas confiables y seguras y en otros con
falta de parámetros de evaluación, para que el público
en general pueda saber si la información de la web es real
y científica. Una sociedad real conviviendo con una sociedad
virtual. Y el periodismo científico intentando brindar caminos
de certidumbres donde la falta de conocimiento tiñe de temor
lo cotidiano. Temor a la ingeniería genética, a la
bioingeniería, al desempleo, la inseguridad, los virus, la
hiperinformación y la falta de información o el acceso
a la misma.
Mgter.
Marisa Avogadro
Catedrática universitaria. Magister
en Comunicación y Educación |