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Por Octavio Islas y Fernando
Gutiérrez
Número 26
El tema de
Internet de ninguna manera puede ser considerado como un asunto
exclusivo de empresarios vanguardistas, industriales o investigadores
universitarios que suelen especular sobre los posibles límites
de la economía digital y las transformaciones sociales que
acompañan el advenimiento de la llamada "sociedad de
la información".
Sin temor a exagerar, hoy es posible
afirmar que Internet debe ser considerado como un asunto de Estado,
una cuestión que definitivamente representa un tema de interés
publico para el ciudadano.
Las redes de información
digital, soportadas en avanzadas tecnologías de banda ancha
de gran capacidad, alta calidad y confiabilidad, con posibilidades
de conducir a altas velocidades, señales de voz, datos y
video, sin duda alguna hoy inciden directamente en el desarrollo
mismo de la economía de las naciones.
El sostenido desarrollo de Internet
ha impulsado una acentuada convergencia tecnológica, la cual
hoy diluye las fronteras que anteriormente prevalecían entre
la industria de la informática, los medios de difusión
colectiva, las telecomunicaciones, la industria de la electrónica
de consumo doméstico y la realidad virtual. Internet inevitablemente
reduce las brechas tecnológicas entre esas industrias, integrándolas.
Cada día se vuelve aún
más estrecha la interdependencia que observan esas industrias,
y cada nueva herramienta y aplicación de Internet contribuyen
a afirmar la irreversibilidad de la formidable integración
alcanzada, gestando nuevas e imaginativas actividades comerciales,
nuevas posibilidades para emprender proyectos de educación
a distancia, fincando además nuevas responsabilidades para
el gobierno al ampliar su esfera de actuación.
El ciberespacio -señalan
algunos especialistas en temas de cibercultura, como Michael Tracey-
(Sánchez de Armas, 1988)2,
representa una nueva esfera para la interacción social, política,
económica y cultural de las personas y las naciones. No se
trata de la esfera pública ni de la esfera privada. A la
compleja dimensión emergente la han convenido en designar
como la "esfera internetacional". La nueva economía
digital permanece en suspenso. En cambio el nuevo orden informativo
internacional que introdujo Internet es una realidad.
La revolución digital que
desplaza Internet representa un enorme reto para los gobiernos de
los países en vías de desarrollo -como México,
aunque algunos funcionarios de la actual administración insistan
en afirmar que ya somos una "economía puente"-.
Al respecto Kofi A. Annan, Secretario General de Naciones Unidas,
señala lo siguiente:
"La revolución digital
ofrece a los países en desarrollo oportunidades antes desconocidas
de crecimiento y desarrollo (...) los países que se rezaguen
en la adopción de las innovaciones tecnológicas
corren el peligro de verse marginados por otros países
a los que las nuevas tecnologías han otorgado una ventaja
competitiva"3.
En el Informe sobre Comercio
Electrónico y Desarrollo 2001. Tendencias y Resumen Ejecutivo,
elaborado por Naciones Unidas, permite identificar algunos de los
principales obstáculos que pueden enfrentan los programas
de e-Gobierno en los países en desarrollo:
"las carencias de la infraestructura
de telecomunicaciones, las tasas de analfabetismo, la escasa familiaridad
de buena parte de la población con los medios informáticos,
el desconocimiento de las posibilidades de Internet y la existencia
misma de marcos normativos inadecuados"4.
Mientras que la ausencia de estrategias
en materia de e-Gobierno fue una constante de la administración
del presidente Ernesto Zedillo, en repetidas ocasiones el presidente
Vicente Fox ha destacado la importancia que para su administración
admite el empleo estratégico de Internet.
A principios de abril, por ejemplo,
en la ceremonia en la cual instaló el Consejo Nacional de
Educación para la Vida y el Trabajo (Conevyt), el presidente
Fox afirmó que para enfrentar el alarmante rezago educativo
de nuestra nación, antes de concluir su mandato por lo menos
habrá una "plaza comunitaria" en cada uno de los
más de 2 mil 500 municipios del país. Es posible inferir
que la creación de las "plazas comunitarias", las
cuales se desprenden de la instalación del Consejo Nacional
de Educación para la Vida y el Trabajo (Conevyt), de alguna
manera se encuentran relacionadas con el desarrollo del proyecto
e-México, y correspondan al establecimiento de los centros
comunitarios digitales (CCDs).
Cada "plaza comunitaria"
dispondrá de computadoras, Internet, videos, "enseñanza
vía satélite y universitaria a distancia". El
presidente Fox además destacó: "utilizaremos
una tecnología de primer mundo para convertirnos en nación
de primer mundo".
El presidente Vicente Fox designó
a Julio César Margáin y Compéan, funcionario
de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, como el
responsable de coordinar el desarrollo del Sistema e-México.
El 22 de febrero de 2001 formalmente
dio inicio la referida iniciativa gubernamental con la puesta en
marcha del Telecentro de El Salto, Durango. De acuerdo con Julio
César Margáin, el Sistema e-México:
"es un proyecto integrador
que busca articular los intereses de los distintos niveles de
gobierno, de diversas entidades y dependencias públicas,
de los operadores de las redes de telecomunicaciones, así
como de muchas instituciones públicas y privadas, a fin
de ampliar la cobertura de servicios de salud, educación,
comercio y gobierno, así como de otros servicios a la comunidad"5.
Entre los principales objetivos
del Sistema e-México destacan:
"reducir la brecha digital
entre México y el mundo; entre el gobierno, las empresas,
las familias; incrementar la penetración y cobertura de
servicios como telefonía e Internet, así como servicios
afines; eliminar barreras de acceso a la información, el
conocimiento, los servicios y los mercados; facilitar el acceso
a diversos servicios como salud, educación, comercio, y
los servicios y trámites del gobierno; incorporar a las
pequeñas y medianas empresas, así como a los microproductores
artesanales y de diversas actividades regionales en la denominada
nueva economía; eliminar cadenas de intermediarios que
no agreguen valor a las actividades productivas y comerciales
de las empresas; difundir nuestra riqueza pluricultural, así
como los atractivos naturales y turísticos que México
ofrece al mundo"6.
Sin duda alguna, como reconocen
los funcionarios públicos que se desempeñan como responsables
del desarrollo del Sistema e?México, la referida iniciativa
gubernamental deberá impulsar el desarrollo comunitario,
favoreciendo la integración de los individuos y los grupos
que constituyen la sociedad.
Sin embargo, debemos tener presente
que desafortunadamente en nuestro país hoy es posible advertir
la amplia brecha que separa al segmento de la población que
tiene acceso a servicios de Internet, de la mayor parte de la sociedad,
la cual no dispone de ninguna forma de acceso a esa tecnología.
El ingreso que actualmente perciben
millones de familias mexicanas definitivamente no les permite sufragar
el costo de una computadora, y ni siquiera disponer de una línea
telefónica con la capacidad necesaria para transmitir contenidos
digitales (datos, sonidos e imágenes) a través de
Internet. El -e México -de acuerdo con afirmaciones de Benjamín
Eljure-, asesor del secretario de Comunicaciones y Transportes,
Pedro Cerisola, las cuales fueron publicadas en el periódico
El Universal-, no consiste en llevar una computadora a cada
hogar, sino en llevar los servicios a través de modelos de
quioscos cibernéticos y los Centros Comunitarios Digitales.
Del Sistema e-México se desprende
el proyecto "e-Gobierno", el cual, de acuerdo con Julio
César Margáin:
"es un medio para que todos
los mexicanos, en el ámbito federal, regional, estatal
y municipal, puedan ejercer su derecho a estar informados y acceder
a los servicios que ofrece el Estado, a través de la Mega
Red del Sistema e-México. Asimismo, el Estado, a través
de las diferentes instancias de gobierno, asume la obligación
de garantizar el acceso de toda la población a la información,
uso y aprovechamiento de los diversos servicios públicos
que ofrece. Dentro de esos servicios la población podrá
realizar consultas y trámites a través de la Mega
Red, como el acceso a información con respecto al ejercicio
del Presupuesto de Egresos de la Federación, realizar trámites
como la declaración de impuestos, solicitud de permisos
y licencias, pasaportes y cualquier trámite, de tal manera
que la terminal, el quiosco o una computadora, se convierta en
una ventanilla de atención a ciudadanos, transparentando
y agilizando los servicios"7.
De acuerdo con Abraham Sotelo Nava,
asesor en Tecnología de Información del Jefe de la
Oficina de la Presidencia para la Innovación Gubernamental
y Coordinador del Programa e-Gobierno, subsistema del Sistema Nacional
e-México, e-Gobierno es una estrategia vertical dentro de
la iniciativa e-México, la cual persigue el propósito
de modificar radicalmente la forma como el gobierno se comunica
con la ciudadanía y presta servicios para satisfacer necesidades
públicas:
"es la innovación
continua de los servicios, la participación de los ciudadanos
y la forma de gobernar mediante la transformación de las
relaciones externas e internas a través de la tecnología,
el Internet y los nuevos medios de comunicación. En otras
palabras, el e-Gobierno implica una transformación de la
función gubernamental introduciendo nuevos valores de comunicación,
cooperación y participación interactiva para la
toma de decisiones gubernamentales (G2C: Relaciones Gobierno-ciudadano).
De igual manera se modificarán las estrategias de transparencia,
desempeño y rendición de cuentas al interior del
gobierno (G2G: Relaciones gobierno-gobierno) para que éste
actúe más eficientemente en la presentación
de los servicios y en la administración de la información,
reforzando su liderazgo frente a la sociedad. Finalmente, las
relaciones gobierno-empresas (G2B government-business) serán
también rediseñadas buscando la participación
activa y comprometida del sector privado en la modernización
gubernamental"8.
Durante el año 2001, el Sistema
e-México fue objeto de amplios cuestionamientos. El primero
de agosto, el periodista F. Bartolomé, en su columna "Templo
Mayor" del periódico Reforma denunció
los pobres resultados obtenidos:
"A casi cinco meses de que
se realizaron los foros de consulta sobre el programa e-México,
ni quien se acuerde de los que se suponía iba a ser una
gran red para celebrar transacciones con el nuevo gobierno. Las
ponencias ahí están, en internet como debe de ser,
pero la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de Pedro
Cerisola nomás no da luces sobre el tema. Lo preocupante
del asunto es que, aun y cuando se supone que e-México
sería algo así como la puerta de entrada del gobierno
a la modernidad, la realidad indica que los foxistas no han encontrado
al cerrajero que la abra. Porque una cosa es pretender ofrecer
trámites, acceso a la información, educación
y hasta servicios de salud a través de Internet y otra
muy diferente que la red de redes sólo sirva para ser otra
vía de difusión de las labores gubernamentales que
actualmente ya se hace, hasta el cansancio. Todavía están
a tiempo los muchachos de Pedro Cerisola de no cometer el mismo
error que la Contraloría con ese ciber elefante blanco
llamado Compranet. Basta de ciber rollos"9.
En el verano de 2001, el profesor
Darrell M. West, investigador de Brown University, en Providence,
Rhode Island, Estados Unidos, coordinó una investigación
relativa al desarrollo de los programas de e-Gobierno, a partir
de evaluar un total de 2,288 sitios WWW de instituciones gubernamentales
de 196 países.
El puntaje máximo de calificación
88 y éstas fueron las variables que fueron consideradas para
el desarrollo de la referida investigación: servicios proporcionados
en línea por el gobierno, políticas de privacía
y seguridad, disponibilidad de recursos de información en
línea para minusválidos, idioma, publicidad, útiles
funciones de vinculación con el ciudadano, integración
de los recursos del gobierno en Internet.
Los sitios WWW del gobierno de México
alcanzaron un total de 33 puntos, y México fue ubicado en
la cuadragésima octava posición. Mejores calificaciones
obtuvieron los sitios WWW de Bolivia, Argentina, Perú, El
Salvador, Brasil.
Para colmo, de acuerdo con las afirmaciones
contenidas en el texto "Sistema de Trámites Electrónicos
Gubernamentales <http://www.tramitanet.gob.mx>",
el cual fue publicado en el número 2 del Boletín
de Política Informática (2002), es posible inferir
la sensible indeferencia de voceros de la Secodam al Sistema e-México,
al Subsistema e-Gobierno, a la Secretaría de Comunicaciones
y Transportes y a la Oficina de la Presidencia para la Innovación
Gubernamental:
"El gobierno federal puso
en marcha el Sistema de Trámites Electrónicos Gubernamentales
(Tramitanet), cuyo objetivo es proporcionar a la ciudadanía
mecanismos ágiles de consulta de información sobre
todos los trámites gubernamentales, así como para
realizarlos en forma electrónica (...) Tramitanet, uno
de los componentes fundamentales del Programa de Gobierno Electrónico,
diseñado por la Secretaría de Contraloría
y Desarrollo Administrativo (SECODAM) en coordinación con
todas las dependencias y entidades de la Administración
Pública Federal APF), representa un esfuerzo de transparencia
y desregulación en la gestión gubernamental, para
inhibir actos de corrupción y discrecionalidad entre los
servidores públicos y contó con la participación
inicial de la Secretaría de Gobernación (SEGOB),
la Secretaría de Economía (SE), la Secretaría
de Educación Pública (SEP), y el Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS)10.
Del referido texto es posible deducir
que los voceros de Secodam atribuyen a esa secretaría el
diseño del "Programa de Gobierno Electrónico".
¿En qué se distingue el "Programa de Gobierno
Electrónico", diseñado por la Secodam, del Subsistema
e-Gobierno, el cual se encuentra a cargo de la Oficina de la Presidencia
para la Innovación Gubernamental? ¿Hay duplicidad
de programas? ¿Se trata de un problema de comunicación
entre ambas instituciones gubernamentales?
Con sobrada razón el destacado
periodista Naief Yehya, en su reciente colaboración para
Letras Libres11, afirma
que la construcción del gobierno digital representa una más
de las modernizaciones pendientes en México.
El miércoles de abril, como
el Senado no autorizó el viaje que pretendía realizar
el presidente Vicente Fox al extranjero, a través de una
teleconferencia el primer mandatario participó en la V Conferencia
de Líderes Gubernamentales, acto que fue organizado por Microsoft.
Conviene recordar los sinónimos de "mexicano" que
hace algunos años consignó Microsoft en alguno de
sus diccionarios en línea.
El jueves 18 de abril, en la sección
de Finanzas de El Universal fue publicada una nota con el siguiente
título: "Microsoft, al rescate de e-México":
"México y Microsoft
concretaron un convenio de colaboración para desarrollar
2 mil 473 centros comunitarios digitales, que integrarán
el proyecto e-México, con el que se busca dar acceso a
la internet en todo el país en el 2006. El convenio fue
firmado por este miércoles en una reunión entre
el secretario mexicano de comunicaciones Pedro Cerisola, y el
presidente de Microsoft, Rick Belluzzo, en el marco del último
día de la V Conferencia de Líderes Gubernamentales,
que organiza la empresa (...) Tras la firma, Margáin dijo
que este convenio se inscribe dentro del ambicioso y amplio proyecto
de e-México con el que se busca colocar a la nación
mexicana dentro de las sociedades informáticas del mundo"12.
¿Cuál es el siguiente
paso? ¿Acaso el gobierno de Vicente Fox delegará en
Microsoft la responsabilidad de desarrollar el llamado "Portal?de?Portales
de México"?
Con los Tratados de Bucareli , el
gobierno de Álvaro Obregón logró el reconocimiento
de Estados Unidos. Con las recientes negociaciones de Seattle, el
gobierno del cambio consiguió ubicarse entre las "sociedades
informáticas del mundo".
Qué lamentable que el actual
gobierno sistemáticamente recurra a la apertura total a la
inversión extranjera en cada renglón estratégico
de nuestra economía. A la amplia relación de concesiones
que nos ha impuesto el sendero del neoliberalismo, hoy es posible
añadir los energéticos, la banca, las telecomunicaciones,
Internet y la educación a distancia. ¿En realidad
hay rumbo en el cambio?
Notas:
2
Véase Michael Tracey: "El ocaso: ilusión y declive
en la revolución de las comunicaciones". En Miguel Ángel
Sánchez de Armas (1998): Comunicación y globalidad.
Ensayos de ecología cultural. México, Fundación
Manuel Buendía, pp. 85-102.
3 Informe sobre Comercio Electrónico
y Desarrollo 2001. Tendencias y Resumen Ejecutivo. Naciones
Unidas, p.3. Disponible en línea en: <http://www.www.unctad.org/ecommerce/>
Fecha de consulta: primero de abril, 2002.
4 Idem.
5 Julio César Margáin
y Compeán: "Sistema e-México: Convergencia Tecnológica
con Equidad". En Mercado de Valores. Mayo 2001, p. 3
6 Ibidem, p.11.
7 Ibidem.
8 Abraham Sotelo Nava: "El
e-Gobierno: Estrategia para la Innovación en el Gobierno
Federal". En Mercado de Valores. Mayo 2001, p.15.
9 F. Bartolomé. "Templo
Mayor". En Reforma, 1 de agosto, 2001, p.22
10 "En INEGI: Sistema de
Trámites Electrónicos Gubernamentales". Boletín
de Política Informática. Año XXV.Número
2, 2002, p.1.
11 Naief Yehya: "Gobiernos
sin paredes". En Letras Libres. Número 39. Marzo
de 2002, pp. 30-32.
12 "Microsoft, al rescate
de e-México". 18 de abril, Sección de Finanzas
de El Universal.
Dr.
Octavio Islas
Mtro.
Fernando Gutiérrez
Investigadores del Departamento de Comunicación
del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México,
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