Generación McLuhan
Primera Edición Especial
Julio 1997


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Familia y Comunicación

¿Puedo Prender la Tele?
Una Aproximación al Sistema Familiar en la Fase Tardía


por: Luis Alfonso Guadarrama Rico
Centro de Investigación y Estudios Avanzados
en Ciencias Políticas y Administración Pública

El Problema

¿Cómo los sistemas familiares, a través de su propia estructura y dinámica ponen en movimiento reglas, rutinas, rituales, pautas transaccionales y rutinas pautadas para seleccionar, articular, conversar y entretejer su encuentro cotidiano con la pantalla chica? ¿Basta con referir la dinámica familiar para entender por qué son seleccionados determinados géneros programáticos? ¿La televisión, en términos de su propio contenido y estructura narrativa, es capaz de gestar, para momentos o escenas específicas otras dinámicas familiares que no necesariamente guardan una correspondencia directa con la dinámica prevaleciente? Sobre esta serie de interrogantes se ofrece una primera aproximación, empleando como referente una familia de tipo nuclear conyugal, situada en la fase tardía de su ciclo de vida familiar.(1)

Lo que interesó en el trabajo presentado aquí fue plantear un estudio que colocara a la familia en el centro de nuestra atención, para dar cuenta de sus cualidades como sistema abierto, sujeto a constante cambio debido a la participación de sus propios elementos y a la presión del entorno. El enfoque sistémico permitió ahondar en una documentación más densa acerca de las familias estudiadas, para luego tratar de ofrecer explicaciones de escenas (2) en las que estaba implicado tácita o virtualmente <ver televisión>.

La investigación dbuscó sumarse a los planteamientos e inquietudes formuladas por David Morley y Roger Silverstone, visto que hacen hincapié en la necesidad de avanzar hacia la comprensión del contexto que ocupa la televisión o cualquier otra tecnología de comunicación en el hogar y ello reclama como premisa "entender las dinámicas familiares, las estructuras de la vida diaria y el sistema familiar" (Morley y Silverstone, 1994:73). Desde luego, tal pretensión implica asumir que <ver televisión> y la comunicación interpersonal forman parte de una dinámica interaccional, incrustada en la cotidianidad de la propia familia (Goodman, 1983).

Metodología

La estrategia metodológica tuvo --sustantivamente-- dos grandes ángulos: primero, contar con una documentación que me permitiera identificar las características estructurales de cada sistema familiar (cuántos y quiénes le conformaban, qué hacían, dónde estaban enclavados, cuáles eran las condiciones generales de su hogar, su distribución y su equipamiento) y segundo: disponer de momentos o escenas familiares documentadas para estar en posibilidad de "mirar" cómo se pone en acción cada sistema y qué relación guarda ésta con la vida diaria, entre las que está, justamente, <ver televisión>.

Para documentar y "observar" los sistemas familiares, el mecanismo de registro estuvo basado en las llamadas entrevistas en profundidad a informantes clave y en la participación de estos para hacerse cargo de la elaboración de registros y documentaciones guiadas para obtener las características de sus respectivas familias y descripción de escenas que permitieron dar cuenta de las interacciones televisivas en distintos momentos de su vida cotidiana. Taylor y Bogdan hacen referencia a tres tipos de entrevistas en profundidad. Seleccioné el segundo tipo, dirigido "al aprendizaje sobre acontecimientos y actividades que no (quise) se pueden observar directamente.

A cada informante clave solicité la elaboración escrita (descripciones) de lo que convencionalmente denominamos escenas familiares, mismas que debían contener los elementos de una narrativa como sistema. (3) La particularidad de estas escenas o narrativas es que ofrecen una riqueza muy amplia para aproximarse distintos contextos de la vida familiar, por ende a diferentes momentos y permiten ser leídas desde distintos ángulos para dar cuenta de cómo se materializan aspectos de la dinámica, de la estructura familiar y cómo es que emergen o se manifestaron reglas, metarreglas, rutinas pautadas, rituales, definición de límites, conformación de subsistemas.

Resultados, un Sistema Familiar

Como se muestra en el siguiente modelo, para desarrollar el análisis de cada sistema familiar opté elaborar una matriz conceptual que me diera la oportunidad de buscar articulaciones problematizadoras para echar luz sobre la especificidad de cada familia y sentar la bases para la prueba de hipótesis. Así, coloqué, de un costado, tres ejes conceptuales: estructura familiar, dinámica y ciclo de vida; del otro (en las columnas), los conceptos desprendidos del corpus teórico: territorio, equipamiento doméstico, rutinas, subsistemas, reglas, rituales, rutinas pautadas, selección de contenidos televisivos, entorno y una colección de escenas documentadas por los informantes clave en distintos momentos, a saber: entre semana, fines de semana y período decembrino.

TERRITORIO
ESCENAS

EQUIPAMIENTO
DOMESTICO

RITUALES

RUTINAS
PAUTADAS

OTROS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN

ESTRUCTURA

<------------------ ------------------ -------------- --------->

DINAMICA

<------------------ -------------------

RECONSTRUCCION

ARTICULADA

-------------- --------->

CICLO DE VIDA

<------------------ ------------------- -------------- --------->

ELEMENTOS

HIPOTÉTICOS

SUBSISTEMAS



ENTRE SEMANA

RUTINAS



REGLAS



FIN DE SEMANA

ENTORNO




CONTENIDOS DE T.V.



VACACIONES

Inicio con una descripción básica acerca de quiénes son (estructura), dónde viven, la dinámica interaccional que prevalece entre los miembros y una conceptualización sobre el ciclo de vida en el que puede ser ubicado el sistema. De allí en adelante, decanto el esfuerzo de articulación y la edificación de conclusiones preliminares al final de la familia seleccionada.

Familia García Félix

Descripción

La familia García Félix está constituida actualmente por tres miembros. La pareja está casada desde 1961; tuvieron dos hijos (un hombre y una mujer) pero la menor falleció en el año de 1990. Se trata de una estructura nuclear cuyo estado de conyugalidad los ubica como casados por lo civil y por la iglesia católica. En el momento de observación se consideró como un sistema nuclear, en su mínima expresión, en tanto únicamente viven los dos cónyuges y un hijo.

GENOGRAMA DE LA ESTRUCTURA FAMILIAR
FEBRERO, 1995

Quiénes son

Abraham, el padre tiene 62 años de edad, con estudios de primaria terminada y está jubilado después de haber laborado por más de 30 años para una línea foránea de autotransporte de pasajeros. Agustina, la esposa, de 57 años, concluyó la primaria y se dedica a las labores domésticas. Luis, el hijo mayor, tiene 22 años y cursa estudios de licenciatura en la universidad estatal.

En este sentido, se puede apreciar que los padres muestran niveles inferiores de escolaridad al de su hijo, una constante en muchas familias, tanto de los medios urbanos como de los rurales, debido sustantivamente a que en México se observó una política educativa que, aunque inició por ahí de la década de los años 20, en realidad detonó en niveles educativos medio y superior ya entrados los años 70 (Fuentes, 1984). En consecuencia, los padres (en sus propios sistemas) han procurado impulsar a sus vástagos para alcanzar credenciales más altas que las suyas, merced a una considerable valoración colectiva que promete una relación directa entre nivel de escolaridad, ingresos y éxito.

DINÁMICA RELACIONAL EN LA FAMILIA GARCÍA FÉLIX
FEBRERO, 1995

Abraham (62)-------------M=1961------------------Angustina (57)
I--------------------------Luis (22)--------------------------------I

Dinámica prevaleciente

Al entrevistar a Luis acerca de la relación prevaleciente entre la díada conyugal y entre sus padres y él, consideró --como se muestra en el genograma de arriba-- que dominaba una relación cálida y muy unida entre los tres "con los naturales problemas dentro de cualquier familia" (Ent. 01/21/Oct/94).

Cuando se refiere una relación cálida y muy unida, la dinámica interaccional entre los miembros se entiende cordial, aunque como todo sistema vivo, no sin la presencia de conflictos eventuales o coyunturales que presumiblemente no trastocan ostensiblemente los canales de comunicación vigentes en el interior de la familia.

Fase tardía en la familia Félix García

En términos de su ciclo de vida, la familia García Félix podría ser ubicada en la fase tardía, toda vez que los cónyuges muestran, por una parte, una edad avanzada; el padre ha obtenido jubilación en su trabajo; su capacidad productiva ha disminuido sensiblemente; los cuidados que su hijo requiere son mucho menores, debido a que éste se ha constituido prácticamente en un subsistema.

Teóricamente, en la presente fase de su ciclo de vida familiar resurge el acento en los límites y puedo suponer que preocupa la aclaración de creencias compartidas; la distancia generacional entre los dos subsistemas pueden hacer emerger eventuales debates.

Entorno Inmediato

La familia vive en Santa María Tetitla, Otzolotepec, Estado de México. Se trata de un municipio localizado al norte de Toluca; colinda al Sur con el municipio de Xonacatlán, al Este con Jilotzingo y Naucalpan; al Norte con Isidro Fabela y al Oeste con Temoaya. Su población ascendía, para el año 1995 a 49,268 habitantes (INEGI, 1996). Es un municipio considerado en un nivel de bienestar medio-bajo (Rodríguez, 1994).

Interiores, el Hogar

El hogar de la familia García Félix es de una sola planta; ocupa una superficie de 221.45 M2. La distribución del espacio doméstico incluye dos recámaras, sala-comedor, cocina, baño, jardín al frente y patio de servicio en la parte de atrás de la casa (Ver croquis en la página siguiente).

En la sala está colocado un televisor a color General Electric que capta los canales 2 y 5 de Televisa y 13 de Televisión Azteca; una videocasetera, marca Sony (descompuesta) y un estéreo, marca General Electric. Justo enfrente de la sala, está la habitación de Luis; en ella dispone de un televisor Sony a color que también capta los canales referidos. Eventualmente está colocada en esta alcoba una radiograbadora, dado que también es usada por Agustina, la madre de Luis. Los equipos radiofónicos captan con suficiente claridad únicamente dos señales: Radio Joya y la XEW.

La recámara más amplia es ocupada por Abraham y Agustina; aparte de los muebles de la habitación, tienen un radio marca Mecua, ubicado en su buró y en varios momentos del día puede estar encendida la radiograbadora, si Agustina la ha desplazado a su habitación para escuchar música.

La oferta de canales de televisión con que cuenta este sistema familiar, comparativamente con familias de la Ciudad de Toluca (como lo veremos más adelante), es mucho menor. Nótese que únicamente pueden captar tres señales, dos del consorcio Televisa y una de TV Azteca. Esta es una constante en los sistemas familiares radicados en municipios a los que aún no llegan los servicios de televisión por cable y que --por otra parte-- no cuentan con los recursos para adquirir antena parabólica.

Territorios, Equipamiento Doméstico y Estructura Familiar

Observemos con cuidado la disposición del equipamiento doméstico, en particular la topografía de los televisores, la videocasetera y los llamados equipos de sonido. ¿Qué nos permite vislumbrar la sola disposición de estos aparatos en el espacio del hogar? ¿Qué nos deja ver respecto de la organización y funcionamiento del sistema familiar? ¿Qué nos indica respecto de quienes ahí viven?

En la habitación del subsistema conyugal (Agustina y Abraham) no han colocado ninguno de los dos televisores con que cuentan, en cambio mantienen un radio. Es posible que debido a la tardía incorporación de la pantalla chica a la vida cotidiana de los cónyuges, hayan quedado más bien relacionados con la radio. En cambio, Luis dispone de un televisor y una radiograbadora en su propia habitación. El espacio destinado como sala parece designado para ver televisión por parte de la familia; se ha dispuesto el mejor de los tele-receptores, junto con la videocasetera (descompuesta) y un equipo de sonido que permite escuchar dos estaciones, así como la reproducción de audiocintas y discos convencionales. En palabras de Hope Jensen y cols., diría que la sala constituye el punto de reunión, el lugar que conserva "calor" pero al mismo tiempo puede ser el escenario o contexto de la lucha por el poder del televisor (Jensen, et al., 1985).

Aprecio la configuración de dos subsistemas que parecen delineados por la disposición y vinculación potencial con este tipo de tecnología, en especial con la televisión y la radio. Considero que dichos subsistemas dan cuenta precisamente de la conformación estructural de la familia García Félix. De un lado, los cónyuges, con menor propensión --generacional-- a la interacción con los medios electrónicos, en contraste con el subsistema parental (Luis), mismo que marca una especie de necesidad por la convivencia espacial (en su propia habitación) de este tipo de equipamiento doméstico.

Pero ¿qué hay detrás de esta configuración del equipamiento y acceso a la oferta a través de los medios de comunicación disponibles en este sistema familiar? De entrada, las marcas de los televisores, las radiograbadoras y la videocasetera, permiten dar cuenta de procesos más amplios y presentes en el entorno, acerca de la integración de un sistema de comercio basado en empresas transnacionales que han cubierto rincones clave en los hogares de las familias y han trazado una decoración estandarizada tanto de equipamiento como de marcas, ora japonesas, ora norteamericanas, ora taiwanesas.

El acceso a la oferta de señales de radiofónicas y televisivas (y también de otro tipo de ofertas culturales como prensa escrita, museos, bibliotecas, etc) se ven mermados en los entornos inmediatos de las familias de los medios rurales. Pero aún en esta reducida oferta (circunscrita a tres señales de TV y dos de Radio) asistimos una especie de muestra que refleja cómo está conformada la oferta nacional en ambos medios, es decir, a una mayor presencia de la empresa Televisa, en correspondencia con el dominio que muestra en el territorio nacional. Aquí, para el caso de este sistema, el acceso a la oferta de los medios es mucho más restringido que en el Valle de Toluca, como parte del reflejo del nivel socioeconómico bajo en el que está clasificado Otozotepec.

Rutinas, Subsistemas y Televisión

Con esta base elemental de la familia García Félix, nos podemos formular las siguientes interrogantes ¿Cómo se manifiesta la relación con la televisión en este sistema familiar que se encuentra en una fase tardía de su ciclo de vida familiar, con dos subsistemas claramente diferenciados, uno de los cuales es unitario?

Con base en las rutinas dominantes en el sistema familiar, se pudo apreciar una ritmicidad baja, configurada --como se verá enseguida-- por la etapa tardía del ciclo vital por el que atraviesa la familia y muy posiblemente por lo estrecho de su estructura. Emerge una clara diferenciación en las tareas de cada uno de los miembros del sistema. La madre de Luis está orientada a la realización de los quehaceres domésticos, a la preparación de alimentos, al aseo del hogar y al cuidado del subsistema masculino, compuesto por su cónyuge y por su hijo. Emerge la manifestación cultural de un vínculo en el que la distribución del trabajo doméstico está concentrado en el subsistema femenino, con fuertes contrastes respecto de las tareas asumidas por la díada padre e hijo. (4)

Asimismo, está presente un ritual en Agustina: los días miércoles y viernes, merendará junto con su cónyuge una media hora antes de las 8 de la noche a fin de iniciar su lectura de la Biblia en su habitación, como un preludio a la hora de dormir. No admitirá interrupción alguna ni le interesará averiguar qué sucede en la televisión, puesto que tiene pleno compromiso con este ritual.

Creo que están presentes dos factores muy importantes en la esta primera articulación de estructura, dinámica, rutinas, subsistemas y televisión. Por un lado, la fase tardía del sistema familiar nos permite mirar una correspondencia entre sus ritmos pautados con la televisión y la etapa en la que se encuentran. Parece que, en efecto, tanto las rutinas como los subsistemas que cada elemento de la familia tiene, prefiguran sus posibilidades de interacción con la televisión. Consideremos por un momento a cada integrante de este sistema familiar.

Agustina, asumirá cotidianamente una serie de quehaceres y responsabilidades sembradas cultural e históricamente, que le marcan un mayor desligamiento con la TV; como una especie de compensación, tenderá a mostrar mayor aglutinamiento con la programación radiofónica. Muestra poca afición por la pantalla chica, prácticamente gusta de un solo programa sabatino; le acompaña mucho más la radio y recurre a su ritual (oraciones y lectura de la Biblia) en menoscabo de la interacción con la pantalla chica. Otros estudios han mostrado que las madres, casi por definición, gustan de los géneros melodramáticos: Renero (1992); Llano (1992); Barrios (1992); Covarrubias, et al (1994) y Aguilar, et al. (1995). Sin embargo, aquí tenemos posiblemente una particularidad que valdría la pena escudriñar en estudios posteriores ¿es acaso que la preferencia por el socorrido género melodramático guarda relación con el ciclo de vida de las mujeres? ¿es quizá que esta preferencia se pone de manifiesto en la medida en que no compite con determinados rituales o estados emocionales de determinadas mujeres? ¿esta nula preferencia por las telenovelas corresponde con la estructura y subsistemas que le conforman, en tanto dominado por el subsistema masculino? O bien ¿sólo se trata de una casualidad? (5) Por ahora considero que el dominio del subsistema masculino, acompañado de la estructura familiar compacta ayudan a explicar la ausencia de la preferencia por el género melodramático.

Por su parte, Abraham, dada su función cultural como cónyuge masculino y acotado por una rutina mucho más reposada y laxa (vista su condición masculina y jubilado), tiende a dar cuenta de mayor aglutinamiento con la TV pero además conforma con mayor frecuencia cotidiana una díada con su hijo para ver los noticieros.

Estamos de cara a un asunto sociocultural que ya David Morley había anotado, acerca de las prácticas de expectación genéricamente determinadas, en tanto que para las mujeres el hogar es un espacio de trabajo que estrecha las posibilidades de esparcimiento con la pantalla chica (Morley, 1986). Al mismo tiempo, esta pauta ayuda a comprender cómo es que la estructura jerárquica detentada por el subsistema masculino perfila el control y la selección de pantalla chica. Este aspecto también ha sido documentado en familias estadounidenses investigadas por James Lull (1990); en familias británicas analizadas por David Morley (1986) y por Gray (1987).

Abraham tiende a ocupar una buena parte de su tiempo libre con horas frente al televisor. Si bien es cierto que usualmente el género caricaturas ha sido asociado tanto a infantes (Orozco, 1993); como a los adolescentes (Aguilar, et al. 1995); incluso a madres de familia de niveles socioeconómicos altos (Renero, 1992), observamos en Abraham una clara preferencia cotidiana por este género televisivo, aunque también busca las transmisiones de la lucha libre. Aquí resurge una de las interrogantes del párrafo anterior y agrego una más: ¿la preferencia por el género de las caricaturas guardará --en casos como el que nos ocupa-- una relación con el ciclo de vida tardío? o ¿se trata de un asunto que presenta relación con la generación y el entorno sociocultural de personas como Abraham?

Luis "llena" parte de su tiempo libre con series de acción, películas y noticieros. Por su condición etárea, la tendencia de sus preferencias programáticas de TV parecen guardar plena simetría con lo encontrado en por Aguilar, et al (1995). Pero en particular considero que el seguimiento de noticieros (de la manera en que lo hace, "saltando" de un canal a otro) puede corresponder a un vínculo muy específico con las necesidades que la marca su entorno educativo, en el que --por una parte-- pudiera representar una valiosa fuente de información acerca de los principales acontecimientos de la vida nacional e internacional, dado que su formación académica pudiera trazar en su estructura cognoscitiva, esquemas comparativos acerca de la manera en que cada una de las señales televisivas o conductores dan cuenta de los acontecimientos en una u otra televisora.

Cuál podría ser el sentido de estas fronteras selectivas que dibuja el sistema familiar ¿será propio de sus predilecciones personales? ¿será cuestión de su ciclo de vida personal? ¿podemos asociar esta predilección programática a un factor sociocultural? Me inclino a pensar que es acaso una triada conformada por ciclo de vida, rutinas y entorno sociocultural.

Ahora demos un vistazo a una serie de escenas en las que el sistema familiar en cuestión nos permite hacer un intento analítico por sacar a la superficie la puesta en movimiento de las cualidades estructurales y dinámicas que le son propias a esta familia, cuando está implicada la TV.

Quiebres de la Rutina, Reglas, Poder y Televisión

He retratado la rutina de este sistema familiar. Sin embargo, como todo organismo vivo, ello no indica sino un perfil más o menos dominante en el continuum de la vida cotidiana. No debemos entender la rutinas como una serie de conducta o comportamientos reproducidos a perpetuidad, sin la menor variación; ello estaría lejos de la característica de un sistema vivo. Para dar cuenta de este movimiento, recuérdese que el proceso de documentación de las familias marcó la necesidad de captar distintos momentos clave, cortados por tres ejes articuladores (6) de la vida cotidiana. Así, los informantes clave documentaron alguna escena durante un día entre semana; otra el día sábado o domingo y, en el tercer eje, durante el periodo vacacional decembrino.

Escenas

Entre Semana.

Son las 19:25, Abraham recién ha llegado a casa. Agustina, su esposa, no está en el hogar. Luis está viendo en la televisión la película Frankenstein. Abraham se dispone a calentar la comida para cenar y, entretanto, ha prendido el boiler de leña o combustible para darse un baño. Los diálogos que emite la televisión, parecen llamar la atención de Abraham y...

Abraham ha empezado a cenar, en tanto continúa mirando la televisión. Durante un comercial en el que se anuncia la disposición en video de la telenovela histórica Senda de Gloria...

Abraham continúa cenando. Al terminar, ocupará un sillón de la sala para esperar a ver, junto con Luis, los noticieros Hechos y 24 Horas.

***

Aquí asistimos a un quiebre de esa rutina. Agustina no está en casa; Abraham (el esposo) ha llegado al hogar. En la narrativa de la escena se aprecia que Abraham trata de establecer un diálogo con su hijo usando el contenido de la TV como medio de interlocución; una especie de triangulación entre la pantalla chica, la posición ensimismada que muestra su hijo y el contacto dialógico que él busca.

En este sentido, considero que la escena ayuda a dar cuenta de la demarcación de límites entre ambos subsistemas prevalecientes en la familia, pero a decir de la relación muy unida y cordial que se supone colorea las relaciones intrafamiliares cotidianas, podría considerar que en particular ciertos contenidos televisivos ponen en movimiento una dinámica diferente de la percibida por Luis, ciertamente entramada con el ciclo de vida tardío que describe su propio sistema.

Las condiciones subsistémicas configuradas en Luis parecen estrechar su marco de selección programática. Prevalece una selección programática que guarda relación con la condición del subsistema Luis y, dado el poco apego mostrado a la TV por el subsistema conyugal, él detenta --a estas alturas del ciclo de vida familiar-- una posición jerárquica mejor colocada, de tal suerte que aún a pesar de contar con televisor en su habitación, copa la sala (el lugar que convoca y suele arropar al sistema familiar en distintos momentos de la vida cotidiana) y se mantiene absorto, no sin ligeros espasmos de interlocución, posibilitados durante la emisión de comerciales. No obstante, hacia el final de la escena, llama la atención la conformación pautada de la díada padre-hijo, para mirar alternadamente los noticieros. La proclividad a la selección de programas noticiosos por parte de los hombres es una constante observada en otros sistemas familiares (Morley, 1992; Barrios y Aguilar, et al., 1995, entre otros), por lo que puedo pensar que aquí aflora una cuestión que mueve el timón hacia una perspectiva de género como elemento articulador de los subsistemas.

Fin de Semana.

Sábado por la tarde, Luis está en la sala-comedor, viendo una película en el Canal 13. Agustina y Abraham están en su alcoba, escuchando la radio.

Luis continúa viendo la película de su elección.

Agustina sale de su recámara para dirigirse a la sala...

Luis continúa viendo la película, no sin cierta incomodidad por el altercado generado con su madre.

***

Los fines de semana la rutina cambia. No hay que ir a la escuela ni hay presión alguna para comer a determinada hora. El margen de tiempo libre se ve ensanchado respecto de los cinco días anteriores. Nuevamente vemos a Luis en la sala del hogar. Se ha posesionado del control remoto y de la mejor televisión de la familia. Es Agustina quien tiene preferencia marcada por el programa Don Francisco y está pendiente del inicio. Es como si a través de las expresiones: Cuando empiece, me hablas/ ¿Ya empezó?/ Pues ¿qué hora es?/ A ver, cámbiale al 10/ Cámbiale ahorita que tengo tiempo de ver tele, Agustina nos permitiera concebir que se trata de una rutina pautada, reservada para ver un programa de su predilección. Sin embargo, también nos deja apreciar cómo la dinámica relacional con su hijo le coacciona para "cederle" su tiempo y su elección para que éste continúe viendo la película.

Ante la petición, Luis se molesta y pretende entregar el control remoto (ceder el poder) a su madre para que vea el programa de su elección. Sin embargo, ante la molestia de su hijo y la posición de éste en el sistema familiar, Agustina le deja el espacio y uso del televisor. El conflicto interpersonal parece quedar ahí, sin embargo, a mí me parece que la narrativa nos permite ratificar el lugar jerárquico que ocupa Luis respecto del subsistema conyugal y, además, la sala de la casa parece constituir la zona que "presencia" las manifestaciones tanto estructurales, dinámicas y vitales por la que atraviesa la familia.

Este aspecto sobre el curso que ha descrito el control de la televisión y el uso del espacio, permite dar cuenta de una doble vinculación que se ha puesto en movimiento durante esta escena: de un lado, la fase tardía del ciclo vital del sistema familiar ha colocado al subsistema parental con una menor injerencia en el control comportamental hacia su vástago y, merced a su edad y desarrollo está colocado con mayor posibilidades para la toma de decisiones; del otro, histórica y culturalmente, el subsistema conyugal mantiene un vínculo menos fuerte con la TV con respecto al que ostenta el subsistema representado por Luis, ello genera --me parece-- una mayor propensión a abandonar la intención de mirar el programa seleccionado por Agustina. Es como si dispusiera de un refugio alterno en su habitación y continúa en contacto con la radio.

Lo anterior permite poner en la mesa de discusiones una de las conclusiones más reiteradas en los estudios sobre televisión y familia. Martha Renero (1992); Nora Segura (1992) y Leoncio Barrios (1992) han planteado que la madre arbitra y controla lo que han de mirar sus vástagos en la TV. Esto es correcto, pero me parece que tendríamos que matizar un poco tal afirmación y señalar que la llamada "centralidad" de la madre puede guardar estrecha relación con el ciclo vital en que se encuentre la familia. Aquí acabamos de comentar cómo es que en una fase tardía del sistema, es el hijo --y no la madre-- quien copa, controla y selecciona lo que ha de ver en la pantalla chica, con cierta independencia de lo que opine su madre. Por ende, pese a lo recurrente del hallazgo, tendría que explorarse si efectivamente ello sucede en cualquier momento de la etapa vital de las familias.

Ahora veamos qué sucedió cuando levanté información de un periodo en el que no sólo las rutinas se vieron modificadas por el periodo vacacional sino que la estructura familiar presentó variantes importantes.

Vacaciones de Diciembre, 1994.

Desde hace siete años aproximadamente, durante el periodo decembrino la familia García Félix recibe en su hogar a cuatro niños que proceden de otros sistema familiar, consanguíneamente relacionado a través de la hermana de Agustina. A decir del informante clave los sobrinos de Agustina y primos de él, manifiestan especial regocijo durante los periodos de descanso escolar porque saben que llegarán a Otzolotepec a pasar las vacaciones; la mayor parte del período lo pasarán en el río cercano a la localidad y saben que podrán salir a jugar a la calle sin tener que extremar precauciones. (9)

Agustina, la tía de Mariela (10 años); Elías (8 años); Rosalía (6 años) y Ángela (4 años), es la encargada de atenderles durante su estancia, razón por la que su rutina se ve considerablemente acentuada pues ha de cuidar de cada uno, amen de preparar los alimentos del día y asear a la menor de sus sobrinas (Ángela). Por su parte, Luis debe realizar algunos quehaceres domésticos así como brindar apoyo para el cuidado de sus primos y para proveerles de juegos durante su estancia. Veamos la siguiente escena.

Son las 10:30 de la mañana, las niñas y el niño han terminado de desayunar y se han sentado en la sala para ver la televisión

Rosalía apaga el televisor y el resto de sus hermanos se dedican a ayudar en los quehaceres domésticos. A eso de las 13:00 horas...

Mariela enciende la televisión de la sala, e invita a sus hermanas a ver el programa de su elección.

***

¿Qué tenemos aquí? Un contexto diferente provocado por una modificación coyuntural pero pautada en la estructura de la familia García Félix. Por una parte, Luis --quien usualmente no realiza actividades de trabajo doméstico-- ante la estancia de sus cuatro primos y la ausencia de actividades escolares, debe contribuir al aseo del hogar. Esta es una pauta o una regla de tipo general para regir la organización y funcionamiento global del sistema, misma que ha sido sembrada con antelación, debido a que la familia se asume como anfitrión de los visitantes y entonces parece como si los tres elementos del sistema prevalecientes entraran en un proceso de aglutinamiento para constituirse como un sistema en el que --para estos menesteres-- requieren conformar un frente común y dan cuenta (en este caso Luis y Agustina) de otras interacciones.

Agustina tiene 57 años de edad. Como hemos apreciado, la interacción con su hijo de 22 años es consecuente cuando de televisión se trata. Ahora la vemos en una escena en la que dada la edad de sus sobrinos, parecen resurgir amplias pautas para coaccionar el comportamiento de los menores: controla, acota el tiempo frente al televisor; establece --como dirían los psicólogos-- el principio de Premack cuya regla indica anticipar la realización de una tarea poco atractiva (hacer el quehacer) para tener acceso a una actividad que opere como premio (ver televisión). Aquí observamos lo que otros investigadores (10) han referido respecto del control parental, pero aquí la especificidad es que la madre de Luis, en su estructura, dinámica y fase tardía ya no controla (dentro de su sistema vigente) la interacción que su hijo establece con la televisión; de hecho --como lo hemos visto-- le cede la televisión y el espacio privilegiado, visto que él ocupa una mejor posición jerárquica al respecto. Pero cuando Agustina "recobra" frente a otros elementos (sobrinos) su posición jerárquica, como si se tratara de una regresión, vuelve a emerger su añejo sistema de coacción, mismo que me parece alimentado por la cultura que se fragua en la mayor parte de los sistemas familiares en nuestro país: los hijos (los menores sobre todo) deben estar bajo la vigilancia y control de los adultos.

Conclusiones.

Una vez analizado este sistema familiar debo regresar al motor de esta investigación: la hipótesis. He planteado como guía que la estructura y dinámica familiar ponen en movimiento reglas, rutinas, pautas transaccionales, etc., para seleccionar, articular y entretejer su encuentro cotidiano con la televisión. ¿Qué observamos aquí? Una estructura nuclear estrecha, cuya dinámica interaccional fue valorada como "muy unida". Sin embargo, debido a la fase tardía de su ciclo vital y a lo estrecho de su estructura, parecen no sólo diferenciados sino distantes el subsistema conyugal respecto al de su descendencia, a pesar de la valoración ofrecida por el informante clave (Luis).

La televisión parece empleada por los padres como un medio de triangulación para buscar contactos interpersonales y verbales con su hijo, al tiempo que ambos subsistemas valoran o califican el contenido presentado por la TV.

Observamos cómo el subsistema conyugal (díada esposo-esposa) se encuentra relativamente replegado respecto de su interacción con la televisión como resultado de la doble acción ejercida por su condición generacional y la expansión y dominio relativo del subsistema formado por su hijo. Ello favorece la manifestación reiterada de escenas en las que el lugar más cálido del hogar (la sala) es copado por el subsistema conformado por Luis, en menoscabo de la presencia del sistema conyugal frente al televisor, pero con un refugio alterno a través de la radio, dispuesto por los padres desde su condición generacional.

Determinados géneros televisivos (especialmente los noticieros) parecen convocar el aglutinamiento del subsistema masculino y esto parece pasar por alto la brecha generacional, para poner de relieve que la estructura narrativa presentada por algunos contenidos de la pantalla chica (noticieros) pueden ser capaces de articular cotidianamente dos subsistemas diferentes para fusionar uno, integrado a partir del binomio noticias-hombres.

En la televisión abierta, la oferta de contenidos está mayoritariamente alimentada por cuatro géneros: noticieros, caricaturas, películas y telenovelas. El sistema estudiado aquí está enclavado en una zona geográfica que dispone de poco menos de la mitad de la oferta de señales de este tipo de televisión. Sin embargo, aún con sólo tres señales la presencia de los géneros de la pantalla chica se mantienen constantes. Parece como si el sistema familiar hubiese sido coaccionado por el entorno a convivir y "seleccionar" estos géneros (con excepción de las telenovelas) para llenar sus tiempos libres con lo dispuesto por las dos empresas televisoras del país.

Dice Hugo Zemelman que es tan importante explicar aquellos aspectos dominantes y congruentes con la teoría, como las particularidades que se salen de las tendencias, del grueso de los comportamientos dominantes (Zemelman, 1987). Este tipo de retos son los que surcan las posibilidades de establecer una relación dialógica y crítica con el corpus teórico ¿cómo es que un programa del concurso -Sábado Gigante-- es seguido con especial recurrencia por parte del subsistema femenino, cuando no hay una oferta dominante que (como en el caso de los cuatro géneros anteriores) explique la selección coaccionada desde el entorno? Una posible respuesta es que el subsistema femenino encuentra en el contenido del programa un interjuego de elementos identitarios, (11) articulados con una rutina pautada durante uno de los días de fin de semana, generando un encuentro reiterado, buscado y concretado en la medida en que otro subsistema (Luis) es capaz de cederle el espacio para que sea concretada dicha rutina pautada.

Debido a la etapa del ciclo vital que a estas alturas describe la familia, el control parental respecto de la interacción con la pantalla chica, así como el tiempo y selección programática que hace la descendencia del sistema conyugal, muestra mucha menor injerencia, poniendo de manifiesto que lo denominado por otros investigadores como "centralidad de la madre" está en función del ciclo vital en el se encuentre el sistema familiar.

Apoyado en un proceso de observación que buscó recoger parte del movimiento descrito por todo sistema vivo y abierto, durante el período vacacional decembrino, fue documentada una importante modificación (pautada) en la estructura familiar; observamos cómo al recuperar --ante la estructura prevaleciente-- un mejor lugar jerárquico, el subsistema materno es capaz de "regresionar" a sus pautas de control y aplicar reglas para que lo menores vean y se relacionen con la televisión, a determinada hora y en ciertas condiciones, poniendo de manifiesto que la modificación del contexto y la estructura en la familia son las que detonan este resurgimiento de las pautas de coacción.

Citas al Pie

(1) En un trabajo más amplio se ofrece el análisis de cuatro sistemas familiares, cuya estructura y dinámica familiar estuvieron marcadamente diferenciados. Ver Guadarrama Rico, Luis Alfonso (1997) Sistemas Familiares y Televisión. México: UAEM (en prensa).
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(2) Páginas más adelante específico lo que se entendió por escenas.
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(3) Me apoyé en lo que Carlos Sluzki denomina la narrativa como sistema. Al respecto dice: "Una narrativa es un sistema constituido por actores o personajes, guión (incluyendo conversaciones y acciones) y contextos (incluyendo escenarios donde transcurre la acción y acciones, historias y contextos previos), ligados entre sí por la trama narrativa" (Sluzki, 1996:145-146).
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(4) Un aspecto que bien puede abrir una importante veta de análisis para la óptica de lo que hoy se denomina estudios de género.
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(5) Estas interrogantes surgen ante la necesidad de ir problematizando lo específico de este trabajo y de este objeto de estudio, en un esfuerzo por buscar un proceso dialógico con la teoría y con los aportes hechos por investigaciones antecedentes.
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(6) Denomino ejes articuladores de la vida cotidiana a los días entre semana; los fines de semana y los períodos vacacionales, por considerar que en cada uno de estos las rutinas, reglas y aún las dinámicas familiares pueden presentar variaciones comparativas importantes.
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(7) El programa se denomina Sábado Gigante pero dado que el conductor de la serie sabatina se hace llamar Don Francisco, usualmente algunos miembros de las familias lo refieren con esta denominación.
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(8) Agustina pide que el televisor sea cambiado a la señal número 10, mismo que por condiciones de la zona geográfica de recepción en la que habitan, corresponde al Canal 2 de Televisa.
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(9) Las tres niñas y el niño viven con sus padres en Ciudad Satélite, municipio de Naucalpan, Estado de México.
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(10) Lull (1990); Orozco (1991a); Cornejo (1992); Segura (1992); Renero (1992) y Cornejo (1994).
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(11) Al observar el programa Sábado Gigante, noté que amen la estructura narrativa que le es propia al género concurso, el público asistente al estudio en el que se desarrolla presenta una fuerte proporción de personas en edad avanzada (llamada de la tercera edad) y el propio conductor (Don Francisco) tiene poco más de 50 años de edad. A estas características denominaría como elementos identitarios con el subsistema femenino de la familia.
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