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Mundo Convergente

La Red Digital de Servicios Integrados (RDSI): una Apuesta Tecnológica de la Unión Europea para el Siglo XXI

 

Por Pedro Rojo
Número 41

Importancia de las redes de comunicación
El elemento más importante del sistema de comunicaciones es la red, ya que a través de ella se determina lo que es y lo que hace un sistema de telecomunicación. Ello se debe a que las redes son ya inteligentes. Esta inteligencia se produce añadiendo facilidades informáticas a la misma, con distintos escalonamientos. Las redes no sólo deciden el tratamiento adecuado a una señal antes de enviarla a su destino, sino también le añaden la información que precisa para su mayor efectividad. La característica de la red determina los servicios que puede prestar. Las infraestructuras ponen límites a las posibilidades de la red, pero son de índole cuantitativa, ya que los aspectos cualitativos dependen casi en su totalidad de los nodos de conmutación que conforman la red.

Las redes nacen asociadas a un servicio principal, y a través de su prestación son conocidas y se pueden extender de manera progresiva. Las tarifas que paga el usuario por las prestaciones de los servicios de la red financian la operación de extensión de la red y la instalación de la infraestructura necesaria para soportarla. Tradicionalmente había sido el Estado el que había asumido la tarea de crear la infraestructura de soporte y prestar el servicio correspondiente, pero la explosión de los servicios propició que este sistema de explotación quedara, en la práctica, obsoleto, por lo que se tuvo que liberalizar. En este nuevo modelo, el papel desempeñado por las redes está desplazando, incluso, al de los servicios, de tal manera que el centro de gravedad del sistema no consistirá en prestar mejores servicios, sino el contar con las mejores redes de comunicación, convirtiéndose estas en el elemento clave de todo el sistema de comunicaciones. En el futuro habrá muchas redes, públicas, privadas, especializadas, construidas sobre diferentes soportes físicos.

Con anterioridad señalábamos que la red disponía de componentes materiales o físicos, jurídicos y técnicos. La red depende de los elementos técnicos que producen el encaminamiento de la señal en cada uno de sus nodos o centrales de conmutación, que a su vez están formados por elementos de diversa índole: electrónicos, electromagnéticos, etc. Simplificando, se puede afirmar que la red es la suma de los cables y nodos de conmutación1. Pero semejante construcción necesita de componentes jurídicos que permiten el nacimiento y puesta en servicio de la red:

  1. Derechos de uso de frecuencias, generalmente de dominio público.
  2. Ordenación territorial.
  3. Autorizaciones administrativas o concesiones para prestar servicios.
  4. Constitución de empresa con personalidad jurídica para la prestación de servicios.

Cada uno de los distintos tipos de redes (locales, interurbanas, internacionales) se sitúa bajo el control de los poderes locales, nacionales, comunitarios y de la Unión Internacional de telecomunicaciones (UIT). Cada uno de estos poderes participa en el control de las redes de distinta forma:

  1. Poderes locales: ordenan el territorio y conceden licencias para operar en él.
  2. Estado: define los parámetros técnicos, económicos y comerciales de las telecomunicaciones.
  3. Unión Europea: participa de los poderes estatales, pero se ve limitada por el principio de la subsidiariedad y demás mecanismos restrictivos dispuestos en su Tratado Fundacional.
  4. UIT: sus actos velan por el cumplimiento del Derecho internacional.

En los últimos años hemos asistido a la ruptura de un modelo en el que los principales servicios de telecomunicación generaban su propia red, cuya extensión y gestión se dedicaba a una única empresa, que era generalmente un organismo estatal encargado de construir la infraestructura, gestionar la red, generar las aplicaciones y prestar los servicios. Este era el modelo de los PTT´s (organismos públicos de teléfonos, Correos y Telégrafos). En este modelo, el control estatal estaba garantizado.

En el nuevo modelo liberalizado, el Estado reduce su participación sin perder totalmente el control del sistema de telecomunicaciones, ya que es un sector estratégico para el país. En este modelo liberalizado, el Estado pierde el control sobre los componentes más comerciales de las redes, ya sean materiales (terminales) como inmateriales (aplicaciones), y tras ellos se liberalizan los nuevos servicios y las prestaciones complementarias de los servicios tradicionales, llamados en adelante “Servicios de Valor Añadido”. Bajo el control estatal se sitúan los servicios básicos, la gestión de las redes públicas y las infraestructuras, aún cuando la Unión Europea ya ha decidido liberalizar todos estos elementos.

Para satisfacer la demanda de comunicaciones del mercado, estas redes se construirán a base de unos soportes, que a su vez precisarán de unas tecnologías que los hagan posibles. De esta manera, la información pasará a ser una mezcla heterogénea de diferentes medios de expresión, lo que exigirá que las redes existentes hasta el momento se adapten para convertirse en infraestructuras capaces de transportar información, haciendo posible que las telecomunicaciones se asemejen cada vez más a la comunicación humana, en la que la voz esta acompañada de imágenes. El futuro entorno de los sistemas de telecomunicación se caracterizara por:

  1. Muchos operadores.
  2. Tendencia a una variedad infinita de servicios.
  3. Tiempo reducido para la implantación de nuevos servicios.
  4. Imbricación intima entre operación y servicios.
  5. Posibilidad de disponer de traducción automática.

El Libro Verde Sobre las Telecomunicaciones2 pretende crear un mercado de telecomunicaciones abierto a la competencia, para lo que establecía los siguientes objetivos:

  1. Liberalización del mercado de equipos terminales.
  2. Liberalización de los servicios de telecomunicación, excepto la telefonía publica y la operación de red básica (ambos serían revisados con posterioridad).
  3. Separación de las actividades de reglamentación y de explotación que ejercen las administraciones publicas de telecomunicaciones.
  4. Armonización de las redes nacionales propiciando su interconexión. Definición clara de las condiciones de acceso y utilización de las redes por todos los operadores de telecomunicación, garantizando las condiciones iguales para todos en régimen de competencia.
  5. Intensificación del desarrollo de normas y especificaciones en la Unión Europea, para lo que se crea el Instituto Europeo de Estándares de Telecomunicación (ETSI).

Aspectos tecnológicos de la RDSI
La RDSI nace a finales de los años setenta, cuando todos los fabricantes y explotadores de las redes llegan a la convicción de que la tecnología digital sustituiría rápidamente a la tecnología analógica en la mayor parte de las funciones desarrolladas en la red, ofreciendo posibilidades de servicio inimaginables hasta entonces. Los técnicos se pusieron a trabajar en el sentido de ofrecer directamente al usuario la conexión digital, dotando a los terminales de cierta inteligencia. La inteligencia del terminal permitía integrar diferentes categorías de servicios, posibilitando su uso simultáneo y, al mismo tiempo, la conexión del aparato a las tomas existentes hasta la fecha, sin tener que preocuparse por problemas de compatibilidad.

La RDSI se formaliza en una época en que las redes de telecomunicaciones se han diferenciado en dos grandes categorías, correspondientes a dos modos de transferencia de información: el “modo circuito” y el “modo paquete”. La comunicación por circuitos proporciona un canal permanente a la comunicación, y la comunicación por paquetes parcela las informaciones en paquetes elementales, sometiéndolos a un canal virtual compartido y atribuyendo a cada uno de ellos una dirección3. El propósito de la RDSI es abrir el potencial de comunicación multimedia que ofrece la digitalización de las comunicaciones, es decir, su conversión, sea cual fuere su forma original (voz, datos, caracteres, imágenes fijas o en movimiento) en elementos digitales, asegurando una polivalencia de acceso para alcanzar el viejo sueño de una única toma.

Hasta finales de la década de los 80, el tráfico de telefonía vocal y comunicaciones de datos a alta velocidad requería redes separadas, pero la conversión del tráfico de señales de voz analógicas a señales digitales hizo posible la integración del tráfico de voz y datos dentro de una misma red. La RDSI permite una mayor calidad de audio que las comunicaciones telefónicas, aproximándose a la de los equipos de alta fidelidad, además de proporcionar nuevos servicios, y mejorar los ya existentes: rápida transferencia de texto e imágenes, videoconferencia, videotelefonía, etc. Al operador de red, la RDSI ofrece la posibilidad de aumentar su capacidad de transporte de tráfico, por lo que aumentaría la rentabilidad o los ingresos por la explotación de la infraestructura de red existente.

La RDSI proporciona un cierto número de canales de comunicación dentro de una misma línea física. Hay dos tipos distintos de canales RDSI: el primero, el “canal B”, transporta señales digitales a una velocidad de 64 Kbit/s, y se utiliza para enviar información. El otro, el “canal D”, funciona a 16 Kbit/s, transportando comandos y otras señales de control y de señalización entre los terminales y los centros de conmutación, para proporcionar servicios especiales a los usuarios de la red4. Por ejemplo, la transmisión de una página de formato A4 (facsímil) a través de la Red telefónica tarda aproximadamente un minuto, mientras que en la RDSI, la misma transmisión se efectúa tan solo en tres o cuatro segundos, y el resultado es de calidad muy superior5. Para aprovechar al máximo las ventajas de la RDSI se necesitan terminales especiales, los más sencillos son los teléfonos digitales para telefonía de voz. Para aplicaciones más complejas, los terminales están basados en ordenadores personales dotados de adaptadores especialmente diseñados para este fin. Estos adaptadores proporcionan telefonía de voz automatizada, transferencia de ficheros a alta velocidad, diálogo entre ordenadores, interacción en la pantalla, y servicios de vídeo.

Tradicionalmente, las redes de voz están separadas de las de datos y, si bien, hace ya muchos años que se habla de la integración de unas y otras, la realidad es que se ha avanzado poco en este aspecto; la razón puede que sea que económicamente aún no resulta del todo rentable, por lo que los administradores de redes siguen pensando en dos redes separadas como solución a las comunicaciones, a pesar de las desventajas técnicas y de gestión que tal hecho les pueda suponer. Sin embargo, actualmente, hay nuevos factores que juegan a favor de la integración y que pueden servir de catalizador: la imagen, la telefonía asistida por ordenador y, en general, todo lo que es multimedia, entendiendo por tal la combinación de sonido, textos, imágenes y vídeo en la que el usuario tiene cierto grado de interactividad y puede intervenir en el desarrollo de la acción. En el futuro las redes se han de construir para ser capaces de soportar tráfico multimedia, con lo que la integración verá facilitado su camino.

La integración de voz y datos ofrece una serie de ventajas para el administrador de la red, como es el disponer de una infraestructura común de acceso y transporte y un sistema único de gestión. Para ello se confía en una red digital y medios de conmutación capaces de tratar cualquier tipo de información, basados en tecnología RDSI. Cuando se habla de integración de voz y datos en la misma red hablamos del transporte de voz y datos sobre redes específicas para ambos tipos de tráfico, como es la RDSI.

Una de las técnicas básicas empleadas para la integración de uno y otro tipo de tráfico es la multiplexación por división en el tiempo (TDM), desarrollada hace ya mas de 30 años, pero que aún sigue vigente. Con ésta, el ancho de banda total se divide en períodos de tiempo que se asignan secuencialmente a cada canal; la voz previamente se ha digitalizado. Así, el tráfico de voz (procedente de un teléfono o de una PABX) y datos se puede mezclar sobre una línea de transmisión punto a punto, consiguiéndose en algunos casos ahorros muy importantes. El ancho de banda se puede asignar dinámicamente, en función de la actividad o inactividad de los canales para la optimización del enlace; también, se puede reservar uno determinado para garantizar la transmisión de la voz. Esta técnica, aunque efectiva, no consigue un rendimiento adecuado en el caso de tráfico a ráfagas o impulsivo, por lo que se han desarrollado otras, como es la conmutación de paquetes que, si en un principio solamente era adecuada para datos, hoy permite el tráfico de voz.

La RDSI es el ejemplo más conocido de una red digital en la que se integra tráfico de voz con tráfico de datos (también admite videoconferencia), disponiendo el usuario en su domicilio de una terminación común para ambos. En la RDSI todo el diseño de la red se ha hecho, desde un principio, teniendo en cuenta que iba a soportar ambos tipos de tráfico, por lo que su implantación, siguiendo los estándares marcados, no plantea problemas, existiendo acuerdos entre distintos operadores europeos para interconectar sus redes (norma EuroRDSI)6.

Aspectos políticos: orientaciones para la RDSI
El desarrollo de la RDSI es fundamental para los sectores profesionales de los Estados miembros, ya que son, precisamente estos sectores, los que más necesitan de los servicios de la RDSI. Sin embargo, para conseguir la plena implantación de la RDSI en Europa, también es necesario que el sector residencial demande los servicios de esta Red. Por tanto, el desarrollo de la RDSI sólo puede alcanzarse a través de una serie de medidas de comercialización y de fijación de tarifas para estimular su demanda7. Para fomentar el desarrollo de la RDSI en Europa ha resultado imprescindible un trabajo de armonización por parte de las Administraciones de Telecomunicación en el marco de la CEPT, sobre todo a la hora de establecer objetivos y un calendario liberalizador en materia de RDSI8. La introducción de un conjunto adecuado de servicios RDSI europeos y compatibles se ha convertido en la plataforma de lanzamiento adecuada para implantar definitivamente la RDSI. El Consejo puso en marcha una serie de medidas tendentes a implantar la RDSI en Europa:

- El establecimiento de especificaciones comunes europeas de equipamiento e interfaces, basadas en normas europeas que tuvieran en cuenta la normalización a escala mundial, concentrando y utilizando adecuadamente los recursos disponibles dentro del sistema europeo de normalización, que emanan directamente del ETSI.
- El compromiso de los fabricantes para contribuir al establecimiento de normas europeas y especificaciones comunes para terminales. Estas garantizan la compatibilidad y la portabilidad de los terminales.
- La aplicación a la RDSI de los aspectos de la oferta de red abierta (ONP).
- La protección de la intimidad del usuario y la seguridad de las comunicaciones.
- La creación de un mercado comunitario de servicios RDSI abierto a todos los participantes del mercado de servicios de telecomunicación, y en especial, a los participantes del mercado de Servicios de Valor Añadido9.

A partir de la promulgación de estas medidas, comienzan a intensificarse las consultas entre las Administraciones de Telecomunicación de todos los Estados miembros en torno a la puesta en marcha de la fase de definición y ejecución de la RDSI, con el fin de abrir una Red de servicios comerciales paneuropeos, al mismo tiempo que el ETSI aceleraba la definición de las normas europeas comunes en materia de RDSI10.

Los años 1988 y 1989 vieron nacer la introducción comercial de la RDSI, con posterioridad a su experimentación a comienzos de la década de los ochenta. Sin embargo, las estrategias seguidas por los países fueron, desde el principio, distintas, en términos de servicios y desarrollo de mercados. En Gran Bretaña, la RDSI se presentaría, desde su comienzo, como un servicio dirigido a grandes empresas. En el resto de países, el mercado de las PYMEs aparecía como el más interesante, para posteriormente migrar hacia los sectores residenciales11.

Las primeras iniciativas para el establecimiento de una RDSI europea (TEN-RDSI) ya se han puesto en marcha. Estas medidas permitirán apoyar la disponibilidad de una infraestructura avanzada de telecomunicaciones, para que todos los participantes en el mercado europeo, y en especial las empresas, tengan mejores oportunidades de aprovechar los beneficios del mismo. La infraestructura avanzada de comunicaciones, una vez en funcionamiento durante los próximos años, contribuirá de forma notable a reforzar la competitividad de Europa. Desde 1984, la implantación de la RDSI ha constituido un objetivo fundamental de la política comunitaria en materia de telecomunicaciones, cuya meta es su plena introducción armonizada en todos los Estados miembros.

Uno de los principales objetivos de la política comunitaria de telecomunicaciones ha sido el de fomentar una infraestructura de telecomunicación basada en Redes interconectadas que integren un conjunto de servicios armonizados que se extiendan por toda Europa. El desarrollo de infraestructuras nacionales ha sido contradictorio con los intereses del mercado único europeo, por lo que la necesidad de disponer de una oferta de servicios telemáticos es beneficiosa para las empresas europeas. Por lo avanzado de su tecnología, la RDSI se considera un vehículo imprescindible para satisfacer las necesidades de telecomunicación del mercado único, por lo que el Consejo aprobó su introducción coordinada en todos los Estados miembros, acompañada de un calendario para la introducción de servicios conforme a normas armonizadas de interfaces y equipos. Al mismo tiempo, se consideró necesaria una introducción de la RDSI en las regiones menos favorecidas, y la instauración de los principios de la Oferta de Red Abierta (ONP) para la RDSI en Europa.

Actualmente, la armonización de los interfaces usuario-red ha permitido el desarrollo de un gran mercado de terminales, y el acceso a tipos de conexión normalizados. La RDSI ha sido muy utilizada en el tratamiento de numerosas necesidades de comunicación del ámbito público y privado en toda la Comunidad. Las normas armonizadas por el ETSI en materia de RDSI han comenzado a introducirse en Europa a partir del año 1993. Esta forma armonizada de implantación se ha denominado EURO-RDSI 12. La disponibilidad general de este tipo de infraestructura de telecomunicación puede permitir atender el objetivo de cohesión económica y social europea. Es importante, por este motivo, que las regiones periféricas no queden retrasadas en la implantación de la EURO-RDSI, padeciendo así una desventaja competitiva. La transición desde los servicios RDSI a la EURO-RDSI ofrece la oportunidad de iniciar una nueva fase en la política comunitaria en materia de RDSI para:

  1. Disponer de facilidades y de un conjunto básico de servicios armonizados: el conjunto básico de servicios incluye aquellos que corresponden a las necesidades más urgentes de los usuarios, tales como la transferencia simple de ficheros, el acceso al correo electrónico, el acceso generalizado a las bases de datos, etc.
  2. Cobertura geográfica completa en todos los Estados miembros: este objetivo incluye aspectos relacionados con la interconexión nacional y la interconexión internacional entre los Estados.
  3. Los planes de los operadores de redes públicas habían previsto la introducción de la EURO-RDSI en todos los Estados miembros a finales de 1993. Las prioridades marcadas de cara al futuro son las siguientes:
  4. Eliminación de cuellos de botella en la implantación de la EURO-RDSI: se establece esta línea para la disponibilidad general de facilidades de EURO-RDSI destinadas a los usuarios profesionales.
  5. Garantizar la interoperabilidad de extremo a extremo de los servicios telemáticos: esta línea de acción se divide en dos apartados principales:

    - Creación de una plataforma telemática común: esta plataforma garantizará la accesibilidad de los servicios desde los accesos RDSI, y se efectuará a través de terminales instalados en ordenadores personales.
    - Creación de una EURO-ETIQUETA para los servicios interoperables: esta EURO-ETIQUETA fomentará la interoperabilidad de extremo a extremo de la red. Esta propuesta tiene por objeto fomentar sistemas y terminales compatibles, y aumentar su visibilidad comercial entre los usuarios.

Se están fomentando proyectos como el de redes telemáticas entre administraciones (RTA), y el intercambio de datos entre administraciones (IDA), que requieren el soporte de una extensa red en toda la Comunidad. Otro aspecto crucial para el desarrollo con éxito de la EURO-RDSI, es la disponibilidad de equipos terminales adecuados a un precio asequible. Los terminales RDSI podrían circular libremente en el mercado sin necesidad de adaptación técnica previa ni de volver a someterse a un procedimiento de homologación en cada mercado nacional. Respecto a la interconexión e interoperabilidad de la RDSI, el objetivo es alcanzar y mantener una interconexión plena entre las redes implantadas en todos los Estados miembros, y la compatibilidad extremo a extremo de determinados servicios básicos. Si bien en principio son evidentes las ventajas de la interoperabilidad entre las redes, el mayor peligro para su desarrollo es la escasez de usuarios, lo que ha obligado a la puesta en marcha de medidas de sensibilización para el consumo de servicios RDSI en este campo.

Coordinación de las políticas nacionales
El desarrollo de la RDSI fue percibido como un gran desafío, de ahí surgiría el planteamiento de su introducción coordinada en Europa. Sin embargo, desde 1988 su introducción viene sufriendo grandes retrasos en Europa, sobre todo por la lentitud del proceso de normalización13. Esta situación intentaría paliarse a través del acuerdo suscrito entre Francia, Reino Unido, Alemania e Italia para prever una progresiva interconexión a sus RDSI a partir de 1990. La Comisión ha creado un Comité encargado de poner en marcha un programa para crear una infraestructura europea de RDSI. El Comité tiene en consideración las posturas de los usuarios europeos de RDSI, reunidos en el Foro Europeo de Usuarios RDSI (EIUF), además de encargarse de potenciar los contactos con otras organizaciones especializadas como el ETSI.

La implantación de una EURO-RDSI se esta realizando a través de proyectos de interés común, conforme a una serie de orientaciones establecidas por el Consejo, tendentes a establecer la interoperabilidad. Los proyectos se concretan en una serie de acciones:

  1. Proyectos de carácter infraestructural.
  2. Proyectos relacionados con servicios y aplicaciones telemáticas de carácter transfronterizo, y proyectos de fomento del uso de la RDSI, incluido el fomento de la disponibilidad de terminales de RDSI.
    - Medidas relativas a la compatibilidad de extremo a extremo de una gama limitada de servicios telemáticos básicos con sus correspondientes equipos terminales14.

El carácter de las comunicaciones por RDSI es, sin lugar a dudas, global. Pero la normalización internacional y la regional es uno de los principales requisitos previos para el desarrollo de la RDSI en Europa15. Desde su introducción, el mercado de RDSI en Europa va despertando lentamente, ya que su oferta se ha ido acrecentando con el tiempo y sus expectativas comerciales. A pesar de lo anterior, sus abonados, aunque cada año en mayor número, todavía son limitados para que el servicio pueda rentabilizarse comercialmente. Será preciso que transcurran todavía unos años hasta que el mercado alcance su plena madurez.


Notas:

1 Las telecomunicaciones por cable. Su regulación presente y futuro. Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales, Madrid. 1996, p.34.
2 COM (87) 290. Libro Verde sobre el desarrollo de un mercado común de servicios y equipos de telecomunicaciones. Bruselas, 30.6.1987.
3 “Las redes digitales de servicios integrados”. En VV.AA.: Telecomunicaciones 1989. Tendencias. FUNDESCO, Madrid, 1989, p. 114.
4 PHILIPS: El libro de las telecomunicaciones. Madrid, 1996, p. 69 y sig.
5 Comisión de las Comunidades Europeas: Comunicación de la comisión sobre el desarrollo de la red digital de servicios integrados (RDSI) como red transeuropea. COM (93) 347 final. 1-9-93.
6 HUIDOBRO, J. Manuel: “Integración de voz y datos”. Revista BIT, nº 103, p. 56
7 Comisión de las Comunidades Europeas: Propuesta de recomendación del consejo relativa a la introducción coordinada de la red digital de servicios integrados (RDSI) en la comunidad europea- hacia un mercado telemático europeo. COM (86) 205 final. 20-5-86, p. 9.
8
Recomendación del Consejo Relativa a la introducción de la red digital de servicios integrados (RDSI) en la Comunidad Europea. 86/659/CEE. DO L 382/36. 31-12-86.
9 Resolución del Consejo Sobre una mayor coordinación en la introducción de la red digital de servicios integrados (RDSI) en la Comunidad Europea para 1992. 89/C196/04. DO C 196/4.
10 Resolución del Consejo Relativa al desarrollo de la red digital de servicios integrados (RDSI) en la Comunidad como una infraestructura de telecomunicaciones a nivel europeo a partir de 1993. 92/C158/01. DO C 158/1. 25-6-92.
11 Dirección General de Telecomunicaciones: Desarrollo de la RDSI en Europa. Documento elaborado por la Dirección General XIII. Comisión Europea, 1994.
12 Comunicación de la Comisión Sobre el desarrollo de la red digital de servicios integrados (RDSI) como red transeuropea. Com (93) 347 final. 1-9-92, p. 7.
13 Cit. en Comunicación de la Comisión Sobre el desarrollo de la red digital de servicios integrados (RDSI) como red transeuropea. Op. cit., p. 16.
14 Propuesta de decisión del Consejo Relativa a una serie de orientaciones para el desarrollo de la RDSI como red transeuropea. Com (93) 347 final. 1-9-93, p. 44.
15 Comunicación de la Comisión Sobre el desarrollo de la red digital de servicios integrados (RDSI) como red transeuropea. Com (93) 347 final. Op. cit., p. 29.


Dr. Pedro Antonio Rojo Villada
Depto. de información y documentación, Facultad de comunicación y documentación.Universidad de Murcia, España.

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