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Por Pedro Rojo
Número 41
Importancia de las redes
de comunicación
El elemento más importante
del sistema de comunicaciones es la red, ya que a través
de ella se determina lo que es y lo que hace un sistema de telecomunicación.
Ello se debe a que las redes son ya inteligentes. Esta inteligencia
se produce añadiendo facilidades informáticas a la
misma, con distintos escalonamientos. Las redes no sólo deciden
el tratamiento adecuado a una señal antes de enviarla a su
destino, sino también le añaden la información
que precisa para su mayor efectividad. La característica
de la red determina los servicios que puede prestar. Las infraestructuras
ponen límites a las posibilidades de la red, pero son de
índole cuantitativa, ya que los aspectos cualitativos dependen
casi en su totalidad de los nodos de conmutación que conforman
la red.
Las redes nacen asociadas a un servicio
principal, y a través de su prestación son conocidas
y se pueden extender de manera progresiva. Las tarifas que paga
el usuario por las prestaciones de los servicios de la red financian
la operación de extensión de la red y la instalación
de la infraestructura necesaria para soportarla. Tradicionalmente
había sido el Estado el que había asumido la tarea
de crear la infraestructura de soporte y prestar el servicio correspondiente,
pero la explosión de los servicios propició que este
sistema de explotación quedara, en la práctica, obsoleto,
por lo que se tuvo que liberalizar. En este nuevo modelo, el papel
desempeñado por las redes está desplazando, incluso,
al de los servicios, de tal manera que el centro de gravedad del
sistema no consistirá en prestar mejores servicios, sino
el contar con las mejores redes de comunicación, convirtiéndose
estas en el elemento clave de todo el sistema de comunicaciones.
En el futuro habrá muchas redes, públicas, privadas,
especializadas, construidas sobre diferentes soportes físicos.
Con anterioridad señalábamos
que la red disponía de componentes materiales o físicos,
jurídicos y técnicos. La red depende de los elementos
técnicos que producen el encaminamiento de la señal
en cada uno de sus nodos o centrales de conmutación, que
a su vez están formados por elementos de diversa índole:
electrónicos, electromagnéticos, etc. Simplificando,
se puede afirmar que la red es la suma de los cables y nodos de
conmutación1. Pero semejante
construcción necesita de componentes jurídicos que
permiten el nacimiento y puesta en servicio de la red:
- Derechos de uso de frecuencias,
generalmente de dominio público.
- Ordenación territorial.
- Autorizaciones administrativas
o concesiones para prestar servicios.
- Constitución de empresa
con personalidad jurídica para la prestación de
servicios.
Cada uno de los distintos tipos
de redes (locales, interurbanas, internacionales) se sitúa
bajo el control de los poderes locales, nacionales, comunitarios
y de la Unión Internacional de telecomunicaciones (UIT).
Cada uno de estos poderes participa en el control de las redes de
distinta forma:
- Poderes locales: ordenan el
territorio y conceden licencias para operar en él.
- Estado: define los parámetros
técnicos, económicos y comerciales de las telecomunicaciones.
- Unión Europea: participa
de los poderes estatales, pero se ve limitada por el principio
de la subsidiariedad y demás mecanismos restrictivos dispuestos
en su Tratado Fundacional.
- UIT: sus actos velan por el
cumplimiento del Derecho internacional.
En los últimos años
hemos asistido a la ruptura de un modelo en el que los principales
servicios de telecomunicación generaban su propia red, cuya
extensión y gestión se dedicaba a una única
empresa, que era generalmente un organismo estatal encargado de
construir la infraestructura, gestionar la red, generar las aplicaciones
y prestar los servicios. Este era el modelo de los PTT´s (organismos
públicos de teléfonos, Correos y Telégrafos).
En este modelo, el control estatal estaba garantizado.
En el nuevo modelo liberalizado,
el Estado reduce su participación sin perder totalmente el
control del sistema de telecomunicaciones, ya que es un sector estratégico
para el país. En este modelo liberalizado, el Estado pierde
el control sobre los componentes más comerciales de las redes,
ya sean materiales (terminales) como inmateriales (aplicaciones),
y tras ellos se liberalizan los nuevos servicios y las prestaciones
complementarias de los servicios tradicionales, llamados en adelante
“Servicios de Valor Añadido”. Bajo el control
estatal se sitúan los servicios básicos, la gestión
de las redes públicas y las infraestructuras, aún
cuando la Unión Europea ya ha decidido liberalizar todos
estos elementos.
Para satisfacer la demanda de comunicaciones del mercado, estas
redes se construirán a base de unos soportes, que a su vez
precisarán de unas tecnologías que los hagan posibles.
De esta manera, la información pasará a ser una mezcla
heterogénea de diferentes medios de expresión, lo
que exigirá que las redes existentes hasta el momento se
adapten para convertirse en infraestructuras capaces de transportar
información, haciendo posible que las telecomunicaciones
se asemejen cada vez más a la comunicación humana,
en la que la voz esta acompañada de imágenes. El futuro
entorno de los sistemas de telecomunicación se caracterizara
por:
- Muchos operadores.
- Tendencia a una variedad infinita
de servicios.
- Tiempo reducido para la implantación
de nuevos servicios.
- Imbricación intima entre
operación y servicios.
- Posibilidad de disponer de traducción
automática.
El Libro Verde Sobre las Telecomunicaciones2
pretende crear un mercado de telecomunicaciones abierto a la competencia,
para lo que establecía los siguientes objetivos:
- Liberalización del mercado
de equipos terminales.
- Liberalización de los
servicios de telecomunicación, excepto la telefonía
publica y la operación de red básica (ambos serían
revisados con posterioridad).
- Separación de las actividades
de reglamentación y de explotación que ejercen las
administraciones publicas de telecomunicaciones.
- Armonización de las redes
nacionales propiciando su interconexión. Definición
clara de las condiciones de acceso y utilización de las
redes por todos los operadores de telecomunicación, garantizando
las condiciones iguales para todos en régimen de competencia.
- Intensificación del desarrollo
de normas y especificaciones en la Unión Europea, para
lo que se crea el Instituto Europeo de Estándares de Telecomunicación
(ETSI).
Aspectos tecnológicos
de la RDSI
La RDSI nace a finales de los años setenta, cuando todos
los fabricantes y explotadores de las redes llegan a la convicción
de que la tecnología digital sustituiría rápidamente
a la tecnología analógica en la mayor parte de las
funciones desarrolladas en la red, ofreciendo posibilidades de servicio
inimaginables hasta entonces. Los técnicos se pusieron a
trabajar en el sentido de ofrecer directamente al usuario la conexión
digital, dotando a los terminales de cierta inteligencia. La inteligencia
del terminal permitía integrar diferentes categorías
de servicios, posibilitando su uso simultáneo y, al mismo
tiempo, la conexión del aparato a las tomas existentes hasta
la fecha, sin tener que preocuparse por problemas de compatibilidad.
La RDSI se formaliza en una época
en que las redes de telecomunicaciones se han diferenciado en dos
grandes categorías, correspondientes a dos modos de transferencia
de información: el “modo circuito” y el “modo
paquete”. La comunicación por circuitos proporciona
un canal permanente a la comunicación, y la comunicación
por paquetes parcela las informaciones en paquetes elementales,
sometiéndolos a un canal virtual compartido y atribuyendo
a cada uno de ellos una dirección3.
El propósito de la RDSI es abrir el potencial de comunicación
multimedia que ofrece la digitalización de las comunicaciones,
es decir, su conversión, sea cual fuere su forma original
(voz, datos, caracteres, imágenes fijas o en movimiento)
en elementos digitales, asegurando una polivalencia de acceso para
alcanzar el viejo sueño de una única toma.
Hasta finales de la década
de los 80, el tráfico de telefonía vocal y comunicaciones
de datos a alta velocidad requería redes separadas, pero
la conversión del tráfico de señales de voz
analógicas a señales digitales hizo posible la integración
del tráfico de voz y datos dentro de una misma red. La RDSI
permite una mayor calidad de audio que las comunicaciones telefónicas,
aproximándose a la de los equipos de alta fidelidad, además
de proporcionar nuevos servicios, y mejorar los ya existentes: rápida
transferencia de texto e imágenes, videoconferencia, videotelefonía,
etc. Al operador de red, la RDSI ofrece la posibilidad de aumentar
su capacidad de transporte de tráfico, por lo que aumentaría
la rentabilidad o los ingresos por la explotación de la infraestructura
de red existente.
La RDSI proporciona un cierto número
de canales de comunicación dentro de una misma línea
física. Hay dos tipos distintos de canales RDSI: el primero,
el “canal B”, transporta señales digitales a
una velocidad de 64 Kbit/s, y se utiliza para enviar información.
El otro, el “canal D”, funciona a 16 Kbit/s, transportando
comandos y otras señales de control y de señalización
entre los terminales y los centros de conmutación, para proporcionar
servicios especiales a los usuarios de la red4.
Por ejemplo, la transmisión de una página de formato
A4 (facsímil) a través de la Red telefónica
tarda aproximadamente un minuto, mientras que en la RDSI, la misma
transmisión se efectúa tan solo en tres o cuatro segundos,
y el resultado es de calidad muy superior5.
Para aprovechar al máximo las ventajas de la RDSI se necesitan
terminales especiales, los más sencillos son los teléfonos
digitales para telefonía de voz. Para aplicaciones más
complejas, los terminales están basados en ordenadores personales
dotados de adaptadores especialmente diseñados para este
fin. Estos adaptadores proporcionan telefonía de voz automatizada,
transferencia de ficheros a alta velocidad, diálogo entre
ordenadores, interacción en la pantalla, y servicios de vídeo.
Tradicionalmente, las redes de voz
están separadas de las de datos y, si bien, hace ya muchos
años que se habla de la integración de unas y otras,
la realidad es que se ha avanzado poco en este aspecto; la razón
puede que sea que económicamente aún no resulta del
todo rentable, por lo que los administradores de redes siguen pensando
en dos redes separadas como solución a las comunicaciones,
a pesar de las desventajas técnicas y de gestión que
tal hecho les pueda suponer. Sin embargo, actualmente, hay nuevos
factores que juegan a favor de la integración y que pueden
servir de catalizador: la imagen, la telefonía asistida por
ordenador y, en general, todo lo que es multimedia, entendiendo
por tal la combinación de sonido, textos, imágenes
y vídeo en la que el usuario tiene cierto grado de interactividad
y puede intervenir en el desarrollo de la acción. En el futuro
las redes se han de construir para ser capaces de soportar tráfico
multimedia, con lo que la integración verá facilitado
su camino.
La integración de voz y datos
ofrece una serie de ventajas para el administrador de la red, como
es el disponer de una infraestructura común de acceso y transporte
y un sistema único de gestión. Para ello se confía
en una red digital y medios de conmutación capaces de tratar
cualquier tipo de información, basados en tecnología
RDSI. Cuando se habla de integración de voz y datos en la
misma red hablamos del transporte de voz y datos sobre redes específicas
para ambos tipos de tráfico, como es la RDSI.
Una de las técnicas básicas
empleadas para la integración de uno y otro tipo de tráfico
es la multiplexación por división en el tiempo (TDM),
desarrollada hace ya mas de 30 años, pero que aún
sigue vigente. Con ésta, el ancho de banda total se divide
en períodos de tiempo que se asignan secuencialmente a cada
canal; la voz previamente se ha digitalizado. Así, el tráfico
de voz (procedente de un teléfono o de una PABX) y datos
se puede mezclar sobre una línea de transmisión punto
a punto, consiguiéndose en algunos casos ahorros muy importantes.
El ancho de banda se puede asignar dinámicamente, en función
de la actividad o inactividad de los canales para la optimización
del enlace; también, se puede reservar uno determinado para
garantizar la transmisión de la voz. Esta técnica,
aunque efectiva, no consigue un rendimiento adecuado en el caso
de tráfico a ráfagas o impulsivo, por lo que se han
desarrollado otras, como es la conmutación de paquetes que,
si en un principio solamente era adecuada para datos, hoy permite
el tráfico de voz.
La RDSI es el ejemplo más
conocido de una red digital en la que se integra tráfico
de voz con tráfico de datos (también admite videoconferencia),
disponiendo el usuario en su domicilio de una terminación
común para ambos. En la RDSI todo el diseño de la
red se ha hecho, desde un principio, teniendo en cuenta que iba
a soportar ambos tipos de tráfico, por lo que su implantación,
siguiendo los estándares marcados, no plantea problemas,
existiendo acuerdos entre distintos operadores europeos para interconectar
sus redes (norma EuroRDSI)6.
Aspectos políticos: orientaciones para la RDSI
El desarrollo de la RDSI es fundamental para los sectores profesionales
de los Estados miembros, ya que son, precisamente estos sectores,
los que más necesitan de los servicios de la RDSI. Sin embargo,
para conseguir la plena implantación de la RDSI en Europa,
también es necesario que el sector residencial demande los
servicios de esta Red. Por tanto, el desarrollo de la RDSI sólo
puede alcanzarse a través de una serie de medidas de comercialización
y de fijación de tarifas para estimular su demanda7.
Para fomentar el desarrollo de la RDSI en Europa ha resultado imprescindible
un trabajo de armonización por parte de las Administraciones
de Telecomunicación en el marco de la CEPT, sobre todo a
la hora de establecer objetivos y un calendario liberalizador en
materia de RDSI8. La introducción
de un conjunto adecuado de servicios RDSI europeos y compatibles
se ha convertido en la plataforma de lanzamiento adecuada para implantar
definitivamente la RDSI. El Consejo puso en marcha una serie de
medidas tendentes a implantar la RDSI en Europa:
- El establecimiento de especificaciones
comunes europeas de equipamiento e interfaces, basadas en normas
europeas que tuvieran en cuenta la normalización a escala
mundial, concentrando y utilizando adecuadamente los recursos
disponibles dentro del sistema europeo de normalización,
que emanan directamente del ETSI.
- El compromiso de los fabricantes para contribuir al establecimiento
de normas europeas y especificaciones comunes para terminales.
Estas garantizan la compatibilidad y la portabilidad de los terminales.
- La aplicación a la RDSI de los aspectos de la oferta
de red abierta (ONP).
- La protección de la intimidad del usuario y la seguridad
de las comunicaciones.
- La creación de un mercado comunitario de servicios RDSI
abierto a todos los participantes del mercado de servicios de
telecomunicación, y en especial, a los participantes del
mercado de Servicios de Valor Añadido9.
A partir de la promulgación
de estas medidas, comienzan a intensificarse las consultas entre
las Administraciones de Telecomunicación de todos los Estados
miembros en torno a la puesta en marcha de la fase de definición
y ejecución de la RDSI, con el fin de abrir una Red de servicios
comerciales paneuropeos, al mismo tiempo que el ETSI aceleraba la
definición de las normas europeas comunes en materia de RDSI10.
Los años 1988 y 1989 vieron
nacer la introducción comercial de la RDSI, con posterioridad
a su experimentación a comienzos de la década de los
ochenta. Sin embargo, las estrategias seguidas por los países
fueron, desde el principio, distintas, en términos de servicios
y desarrollo de mercados. En Gran Bretaña, la RDSI se presentaría,
desde su comienzo, como un servicio dirigido a grandes empresas.
En el resto de países, el mercado de las PYMEs aparecía
como el más interesante, para posteriormente migrar hacia
los sectores residenciales11.
Las primeras iniciativas para el establecimiento de una RDSI europea
(TEN-RDSI) ya se han puesto en marcha. Estas medidas permitirán
apoyar la disponibilidad de una infraestructura avanzada de telecomunicaciones,
para que todos los participantes en el mercado europeo, y en especial
las empresas, tengan mejores oportunidades de aprovechar los beneficios
del mismo. La infraestructura avanzada de comunicaciones, una vez
en funcionamiento durante los próximos años, contribuirá
de forma notable a reforzar la competitividad de Europa. Desde 1984,
la implantación de la RDSI ha constituido un objetivo fundamental
de la política comunitaria en materia de telecomunicaciones,
cuya meta es su plena introducción armonizada en todos los
Estados miembros.
Uno de los principales objetivos
de la política comunitaria de telecomunicaciones ha sido
el de fomentar una infraestructura de telecomunicación basada
en Redes interconectadas que integren un conjunto de servicios armonizados
que se extiendan por toda Europa. El desarrollo de infraestructuras
nacionales ha sido contradictorio con los intereses del mercado
único europeo, por lo que la necesidad de disponer de una
oferta de servicios telemáticos es beneficiosa para las empresas
europeas. Por lo avanzado de su tecnología, la RDSI se considera
un vehículo imprescindible para satisfacer las necesidades
de telecomunicación del mercado único, por lo que
el Consejo aprobó su introducción coordinada en todos
los Estados miembros, acompañada de un calendario para la
introducción de servicios conforme a normas armonizadas de
interfaces y equipos. Al mismo tiempo, se consideró necesaria
una introducción de la RDSI en las regiones menos favorecidas,
y la instauración de los principios de la Oferta de Red Abierta
(ONP) para la RDSI en Europa.
Actualmente, la armonización
de los interfaces usuario-red ha permitido el desarrollo de un gran
mercado de terminales, y el acceso a tipos de conexión normalizados.
La RDSI ha sido muy utilizada en el tratamiento de numerosas necesidades
de comunicación del ámbito público y privado
en toda la Comunidad. Las normas armonizadas por el ETSI en materia
de RDSI han comenzado a introducirse en Europa a partir del año
1993. Esta forma armonizada de implantación se ha denominado
EURO-RDSI 12. La disponibilidad
general de este tipo de infraestructura de telecomunicación
puede permitir atender el objetivo de cohesión económica
y social europea. Es importante, por este motivo, que las regiones
periféricas no queden retrasadas en la implantación
de la EURO-RDSI, padeciendo así una desventaja competitiva.
La transición desde los servicios RDSI a la EURO-RDSI ofrece
la oportunidad de iniciar una nueva fase en la política comunitaria
en materia de RDSI para:
- Disponer de facilidades y de
un conjunto básico de servicios armonizados: el conjunto
básico de servicios incluye aquellos que corresponden a
las necesidades más urgentes de los usuarios, tales como
la transferencia simple de ficheros, el acceso al correo electrónico,
el acceso generalizado a las bases de datos, etc.
- Cobertura geográfica
completa en todos los Estados miembros: este objetivo incluye
aspectos relacionados con la interconexión nacional y la
interconexión internacional entre los Estados.
- Los planes de los operadores
de redes públicas habían previsto la introducción
de la EURO-RDSI en todos los Estados miembros a finales de 1993.
Las prioridades marcadas de cara al futuro son las siguientes:
- Eliminación de cuellos
de botella en la implantación de la EURO-RDSI: se establece
esta línea para la disponibilidad general de facilidades
de EURO-RDSI destinadas a los usuarios profesionales.
- Garantizar la interoperabilidad
de extremo a extremo de los servicios telemáticos: esta
línea de acción se divide en dos apartados principales:
- Creación de una plataforma
telemática común: esta plataforma garantizará
la accesibilidad de los servicios desde los accesos RDSI, y
se efectuará a través de terminales instalados
en ordenadores personales.
- Creación de una
EURO-ETIQUETA para los servicios interoperables: esta EURO-ETIQUETA
fomentará la interoperabilidad de extremo a extremo de
la red. Esta propuesta tiene por objeto fomentar sistemas y
terminales compatibles, y aumentar su visibilidad comercial
entre los usuarios.
Se están fomentando proyectos
como el de redes telemáticas entre administraciones (RTA),
y el intercambio de datos entre administraciones (IDA), que requieren
el soporte de una extensa red en toda la Comunidad. Otro aspecto
crucial para el desarrollo con éxito de la EURO-RDSI, es
la disponibilidad de equipos terminales adecuados a un precio asequible.
Los terminales RDSI podrían circular libremente en el mercado
sin necesidad de adaptación técnica previa ni de volver
a someterse a un procedimiento de homologación en cada mercado
nacional. Respecto a la interconexión e interoperabilidad
de la RDSI, el objetivo es alcanzar y mantener una interconexión
plena entre las redes implantadas en todos los Estados miembros,
y la compatibilidad extremo a extremo de determinados servicios
básicos. Si bien en principio son evidentes las ventajas
de la interoperabilidad entre las redes, el mayor peligro para su
desarrollo es la escasez de usuarios, lo que ha obligado a la puesta
en marcha de medidas de sensibilización para el consumo de
servicios RDSI en este campo.
Coordinación de
las políticas nacionales
El desarrollo de la RDSI fue percibido como un gran desafío,
de ahí surgiría el planteamiento de su introducción
coordinada en Europa. Sin embargo, desde 1988 su introducción
viene sufriendo grandes retrasos en Europa, sobre todo por la lentitud
del proceso de normalización13.
Esta situación intentaría paliarse a través
del acuerdo suscrito entre Francia, Reino Unido, Alemania e Italia
para prever una progresiva interconexión a sus RDSI a partir
de 1990. La Comisión ha creado un Comité encargado
de poner en marcha un programa para crear una infraestructura europea
de RDSI. El Comité tiene en consideración las posturas
de los usuarios europeos de RDSI, reunidos en el Foro Europeo de
Usuarios RDSI (EIUF), además de encargarse de potenciar los
contactos con otras organizaciones especializadas como el ETSI.
La implantación de una EURO-RDSI
se esta realizando a través de proyectos de interés
común, conforme a una serie de orientaciones establecidas
por el Consejo, tendentes a establecer la interoperabilidad. Los
proyectos se concretan en una serie de acciones:
- Proyectos de carácter
infraestructural.
- Proyectos relacionados con servicios
y aplicaciones telemáticas de carácter transfronterizo,
y proyectos de fomento del uso de la RDSI, incluido el fomento
de la disponibilidad de terminales de RDSI.
- Medidas relativas a la compatibilidad de extremo a extremo de
una gama limitada de servicios telemáticos básicos
con sus correspondientes equipos terminales14.
El carácter de las comunicaciones
por RDSI es, sin lugar a dudas, global. Pero la normalización
internacional y la regional es uno de los principales requisitos
previos para el desarrollo de la RDSI en Europa15.
Desde su introducción, el mercado de RDSI en Europa va despertando
lentamente, ya que su oferta se ha ido acrecentando con el tiempo
y sus expectativas comerciales. A pesar de lo anterior, sus abonados,
aunque cada año en mayor número, todavía son
limitados para que el servicio pueda rentabilizarse comercialmente.
Será preciso que transcurran todavía unos años
hasta que el mercado alcance su plena madurez.
Notas:
1
Las telecomunicaciones por cable. Su regulación presente
y futuro. Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales,
Madrid. 1996, p.34.
2 COM (87) 290. Libro Verde
sobre el desarrollo de un mercado común de servicios y equipos
de telecomunicaciones. Bruselas, 30.6.1987.
3 “Las redes digitales de
servicios integrados”. En VV.AA.: Telecomunicaciones 1989.
Tendencias. FUNDESCO, Madrid, 1989, p. 114.
4 PHILIPS: El libro de las
telecomunicaciones. Madrid, 1996, p. 69 y sig.
5 Comisión de las Comunidades
Europeas: Comunicación de la comisión sobre el
desarrollo de la red digital de servicios integrados (RDSI) como
red transeuropea. COM (93) 347 final. 1-9-93.
6 HUIDOBRO, J. Manuel: “Integración
de voz y datos”. Revista BIT, nº 103, p. 56
7 Comisión de las Comunidades
Europeas: Propuesta de recomendación del consejo relativa
a la introducción coordinada de la red digital de servicios
integrados (RDSI) en la comunidad europea- hacia un mercado telemático
europeo. COM (86) 205 final. 20-5-86, p. 9.
8
Recomendación del
Consejo Relativa a la introducción de la red digital
de servicios integrados (RDSI) en la Comunidad Europea. 86/659/CEE.
DO L 382/36. 31-12-86.
9 Resolución del Consejo
Sobre una mayor coordinación en la introducción de
la red digital de servicios integrados (RDSI) en la Comunidad Europea
para 1992. 89/C196/04. DO C 196/4.
10 Resolución del Consejo
Relativa al desarrollo de la red digital de servicios integrados
(RDSI) en la Comunidad como una infraestructura de telecomunicaciones
a nivel europeo a partir de 1993. 92/C158/01. DO C 158/1. 25-6-92.
11 Dirección General
de Telecomunicaciones: Desarrollo de la RDSI en Europa. Documento
elaborado por la Dirección General XIII. Comisión
Europea, 1994.
12 Comunicación de la
Comisión Sobre el desarrollo de la red digital de servicios
integrados (RDSI) como red transeuropea. Com (93) 347 final.
1-9-92, p. 7.
13 Cit. en Comunicación
de la Comisión Sobre el desarrollo de la red digital
de servicios integrados (RDSI) como red transeuropea. Op. cit.,
p. 16.
14 Propuesta de decisión
del Consejo Relativa a una serie de orientaciones para el desarrollo
de la RDSI como red transeuropea. Com (93) 347 final. 1-9-93,
p. 44.
15 Comunicación de la
Comisión Sobre el desarrollo de la red digital de servicios
integrados (RDSI) como red transeuropea. Com (93) 347 final.
Op. cit., p. 29.
Dr.
Pedro Antonio Rojo Villada
Depto. de información
y documentación, Facultad de comunicación y documentación.Universidad
de Murcia, España. |