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Agosto - Septiembre
2005

 

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La Escuela que Vivio Truffaut.
A propósito de Les Quatre cents coups
 

Por Jerónimo Rivera
Número 46

Un poco de historia
En 1950 inicia en Francia el movimiento cinematográfico de la Nouvelle Vague (la nueva ola francesa) que a partir de críticas escritas en la revista de cine “Cahiers du Cinema” se va en contra del cine tradicional de este país, en especial del realismo psicológico, por cuanto plantea que no refleja la realidad de la sociedad francesa y es un cine burgués. Con un fuerte enfoque marxista y desde su visión intelectual, la nouvelle vague formula además una fuerte crítica a las instituciones vigentes en la época, siendo la educación una de las más duramente atacadas

La película “Los cuatrocientos golpes” (1959) que a sus 27 años dirigió Francois Truffaut, constituye un gran documento audiovisual sobre la escuela tradicional de los años 30, el tipo de institución educativa que vivió, y padeció, el mismo autor en su infancia.

La película recrea la vida cotidiana de una escuela en los años de la pre-guerra y es un fiel retrato de las prácticas pedagógicas que allí se dan, la interacción entre alumnos y docentes y la concepción tradicional de la educación. Pero, de igual manera presenta los efectos de este modelo de educación en el individuo, que para ese entonces no es tenido en cuenta como sujeto.

El relato de la película está contado desde el punto de vista de Antoine, un adolescente al que no le gusta la escuela, como a la mayoría de los jóvenes de su edad. Su falta de motivación frente a ésta, lo llevan a buscar otras alternativas, tales como el cine y la literatura, siendo frustrado por las figuras de autoridad que lo rodean, especialmente sus padres y su profesor.

En la película se presenta a París como algo más que un marco de referencia. Durante los primeros minutos y luego de la dedicatoria a su gran maestro Andre Bazin, Truffaut se recrea con esta ciudad que al final vuelve a presentar a través de las rejas desde los ojos del niño que va a prisión.

Es una historia simple, con elementos humorísticos y un toque trágico hacia el final. Técnicamente hablando, tiene un sonido muy descuidado que desvía y desconcentra al espectador, pero que igualmente sirve para fortalecer la idea de realismo que quiere transmitir el autor.

Al ser estructurada a partir de un relato con tinte autobiográfico, Truffaut, a diferencia de los pedagogos clásicos, reconoce al niño como persona, comprende sus intereses y expectativas y a pesar de lo socialmente indebido de sus actos, se puede decir que se compadece de él y culpa a las instituciones de no saber como ayudarlo.

Prácticas de la escuela tradicional
La escuela tradicional se plantea en la película como un espacio completamente vertical, de muros altos y filas ordenadas, con un profesor autoritario y cuyo poder no se discute. Donde los alumnos copian al dictado, pero no pueden pensar ni crear. Una escuela que ha permanecido inmutable durante muchos años1, en la cual el recreo es visto como una pausa en los deberes y el premio para los buenos alumnos, una escuela en donde es necesario correr al ritmo que marca un silbato, en donde todo debe ser regulado (hasta un partido de futbol2), una escuela que recuerda en buena parte el modelo de los jesuitas con jerarquías entre los alumnos3 y fundamentada en el método y la disciplina.

En los términos antes descritos, la escuela se convierte en un espacio en el cual se reproducen antiguos conocimientos, en donde no hay interacción ni reconocimiento del alumno como sujeto y en donde no se consultan sus intereses. En síntesis, la escuela se presenta como un mal necesario, una etapa que hay que superar.

En este tipo de escuela es común la humillación4 en clase, la limpieza del aula es el castigo por la indisciplina, se reta a los alumnos y es incuestionable la autoridad del maestro, que no pierde momento para imponerse así sea por la fuerza, tal vez respondiendo a aquella antigua idea de que la letra con sangre entra.

Una de las impresiones más fuertes que queda al final de la película es la comparación tácita entre la escuela y la correccional. La escuela con sus muros altos y su maltrato, que transmite falta de libertad y autonomía, es un espacio cerrado y de vigilancia permanente y no tiene en cuenta al alumno, se convierte en un lugar más indeseable que la misma correccional, que igualmente es hostil, pero por lo menos es al aire libre.

La familia y la escuela
Pero si la escuela sale mal librada en esta película, la familia puede salir aun peor, pues Truffaut la presenta como un espacio que sólo limita sin educar impidiendo el normal desarrollo del niño.

En este sentido se puede decir que Truffaut entra en concordancia con la escuela nueva y aquel postulado de Rousseau que reconoce la bondad innata del niño y la corrupción de la sociedad y sus instituciones.

En el caso concreto de la película, vemos a una madre que en poco puede ser ejemplo, para quien el niño es un estorbo, que no lo entiende y que sólo puede relacionarse con él a partir del chantaje mutuo que se da con su infidelidad y el incumplimiento de los deberes escolares del niño.

El padre por su parte le indaga: “Contestaste bien?… En la vida hay que tomar la iniciativa”, pero él mismo no tiene iniciativa, es un hombre debil y sin autoridad, no es capaz ni de llevar el control de su vida y en el único momento que demuestra fuerza, logra humillar al niño delante de sus compañeros, justificando sus actos al decir “mi padre me hubiera matado a golpes si hubiera hecho esto”. En este punto, Truffaut cuestiona la autoridad de los padres que no educan con el ejemplo5.

Al presentarse la ruptura con su familia, el niño decide marcharse de su casa y emprende actividades delictivas, tales como robar leche, un acto que mirándolo desde el punto de vista simbólico es muy significativo, pues la leche representa de alguna manera el vacío que ha dejado su madre.

Desde la escuela se deposita la responsabilidad de educar a los niños en los padres. Ante las demandas de éstos frente al comportamiento del niño, el profesor explica: “son las hormonas” y cuando el niño miente sobre la muerte de su madre, el profesor critica a los padres que no lo han corregido con una postura típica de la pedagogía clásica diciendo “los padres de hoy los corrompen”.

Los padres tratan que el niño confíe en ellos, en algunas ocasiones intentan ponerse en su lugar, pero ceden ante la imposibilidad de entenderlo y su “manía de mentir”, vicio que el niño clarifica con la psicóloga de la correccional cuando comenta “mis padres no me creen cuando digo la verdad”.

El papel del Estado
Ante la impotencia de padres y escuela por entender, educar y hasta controlar el niño y ante su desconocimiento de este como persona, deciden claudicar y dejar definitivamente en manos del Estado su futuro y es así como envían a Antoine a una correccional.

Al final de la película, Antoine logra escapar y corre durante largo tiempo, antes de llegar al mar, una escena larga a nuestros ojos que no tiene otro fin que el de mostrarnos lo difícil que es llegar a la libertad, para encontrar finalmente la recompensa de ese lugar infinito, sin límites en donde no hay otras reglas que las de la naturaleza.

La película de Truffaut, el director, sobre Truffaut, el niño, termina con el rostro de Antoine que tiene la mirada perdida en el vacío, una imagen que constituye el reconocimiento del niño como sujeto y que apoya la concepción del movimiento de la Escuela Nueva para quien éste no es un adulto en miniatura si no el fin de la educación.


Notas:

1 En una escena, el papá le pregunta al niño “que viste en la escuela?…la liebre…la liebre y la tortuga?…no, sólo la liebre”. Lo más seguro es que el padre haya asistido prácticamente al mismo tipo de escuela
2 En una escena los niños juegan fútbol y un profesor les dice “necesitan un arbitro”
3 Cuando el profesor debe ausentarse, deja encargado de la clase a un alumno (por su aspecto parece ser el más aplicado)
4 El profesor lee en voz alta y se burla de los poemas escritos por sus alumnos y en otra parte de al película le dice “si tu composición es la primera es porque es la peor…tu búsqueda de lo absoluto te consiguió un cero”
5 El papá llega a la escuela y abofetea al niño en público.


Filmografía:

“Les Quatre cents coups” Dir. Francois Truffaut. Francia. 1959


Mg. Jerónimo León Rivera Betancur
Coordinador del área de formación en Comunicación y Lenguajes Audiovisuales y Director del Grupo de Investigación IMAGO de la Universidad de Medellín, Colombia.