Comunicación en la Vida Cotidiana
Número 6, Año 2, febrero-marzo 1997


| Número del Mes | Anteriores | Contribuciones | Sobre la Revista | Sitios de Interés | Directorio

Modernazción Económica y Nueva Cultura Cotidiana

por: Dr. Javier Esteinou Madrid

Investigador Titular del Departamento de Educación
y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana,
Unidad Xochimilco, México, D.F.

I.- El Cambio del Modelo de Desarrollo Nacional

El agotamiento del modelo de desarrollo tradicional de México seguido a lo largo de los últimos 15 años, las presiones impuestas por los bancos extranjeros para renegociar la monumental deuda externa y la consecuente crisis sociopolítica que de esto se ha derivado, provocó que el Estado Mexicano abandonara su estrategia tradicional de consolidación interna a través del clásico esquema de substitución de importaciones seguido durante las 3 décadas pasadas. A partir de este momento el gobierno mexicano adoptó como salida básica de crecimiento nacional, especialmente desde 1982, el proyecto de anexión urgente al mercado mundial que propone financiar la recuperación y la expansión interna de nuestra economía a partir del incremento de las exportaciones y del aumento de inyección de capital externo.

Con este nuevo cambio en nuestra política de desarrollo, se anunció el término de la etapa paternalista y proteccionista heredada de los gobiernos pos revolucionarios que fue la fase en la que vivió inmersa la sociedad mexicana en décadas pasadas y que dio origen al "Estado Asistencial" ó "Estado Subsidiador" que se caracterizó por aplicar "la teoría de que el Estado ideal sería aquel en el que todo espacio social, sin faltar ninguna rea, debería estar subsidiado" (1). Así, se reconoció públicamente el fin de un programa de crecimiento y se aceptó que entramos en un "nuevo modelo de desarrollo económico", donde ahora es necesario que el aparato productivo y político se modernice para hacerle frente a la competitividad mundial o el "ímpetu de transformación que hoy vive el mundo arrasaría nuestra patria" (2).

De esta forma, oficialmente se aceptó que no podemos sobrevivir fuera de la moderna división internacional del trabajo y se intenta que nuestro país salga del antiguo eje trasatlántico euroamericano que ha ejercido la hegemonía a escala planetaria en este siglo y se integre a la nueva reorganización profunda del capitalismo occidental, vinculándose con los 3 nuevos polos del desarrollo mundial: el Mercado Común Europeo que est compuesto por 12 países que empezar n a funcionar a partir de 1992 (Alemania Unificada, Gran Bretaña, Francia, Italia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Grecia, Irlanda, Luxemburgo, Portugal , España y los nuevos países socialistas de la Europa del Este que se anexen a este bloque); el Mercado Común de América del Norte integrado oficialmente hasta el momento por Estados Unidos y Canadá (3); y finalmente, el mercado de la Cuenca del Pacífico formado por 24 países ribereños, 23 isleños y capitaneado por los "4 tigres asiáticos" que son Taiwan, Singapur, Hong Kong, y Corea del Sur (4).

Dentro de la formación de esta nueva geopolítica mundial se observa que la tendencia de integración mayoritaria que sufrir nuestro país, por razones geográficas y políticas, no ser el vincularse en igual medida con las 3 nuevas zonas hegemónicas; sino que la inercia de nuestra histórica dependencia estructural al norte nos llevar a asimilarnos cada vez Más r pido a la economía norteamericana que a la asiática y la europea. Por lo tanto, siendo realistas "la tesis de la integración a la economía mundial que hoy se maneja en abstracto, significa en concreto para nuestro país la reorganización de la economía nacional en base a la din mica de expansión de la economía norteamericana, con la que se realiza como con ninguna otra nación iberoamericana la mayor parte de nuestro comercio y de nuestras transacciones financieras. Basta recordar que sólo el 66 % de nuestra actividad comercial con el exterior se realiza con los E.U. y la inclinación va en aumento.

Por ello, en la realidad dadas las características de la inserción de México en la economía mundial y la continuidad geográfica, demográfica y cultural de nuestra sociedad con la economía norteamericana; ya se estaría dando de hecho la formación de un mercado común con los Estados Unidos, al menos a nivel económico, aún antes de que se concreten instrumentos Más formales, que trascendiendo la esfera económica, posteriormente, se proyecten al campo político estratégico" (5).

De esta forma, el Estado mexicano creó las bases para la adopción de otro patrón de crecimiento que ser el marco en el cual vivir la sociedad mexicana para finalizar el siglo XX e iniciar el nuevo milenio.

II.- La Nueva Estructura Cultural

A.- Las Raíces del nuevo proyecto mental

La construcción del nuevo proyecto de desarrollo neoliberal en la sociedad mexicana no sólo ha exigido que se realicen modificaciones profundas en el campo económico y político de nuestro país, sino también en el terreno cultural. Esto, especialmente, motivado por la profunda crisis que vive la organización educativa de la Nación ocasionada por la centralización, el burocratismo, la desorganización, la fuga de cerebros, la falta de planeación, el alto nivel de deserción escolar, la baja capacitación magisterial, el raquítico rendimiento académico, etc., que exigen un profundo cambio del sistema cultural de nuestra sociedad (6). Por este motivo, el moderno Estado Mexicano se ha visto obligado a crear la presencia de diversos respaldos mentales y morales que apoyen consensualmente el avance de este esquema de crecimiento para mantener la nueva dirección que ha adoptado nuestro sistema social, y mantener con esto la presencia de una estructura armónica entre necesidades económicas y respuestas culturales.

Para ello, el Estado reconoció a nivel del discurso que era necesario efectuar una profunda "reforma educativa" que modificara "la centralización de la educación, la falta de participación social, la ausencia colectiva de solidaridad, el rezago educativo, la din mica demográfica y la falta de vinculación interna con el avance de los conocimientos, con la tecnología y con el sector productivo" (7). En síntesis, se aceptó que con la aplicación de este nuevo modelo educativo "se busca crear una educación primaria universal, mas firme y útil para la vida; una educación secundaria y media superior, mejor definidas y mas flexibles en las opciones que abre; una educación superior de excelencia e innovación donde el mayor financiamiento respalde la mejor organización; y una educación abierta que restituya y abra un futuro de oportunidades a los mas necesitados entre nosotros" (8).

De esta forma, el Estado Mexicano ha intentado crear gradualmente las nuevas condiciones de infraestructura cultural básica para construir un nuevo "capital intelectual" en el país que le sirva como punto de apoyo para enfrentarse a la severa competencia que ha desatado la liberalización mundial de las economías; ya que con la actual reserva cerebral nacional que tenemos y su forma de organización no es posible enfrentar este desafío. Hay que recordar simplemente que el número de investigadores, autores científicos y graduados es inferior al de otros países que incluso est n clasificados como en vías de desarrollo. Por ejemplo, en 1984 México tenía 23 investigadores por cada cien mil habitantes; mientras que en cambio Argentina contó con 65 y el mundo en general con 85 por cada cien mil habitantes (9).

Sin embargo, pese a las buenas intensiones declarativas del Estado Mexicano para crear un proyecto integral de educación para nuestra sociedad, la característica central de esta nueva reforma cultural que ha emergido, ha sido que ha diferencia de las etapas de nuestro capitalismo anterior donde la esfera cultural mantuvo mayor independencia para fijar por si misma las metas y formas de su proyecto educativo; ahora en la fase de desarrollo neoliberal los objetivos, los procedimientos y las modalidades del programa cultural nacen determinados, cada vez mas, con mayor fuerza, por las exigencias de la nueva transformación económica. Esto es, los cambios "modernos" que se gestan en la esfera cultural no ocurren motivados por la propia din mica interna de este campo humanista y pedagógico que anteriormente se preocupaba por formar individuos que comprendieran e intentaran transformar de manera integral el entorno que los rodeaba; sino que paulatinamente, de manera creciente, van surgiendo derivados de los requerimientos exclusivos y verticales que impone el nuevo modelo de economía de mercado que lentamente adopta el país.

De esta manera, en la etapa neoliberal de la sociedad mexicana constatamos la presencia de dos fases en las que se gesta el proceso de nueva modificación de la estructura de la cultura nacional: el período del surgimiento de los cambios económicos y la etapa de emergencia de las mutaciones culturales.

En la primera fase, derivado del fenómeno de apertura de fronteras comerciales de nuestra planta productiva a todos los mercados mundiales, de la aceptación abierta de nueva inversión extranjera, de la desregulación normativa en todos los órdenes, de la realización de la reforma económica, de la integración de nuestra sociedad a los procesos mundiales de globalización, etc.; observamos, desde 1982 a la fecha, la aparición de nuevas necesidades económicas ligadas íntimamente a las exigencias que plantea la consolidación del nuevo proceso de acumulación de capital a escala nacional e internacional. Así, por ejemplo aparece la demanda de prepararnos para enfrentar la "guerra comercial" con el exterior, el incremento de la capacidad exportadora, la acentuación de la "agresividad en el campo de las ventas", el aumento del potencial productivo, la elevación de la calidad de los productos, la presencia de los "círculos de calidad" (10), la modernización industrial con equipo de alta tecnología, la elevación del nivel de la eficiencia laboral, la recapacitación de la mano de obra para volverla Más competitiva, el diseño de novedosas formas de presentación atractiva de las mercancías, la reducción de costos de manufactura de los productos, el desarrollo intensivo de la innovación, etc. (11).

En la segunda fase, presionada por las demandas estructurales que ha impuesto la reorganización del proyecto económico al abrirse al mercado internacional, constatamos la adecuación acelerada de nuestro marco cultural a las exigencias del entorno mundial a través de la generación paralela de nuevas respuestas culturales frente a la presencia de cada requerimiento productivo que aparece. Así, por ejemplo, emerge la necesidad de adecuar los programas de investigación a las necesidades del aparato productivo, la creación de una nueva "cultura corporativa" en las empresas, la demanda generalizada de especialistas en informática, la producción de una "cultura de calidad", el cambio en la preparación de "ejecutivos orquesta" que todo lo abarcan por la formación de agresivos líderes empresariales, la instauración de la "filosofía del trabajo creativo", el refuerzo de la actitud por la innovación tecnológica, el fomento de una autodisciplina productiva, la elaboración de una "cultura exportadora", la formación de una conciencia empresarial en los estudiantes y profesores, el dominio masivo del idioma ingles, la adaptación a la "familia empresa", el establecimiento de una "cultura de la competitividad integral", etc. (12).

Para cubrir las nuevas exigencias culturales anteriores el Estado Mexicano ha tomado diversas medidas prácticas para "modernizar" la educación, entre las cuales, figuran los siguientes aspectos:

1.- Reforzar la ampliación de la educación básica a través de la extensión de la primaria para todos los sectores humanos del país, especialmente a los grupos infantiles de bajos recursos. Ello, con el fin de crear los cimientos de instrucción elemental para la expansión futura de los niveles culturales de especialización superior (13).

2.- Una vez cubierta la formación básica, se propone orientar ésta y sus niveles subsecuentes de educación hacia la creación de un marco de concepciones y comportamientos "productivistas" en la conciencia de los individuos que permitan enfrentar la competencia mundial. Para ello, se plantea como eje cultural definir cuales son las necesidades de mano de obra del sector empresarial, para preparar, en base a estas, la capacitación de los jóvenes mexicanos y así vincular al sector educativo con el productivo.

De esta forma, "la nueva cultura del trabajo se orienta a la creación en las universidades de un segmento de académicos dotados de muchas de las cualidades empresariales, tales como iniciativa, uso de relaciones, planteamiento de proyectos interinstitucionales, sensibilidad a factores del macro contexto empresarial, etc. Virtudes que son a su vez condiciones indispensables para el establecimiento en una fuerte vinculación de las universidades con el mundo productivo, es decir, con las empresas" (14).

3.- Descentralizar los programas de estudio para armonizarlos con los sistemas de producción de cada Estado de la República.

4.- Establecer con los empresarios del país a través del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) un acuerdo para la productividad con el fin de que esta se inicie desde los niveles escolares más elementales (15).

5.- Incrementar masivamente la formación educativa de generaciones de jóvenes técnicos para enfrentar los nuevos desafíos tecnológicos que impone el moderno proceso productivo. Con este fin, por ejemplo, la Secretaria de Educación Pública (SEP) ha reconocido oficialmente los estudios técnicos del Conalep como formación preparatoria para ingresar a las universidades o tecnológicos (16).

6.- Aplicar una reforma financiera y un programa de autoevaluación de la educación superior para que los recursos económicos del Estado se canalicen preferentemente hacia las universidades públicas que demuestren cumplir con los altos niveles académicos, la calidad profesional, y la investigación de excelencia que requiere la planta productiva (17).

7.- Incrementar la participación de la inversión de la iniciativa privada en el terreno educativo, con el fin de acelerar el despegue de la infraestructura cultural hacia el campo productivo (18).

Así, surge una moderna estructura cultural que actúa funcionalmente para el fortalecimiento y la reproducción del nuevo proyecto económico de acumulación de capital en la fase de apertura a los mercados mundiales.

B.- El Surgimiento del "Mexicano Tuerca"

Determinada por las presiones que impone el proceso de globalización de nuestra economía nacional, se configura lenta y discretamente sobre nuestra debilitada estructura cultural de sociedad capitalista en vías de industrialización, una nueva "moral de la productividad y de la ganancia" que permea todas las relaciones humanas y sociales que conviven alrededor de esta y se convierte en el eje guía de todos los comportamientos cotidianos restantes. La absorción de esta nueva creencia del capitalismo altamente industrializado se caracteriza por señalar que la nueva norma ética es el "progreso" entendiendo por este básicamente el crecimiento económico, el aumento de la producción y la creación de un sistema productivo cada vez más eficiente.

Por consiguiente, todas las cualidades humanas que estén al servicio del "progreso" son virtuosas y todas aquéllas que lo impiden son "pecaminosas" (19). En otros términos, con el fin de desarrollar al máximo el ingenio, la habilidad y los esfuerzos en pos de ganar, la sociedad mexicana entra de lleno en la fase en la que la competencia se convierte en la "virtud de las virtudes", calificando y estimulando al mas fuerte al mas diestro, al mas poderoso con premios y reconocimientos; y descalificando social y psíquicamente al débil con la marca infamante de incompetentes (20).

Así, las destrezas indispensables que requiere la realización del proceso productivo para lograr, cada vez mas, una mayor acumulación; ahora son convertidas en los comportamientos humanos ejemplares que debe cubrir el "ciudadano moderno" para que el sistema económico funcione aceitadamente. De esta forma, la tendencia mayoritaria de los "modernos valores" sociales que surgen son estructuras ajenas que violentan la naturaleza humana, pues provienen de las necesidades de expansión del sistema económico y ninguna cualidad surge de la esencia mas elemental del crecimiento vital de los seres. Por consiguiente, el mercado se convierte en la piedra angular desde donde se decide, en última instancia, como debe diseñarse psíquica y socialmente a los individuos; y cuales deben ser las nuevas creencias y los imaginarios que deben adoptar los grupos de personas.

Por ejemplo, para responder a las nuevas necesidades económicas se desarrollan aptitudes mas afinadas como son mayor precisión, rapidez, concentración intelectual, agilidad, sociabilidad empresarial, manejo de idiomas, administración de la información, contacto con la esfera internacional, etc, para fortalecer la estructura productiva; y ninguna cualidad para el desarrollo de la esencia del hombre como son la autocrítica, el respeto a los demás, la autoaceptación, el incremento de nuestra identidad individual y colectiva, la introspección, la meditación, la autoestima, la trascendencia, la comunicación, la sensibilidad, la creatividad no productiva, la integración al grupo afectivo de pertenencia, la solidaridad, la comprensión, el conocimiento de sí mismo, etc.

En este sentido, si bien es cierto que la sociedad mexicana requiere incrementar su nivel de productividad para ser mas competitiva dentro del sistema mundial de mercados abiertos; el nuevo sistema cultural que surge para responder al modelo de desarrollo neoliberal, se centra en la meta salvaje de convertir al ser humano en un engrane eminentemente productivo que responda funcionalmente a las necesidades de la acumulación global de la gran maquinaria financiera y se olvida de otras necesidades, igual o Más importantes, para el desarrollo de nuestra comunidad. Así, se sacrifica el crecimiento vital de los individuos y gradualmente se construye un nuevo "Super Yo Social Competitivo", cada vez mas tirano, basado en una visión fundamentalmente productivista de las personas, de la historia y de la vida que plantea que la razón de ser de la existencia del hombre, se centra en el acto de competir, producir, consumir y acumular.

De esta manera, silenciosamente se edifica una nueva estructura de relaciones y ejes sociales de referencia ajenos a la esencia humana, donde la autoestima o la autovaloración de los individuos proviene cada vez Más del cumplimiento impecable de las reglas de la producción y del mercado, y no del descubrimiento y enriquecimiento profundo del interior del hombre para vincularse intensamente con los seres que los rodean y enriquecer su sociedad.

De esta forma, desde el ámbito cultural se acentúa la reproducción social del carácter y de la personalidad pragmática, materialista e individualista orientada hacia la atención y la valorización preferente de los actos meramente mercantiles, y no de las acciones sociales y humanas que requerimos producir para sobrevivir y convivir como especie superior dentro del universo (21). En este sentido se construye, el carácter neo individualista y neo narcisista de los ciudadanos, que reforzado por la quiebra de las utopías de justicia y redistribución de los modelos socialistas autoritarios, plantea que la ley del mercado es la forma mas completa de acceso a la democracia y a la felicidad personal: consumo, luego soy libre y pleno.

Así, en la fase de la historia universal en la que se ha alcanzado el mayor conocimiento científico sobre lo que es el hombre y la vida; surge en nuestro país la "cultura productivista" que da origen al "hombre m quina" u "hombre tuerca" con su respectiva "cultura tornillo", que se caracteriza por negar el desarrollo de su "Yo Profundo" y el de los demás, para ser funcional con las nuevas demandas de reproducción económica que plantea el "moderno" proyecto mexicano de desarrollo neoliberal. Con ello, se margina desde el corazón del esqueleto del pensamiento colectivo la posibilidad de concebir que las personas somos algo mas que factores económicos obligados a producir riquezas o ganancias materiales, desconociéndose como centro de la estructura cultural de nuestra sociedad el desarrollo de la base espiritual y humana de los seres.

De esta manera, con la nueva propuesta "modernizadora" se remoza y actualiza el nivel "moral", "ético" e ideológico de la sociedad mexicana para responder a las necesidades de la nueva acumulación nacional y mundial; y se construye al ser alineado que requiere la operación del avanzado sistema productivo. Así, surge sigilosamente la nueva versión del "mexicano moderno" que se caracteriza por vivir íntimamente, cada vez, mas quebrado, dividido, insensible, sin placer, deprimido, incomunicado, vacío, gris, ahogado, fragmentado, frustrado, aislado, infeliz, conflictivo, sin luz interior, en una idea, muerto en vida; pues se le ha diseñado socialmente para vivir con el alma encadenada para gradualmente renunciar a "si mismo" y ser eficiente en la estructura económica y social. Encarcelamiento del interior humano, que a diferencia de otros períodos de nuestra historia, encuentra en la fase de la "modernización" una de sus expresiones mas contundentes en el acentuamiento, ya no tanto de los padecimientos de la salud física de la población; sino ahora en el acrecentamiento de las "enfermedades del alma" nacional, pues son padecimientos provocados por la opresión de nuestro espíritu, como son la presencia creciente de los infartos, las úlceras, las depresiones, los desquiciamientos nerviosos, los stress, etc.

En este sentido, observamos, especialmente en las ciudades, que la sociedad mexicana "moderna" crea una tendencia compulsiva al trabajo con la que el hombre se convierte en esclavo de su enfermedad y del sistema económico. De esta manera, así como la tendencia compulsiva hacia el trabajo incesante fue una de las fuerzas mas productivas, no menos importantes que el vapor y la electricidad para fortalecer al sistema capitalista en sus fases anteriores; ahora en la etapa del capitalismo modernizador se requiere la existencia de una "neo compulsión productivista" para sostener el nuevo proceso mexicano de sociedad de mercados abiertos (22).

Este fenómeno da origen a nivel nacional particularmente en las urbes, a una nueva identidad humana: la identidad de la alineación colectiva, donde el que no se adapte a esta destrucción de sí mismo, es concebido por el grupo que lo rodea como "ineficiente", "improductivo", "raro" y "antisocial". Así, el mexicano contemporáneo de la era de la industrialización moderna, se acerca, cada vez más, a ser un organismo mecánico, frío y autómata, que se desconoce a sí mismo, pues las bases internas de referencia centrales de su vida le vienen progresivamente desde fuera de "Yo" y no de su interior elemental.

Esta realidad conduce crecientemente a que el "hombre moderno" no sepa quien es y se convierta en un simple cuerpo biológico que responde a los condicionamientos, cada vez mas rígidos, del sistema económico y social. En este sentido, aparecen y se amplían con mayor frecuencia en nuestra República las generaciones de individuos neuróticos que viven divididos de sí mismos, sin conocerse y sin dirigir su vida desde su interior; pues el sistema social los lleva a vivir desconectados de su valoración íntima y personal para poder sobresalir profesionalmente.

De esta manera, surge gradualmente dentro de la estructura de valores dominantes del país un nuevo autoconcepto ideal del hombre "exitoso", "feliz" y "triunfante" que est en íntima relación con las exigencias del modelo de acumulación de capital nacional e internacional de la etapa de la modernización.

Con ello, se da la reproducción perversa del mexicano quebrado, que desde las diversas etapas educativas, inconscientemente crea el sistema capitalista nacional para auto reproducirse en su fase moderna, dando origen al hombre enajenado de sí mismo; que para adueñarse y recuperar su "Yo Extraviado", recurre compulsiva e ilusoriamente a la práctica del consumo y la acumulación material que, obviamente, no le pueden devolver su humanidad altamente perdida. De esta manera, con la introducción de esta propuesta cultural surge silenciosamente en nuestra sociedad la modernización de la tristeza, de la asfixia y de la esclavitud del espíritu que, en última instancia, sólo plantean dos salidas: por un lado, la evasión de esta realidad para soportar su cotidiano peso aniquilante, para lo cual, se hace indispensable el consumo creciente de diversas drogas como son los enervantes, el alcohol, la televisión y otros recursos de desconexión de la realidad; y por otro, el cambio del sistema social a través de la construcción de otro proyecto espiritual, político y económico de nuestras personas y sociedad para alcanzar una calidad de vida más humana.

C.- Hacia la Formación de la "Cultura de Mercado"

Dentro de esta perspectiva de concepción instrumental de la persona en el país podemos decir que la aplicación de las reglas del capital al terreno de la educación modifican en esencia las funciones sociales y humanísticas que tradicionalmente le ha atribuido nuestra comunidad a la acción pedagógica. De igual forma, se transforman las obligaciones del Estado para impartir una educación humanamente formativa e integral que no este sujeta mecánicamente a la competencia y la selectividad que se opera con la estrechez de un mercado de trabajo limitado por las necesidades de la concentración material (23).

En este panorama los requerimientos claves de eficiencia, productividad y competitividad que se exigen a nivel económico para consolidar la nueva estructura neoliberal, se traducen a nivel cultural en la tendencia generalizadora de producir calidad. Calidad que estar entendida como la capacidad del individuo para entregarse a la adaptación de los dictados de las fuerzas del mercado en una competencia ilimitada, con el fin de fijar quien se ajusta Más satisfactoriamente a las condiciones y características establecidas por el aparato laboral para aumentar la producción. Ser competitivo, eficiente y productivo significa, pues, no entrar en polémica con la producción, no cuestionar sus formas de organización, ni los niveles de explotación a los que se somete al trabajador manual o intelectual; sino adentrarse y responder a las reglas del juego establecidas por el propio capital (24).

En consecuencia, el rendimiento de la calidad de la educación ser entendida y medida en función directa al aumento de la productividad del trabajador en sus distintas dimensiones; la del trabajador especializado, la del contratado no especializado, la del empleado manual y la del trabajador mental. Por lo tanto, la calidad medida con criterios productivos conduce indefectiblemente a aplicar pautas mercantilistas y cuantitativas a las funciones que, por principio, debería de cumplir la educación para la formación integral del individuo; y la despojan, en mucho, de su sentido humano, acentuando su utilización y justificación como simple mercancía.

Con ello, se plantea el postulado medular que mide el beneficio de la educación como gasto a recuperar monetariamente a corto plazo; y no como inversión para crecer cuya rentabilidad estar determinada por las recuperación mas o menos cercana de los costos utilizados para crearla (25). Bajo esta concepción la relación cultura - educación - producción - ganancia queda diseñada dentro de los par metros que hoy exigen los lineamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) para expandir el nuevo proyecto de acumulación de la economía super transnacional a la periferia, a costa de suprimir el crecimiento interno de los individuos.

De esta manera, no obstante que en las declaraciones oficiales del Estado se plantea la realización de una educación nacional con rasgos humanistas; en la realidad cotidiana el nuevo proyecto cultural "moderno" que emerge en la República nace determinando básicamente por las necesidades de respuesta a una economía de mercado, que en el fondo no es otra cuestión que la defensa del nuevo patrón de acumulación capitalista a escala mundial. Así, el nuevo sistema cultural que nace en el país, no emerge dirigido por la voluntad de satisfacer otras necesidades sociales y humanas muy anteriores y prioritarias a estas como son la urgente protección ecológica, el cuidado de conservación de las cadenas de la vida para preservar la reproducción de la especie humana, el rescate de la armonía con la naturaleza, el respeto a los diversos grupos étnicos, el incremento de las relaciones humanas solidarias, la edificación de una cultura de la tolerancia urbana (especialmente ahora que ya somos 82 millones de habitantes en el territorio nacional) (26), el rescate y la elaboración de los valores civiles elementales para nuestra sobrevivencia, el reconocimiento de los "Derechos Humanos" fundamentales, la incorporación al descubrimiento del proceso histórico del país, el despertar del "conocimiento crítico" para comprender y transformar de forma mas racional la realidad que nos circunda, la educación integral para ser cada vez Más humanos, el desarrollo pleno de todas las capacidades "no productivas" del hombre, el enseñar al individuo a vivir en armonía consigo mismo, el instruir a la persona para que alcance lo que tiene que "ser", etc.

En otras palabras, la meta de este nuevo proyecto cultural no es la realización superior del ser humano, sino su fin es convertir a la masa de individuos en engranes o instrumentos adaptables a la producción y a la acumulación a escala global. Esto es, como en etapas anteriores del desarrollo del modo de producción capitalista, el sujeto, que en última instancia, imprime el cambio a la estructura cultural de nuestra sociedad son las necesidades de reproducción del capital en dimensión cada vez Más global y no los requerimientos de realización del "Yo Profundo" de cada hombre. Por consiguiente, lo que se obtiene con la aplicación de este "moderno sistema mental" en el país, es que la estructura de producción no este al servicio del hombre; sino muy por lo contrario el hombre este al servicio pleno del sistema de producción.

III.- ¿Qué Hacer?: Hacia la Cosntrucción de una Nueva Cultrua del Renacimeinto del Hombre

Iniciar el siglo XXI con la estructura cultural del proyecto neoliberal que reproduce al "hombre m quina" o al "ser engrane" con su respectiva "cultura tornillo" ser comenzar un nuevo milenio con las semillas silenciosas que alimentan la construcción del "hombre viejo" disfrazado de moderno; y no con las bases mentales que crean el alma del "hombre nuevo" que demanda el principio del tercer milenio. Es por ello, que ante la penetración cada vez más avasallante en nuestra sociedad de la concepción y propuesta occidental de lo que es y debe ser el individuo; hoy tenemos que producir urgentemente una "Nueva Cultura del Renacimiento del Hombre" que permita que este se reencuentre, reconozca, reintegre y reconstruya a sí mismo desde su esencia profunda, para que descubra que dentro de si lleva los gérmenes del universo infinito que lo convierten en especie superior, y evite los encuadres alienantes que solo lo ubican como una pieza desechable de la gigantesca maquinaria económica y social.

Con el fin de avanzar en el proceso eterno de búsqueda y de encuentro del hombre consigo mismo que, después de satisfacer sus necesidades materiales de vida, ha sido la esencia de la actividad humana que ha realizado a lo largo de toda la historia de la evolución de nuestra especie racional; es muy importante analizar con sumo cuidado cuales son las verdaderas necesidades profundas que encara y que tiene que resolver la sociedad mexicana en la actualidad para lograr su desarrollo real. Para ello, es necesario que rebasemos los marcos de mirada y de imaginación de la cultura occidental, especialmente en su fase neo industrial o "modernista", que básicamente conciben a la persona desde la perspectiva "fenicia" como un ser cuyo fin es hacer dinero y acumular poder; para introducir ahora en nuestros campos de inteligencia otras concepciones elementales que nos permitan ver la existencia del hombre con otros contenidos superiores.

Es muy importante considerar que la nueva visión del ser humano no podrá provenir desde los modelos de la producción, especialmente capitalista, que lo que insisten en plantear como sentido central de la vida es la actualización permanente del sometimiento unidimensional del hombre a esta; sino desde la liberación del "Yo Profundo" de las personas que es la base de dónde emerge el verdadero ser. Ser esta realidad el manantial desde dónde nacer el nuevo espíritu que dar origen a la nueva sociedad, y no las propuestas "modernizantes" que le proponen al hombre conquistar todos los fines, excepto el reencontrarse y conquistarse a sí mismo.

Es por ello, que hay que tener muy presente que desde los paradigmas que sostienen la cosmovisión de las sociedades occidentales, hoy es muy difícil producir las respuestas centrales que requiere encontrar la sobrevivencia de la especie humana en el planeta. Por esto, actualmente es indispensable crear otra concepción del desarrollo que supere el entender este como la simple concentración creciente de riqueza material; y se comprenda ahora como la expansión integral de todas las potencialidades del ser humano para hacer crecer su "Yo Profundo" y con ello enriquecer plenamente a su sociedad y al entorno humano que lo rodea.

Para ello, es necesario que esta nueva cultura del Renacimiento del Hombre rescate como punto de partida el verdadero sentido original del concepto de "ganancia" que es el eje sobre el que esta fundada nuestra sociedad contemporánea; y que en sus orígenes significaba "ganancia del alma" y no ganancia material o económica, que adquirió posteriormente cuando la clase media se libró no sólo de sus grilletes políticos, sino de todos los vínculos con el amor y con la solidaridad, y creyó que vivir solo para uno mismo significaba ser más, y no menos (27).

Ello, ser un punto de partida fundamental que permitir crear las condiciones necesarias para que el hombre libere su alma de las cadenas que lo oprimen y se adueñe de sí mismo para armonizar su existencia con sus semejantes y con la naturaleza que lo rodea. Armonía que lo llevar a encontrar de manera natural su lugar y sentido en la sociedad y el universo, con el consecuente aumento de amor por sí mismo y por todas las formas de vida que nos acompañan.

Para que la sociedad mexicana regrese a sí misma, y desde su encuentro con ella construya su nuevo proyecto económico político y espiritual de comunidad, se deben crear las condiciones apropiadas para que los individuos rescaten íntegramente todas las capacidades naturales que poseían cuando nacieron y que el proceso de socialización occidental les destruyó gradualmente. La reintegración de estas capacidades a los individuos es un proceso muy amplio, lento y complejo que abarca el rescate y la reconstrucción de muchos niveles humanos elementales, dentro de los cuales destaca, particularmente, la renovación del ámbito espiritual y natural de los seres.

Tendrá que ser desde estas prioridades, y otras mas, desde donde se construya la nueva estructura cultural del país y el renacimiento del espíritu de los ciudadanos si se quiere provocar el avance y la humanización de nuestras sociedades; y no desde la cínica y salvaje din mica de la moderna acumulación de capital nacional e internacional que no satisfacen las demandas profundas de nuestro crecimiento social y humano. No debemos olvidar en este período de acelerada "modernización" de nuestra sociedad, que el corazón del desarrollo debe de tener como núcleo de orientación y aterrizaje el crecimiento material y espiritual de los seres humanos y no la simple realización de los procesos ajenos de concentración económica.

IV.- Notas:

(1) Salinas de Gortari, Carlos; Nos modernizamos o el cambio mundial amenaza al país: Salinas, Excélsior 11 de abril de 1989.

Para ampliar este panorama consultar Urge modernizar todo el aparato productivo en bienes y servicios, Excélsior, 8 de octubre de 1988; Describe los esfuerzos de México por integrarse a la economía mundial la carta de intensión al FMI, Excélsior, 25 de abril de 1989; No ser irrestricta, ni se hará de golpe la apertura comercial: CSG, Excélsior, 28 de abril de 1989; Est agotado el modelo fácil, Excélsior, 9 de mayo de 1989; En Marzo la economía del país estar lista para su desrregulación: Córdoba, Excélsior, 21 de junio de 1989; Ni liberalismo a ultranza, ni estatismo ultrajante: Zedillo, Excélsior, 30 de junio de 1979; Sucumbió el paternalismo hoy se necesita eficiencia; Peligran los avances por el déficit en paraestatales, Excélsior, 28 de julio de 1989; La apertura comercial es una decisión permanente: Secofin, Excélsior, 16 de agosto de 1989.
Regreso

(2) Al respecto revisar En 1992 el país debe estar abierto a la Comunidad Económica Europea, Uno Más Uno, 23 de abril de 1989; Ofrece Europa a México más inversiones y abrir sus mercados a nuestros productos, Uno Más Uno, 21 de mayo de 1989; Estamos listos para enfrentar el reto del mercado único en 1992, Excélsior, 27 de mayo de 1989; Los logros de la gira de CSG por Europa base para construir un México moderno, Uno Más Uno 16 de julio de 1989; Viaje de Carlos Salinas, Uno Más Uno, 18 de julio de 1989.
Regreso

(3) Al respecto revisar El acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Canadá, Revista Comercio Exterior, Vol. 39, No. 4, abril de 1989, México D.F., P-339, 347.
Regreso

(4) Más nexos con la Cuenca del Pacífico, Uno Más Uno, 28 de abril de 1988; La hegemonía en el sistema capitalista empieza a desplazarse hacia el Pacífico, Excélsior, 3 de mayo de 1989; La Cuenca del Pacífico: Un nuevo espacio estratégico, Uno Más Uno, 4 de mayo de 1988; Vitalidad regional: Cuenca del Pacífico, Excélsior, 14 de mayo de 1989; Latinoamérica está lejos del Pacífico, Uno Más Uno, 19 de agosto de 1989.
Regreso

(5) Saxe Fernando, John; Integración y modernidad: Conceptos muy manoseados, Excélsior, 26 de abril de 1989.

Para ampliar este punto consultar Sería fatal para México la formación de un mercado común norteamericano, Excélsior, de marzo de 1989; Apertura comercial y estructura de la protección en México, Revista Comercio Exterior, Vol. 39, No-4, abril de 1989, México D.F. p gina 312 a 329; Rolando Cordera, El gobierno ha recuperado la iniciativa Política, Uno Más Uno, 24 de mayo de 1989; Estamos preparados para la nueva etapa política: México desde el cerro de la silla, Uno Más Uno, 28 de mayo de 1989; Luiselli, Cassio, México: Rumbo a Estados Unidos, Revista Nexos No-137, mayo de 1989, página 45 a 50.
Regreso

(6) No podrá México atender su sistema educativo nacional: Silvia Ortega, Excélsior, 15 de julio de 1990; Un "retroceso" el nuevo modelo de educación básica, Uno Más Uno, 30 de agosto de 1990; Rezago y excesiva centralización en la toma de decisiones en el sistema educativo, Uno Más Uno, 11 de septiembre de 1990; Protestan maestros de 4 secciones por la "política educativa moderna", Uno Más Uno, 12 de septiembre de 1990; Enfrenta la educación normal del país grandes problemas que afectan su eficiencia, Uno Más Uno, 13 de agosto de 1990; Funcionarios menores frenan programas para abatir el rezago educativo en México, Uno Más Uno, 14 de septiembre de 1990; Urge actualización en el magisterio nacional, Uno Más Uno, 14 de septiembre de 1990.
Regreso

(7) Salinas de Gortari, Carlos, Discurso presentado en la ceremonia de presentación del Programa para la Modernización Educativa 1989-1994, Programa para la Modernización Educativa, tomo 1, Secretaria de Educación Pública, México, D.F. 1989, p - V.
Regreso

(8) Ibid, p - VI.
Regreso

(9) Rodríguez Trejo, Agustín, Escasez de capital intelectual, Excélsior, 17 de noviembre de 1990.
Regreso

(10) Los círculos de calidad son grupos pequeños de individuos de una organización productiva que desarrollan actividades de control de calidad dentro de un taller, oficina o empresa. Su función esta restringida al hecho de compartir la responsabilidad de una organización, por lo que nunca se les permite que cuestionen otro tipo de asuntos como son: los fines de la empresa, el presupuesto, los sueldos y algunos otros conflictos que solo son facultad de los altos dirigentes. Morales Calderón, José, Los círculos de calidad, Excélsior, 3 de agosto de 1990.
Regreso

(11) Imperativo vincular a las escuelas con la planta productiva: René Villarreal, Uno Más Uno, 17 de junio de 1990; Vincular la escuela con la producción: la premisa, Excélsior, 18 de junio de 1990; La guerra comercial no ha terminado: El país debe pelear por el mercado europeo, Uno Más Uno, 10 de julio de 1990; La educación tiene la tarea de hacer que esta vida se vuelva algo posible, Uno Más Uno, 12 de julio de 1990; Se abren nuevos horizontes a la cultura y educación en nuestro país: Comisión Episcopal, Uno Más Uno, 14 de junio de 1990; Severa deficiencia en preparación de trabajadores: Canacintra, Excélsior, 15 de julio de 1990; Superar el rezago educativo, base para elevar la productividad, Excélsior, 31 de julio de 1990; Cultura del trabajo sin conflictos, propone la STPS, Excélsior, 1 de agosto de 1990; Dejar la Universidadde Chiapas de ser una fábrica de profesionistas, El Sol de México, 11 de agosto de 1990; Necesario vincular investigación básica con avance tecnológico, Excélsior, 12 de agosto de 1990; Hay madurez productiva, Excélsior, 14 de agosto de 1990; Aceptable el acuerdo de productividad: CTM, Excélsior, 15 de agosto de 1990; Difícil contribuir a la productividad sin mejoras salariales, Excélsior, 16 de agosto de 1990; El temor de Estados Unidos: la productividad mexicana, Excélsior, 16 de agosto de 1990; Electrónica, computación y comunicaciones, premisas para el desarrollo: IPN, Uno Más Uno, 18 de agosto de 1990; Buena educación sólo para quién la pague: Ocejo, El Universal, 30 de agosto de 1990; La modernización educativa no ser de escritorio: Manuel Bartlett , Uno Más Uno, 30 de agosto de 1990; Es imprescindible elevar calidad y eficiencia: Salinas, Uno Más Uno, 1 de septiembre de 1990; La productividad única vía Excélsior, 6 de septiembre de 1990; Calidad y productividad: Preocupación de toda gerencia, Excélsior, 6 de septiembre de 1990; Sucumbiremos si el país deriva a multipolarismo o globalización, Excélsior, 6 de septiembre de 1990; Requiere la universidad es un mayor enlace con la industria, El Sol De México, 7 de septiembre de 1990; Imprescindible una nueva universidad que responda a los retos del siglo XX, Uno Más Uno, 10 de septiembre de 1990; Capacitación para el trabajo, segunda prioridad del sistema educativo: SEP, Uno Más Uno, 11 de septiembre de 1990; Indispensable fortalecer las instancias de educación superior: Salinas, Uno Más Uno, 12 de septiembre de 1990.
Regreso

(12) Retorno a la prioridad de fortalecer los primeros 6 años de educación: SEP, Excélsior, 12 de agosto de 1990; Plan de apoyo para que terminen primaria todos los niños: CSG, Excélsior, 13 de septiembre de 1990; Programa para abatir la deserción en primaria: Salinas, Excélsior, 13 de septiembre de 1990.
Regreso

(13) Internacionalización de la Educación Superior en México, Excélsior, 31 de agosto de 1990.
Regreso

(14) Intensa preparación de la industria por la entrada al GATT, Excélsior, 23 de febrero de 1986; Falta cultura de calidad y productividad en la industria: Secofin, Uno Más Uno, 5 de octubre de 1989; Serra Puche: es impostergable una nueva cultura productiva, Uno Más Uno, 30 de noviembre de 1989; Urge una nueva cultura productiva basada en la calidad, Excélsior, 30 de noviembre de 1989; Universidad de excelencia y modernización, Excélsior, 1 de diciembre de 1989; Universidad de excelencia, complejo proyecto modernizador, Excélsior, 15 de diciembre de 1989; Desatara la modernización mayor demanda de profesionales en inform tica, Excélsior, 19 de marzo de 1990; Urge que México desarrolle una cultura de exportación, Excélsior, 31 de junio de 1990; Creamos una cultura exportadora, Excélsior, 22 de junio de 1990; Competitividad integral, Excélsior, 9 de julio de 1990; La cultura corporativa vital para motivar al obrero, Excélsior, 24 de julio de 1990.
Regreso

(15) El futuro de la educación ¿ser capitalista ?, Excélsior, 14 de junio de 1990.
Regreso

(16) Con un año mas, estudios en los Conalep validaran como preparatoria, Excélsior, 23 de julio de 1990.
Regreso

(17) Se requiere una cultura de la evaluación: ANUIES, Uno Más Uno, 14 de julio de 1990; Se pagar Más por la educación donde la excelencia sea mayor: Coparmex, Uno Más Uno, 30 de agosto de 1990; Con nueva fisonomía social las Universidades Mexicanas, Excélsior, 31 de agosto de 1990; SEP: a Universidades no Más fondos injustificados, Uno Más Uno, 1 de septiembre de 1990; Generara mayor apatía el plan de autoevaluación de la ANUIES, Uno Más Uno, 1 de septiembre de 1990; La evaluación de la educación superior, Uno Más Uno, 2 de septiembre de 1990; Proyecto único sobre la evaluación de instituciones de enseñanza superior, Uno Más Uno, 2 de septiembre de 1990; No todo esta perdido, Uno Más Uno, 2 de septiembre de 1990; Se apoyar la transformación educativa: SNTE, Uno Más Uno, 5 de septiembre de 1990; Se reducen los costos del gasto social sacrificando la educación popular, Uno Más Uno, 6 de septiembre de 1990; Menos fondos a Universidades que no se evalúen: SEP, Uno Más Uno, 4 de septiembre de 1990; Obligada autoevaluación de los Universitarios, Uno Más Uno, 5 de septiembre de 1990; Apoyo permanente a evaluaciones académicas, Uno Más Uno, 15 de septiembre de 1990; Recursos adicionales a proyectos educativos: Zedillo, Excélsior, 15 de septiembre de 1990; Mas presupuesto a Universidades con excelencia académica: SPP, Uno Más Uno, 15 de septiembre de 1990.
Regreso

(18) Aceptan las Apaunam y el Situam la participación de la iniciativa privada en las Universidades, El Universal, 30 de agosto de 1990.
Regreso

(19) Fromm Erich, La revolución de la esperanza, editorial Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 1987, p-85.
Regreso

(20) De La Peña, Sergio, Competencia sin límites amenaza a la humanidad, Excélsior, 24 de abril de 1990.
Regreso

(21) No en balde hoy en día mayoritariamente se habla en nuestra sociedad de privatización, ganancias, nueva gestión administrativa, rendimientos, recapacitación, inversiones, productividad, conquista de nuevos mercados, etc.
Regreso

(22) Fromm, Erich; El miedo a la libertad, editorial Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 1988, pág. 105.

Dentro de esta perspectiva, hay que tener presente que una de las característica centrales de la sociedad moderna ha sido que "los hombres est n impulsados a trabajar, no tanto por la presión externa como por una tendencia compulsiva interna que los obliga a laborar de una manera solo comparable a la que hubieran podido alcanzar un patrón muy severo en otras sociedades". El miedo a la libertad, obra citada, pág. 105.
Regreso

(23) Ruíz del Castillo, Amparo, La educación y la lógica del capital, Excélsior, 31 de julio de 1990.
Regreso

(24) Ibid.
En este sentido el Secretario de Relaciones de la Comisión Ejecutiva de la sección 10 del Sindicato de Trabajadores de la Educación, Teodoro Palominos señaló en la "primera reunión ordinaria del Consejo Nacional Técnico de la Educación" (CONALTE) que el nuevo programa educativo que "pretende imponer la Secretaria de Educación Pública conduce a formar autómatas y no profesionales que transformen la sociedad". El plan de modernización educativa pretende alejar al alumno de la enseñanza científica, Uno Más Uno, 7 de septiembre de 1990.
Regreso

(25) Ibid.
Regreso

(26) Sobre este punto es conveniente tener en cuenta que "la intolerancia es un componente del autoritarismo y ella misma es autoritaria. Esta no consiste únicamente en no aceptar que otro lo convenza a uno de lo que le dice; en realidad no consiste en eso. La intolerancia se muestra Más bien en el hecho de no aceptar que otro piense como piensa, y menos que lo diga u obre en consecuencia."

"Por supuesto hay muchísimas formas de intolerancia: pero esta es su esencia. No es intolerante quién ataca a otro porque sus ideas no le convencen, siempre y cuando admita el derecho de aquél a pensar como le de la gana; de otra manera no habría discusión posible ni el Más mínimo intercambio de ideas entre los hombres. La intolerancia no depende de las actitudes particulares de los individuos, todos, en mayor o menor medida, son intolerantes con sus semejantes, con lo que el mundo no sufre ni un ápice. La verdadera intolerancia se presenta cuando se da socializada, lo que se ha llamado el pensamiento sin alternativas". Córdova, Arnaldo, El pensamiento sin alternativas, Uno Más Uno, 12 de septiembre de 1990.

En este sentido, podemos decir que cuando se impide que se de la comunicación o se le substituye por la mera transmisión de información (contenidos, órdenes, objetos, reglas, etc.), ya se esta siendo en esencia intolerante, y en consecuencia, creando condiciones plenas para el surgimiento de la violencia. Por lo tanto, la falta de comunicación conduce directamente a la emergencia de las formas violentas. Landerreche, Rafael, Misioneros, déspotas e intelectuales: Cuatro siglos sin diálogo, Uno Más Uno, 14 de septiembre de 1990.
Regreso

(27) Fromm, Erich, ¿Tener o ser?, Fondo de Cultura Económica, México, D.F., 1976, pág. 24.
Regreso

RAZÓN Y PALABRA


Regreso al índice de este número

Página principal, home