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los dialectos en austria

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Por Paloma Gil

 

Austria, la joya más brillante de la corona centroeuropea. Un pequeño país compacto y delicado, en el que nada queda desaprovechado. Su cultura milenaria, se ve enriquecida con un profundo respeto hacia la naturaleza, lo que les permite convivir en una perfecta sintonía, aprovechando montañas, árboles, campos, ríos y lagos para disfrutar del deporte en todas sus facetas.

 

La gastronomía se merece un capítulo aparte y el ritmo de vida es más acorde al de un pueblo mediterráneo que al de un típico cantón germano. Sin embargo, lo que a nosotros nos ocupa, es una característica cultural muy peculiar, que desarrollan orgullosamente los austriacos. Se trata de los dialectos.

 

En Austria, el idioma oficial es el alemán, además es un idioma aceptado, entendido y compartido por todos con agrado, cosa que no ocurre en todos los países. Lo que no quiere decir, ni por asomo, que todo el mundo lo hable igual. Por ejemplo, no es lo mismo hablar inglés en Londres, que en Sidney, que en Atlanta… nada que ver. Como tampoco es igual hablar español en Madrid, que en Sevilla o que en Caracas. De hecho, hay un dicho alemán que dice “Deutsche Sprache, schwere Sprache”, esto es, “idioma alemán, idioma difícil”. El tema es que, si la gramática alemana implica, “per se” un conocimiento y comprensión del sistema de declinaciones, sustituyendo nuestras preposiciones y complementos del verbo; y además, su sistema se fundamente en incluir prefijos y sufijos a una raíz que en este caso sería más bien, una matriz, las palabras pueden terminar siendo larguísimas y complicadas, aunque también es cierto que encierran un significado absolutamente correcto.

 

Bien, entonces,  teniendo en cuenta todo lo anterior y sumando  la extensión del territorio, porque se habla alemán en Alemania, Liechtenstein, Luxemburgo, buena parte de Suiza y el norte de Italia, Bélgica Oriental, algunas zonas del este de Francia (Lorraine o Lothringen, en alemán) e incluso, en algunas zonas de Polonia y Rumanía, es decir, cerca de 100 millones de europeos hablan alemán. Es el idioma nativo, más extendido en Europa, después del ruso y uno de los 10 más hablados del mundo.

 

Así pues, parece razonable el hecho de que, con una gramática uniforme, los acentos sean bien distintos en función del territorio. Algunos de estos acentos son tan marcados y tan fuertes  como el de Tirol. Los propios hablantes de otros territorios, tienen serios problemas para comprenderlos. Es ahí donde se descubre una marca sutil que revela la idiosincrasia de los pueblos. Lo mismo ocurre en Voralberg y la región de Estiria. Habrá que indagar en sus raíces históricas para descubrir las razones de estos dialectos y sus acentos. Aunque ciertamente también hay que decir, que en alemán, sólo se consideran dialectos las variedades regionales tradicionales, las diferentes formas de alemán estándar, no son consideradas dialectos.

 

Cuando uno estudia alemán, suele aprender, Hochdeutsch, que viene a ser el idioma culto… lo que te enseñan en las academias: “el alemán del rey” y luego, cuando lo hablas en la calle, nadie te comprende del todo. Más aún, si viajas por el territorio y te encuentras con expresiones típicas, acentos, palabras coloquiales y las pronunciaciones típicas del lugar… eso ya es el sumum y el que no entenderá nada serás tú. No obstante, también hay que decir, que los austríacos son gente abierta y hospitalaria como pocos y siempre apreciarán el esfuerzo que se hace al tratar de hablar su idioma, aunque sea mal. Rasgo del que no pueden presumir otras naciones orgullosas de su idioma.

 

En algunos países de Europa actualmente hay graves problemas en cuanto a la convivencia idioma-oficial e idiomas/dialectos secundarios, sin embargo Austria es un ejemplo perfecto de convivencia y esto facilita que todos estén de acuerdo en preservar dichos dialectos y facilitar su empleo, de hecho, todos aceptan la realidad de que cada nación tiene un idioma oficial (salvo contadas excepciones por motivos históricos) que es el alemán estándar, mientras que en esta república conviven otros 8 dialectos aceptados: Hochdeutch o alemán culto, bávaro, húngaro, romaní, serbocroata, esloveno y walser. Y lo mejor, lo más sorprendente, es que aunque tú no los entiendas bien, ellos siempre te entenderán a ti.

 

 



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