Posicionando la violencia y crueldad

México

en-sueÑo publicitario

POSICIONANDO LA VIOLENCIA Y CRUELDAD

“¡Dios mío! El diablo se ha apoderado de tal manera de los cuerpos y mentes de los hombres de hoy y los ha hecho tan astutos e ingeniosos para hacer el mal”
Pierre Boaistuau Le Théâtre du monde (1558), primer manifiesto francés de un humanismo angustiado.*

Después de varios años de violencia sin límites, uno se pregunta qué sucedió para que nuestro país llegara a este punto, donde la mirada está secuestrada por infinidad de actos, imágenes, sonidos y olores de violencia, donde niñ@s y jóvenes no están a salvo, como tampoco el fotógrafo de actos delictivos violentos, porque su cámara es testigo pero no escudo contra la muerte.

Si bien afirma Keynes (1883-1946) que, a largo plazo todos vamos a morir, no tendríamos que ver a nuestro futuro truncado en el presente; somos el país con la ciudad más violenta del mundo, Ciudad Juárez:

La tasa de homicidios en Juárez es de 229 por cada 100,000 habitantes (3,042 víctimas para 1 millón 328,017 habitantes), destaca el estudio, mientras que en Bagdad, la tasa es de 22 asesinatos. La información recabada por el Consejo detalla que ninguna otra ciudad en el mundo había alcanzado antes la tasa de asesinatos de Juárez, excepto Medellín, Colombia -entre 1989 y 1993-, con una tasa de 331 homicidios por cada 100,000 habitantes.(El Economista,13 de enero del 2011)

Los años pasan y el número de muertes aumenta; aún no es posible observar avances –ya no sólo en la derrota del narcotráfico– sino en la reducción de vidas robadas por aquellos cuyos límites en su comportamiento han dejado de existir.

Con esta preocupación escribo este artículo, y en su proceso de elaboración, el 24 de marzo se ha firmado un Acuerdo para la cobertura informativa de la violencia, con recomendaciones valiosas que esperamos, no sean interpretadas como cortinas de humo porque la realidad no puede negarse, debe conocerse que sucede para actuar en consecuencia, cerrar los ojos no es opción, ya que por ello, estamos viviendo el peor escenario de este país. Publicitar la violencia trastoca la vida de generaciones presentes y futuras.

¿Qué visión del hombre puede tener, cuando viven en una sociedad que no deja potenciar los derechos humanos?... Estas imágenes extremas que se construyen con un trasfondo de odio, odio tanto hacia uno mismo como hacia los demás. (Marzano, 2010: 14)

Concepto de violencia
Para empezar a comprender dimensiones de la violencia, es obligado ir al origen histórico y etimológico de esta palabra:

La palabra violencia aparece a principios del siglo XIII: deriva del latín vis, que significa “fuerza”, “vigor”, y caracteriza a un ser humano de carácter iracundo y brutal. También define una relación de fuerza destinada a someter o a obligar a otro. En los siglos siguientes, la civilización occidental le concedió un lugar importantísimo, ya fuera denunciando sus excesos y declarándola ilegítima en nombre de la ley divina que prohíbe matar a otro hombre, ya fuera atribuyéndole un papel positivo eminente y caracterizándola como legítima, para validar la acción del caballero, que vierte la sangre en defensa de la viuda y el huérfano, o para hacer lícitas unas guerras justas de los reyes cristianos contra los infieles, los revoltosos y los enemigos del príncipe. (Muchembled, 2010:17)

La sangre de inocentes que se vierte no tiene causas justas y tampoco es para defender a los menos favorecidos, si fuera así, el ejército mexicano no violaría los derechos humanos, desapareciera personas o asesinara por “accidente”. Preguntaríamos entonces, qué provocó que en el proceso de socialización de los mexicanos, qué variables se combinaron para tener como resultado, “un ser humano iracundo y brutal”. Lo cierto es que, la cantidad de impactos publicitarios en pro de los derechos humanos es sumamente reducida tomando en cuenta la sobre-saturación de experiencias cotidianas mediadas tecnológicamente o no, del cual es objeto el ser humano, en el contexto mexicano.

Quizás sucedió, aquello que narra Horacio Quiroga, en el cuento de La Gallina Degollada en Cuentos de Locura, Amor y Muerte (1917) donde cuatro niños idiotas terminan degollando a su pequeña hermana después de ver como la sirvienta había degollado una gallina en la cocina. Posiblemente este cuento tiene como antecedente otra historia con intenciones educativas:

Les spectacle d´horreur de Camus [1629] cuenta que dos chiquillos vieron a su padre degollar a un ternero y quisieron imitarlo matando a su hermano pequeño, cuyo cadáver escondieron en el horno. El redactor quiere mostrar simplemente que hay que evitar hacer el mal delante de los niños, pues son como cera virgen en la cual todo queda grabado. (Muchembled, 2010:310)

Jean Pierre Camus (1584-1652)

Dice, evitar hacer el mal delante de los niños, es una recomendación de un texto de 1629, y por supuesto es un aprendizaje no consolidado en el acervo social de conocimiento (Berger y Luckmann, 1968) y las acciones educativas en la educación formal de niñ@s y adolescentes, aún en circunstancias donde profesores y padres de familia están sometidos a la constante presión de la sobrevivencia. Las medidas que pueden implementarse ahora, son para reducir en el futuro la violencia y agresión entre los próximos adultos mexicanos, pero el ahora es mucho más complejo y multideterminado.

Es indignante que acribillen a un chiquito, a un menor que ¿qué les puede hacer?,
¿en qué forma se puede defender?
AP Rosa Cruz Muller, Protección a la Infancia del DIF.
19 de marzo del 2011

Los niños viven la pérdida de un amiguit@, el dolor de la familia, en una sociedad donde “el portarse bien” ya no es suficiente para ser querido, protegido y recibir el regalo de cuando en cuando. La vida de los niñ@s como el futuro de la especie, de una nación, se ve violentamente truncada, dejando a los padres de familia y seres queridos desarmados ante un hecho hasta hace 10 años inconcebible, inimaginable; la muerte de niñ@s y jóvenes era un suceso muy lejano, y si un niñ@ era asesinado era por otras circunstancias, que también han ido en aumento “los accidentes en casa”.
Los procesos de socialización construyen día con día una trayectoria que marca las pautas de comportamiento de los seres humanos; en nuestro contexto actual, qué sucede con aquellos niñ@s y jóvenes, cuyos padres de familia de parientes y amigos asesinados:

En las terapias de duelo que hemos aplicado en escuelas, descubrimos que los niños viven con una sed de venganza y, en unos meses, algunos de ellos puedan ser quienes ejerzan la violencia”, comentó la activista social Lourdes Almada. (El Economista, 30 de enero del 2011)

Según un reporte de la Organización de las Naciones Unidas, 1000 menores han sido asesinados en los últimos cuatro años, víctimas de la lucha del ejército contra el crimen organizado. (Imagen del Golfo, 5 de febrero del 2011). En este contexto, aquí un anuncio enfocado de forma errónea:

Nosotros preguntaríamos: ¿Y por qué no estar antes?; ¿podrían venderse seguros que prometan que, con su intervención en el desarrollo del niñ@, no llegará a niñ@s y padres de familia la vivencia mostrada en esa imagen? Lo que recuerda el libro de Aldo Huxley “Un mundo feliz” (1932), por ejemplo, la escena donde los bebés gatean hacia unos libros luminosos, y aquellos que eran seleccionados para ser científicos, se les dejaba ojear y leer el libro, disfrutarlo y, l@s niñ@s que fueron seleccionados para ser obreros, al tocar el libro, les aplicaban choques eléctricos. ¿Qué condicionamientos físicos, psicológicos y anímicos, fueron aplicados a los delincuentes combinados con variables macro y micro sociales, a nivel local y global?

Jóvenes y la agresión
En el caso de l@s jóvenes, una de las explicaciones relacionadas con la violencia, es descrita como parte de de una ética viril en el siglo XVII:

Los reinos de juventud ocupan un lugar primordial en el pueblo. Si bien son resultado de una larga marginación de los solteros y conllevan combates mortales entre ellos, también sirven admirablemente para aumentar la cohesión social. Son, en efecto, los guardines de las tradiciones, esencialmente en el campo, donde el acceso a las mujeres constituye una verdadera obsesión para sus miembros. Los interesados no reprochan a los hombres maduros que los tengan tanto tiempo, alejados de los placeres lícitos de la carne, salvo cuando el aumento demográfico desequilibra el sistema y la espera se hace penosa y más aleatoria. (Muchembled, 2010:79)

En pleno siglo XXI, los sistemas de dinero y tiempo, trastocan los intereses de los jóvenes y adultos por la crisis económica que, como mencionaba Luis Pazos desde 1976, la crisis económica en México es permanente; aunque las condiciones económicas desempeñan un papel indudable en la modulación de la agresividad humana, pero no constituyen un factor explicativo suficiente. (Muchembled, 2010:37)

Entonces, el contexto ha cambiado
Volviendo al siglo XXI, se afirma que los hombres varones jóvenes pobres y con pocos estudios son “los principales autores de violencias mortíferas”, como sucedía siglos atrás ante un sistema de control social y miradas vigilantes poco eficientes (Muchembled, 2010).

Como la espina de pescado o de Ishikawa, son muchos y variados, los factores que intervienen en el aprendizaje de la violencia sobre el “otro”; inciden varios actores: el gobierno, el ejército, el crimen organizado, los familiares de las personas violentadas y las personas que han sido privadas de la vida. Los comentarios están insertados con color de letra azul y entre corchetes:

La concentración de los deseos y las esperanzas sobre un territorio reducido hace que la vida social se convierta en potencialmente explosiva [el territorio no sólo físico sino de calidad de vida]. En un universo donde todos se conocen bien y donde no siempre es posible evitarse [el espacio vital se ve transfigurado, en los años 80´s se habla de los focos rojos en el país como Sinaloa o Michoacán; ahora no hay zona en donde no sean registrados hechos violentos], es fácil que la sociabilidad sea conflictiva [en el conflicto está la policía, las instituciones de gobierno, el ejército y el crimen organizado]. La combinación de los lazos familiares, amistosos y de vecindad constituyen una densa red que protege al individuo [siendo este honrado o no], pero que también lo obliga a intervenir para apoyar o defender a uno de sus miembros [llama la atención que es más fuerte el sentimiento de protegerse entre el crimen organizado, el ejército, la policía y el gobierno, que entre nosotros, la sociedad civil pero seguimos aprendiendo y avanzando en la procuración de la seguridad y calidad de vida]. Cada uno lleva así a varias personas sobre sus hombros. Una pelea a propósito de un niño, de un animal [ciertamente la sociedad civil tiene que actuar en conjunto para no ser asesinadas una a una las personas con valor humano] o de un derecho puede degenerar en una guerra que, uno por otro, acabe obligando a dos facciones o dos comunidades vecinas [los cárteles y crimen organizado] a degollarse entre sí. Sin embargo, existe un sistema de regulación que habitualmente impide llegar a esos extremos peligrosos para la supervivencia del conjunto [¿qué sistema hemos perdido?, ¿cómo reconstruirlo?, ¿quiénes han empezado a hacerlo? Y no me refiero a Televisa o Azteca que no dejen de promover la violencia y agresión en su programación, con todo y la mísera cantidad invertida en campañas contra la violencia]. La cultura de la violencia no es en absoluto una ley de la fuerza bruta. Se basa en reglas imperativas que marginan a los transgresores [las reglas y sistemas han sido trastocados]. Los actores conocen perfectamente esos límites [¿cuáles son los “nuevos” límites?] y en general los respetan para evitar quedar mal ante todos y sufrir el temible rumor que los denuncie [pero en México reina la impunidad] y los excluya de los intercambios normales [¿por ejemplo? O en realidad son incluidos a otras comunidades]. (Muchembled, 2010:82)

El sentir de personas y grupos violentos
Con relación a la impunidad en México, la historiadora Ángeles Magdaleno y el periodista John Gibler, en el libro “País de muertos” (2011), señalan que: la incompetencia de las autoridades encargadas de la procuración de justicia a lo largo de la historia reciente de México sirve para cubrir la impunidad; las personas reclaman: “nadie hasta ahorita me ha escuchado”. Los muertos también cuentan afirma, Marco Antonio Núñez, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios, que presentó el libro en la Universidad de Guadalajara, el 15 de marzo del 2011.

El anonimato y la corrupción se manifiestan en nuestro país, desarrollando el paso de la violencia a la crueldad y el cinismo:
… desgarrar la carne y dejar fluir la sangre, es un acto despiadado. Pero, a diferencia justamente de la violencia, la crueldad se muestra como la voluntad de hacer el mal deliberadamente. (Marzano, 2010:70)

Así en México, las imágenes de personas degolladas, colgadas, o los pedazos de su cuerpo arrojados en diferentes partes de una ciudad, son actos crueles tanto para quien fue sometido como para aquellos que le sobreviven, familiares, amigos, la sociedad local, los mexicanos; estamos en el peligro de volvernos sordos ante el sufrimiento que significa avalar la crueldad (Marzano, 2010:80). Además de ello, la agresión puede volverse un hábito cuando:

…se reciben reforzamientos por las acciones, ya sea materiales como premios o felicitaciones: asimismo, puede ser que la agresión se vuelva parte de la autoimagen, ya que dentro de un grupo uno se puede ganar respeto o simplemente llamar la atención si eso es lo que le interesa. (Domínguez y Galicia, 2010:37)

Cuando los medios de comunicación, grupos musicales, compositores de narco corridos, niñ@s y jóvenes identifican como alternativa de vida aceptable y exitosa dedicarse al narcotráfico, en un escenario de crisis que vive el país y el mundo. Ell@s descartan entonces otras alternativas válidas y respetables desde una visión de mundo menos pragmática y necrófila, porque la calidad de vida, a partir de una vida honesta puede tener beneficios pero en un lapso de tiempo más largo y no siempre se tiene la seguridad de ello.

El hecho de estar constantemente en contacto con la violencia y sus múltiples manifestaciones crea una especie de hábito; y el hábito embota las emociones y atenúa la cólera ante las injusticias a las que nos enfrentamos. Hasta acostumbrarse a la crueldad, acomodarse a ella y creer que la compasión ante el sufrimiento de los demás no es más que una manifestación de debilidad. (Marzano, 2010:89)

Familiares de jóvenes asesinados en Ciudad Juárez, Chihuahua, México.
La Prensa 1ero. Febrero del 2010.

Qué alternativas tenemos
Por supuesto no es objeto de este artículo, proponer alternativas, sería por demás absurdo, y para reportar aquellas que se han implementando, se tendría que ocupar mucho más espacio; el objetivo de es dar cuenta, de algunas aproximaciones al problema de la violencia y la agresión en sus múltiples manifestaciones, y cómo los escenarios y recomendaciones de siglos atrás, parecieran tener vigencia; y continuar con la pregunta ¿Qué México estamos potenciando?

Campaña contra la ola de violencia por humoristas mexicanos
10 de enero del 2011

En la página de una ONG, leí un fragmento del libro de Cosío Villegas, Historia Mínima de México (1983):

Expresa el Virrey Marqués de Croix “De una vez y por lo venidero, deben saber los súbditos… que nacieron para callar y obedecer, no para discutir y opinar en los altos asuntos de gobierno”.

No permitamos que las historias se repitan al tal grado que una acción se transforme en hábito, el hábito en costumbre y la costumbre en Tradición, que con la “T” mayúscula porque refiere al sentido de vida; no sigamos abriendo espacios a un desarrollo humano sin sentido de vida, bajo la sombra de una perspectiva necrófila; cada acción en la vida cotidiana debe ser una decisión de Vida, ¡Posicionemos la Biofilia!

Fuentes de información
AGENCIA EFE (2011) Caricaturistas mexicanos lanzan una campaña contra la violencia, en Cambios en Cuba.
http://cambiosencuba.blogspot.com/2011/01/caricaturistas-mexicanos-lanzan-una.html

BERGER y LUCKMANN (1968) La construcción social de la realidad, editorial Amorrotu, Argentina.

COSIO Villegas, Daniel (1983) Historia mínima de México, Colegio de México, México.

DOMÍNGUEZ Alejandra y GALICIA Oscar (2010) Ojo por Ojo: la perspectiva social de la agresión y la violencia en Galicia Oscar, El libro de las emociones extremas: sociobiología del amor y la violencia, Universidad Iberoamericana, México. Pp.27-52

GRUPO DE ESTUDIOS AMBIENTALES (1998) Orígenes y desarrollo de las ONG´s en México. Las raíces, México.
http://base.d-p-h.info/es/fiches/premierdph/fiche-premierdph-4419.html

LA PRENSA (2010) Aumentan a 16 los jóvenes muertos en Ciudad Juárez, Organización Editorial Mexicana, 1ero. de febrero, México.
http://www.oem.com.mx/laprensa/notas/n1501488.htm

UNIVERSIDAD DE GUADALAJA (2011) En México predomina la impunidad, Universidad de Guadalajara, 25 de marzo, México.
http://www1.udg.mx/noticias/en-m-xico-predomina-la-impunidad

IMAGEN DEL GOLFO (2011) En cuatro años mil niños muertos en la lucha antinarco: ONU, Periódico y agencia de noticias, 5 de febrero, México.
http://www.imagendelgolfo.com.mx/resumen.php?id=227160

EL ECONOMISTA (2011) Niños de Ciudad Juárez sufren de estrés por violencia, 20 de enero, México.
http://eleconomista.com.mx/sociedad/2011/01/20/ninos-ciudad-juarez-sufren-estres-violencia

EL ECONOMISTA (2011) Mexicanas, 13 de las ciudades más violentas del mundo, 13 de enero, México.
http://eleconomista.com.mx/sociedad/2011/01/13/mexicanas13-las-ciudades-mas-violentas-mundo

ETCETERA (2011) Firman medios de comunicación acuerdo contra violencia 24 de marzo, México.
http://www.etcetera.com.mx/articulo.php?articulo=7144

EXCELSIOR En menos de cinco años más de mil niños han muerto a manos del narco, 19 de marzo del 2011.
http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&id_nota=723220

GALICIA, Oscar (2010) El libro de las emociones extremas: sociobiología del amor y la violencia, Universidad Iberoamericana, México.

MARZANO, Michela (2010) La muerte como espectáculo. La difusión de la violencia en Internet y sus implicaciones éticas, Editorial Tusquets, México.

MANJAREZ, Javier et.al Emociones y conducta social en Galicia Oscar, El libro de las emociones extremas: sociobiología del amor y la violencia, Universidad Iberoamericana, México. Pp.11-26

MUCHEMBLED, Robert (2010) Una historia de la violencia. Del final de la Edad Media a la actualidad, editorial Paidós, España. *

SCRUTON, Roger (2010) Usos del pesimismo. El peligro de la falsa esperanza, ed. Ariel, Argentina.

Enriqueta Rivera
Doctora en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Maestra en Publicidad por el CADEC. Profesor de tiempo completo en la Universidad Iberoamericana-Puebla, México

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