Descalificar a Televisa: una estrategia equivocada- Razón y Palabra

México

LA CAJA DE PANDORA
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DESDE UNA PERSPECTIVA DIFERENTE

descalificar a televisa: una estrategia equivocada

Fecha de publicación: 15 de enero de 2013

La campaña empezó a tomar forma en redes sociales y desde dos flancos diferentes. El primero, los críticos de Enrique Peña Nieto que han cuestionado la intervención de Televisa en la precampaña, la campaña y su ascenso a la presidencia de la República. El segundo, a través del empresario Simón Charaf quien, después de un diferendo con el consorcio, lanzó su página www.televileaks.com.mx, acompañada de su perfil en Facebook y su cuenta de Twitter. Ambos flancos han logrado aglutinar una serie de críticas que invitan a ver la programación de Televisa. Los argumentos: “Televisa te idiotiza”, sus contenidos contribuyen al bajo nivel de la población y, desde luego, su papel en las pasadas elecciones presidenciales. Cabe añadir que a esta campaña se han sumado tuiteros con diversos perfiles así como académicos y legisladores.

Las campañas en contra de Televisa datan de muchos años atrás. Se han sostenido en argumentos como la presencia de Estados Unidos en sus contenidos –el imperialismo cultural-, su injerencia en la política –ahora a raíz de las elecciones-, la expansión de sus intereses más allá de la televisión, la excesiva concentración en el escenario global de los medios de comunicación, su intromisión en el Congreso para frenar o al menos mediatizar las iniciativas legales en su contra y, desde luego, el bajo nivel de sus contenidos. El problema es que las campañas arriba descritas no parten de esos argumentos, sino de juicios de valor. En otras palabras, buena parte de los argumentos en contra de Televisa que desfilan a través de las redes sociales carecen de sustento.

Vayamos por partes. En primer lugar, todos los argumentos que cuestionan a Televisa bajo el argumento de que quien se exponga a sus contenidos bajará de nivel educativo, se volverá violenta o imitará automáticamente las conductas que se exponen en sus programas parten de una propuesta superada hace más de 70 años: la aguja hipodérmica. Apoyada en los primeros desarrollos del conductismo clásico, partió del supuesto de que los medios eran los estímulos y la respuesta el cambio de actitudes de quienes se exponían a ellos. El problema es que estaba basada en la observación, en una visión de la audiencia como grupo homogéneo y atomizado que no se comunicaba entre sí, además de atribuir pasividad al sujeto. Apoyados en metodologías de investigación cada vez más complejas y sofisticados, los estudiosos del tema han mostrado la cantidad y variedad de factores que intervienen entre la transmisión del mensaje y la exposición al mismo por parte del sujeto.

En resumidas cuentas, los hallazgos han echado por tierra la hipótesis de la aguja hipodérmica, en la que se apoya gran parte del sustento de la campaña en contra de Televisa. Una campaña que es además discriminadora: resulta que las mentes inferiores son las que se ven afectadas por sus contenidos, no las mentes superiores de los que invitan a no ver la programación. Adicionalmente, se nota a leguas que al menos una parte de los orquestadores de la campaña en contra de Televisa no conocen sus contenidos. Es decir, parten de una teoría rebasada hace más de siete décadas y no necesitan ver la programación de Televisa para descalificarla a priori. Como puede observarse, los argumentos caen por sí mismos. Una campaña en contra del consorcio debiera partir de otras bases.

Por lo demás, el resto de las críticas, relacionadas con su expansión, la concentración, su injerencia en el Congreso y su papel en el escenario global de las comunicaciones están apoyadas en investigaciones realizadas por diversos estudiosos del tema. Unas están mejor fundamentadas que otras; unas cuentan con más información que otras. Pero décadas de trabajo han derivado en un cúmulo de conocimiento importante que suele ser material de apoyo para la enseñanza y la investigación de la comunicación. Lo mismo puede afirmarse en relación con los hallazgos de quienes superaron la teoría de la aguja hipodérmica.

De lo anterior se desprende que la campaña emprendida en contra de Televisa parte de una base falsa. Esto no significa que no sea necesario cuestionar su proceder y la calidad de sus producciones. Pero del cuestionamiento será necesario pasar al debate y un debate pasa por la revisión de los contenidos televisivos. Entonces, las campañas descalificadoras están desviando a la sociedad de los objetivos que seriamente debiéramos percibir: criticar a Televisa desde adentro, cuestionar la calidad de sus contenidos y contribuir a concientizar a las audiencias sobre estos contenidos. Las campañas descalificadoras no sirven más que para exacerbar los ánimos y fomentar la intolerancia. No confundamos: nuestro objetivo es otro y debemos comenzar a lograrlo.

PANDORAMA: 1. El Financiero cambia; después de ser vendido a un grupo productor de multimedia que decidió mantener el primer periódico de negocios editado en México comienza la tarea de reposicionarlo. Uno de los primeros pasos ha sido la designación de Enrique Quintana como su director. Se trata de un periodista que cuenta con amplia experiencia en el campo además de contar con un estilo accesible a los lectores que no son expertos en economía y finanzas. 2. Seguimos esperando los nombramientos del Instituto Mexicano de la Radio (IMER) y de los canales 11 y 22. Es necesario conocer sus proyectos, su propuesta programática y, en general, hacia dónde se orientarán durante los próximos seis años. 3. No deja de llamar la atención el hecho de que en la reforma educativa recién aprobada por el Congreso no estén presentes los medios de comunicación. Sin su presencia será difícil que la nueva propuesta contribuya a la formación de individuos que se incorporen a la ecología mediática y a la sociedad de la información.